El proyecto de construcción dió inicio y tweek estaba a cargó de dirigir a cada uno de los ingenieros durante todo el trayecto. Tenía que asegurarse de que todo saliera bien por lo que se podría decir que sentía mucha presión encima. Su superior también estaría al pendiente con la supervisión, sin embargo, esté parecía más interesado en ver cómo tweek hacia su trabajo. Aprovechaba cada pequeño tiempo de descanso para acercarse al rubio y hablarle, cosa que claramente hacía con un fin no laboral. Le preguntaba cómo iba su vida, si podía hacerse cargo solo de su hijo y otras cosas igual de personales.
Tweek no supo exactamente cómo, pero de alguna manera Jones se había enterado de su separación, y ahora más que nunca tenía intenciones de coquetearle.
Uno de esos días fue a dónde el rubio mientras los demás almorzaban en un lugar apartado. Tweek veía seriamente la hoja de plano sobre la mesa y suspiró con pesadez al notar que se acercaba.
—No dejas de ojear los planos tweek. ¿Acaso no estás seguro de algo que tu mismo diseñaste? —dijo.
—No conozco a nadie que haya dirigido una construcción sin ver antes el plano, señor Jones —respondió para después verlo a los ojos—. Es mejor tener dudas y aclarar, a dirigir deprisa y sin cuidado ¿no cree?
El otro puso una sonrisa insinuosa.
—¿Y no piensas ir a comer? Si me lo permites, me gustaría invitarte a un fabuloso restaurante que conozco.
—Amm no gracias, señor Jones, estoy bien.
—No es saludable saltarse las comidas. Vamos, te gustara —insistió.
—Ngh, es muy amable pero no tengo apetito, yo, ngh, desayuné tarde hoy.
—Mmm, ¿en serio vas a negarte a una deliciosa invitación de comida gratis? Tal vez, podrías ahorrarte algo de dinero.
Tweek lo miró seriamente, cansado de su necedad. Lo que menos deseaba en ese momento era salir con otros hombres.
—No tengo problemas económicos, señor Jones —le aclaró con voz cortante.
—Afortunadamente —soltó una ligera risa que a tweek le pareció más de burla—. Digo, siendo padre soltero tu situación tampoco debe ser la mejor.
—Eso usted no lo sabe —respondió claramente ofendido.
—No hay que ser muy listo para darse cuenta de esas cosas, tweak. Aún eres muy joven, y por lo poco que sé apenas estás empezando a crecer en tu ámbito laboral —hablo muy confiado y con esa incómoda expresión en su rostro —. También parece que estás separado de tu pareja, así que mucho apoyo no creó que tengas.
Obviamente el comentario le cayó bastante mal al rubio. ¿Cómo es que se tomaba la libertad de decir todo eso en su propia cara? Joder, y una mierda, ya no le importaba que se tratara de su superior, definitivamente no tenía porqué aguantar ese acoso de mierda.
Dejando el plano sobre la mesa y soltando un largo suspiró, tweek se acercó al hombre y lo enfrentó cara a cara. No cometería una locura, aún esté idiota no le daba un motivo lo suficientemente grave para hacerlo, pero tampoco se quedaría callado.
—Usted no sabe absolutamente nada sobre mí, señor Jones, así que preferiría que se evite ese tipo de comentarios. Mi vida es algo muy personal.
—Eres tan necio —le mostró una sonrisa ladina —. Es algo que me atrae mucho de ti.
—Entonces es evidente que sigue teniendo otras intenciones conmigo ¿eh? Bueno, pues de nuevo le recalcó que no estoy interesado —fue al grano y en eso escucho la molesta risa del hombre. Lamentablemente no parecía haber entendido.
Retandolo y sin importarle nada, le sujetó firmemente los hombros a tweek y acercó peligrosamente su boca en el cuello de este. Tweek se alertó.
—¿Por qué no solo te dejas llevar? —le susurro muy cerca de su piel—. Desde que te vi aquella noche note que eras jodidamente atractivo y no pude evitar pensarte en mi cama.
—Ugh —soltó nervioso y buscando alejarlo.
—Vamos tweak, seguro que en el fondo eres tremendo y disfrutas del buen sexo —jadeo el hombre robándole un beso muy cerca de su boca.
—¡Gha! ¡Aléjate, pervertido de mierda!
Grito tweek sintiéndose asqueado y propinándole un fuerte rodillazo en las costillas. Recibiendo un quejido y luego varios insultos por parte de esté mientras se retorcía adolorido en el piso.
Su corazón latía fuertemente al ver lo que acababa de hacer. Había golpeado con todas sus fuerzas a su superior y eso definitivamente lo metería en problemas. Pero no era su culpa ¿o si? Lo único que hizo fue defenderse. Eso sí era acoso sexual, debía hacer algo rápido.
—Ugh, joder, eres un ¡agh! Maldita sea que dolor ugh —dijo Jones mirándolo desde abajo.
—¡Tú te lo buscaste! —respondió frustrado—. Te dije que no me conocías y ahora ya me conociste bien ¡te lo advertí!
—Eres salvaje ugh. ¡Llama a una puta ambulancia! ¡Ahora! —ordenó el hombre claramente enojado.
En su mente, tweek prefería verlo pudriéndose en el sucio suelo. Le importaba una mierda lo molesto que estaba, él lo estaba aún más por el acoso que acababa de recibir.
Aún así y con mucho pesar, tomó su teléfono sobre la mesa y busco ayuda.
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—Entonces, ¿volverás a verlos? Eso es genial —dijo Thomas mientras Craig vendaba la pata de un pequeño gatito.
—Así es, y también prometí conseguir un increíble disfraz para la noche de halloween. Ya casi termino amiguito —le habló al gato el cual maullaba.
—Creo que tweek y su hijo son las únicas personas en el mundo por las que te disfrazarias y saldrías a pedir dulces ¡Puto! ¡Marica! je,je —comentó el chico al mismo tiempo que escribía en una hoja.
Craig dudó pero luego suspiró derrotado. Era la pura verdad.
—Bueno, es que son muy especiales para mí —comentó sujetando la tijera y cortando la venda. Miró al cachorro peludito más tranquilo y lo acarició con suavidad —. Además los extraño un poco.
—¿Y de que te vas a disfrazar?
—Ehh, aún no lo sé. Deje de pedir dulces como a los trece —rasco su nuca apenado.
—Entonces vas a tener que volver a tu niñez y conseguir algo que te guste ¡marica!
—Mejor le preguntaré a tweek.
—¿Vas a decirle que decida por tí? —se rió.
—No. Le preguntaré de qué se van a disfrazar.
—Oh, entiendo. Disfraz a juego, gran idea.
Craig sujeto cuidadosamente al gatito y luego lo metió a una de las jaulas de recuperación, este permanecería ahí hasta que mejorara.
—Y qué hay de ti, ¿harás algo este fin de semana? —preguntó Craig.
—Amm todavía no tengo ningún plan, así que tal vez le hable a Francis.
—Seguramente tenga los mismos planes de tweek. Ya sabes, acompañar a su hija a pedir dulces.
—Es posible, aún así le hablaré ¡puto pendejo! —expresó involuntariamente mientras se levantaba de su asiento y se acercaba al azabache —. Ya está listo el informé médico de pelusita —miro al gatito descansando en la jaula—. Iré a ver cómo están los demás —dijo Thomas refiriéndose a las mascotas de la otra habitación.
—Bien —craig lo observó salir y en eso venían dos chicas entrando. Escuchó a Thomas saludarlas rápido y seguido una voz que de inmediato se le hizo conocida.
Se trataba de Tricia y su novia Karen.
—Hola, hola, cuñadito —saludó amablemente la de cabello castaño.
—Oh, ¿qué tal, chicas? —dijo craig, mirándolas con una leve sonrisa —. ¿Que las trae por acá?
—Karen te trajo pastel.
—¡Si! y está delicioso —dijo la chica con una linda sonrisa mientras le entregaba un pequeño tupper.
—Amm, gracias, Karen. No debiste molestarte —agradeció este —. Y por cierto, perdón por no asistir antes a tu fiesta de cumpleaños. Estuve algo ocupado.
—No te preocupes por eso. Supe que tenías que cuidar a Liam. Así que lo entiendo perfectamente.
—Si, así fué.
—Bueno, este pastel no es precisamente de mi cumpleaños, lo hice yo misma —mencionó orgullosa.
—Y cómo finalmente le ha quedado tan bien le anda ofreciendo a todo el mundo. Es una sucia estrategia para que compres en su nueva pastelería del centro—dijo Tricia con una sonrisa juguetona.
—Alch, cállate ¿si? —le respondió riendo.
—Si, no le arruines la emoción, aguafiestas —dijo craig a su hermana.
—Como sea, espero que lo disfrutes y la consideres a futuro. Sólo no seas tan glotón y ofrécele un poco a mi sobrino y cuñado ¿quieres?
Craig bajo la mirada al pensar en estos. No los vería hasta el fin de semana. Suspiro pesadamente y miró a su hermana.
—Tricia. Regresé a mi apartamento hace semanas. Tweek y yo, nos estamos dando un tiempo.
A Tricia le sorprendió la noticia, mientras Karen lo veía algo preocupada.
—¿Qué?¿Cómo que ya no soy tía?—reclamó Tricia.
—¿Es lo único que te importa? —le reprocho Karen.
—¿Qué fue lo que pasó?
—Es complicado. Prefiero no dar detalles.
—La paternidad no debió ser fácil ¿eh? jeje —dijo Karen apenada.
—Bueno…
—¿Te asustó tanto compromiso, craig? Pensé que ya lo tenías decidido.
Tricia fue tan directa cómo siempre y en eso hubo un pequeño silencio en la habitación. Craig suspiró mirándola. No es que le haya asustado llegar tan lejos en su relación ¿o si?
—Solo creo que nuestra relación iba demasiado rápido.
—No me digas que te pidió matrimonio.
—Amm no, no. De hecho, quien estuvo a punto de tomar esa decisión tan apresurada antes, fui yo —confesó seriamente a su hermana.
—Wow, wow ¿que? —se sorprendió aún más.
—Oww eso es muy lindo —expresó la otra —. Seguramente estabas muy enamorado.
—Y lo sigo estando, sólo que me di cuenta de que necesitaba más tiempo para pensarlo. No mentiré, tweek puede llegar a ser muy…
—¿Intenso?
—Si. Pero no quiero decir que por eso me arrepenti. Tweek sigue siendo la persona más maravillosa que he conocido, y lo quiero tal y como es. Sin embargo, siento que esté tiempo separados nos hará bien.
—Aun así, no puedo evitar sentirme mal por Liam. ¿Cómo se lo tomó? —dijo Tricia cruzándose de brazos.
—Al principio no muy bien, pero luego de hablarlo un rato lo entendió. Dice no tener problema siempre y cuando sigamos siendo amigos.
—Liam es muy maduro para su edad —comentó Karen.
—Si, lo es. Tuviste suerte —dijo Tricia viéndolo —. Pero, ¿Qué hay de tweek?
—Quedamos en buenos términos si es lo que quieres saber. No hubo ningún tipo de rencor grave así que aún seguimos siendo amigos —les explicó.
—Oh, ya veo, entonces no fue tan malo cómo creía.
Craig negó tranquilamente.
En eso llegó Leo y se quedó parado en la puerta, éstos lo miraron de inmediato.
—Amm disculpen la interrupción.
—¿Qué pasa, Leo?
—Llegaron dos clientes más —le informo.
—Bueno, nosotras ya nos íbamos de cualquier forma —dijo tricia viendo a la chica y después a su hermano —. Saluda a Liam de mi parte si lo vuelves a ver. Ah, y también a tweek ¡Bye!
La pelirroja se dió la vuelta y caminó hacia la puerta. Mientras craig se quedaba en silencio.
—Estoy segura de que su relación mejorará —comentó Karen con una sonrisa.
—Amm, si, gracias Karen.
—¡Adiós chicos! —se despidió está apunto de salir de la oficina —. Ah por cierto, Kenny sabía que vendría así que me pidió decirte si querías acompañarlo al bar está noche. Me dijo que raramente respondes los mensajes.
—¡Oh! Cielos, si gracias por avisarme,
Le daré una respuesta no te preocupes —respondió un poco apenado mientras Karen asentía y se iba.
Craig se le quedó viendo con algo de sospecha.
—¿Karen conocé a Kenny? —no pudo evitar preguntar y leo lo miró.
—Ah, ¿no lo sabías? Jeje, es su hermano —le informó y Craig se quedó procesando —. Amm, ¿pasa algo?
Craig se hizo un puente en la nariz y suspiró aburrido.
—Es cuñado de tricia, joder… —dijo este.
—¿Eso es algo malo?
—No, sólo que Kenny no es precisamente mi persona favorita.
—Si, es cierto. Pero oye, podría ser peor, al menos no es tu cuñado jeje.
—Tienes razón. Eso sí que sería una mierda.
—Emm, entonces yo, le diré al siguiente cliente que pase —señaló con la cabeza hacia un lado.
—Adelante —aprobó su comentario.
Luego regresó a su escritorio y comenzó a ordenar sus cosas mientras esperaba. Por mucho que amara su profesión no negaba que su día iba de lo más monótono y aburrido. Cosa que antes no le molestaba, pero ahora le resultaba algo tedioso. Sin responsabilidades aparté de su trabajo tenía mucho más tiempo para terminar rápido.
No estaba arrepentido de su decisión, era parte del proceso sentirse así. Pero por otro lado ya se estaba empezando a acostumbrar a eso de la paternidad. No podía esperar a ver a cierto pequeño el fin de semana.
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—Ay amigo, te metiste en un gran problema —dijo Francis viendo al nervioso rubio. Ambos parados en la sala de espera del hospital.
Ya llevaban como dos horas ahí y tweek estaba cada vez más preocupado.
—Ngh, pero ya te explique la razón de porqué lo hice —dijo ahora un poco molesto —. Ese tipo quiso aprovecharse sexualmente de mí ¿que coño querías que hiciera?
—Lo entiendo tweek. Él tampoco estuvo bien, y de hecho si es bastante grave que intentará aprovecharse de ti de esa manera, pero no lo se, también pudiste haber gritado o simplemente empujarlo.
—Lo empujé, eso fue lo que hice, francis.
—Si, y probablemente le rompiste las costillas en el proceso.
—Ya me conoces, ugh. No pienso con claridad en momentos de adrenalina.
—No me lo recuerdes —dijo el castaño volteando los ojos. Definitivamente no quería ni imaginar el dolor que debía estar sintiendo Jones.
—¡Pues aunque lo que haya hecho fue grave, no me arrepiento en lo absoluto!
—Tienes que hablar con nuestro jefe.
—Por supuesto que lo haré. Es más, no pienso perder más tiempo aquí. Lo haré ahora mismo—le dijo seriamente a su amigo para después darse la vuelta y alejarse.
—¡Hey! ¡Tweek espera!
Dijo Francis mientras lo veía alejarse cada vez más. El rubio tenía una expresión bastante determinada y era claro que no se dejaría joder por toda está situación.
Tweek subió al auto y respirando hondo se dirigió a su lugar de trabajo. Al llegar al gran edificio caminó deprisa, tomó el ascensor y luego se deslizó hacia el último piso en dónde se encontraba la oficina de su jefe. Francis le había comentado que seguía ahí y al parecer también le contó un poco de lo sucedido. No confíaba mucho en su jefe para asegurar si estaría de su lado. Pero de ninguna manera se quedaría callado.
A estás alturas ya le daba igual las consecuencias, no podía seguir trabajando con tanto acoso y estrés.
—Señor, necesito hablar urgentemente con usted —dijo tweek apenas entró a la oficina.
El hombre, quien revisaba unos papeles sobre la mesa alzó la vista y se sorprendió al verlo entrar de golpe. El rubio parecía nervioso y al mismo tiempo decidido.
—Tweek, Francis me dijo lo que le hiciste al gerente Jones. Deberías estar en el hospital —le respondió serio.
Tweek trago saliva duro.
—Todo tiene una explicación, señor.
Esté lo miró sin entender.
—Dime cuál es.
—El gerente Jones, me ha estado acosando prácticamente desde que lo conocí en aquella reunión —fue lo más directo posible y se acercó al escritorio—. Siempre que estoy en el trabajo se me acerca y me hace preguntas demasiado personales y hasta incómodas, e incluso hoy intento besarme, ngh, de ahí la explicación de porque lo golpeé.
La reacción de su jefe no fué precisamente de sorpresa. Simplemente soltó un suspiro agotado y se rasco el entrecejo. Cómo si lo que hubiera dicho no fuera la gran cosa.
—No debiste golpearlo… —dijo en tono inexpresivo.
Tweek lo observaba en completo silencio.
—¿Te das cuenta de lo que hiciste? Es el encargado de llevar este proyecto a flote ¡tu proyecto!
—Se bien que actúe de una manera violenta señor, y si, lo más lógico es que se encabrone conmigo por el golpe y por no querer acceder a sus acosos.
—Entonces eres consciente de que no hay marcha atrás ¿verdad? Todo se arruinó.
—¿Qué quiere decir?
—Que a pesar de lo que hiciste, trataré de negociar con él. Haré todo lo posible para evitar que el proyecto se caiga. Pero las cosas van a cambiar a partir de ahora —decía el hombre mientras se quitaba los lentes y lo veía —. No te voy a despedir, tweak, pero gracias a tus acciones, te quedarás fuera del proyecto.
—Ngh ¡¿que!? —exclamó indignado.
—¡No puedo hacer más por ti, lo siento!
—¡Por supuesto que puede! ¡Sólo que no quiere! —respondió enojado y apoyando firmemente sus manos en la mesa —. No nos hagamos idiotas, a usted lo único que le importa es mantener a ese bastardo feliz para que pueda seguir con la obra. Aunque esa mierda implique que yo salga perjudicado.
—Por mucho que te moleste esta decisión, es la única opción.
—¿Dejarme fuera de mi propio proyecto es la única opción? —le miró decepcionado y se alejó —. Ugh, no lo voy a permitir.
—Tweak. Jones es quién financia tu proyecto, ¿qué otra cosa podemos hacer?
Tweek bajó su mirada frustrado y pensó en el hombre que había arruinado su gran oportunidad. Era todo tan injusto, y solo porque esté decidió andar de acosador.
—Se que lo que hizo Jones no estuvo bien. Es un sujeto con alto cargo y por eso se aprovechó de la situación. Pero hay que esperar, y saber qué es lo que quiere hacer Jones.
—Si, tiene razón. Sólo queda esperar a que salga del hospital. Y si decide dejar las cosas tal y como están, yo, bueno, lo aceptaré. Lo único que me importa es que el proyecto avance —le dijo seriamente a su jefe.
—Es lo mejor que
—Pero ahora que lo pienso no quiero quedarme en este proyecto ni mucho menos en una empresa así —le interrumpió.
—¿Qué, qué quieres decir?
—A que después de hablar con el gerente Jones, y llegar a un acuerdo lo suficientemente justo después de sufrir acoso, le voy a entregar mi carta de renuncia —soltó lo más decidido posible—. Esa es mi decisión, señor.
El hombre lo veía desconcertado y seguido suspiro. Tweek era una de sus mejores empleados, y sabía todo el esfuerzo que le dedicaba a su trabajo. Tenía talento y un gran potencial para su edad. Sin embargo, debía respetar su decisión.
En el fondo, tweek no estaba orgulloso de haber renunciado a su trabajo y proyecto. Pero una voz mental no paraba de decirle que si permanecía ahí tarde o temprano terminarían aprovechándose más de él. Y que por su salud mental y dignidad debía alejarse de ese tipo de ambiente.
Sabía bien que ningún trabajo era color de rosa, pero aún así, necesitaba un cambio en su vida.
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Más tarde en la noche, luego de un horrible día en el trabajo y haber platicado con Jones en el hospital, tweek fue al centro comercial con su pequeño hijo en busca de un disfraz. Su mente seguía agobiada por todo lo que pasó, y como era de esperarse Jones estaba jodidamente enojado con él, pues casi lo deja sin costillas. Sin embargo, no se dejó intimidar en ningún momento. Jones sabía bien lo que había hecho, y ni siquiera tenía derecho a reclamar. El acoso en el trabajo no era cualquier cosa, y tweek supo aprovechar perfectamente la situación para renunciar de su trabajo con una justa remuneración.
Jones no tuvo más opción que aceptar.
Tweek aún tenía muchos futuros proyectos en mente, y no se desanimaría solo porque un idiota quiso arruinarlo. seguía siendo joven e inteligente, ya le llegarían otras oportunidades.
Francis se decepcionó mucho por la noticia, sin embargo no pudo hacer nada para convencerlo de seguir ahí, simplemente lo entendió y le deseó mucha suerte.
Pasaron por varias tiendas y al final Liam se decidió por un adorable disfraz de astronauta. El pequeño no paraba de decir lo emocionado que estaba por ir a pedir dulces con él y craig. Cómo hacé un tiempo atrás, los tres volverían a salir juntos para divertirse en familia, o amigos. Lo importante era que se volverían a ver y eso le hacía ilusión.
—¿Me compras un dulce de fresa? —pidió el niño a su padre mientras iban de camino a las escaleras mecánicas.
—Ngh, está bien cariño, ah decir verdad a mí también se me antojo un poco —le respondió.
—¡Vivaa!
—Ten cuidado —dijo al momento que bajaban.
Tweek se dirigió a una nueva cafetería cerca de la salida y al entrar buscó una mesa vacía para sentarse. Luego le dijo a su hijo que viera las fotos del menú para saber qué postre elegir, y mientras el pequeño intentaba decidirse por algo tweek escucho una conocida voz y se volteó a ver. Justo en la puerta detrás de la barra apareció Karen juntó con tricia, cosa que los sorprendió.
La pelirroja no tardó en notarlo y miró a Karen rápido.
—¿Ya viste quién es tu nuevo cliente? —le dijo.
—¡Oh! Son los chicos —respondió con una sonrisa al verlos —. Vamos a saludarlos.
De inmediato busco salir de la barra y tricia la siguió. Ambas se acercaron a la mesa.
—Tweek, Liam, que gusto me da verlos —expresó felizmente Karen.
—karen, tricia. Vaya, no esperaba verlas aquí —dijo tweek mirándolas con una pequeña sonrisa.
—¡Hola tía tricia! ¡Hola Karen! —las saludo el niño con entusiasmo.
—Amm, Liam. Ya no tienes que llamarla ti
—¡No pasa nada! —dijo tricia mirándolo. Era claro que tweek quería corregirlo —. Digo, independientemente de si eres o no el novio de mi hermano él puede seguir llamándome tia. No me molesta en lo absoluto.
Tweek se le quedó viendo.
—Ngh, entonces craig ya te contó todo.
—Si, así es —se cruzó de brazos.
En eso hubo un cortó y tensó silencio. Karen miró nerviosa a Liam, quien veía muy concentrado el menú y luego habló.
—¡Y bien! ¿Qué desean pedir? Jeje.
—Bueno, Liam aún está en eso, pero me gustaría pedir un café mientras tanto.
—Oh seguro, te traeré uno de inmediato —dijo karen tocando un momento el brazo de la otra —. Deberías, ya sabes le susurró antes de irse.
—¿Qué? —dijo confusa pero Karen ya se había alejado. Seguido regresó su vista a tweek y suspiró. Aunque su relación empezó con el pie izquierdo, ya era momento de ser un poco más empática y sincera con esté.
—Emm, yo en serio lamento lo de su ruptura. No debió ser fácil —dijo apenada.
—Estoy bien tricia, no tienes que hacer esto —respondió el rubio.
— Lose, pero aún así, se que mi hermano puede llegar a ser muy indeciso, y demasiado tonto diría yo —resoplo.
—No lo dudó, pero aún así no pienso que haya sido del todo su culpa —dijo siendo honesto —. Solo necesitamos un tiempo.
—Entonces si quedaron en buenos términos.
—Si, seguimos siendo amigos.
—¡Y saldremos a pedir dulces los tres juntos esté sábado! —celebró el pequeño con una gran sonrisa.
—Oh, ¡eso es maravilloso! —dijo tricia mirando al niño.
—¡Si! Y mi papi me compró un disfraz de astronauta.
—¿De astronauta? ¡Genial! Me recuerdas mucho a craig de niño —recordó a su hermano mayor con una sonrisa. Cuando esté aún solía disfrutar de ese tipo de cosas.
—Craig y Liam tienen más cosas en común de lo que te imaginas —dijo tweek mirando a su hijo —. Ngh, es por eso que se llevan tan bien.
Tricia también observó al pequeño sonriente y no pudo evitar sentir algo de frustración. Ya sabía lo mucho que significaba Liam para su hermano. Y temía a qué ese tiempo que se estaban dando no sirviera de nada.
—Maldición, es el hijo perfecto para él —dijo sin querer en voz alta.
—¿Cómo dices? —la miró tweek.
—Amm, digo, que por cómo lo dices, creo que no cabe ninguna duda de que craig era el indicado. Si fuera tu no lo dejaría libre tanto tiempo. Es un gran partido después de todo —comentó la pelirroja disimuladamente.
Tweek la veía con sospecha y en eso intento responder.
—¡Tu café ya está listo, tweek! —exclamó Karen desde la barra para después acercarse a ellos.
—Ah, muchas gracias Karen —agradeció tweek sujetando la taza —. Liam, ¿ya te decidiste por un dulce?
—Si papi, quiero esté —señaló un postre de fresa del menú y su padre sonrió.
—Muy bien, buena decisión —le respondió para después mirar a Karen —. Vamos a querer dos postres de fresa con crema, por favor.
—Excelente, jeje ya regreso.
Cuando Karen regresó a la barra, Tricia respiró hondo y se sentó junto al rubio sin decir nada. Tweek la veía, sin saber qué decir exactamente, y mientras Liam se distraía jugando con un par de tenedores en la mesa.
—Ok esto es demasiado incómodo —dijo tricia soltando una pequeña risa luego—. Y bien ¿cómo has estado desde la separación?
—Tricia, no es que esté a la defensiva ni nada pero, ¿acaso hay algo que quieras decirme?
—¿Es raro que quiera saber cómo estás?
—Ngh no, pero siento que tiene que ver con craig. ¿Qué te dijo exactamente sobre mi?
—No me dió detalles, tranquilo, de hecho, apenas me enteré de lo suyo hoy. Fuimos al consultorio a verlo y sólo me dijo que habían decidido darse un tiempo.
—Ah, ¿nada más?
—Sip.
—Ya veo —dijo sin más y luego bebió un poco de café. Craig era tan reservado para todo, que fue fácil creerle a tricia.
—Escucha tweek, se que desde que nos conocimos no hemos sido exactamente los mejores amigos, y parte de eso se debe a mi forma de ser. Los dos pensamos de una manera muy diferente —dijo tricia ante la mirada fija del rubio —. Pero a pesar de eso, fuiste y probablemente sigas siendo alguien muy importante en la vida de mi hermano, y me gustaría que nos lleváramos un poco mejor.
—Tricia
—Quiero disculparme contigo por ser tan inmadura antes. Jamás debí dar opiniones que nadie me pidió, y al final quiero que sepas que, eres un gran padre. Si, lo estás haciendo genial.
Esas palabras definitivamente le llegaron al corazón. Tweek asintió con una sonrisa y evitó dejarse llevar por la ansiedad y la ganas de llorar, casi nadie a parte de craig le decía cosas tan bonitas.
—Ugh, gracias tricia. Pero yo también estuve mal al pensar lo peor de tí. Siento que debí esforzarme más en intentar conocerte y darme cuenta de que no eres exactamente lo que creía. Disculpame por eso.
—Oh vamos, mejor dejemos todo eso atrás. Ya no tiene importancia.
—Si, tienes razón. Pero entonces, era éso lo que querías decirme.
—Amm, si, quiero que llevemos la fiesta en paz tweek.
—En ese caso, yo también —le enseñó una sonrisa sincera.
Tricia sonrió de igual forma y luego se sintió algo nerviosa y avergonzada. Esa mirada tan profunda del rubio podía llegar a ser jodidamente hipnotizante. Porque obviamente no podía negar el hecho de que tweek era un hombre atractivo. No era para nada su tipo, pero lo reconocía.
En eso tosió para disimular y volvió a suspirar. Que momento tan extraño.
—Bueno, me alegro de que sea así.
Karen apareció con sus pedidos y los colocó cuidadosamente sobre la mesa. Los ojos del niño brillaron al ver tan delicioso manjar y sujeto el tenedor para comenzar a comer. No sabía cuánto su papi lo dejaría volver a probar algo tan dulce así que debía aprovechar.
—Ngh Liam, come más despacio —le llamó la atención al niño.
—Es que eta muy chaboso papi —dijo con la boca llena y ambas chicas rieron.
Tweek bufó algo irritado y luego comenzó a reír también. No tenía sentido enojarse en ese momento por la "mala educación" de su pequeño. Solo le importaba verlo comer su postre con esa tierna sonrisa feliz.
Luego de eso se quedaron platicando un rato más hasta que tweek vio que ya era momento de irse. El pastel de fresa estuvo delicioso y felicitó a Karen por ser tan buena repostera y le deseó suerte en su nuevo negocio. También se despidió de tricia y le agradeció por ser tan honesta y madura. Estaba seguro de que su amistad mejoraría de ahora en adelante.
Y respecto a craig.
Tricia sólo lo mencionó antes de irse. Con una expresión serena le dijo:
—No se cual fue el motivo de su separación y tampoco quiero saberlo, pero de cualquier forma, seré muy directa tweek—dijo está tocándole el hombro—. Craig, es un gran hombre. Por todos los cielos no lo dejes ir.
—Ngh, se lo que intentas hacer tricia, pero craig me pidió tiempo, y me guste o no tengo que respetar eso.
—Si tweek, craig necesita tiempo, ¿Pero cuánto ha pasado ya? ¿Ocho semanas, meses?
Tweek se quedó pensando.
—No te quiero alarmar, pero tarde o temprano alguien más llegará a su vida y se dará cuenta del buen partido que es.
—Craig… ugh, él tiene derecho de conocer a otras personas si quiere. No lo estoy aferrando a nada, además, no se si él está seguro de amarme tanto como dice —respondió sintiendo un pinchazo en su pecho.
—¡Pero que carajos dices si hasta estuvo a punto de pedirte ma —se calló de golpe y tweek la miró extrañado —. Digo, ugh, no seas tan pendejo tweek. Y disculpa que me expresé así. Pero si no regresan es porque temen a qué sea cuál sea su problema se vuelva a repetir. ¿O me equivoco?
Tweek suspiro con pesadez.
—No. De hecho hasta me asusta lo mucho que sabés.
—Gracias. Soy muy observadora.
—Pero aun así, sigue siendo nuestra decisión.
—Es solo un consejito que te doy, espero que lo tengas en cuenta si realmente te interesa —le guiño el ojo para después darse la vuelta y regresar con Karen.
Tweek miró a su hijo quien estaba distraído viendo los dulces detrás del cristal y lo llamó. Esté corrió hacia él y le tomó la mano para después salir de la tienda. Ahora se sentía más frustrado que antes, pero tricia tenía un punto. ¿En dónde más encontraría a alguien cómo craig? era por mucho su hombre ideal, y definitivamente no lo quería perder a causa de algo que podía corregir.
***************
Craig tuvo qué ir a comprar un disfraz el mismo día de su encuentro. No tuvo el suficiente tiempo para hacerlo durante la semana así que fue al centro comercial y entró a la primera tienda de disfraces que encontró. Había llamado a tweek un día antes y ya sabía de qué se iban a disfrazar por lo que quiso tomar en cuenta el consejo de Thomas y buscó uno parecido para hacer juego. No podía esperar a ver la reacción de Liam. Era increíble todo lo que estaba dispuesto a hacer por él. No había tocado un disfraz en años.
—¿Puedo ayudarte en algo?
Craig apartó la vista del disfraz y notó al chico que atendía. Viéndolo muy atento.
—Ehh, si, quiero este disfraz pero no sé si sea exactamente de mi talla —. Le dijo con una sonrisa medio incómoda —. Verás, no sé mucho de estás cosas.
—Mm déjame ver —se acercó hacia esté y miró el disfraz que había tomado. Efectivamente era talla grande para hombres así que no sería problema que le quedará —. Yo pienso que esté te quedará muy bien, pero si aún tienes dudas puedes ir a los vestidores y probartelo —le sugirió.
Craig vio un montón de gente parada y haciendo fila afuera y suspiró.
—¿Sabes que? Mejor voy a confiar en tu palabra. No tengo mucho tiempo de cualquier forma.
—Como quieras. La caja está por allá —le indicó.
—Gracias —dijo craig yéndose directo a pagar.
El chico se quedó viéndolo de reojo y luego fue a atender a otro cliente.
—Aquí tiene, señor. Gracias por su compra —dijo la amable cajera mientras le entregaba la bolsa.
Craig sujeto su bolsa y en eso camino hacia la salida. Ahora que lo pensaba sería bueno comprar algún aperitivo para esa noche, sólo que no sabía que llevar exactamente. De nuevo le preguntaría a tweek apenas llegara a su apartamento, o mejor antes de eso, no se atrevía a ir de comprás disfrazado.
—Que tengas un Feliz halloween —le habló el chico que lo atendió minutos antes y craig se giró a verlo.
—Amm, gracias —sonrió levemente para después seguir su camino, pero notó al otro acercarse rápidamente.
—Oye, disculpa mi atrevimiento pero, sólo quería decir que esa chaqueta te queda de maravilla —le halago con claras intenciones de flirtear.
Craig no supo a qué se debía el repentino comentario y se fijó más en la apariencia de esté. El chico lucía bastante joven y tenía cabello oscuro, mientras usaba el uniforme de la tienda y parecía ser muy consciente de su atractivo. Ya que se mostraba demasiado confíado.
—¿Fiesta de disfraces? —preguntó con curiosidad.
—Algo así —dijo craig siendo algo indiferente.
—Bueno, no me gustaría quitarte más tiempo así que lo diré de una vez —se aclaró un poco la garganta antes de hablar y lo miró a los ojos—. Tú eres algo así como mi tipo ¿sabes? Entonces, para saber si tengo alguna posibilidad ¿te molesta si te pido tu número?
Craig parpadeó al darse cuenta de la situación y no supo exactamente qué responder. Sólo pensó involuntariamente en tweek y su bella sonrisa, mientras lo veía con esos profundos ojos azules y bañados en oro.
En eso suspiro y se rasco nervioso la barbilla. Se perdió por unos segundos en la imágen del rubio.
—Lo siento, creo que te incomode —se disculpó apenado.
—No, no es así, yo sólo
—No eres gay ¿verdad?
—¿Eh?
—Espera, no me digas, ya tienes a alguien —trato de adivinar.
—¿Me dejas hablar?
—Oh, si claro, disculpa.
—Esta bien. Escucha, me halaga, de alguna manera que te hayas fijado en mí.
—¿Pero?
—No estoy interesado en conocer a nadie por los momentos. Lo siento.
El chico sólo sonrió.
—No pasa nada. Tenía que intentarlo de todas formas, supongo jeje.
—Si, aprecio tú valentía—respondió esté.
—Gracias. Bueno, tengo que regresar al trabajo. Pásala bien está noche —se despidió el chico mientras se alejaba y atendía a otras personas.
Craig le dió una última mirada y después salió de la tienda. Al parecer tweek no estaba tan equivocado al decir que él también podía atraer algunos hombres a su vida.
Pero ninguno cómo el que ya se había adueñado de su corazón.
**********************
El Sol comenzó a ocultarse hasta hacerse de noche y en las calles podía escucharse las alegres risas de los niños. Todos corriendo y divirtiéndose con sus disfraces puestos mientras iban de casa en casa pidiendo dulces.
Tweek aún se encontraba en su casa, específicamente en la cocina, y arrojaba un montón de dulces dentro de la cesta mientras Liam le ayudaba. No sabía de dónde habían salido tantos niños, pero rápidamente arrasaron con todo. Aunque también tenía que admitir que no convivia mucho con los vecinos así no podía hacer ningún cálculo exacto.
—Creo que así será suficiente.
—Wow, son muchos —vio embelesado los coloridos dulces. Se le antojaba más de uno.
—Si, estos los dejaremos afuera mientras craig y yo te acompañamos a pedir dulces.
—Ugh ¿puedo tomar uno o dos?
—No.
—Pero papii
—Estos son exclusivamente para los demás niños, cariño. Además, ya podrás conseguir los tuyos en un rato —dijo el padre mientras se deshacía de las bolsas vacías.
—¿Y a qué hora va a llegar papá? —preguntó el niño con un puchero.
—Ngh, me dijo que estaría aquí a las siete.
—Pero ya son más de las siete papi—se quejó señalando el reloj.
—Ten paciencia mi amor.
"Mierda, ya ha pasado mucho tiempo, espero que no se haya arrepentido de venir a vernos, seguro que lo volvió a pensar y se dió cuenta de que seria súper incómodo verme la cara de nuevo, aghhh mierda, mierda , mierda, por qué coño tuvimos que acostarnos luego de eso, aghh, esto es lo peor que me puede
Los paranoicos pensamientos de tweek fueron interrumpidos al escuchar una bocina afuera, esté se sobresaltó y el niño se bajó de su silla entusiasmado para correr hacia la sala.
Tweek suspiró aliviado y luego fue a abrir.
—¿Eres craig? —pregunto antes de abrirle. Nunca estaba demás.
—No. Soy el astronauta Craig. Busco refugio para que los aliens de afuera no me rapten—lo escuchó decir desde afuera y en eso se rió —. ¿Me dejas pasar?
—Seguro —dijo tweek abriendo la puerta y encontrándose con la imágen más preciosa que podía imaginar.
Craig al igual que ellos, lucía un increíble disfraz de astronauta y sostenía unas bolsas. Le fue difícil no sentirse igual de entusiasmado que Liam, quién lo veía como si fuera lo más genial del mundo.
—¡Papi! Te ves increíble —dijo Liam abrazando su pierna.
Craig rió, sintiéndose algo avergonzado pero al mismo tiempo feliz de que les gustará su disfraz, el cual no era muy diferente al de ellos, era blanco y también mostraban el famoso logo de la NASA.
—¡Somos una familia espacial! —celebró el niño mirando a ambos adultos sin dejar de sonreír. Este era uno de los mejores días de su vida.
—Que alegría verte de nuevo, craig, emm, déjame llevar eso a la cocina —dijo tweek ayudándolo con las bolsas.
—Gracias. Y a mí también me alegra verlos —les sonrió y el corazón de tweek comenzó a palpitar fuerte mientras rozaba sus manos al tomar las bolsas.
—Si jeje, se-sera divertido que nos acompañes esté halloween —rió algo nervioso y con un rubor mientras se dirigía a la cocina.
—Esto es para ti —craig se agachó a la altura del niño y le obsequió una bolsa. De ella sacó un "terrorífico" peluche de extraterrestre.
—¡Wow! ¡Gracias papi! —abrazo el peluche sonriente.
—Lo capturé afuera mientras exploraba, cuídalo mucho y no dejes que escapé ¿si?
—Sip.
Liam le alzó los brazos y Craig lo cargó mientras el pequeño se reía. En verdad se veía contento y no paraba de decir lo mucho que lo extrañaba. Además, no podía separar el hecho de que liam lo seguía viendo cómo un segundo papá.
Mientras tweek se quedó en la cocina preparando unos sándwiches. Necesitaba ocuparse en algo para dejar esos nervios a un lado, pero de sólo escuchar su voz se volvía a alertar.
—Ngh.
—¿Quieres que te ayude? —dijo craig apareciendo en la cocina.
—Amm, ¿Y Liam?
—Dijo que iba a inventar una cárcel espacial o algo así para su nuevo extraterrestre, así que le dije que te ayudaría aquí mientras.
—Bueno, ¿puedes terminar de rellenar los sandwiches mientras yo dejo ésto afuera? —dijo tweek refiriéndome a la cesta de dulces.
—Claro —accedió acercándose a la mesa y sujetando la cuchara.
Tweek sostuvo la cesta y salió de la cocina. En la sala observó a su hijo jugando con un montón de legos y juguetes a su alrededor y al salir respiró el aire fresco. Dejó la cesta sobre la pequeña mesa que había dejado afuera y veía a la gente pasar.
¿Por qué no podía relajarse y pasarla bien como antes? Su corazón y ansiedad le estaban jugando una mala broma y en eso pensó en todos los consejos que le daba su psicólogo.
—Tranquilo tweek, no es como que sea la primera vez que craig está aquí, y además seguimos siendo amigos. Relájate —se decía así mismo para después regresar adentro.
Al volver a la cocina vio que craig ya había terminado.
—Vaya, eres rápido. Y por cierto, esa salsa que trajiste está deliciosa —dijo tweek mirándolo y rascando su nuca.
—Gracias, hice lo mejor que pude —respondió colocando el último sándwich sobre la bandeja.
—Craig.
—¿Si?
Tweek lo veía fijamente y trataba de no trabarse al hablar.
—¿Cómo has estado?
—Oh, bueno, he estado bien. Con las consultas y la ayuda de Thomas, he sabido administrar un poco mejor mi tiempo. Y, ¿qué hay de ti? ¿Qué tal el trabajo?
Craig lo vió cruzarse de brazos y suspirar. No pudo evitar pensar en lo bien que se veía con ese traje.
—Yo, decidí dejarlo —dijo tweek.
Esa confesión sorprendió al más alto, quién de inmersión se mostró compasivo.
—¿Sucedió algo?
—Si, pero, no me gustaría hablar de eso ahora.
—Tweek
—Estoy bien, craig. No te preocupes por mí.
—Si, sé bien que siempre puedes salir adelante por tu cuenta. Pero aún así, si en algún momento llegas a necesitar ayuda quiero que sepas que siempre voy a estar ahí para ti —le habló serio.
—Gracias craig. Pero no se me da bien curar animales —bromeó un poco y Craig rió.
—En realidad, conozco a gente que podría echarte una mano.
—Ahh, así que tienes contactos, por así decirlo —le veía con una sonrisa interesada.
—Si, y son buenas personas. Pero claro, sólo les hablaría en casó de que tú estés de acuerdo.
—Lo tendré en cuenta, gracias.
Craig sonrió.
—No hay de que.
—Eres increíble —pensó el rubio en voz alta y de inmediato se sonrojo —. Ngh.
—Ahh gracias. Oye, estás muy rojo.
—Agh, mierda —dijo apenado mientras se dirigía al lavaplatos y mojaba un poco la cara.
—¿Seguro que estás bien, tweek? —preguntó craig viéndolo.
Tweek lo miró con su fleco medio mojado y su corazón latiendo fuertemente.
—Ngh, no. Estoy jodidamente loco porque estás aquí —admitió sin dejar de verlo.
Por la expresión del otro tweek se explicó mejor.
—Ugh no lo digo en mal sentido. Me encanta que estés aquí, Liam está tan felíz y yo, bueno, mis emociones están fuera de control. No sé qué cómo sentirme en éste momento.
—Tweek. Yo también estoy nervioso, pero trató de que todo fluya naturalmente.
—Ugh no es tan fácil.
—¿Hay algo que quieras decirme? Porque si es así sólo suéltalo, pienso que te hará bien.
—Es una estupidez.
—No sabré si realmente es una estupidez hasta escucharte. Tweek, por favor se sincero.
Tweek recordó las palabras de tricia y lo miró a los ojos. ¿Por qué siempre tenía que arruinar el momento gracias a sus emociones? Esto era una locura.
—Ngh bien. Tu, ¿has salido con alguien desde que decidimos darnos un tiempo?
—Emm no, ¿por qué me lo preguntás?
—Solo curiosidad.
—Si, ajá. ¿No será que te preocupa que me vaya a fijar en alguien más?
Tweek se quedó mudo. Lo había descubierto.
—Ngh yo no
—No me parece que sea una estupidez. Al contrario, significa que aún te intereso —le sonrió tranquilo.
Tweek iba a responder que sí, pero antes de que pudiera decirlo Liam entró a la cocina y se paró en medio de ambos.
—Papi, papi ¿cuándo vamos a salir a pedir dulces? —pregunto insistente y viéndolos.
—Ugh, primero come un sándwich, cariño —dijo esté cargando al niño y sentándolo en la silla del comedor. Luego miró a craig —. Todos, vamos a comer antes de salir.
—Como órdenes —respondió con simpleza.
En eso ambos se sentaron a comer y dejaron el otro tema de lado. Sobre todo porque Liam se encontraba delante de ellos. Sólo hablaban de lo épico que lucían con sus trajes espaciales y que se la pasarían bien esa noche.
Al salir de casa el niño saltaba feliz por la cera y tweek y craig lo acompañaban. Aún habían varios niños y adolescentes caminando por el lugar y Liam los veía con una sonrisa emocionada. El también quería sus dulces.
—Papis, vamos allá —señaló la casa de su vecina y tweek dudó de inmediato.
—No creó que sea buena idea —dijo.
—Si, capaz y le pone veneno o agujas a los dulces —añadió craig.
—¿Agujas? —preguntó Liam confundido.
—Ni siquiera creó que tenga dulces, mira. Literal tiene un feo cartel que dice "no se atrevan a pisar mi césped mocosos. No les daré de esos asquerosos dulces así que mejor larguense" —dijo tweek haciendo una expresión de disgusto.
—Que linda —comentó craig con sarcasmo.
—Oh, bueno, entonces podemos ir allá —señalo otra casa con decoración de halloween y su padre asintió.
—Eso está mucho mejor. Ve, toca el timbre y nosotros te vemos desde aquí —le indicó el rubio no muy alejado de la casa y el niño asintió. Luego corrió hacia la puerta y tocó.
—¡No olvides decir dulce o truco! —le recordó craig y Liam solo levantó su pulgar.
—Ngh, crecen tan rápido —dijo tweek mirándolo con una sonrisa medio triste.
—¿Ya había salido a pedir dulces antes?
—Si, esta es su segunda vez. El año pasado sólo estábamos nosotros dos, y su disfraz era de osito, se veía tan adorable.
—Ya me lo imagino.
—Tengo fotos en casa. Te las mostraré luego. Si quieres —le miró.
—Me encantaría.
Tweek y craig se veían a los ojos detenidamente mientras sonreían y luego reaccionaron al ver que liam regresaba riendo. Su cesta tenía varios dulces.
—¡Mira Papi, me dieron muchos! —exclamó el niño emocionado.
—Wow es verdad —dijo craig.
—Lo hiciste muy bien, cariño.
—¡Quiero ir a muchas casas!
—Seguro, aún queda camino. Aunque tú cestita no es infinita así que no creó qué vayamos a tardar demasiado —comentó craig y le reprochó con una mirada de "en serio, no tienes que ser tan lógico con un niño de cuatro años"
—¡Aún así quiero más dulces, papi!—se animó el pequeño.
—Claro que sí, cariño, sigamos —le dijo tweek mirando hacia enfrente.
Luego de eso siguieron caminando y se detenían en cada casa para pedir dulces. Los momentos a solas con craig lo tenían cada vez más nervioso pero aún así hacía lo posible por mantener la compostura y llevar una conversación normal.
Aunque era obvio que ya lo había arruinado en casa. Sabía que tarde o temprano retomaría el tema.
Cuánto finalmente Liam obtuvo lo suficiente y exploró felizmente la zona viendo todos esos geniales monstruos en los jardines y casas, su padre decidió volver a casa. El viento se hacía cada vez más fuerte y un disfraz de astronauta no los abrigaba lo suficiente.
—¡Fue genial! —exclamó liam saltando por toda la sala.
—Sí hijo, hasta parece que nuestros disfraces llamaron mucho la atención.
—Si papi, porque somos la mejor familia espacial del mundo —dijo el pequeño haciendo qué tweek sonriera de ternura y lo cargara en sus brazos mientras reía.
Craig los veía con una pequeña sonrisa feliz. Sin duda, no hacía falta tener una enorme familia para sentirse así de contentó y pleno. Y estos dos sí que lo sabían demostrar.
—¿Jugamos a los astronautas? —preguntó el niño mirándolos.
—Es una gran idea, pequeño —dijo craig—. Quiero sacarle provecho a éste disfraz después de todo.
—Pero podremos usarlos cada vez que vengas a jugar conmigo¿verdad? —liam lo miró con ojitos de cachorro y craig sonrió.
—Cariño, no es necesario
—Está bien, puedo hacerlo —interrumpió al rubio y esté lo miró.
—Te estás comprometiendo craig.
—Es mejor a qué se pudra en mi clóset por no usarlo.
El rubio sintió una agradable calidez en su pecho, cómo la primera vez que empezó a tener esos sentimientos amorosos hacia craig.
—Jeje ¡eres el mejor! —exclamó el niño abrazándolo.
—¿En serio? ¿Solamente craig es el mejor? —cuestionó al niño alzando una ceja.
—Digo, tu también eres es el mejor papi. El doble de mejor —le respondió con una sonrisita nerviosa.
En eso tweek y craig rieron y luego se prepararon para dedicarle un divertido tiempo de juego al niño. Con todos los juguetes que tenía se las arreglaron para crear el mejor escenario espacial y hacer más épico su juego. Liam no podía estar más contento de tener reunidos a su papi y craig de nuevo.
—Este guardia espacial es un traidor. Huye Liam, yo me encargaré de él —dijo craig luego de sujetar al rubio por detrás y evitar que se escapé.
—Agh, oye.
—¡No puede ser, mi propio papi me traicionó y liberó al extraterrestre malo de la cárcel!
—Así es, es todo un traidor —sonrió craig con algo de burla y viendo cómo el niño corría por el pasillo.
—Estas tocando demasiado, craig —se quejó tweek.
Craig apenas se percató de su firme agarre y se avergonzó.
—Oh, lo siento —lo liberó.
—Jaja que tonto —dijo triunfante y luego fue por el niño —. ¿A dónde crees que vas, Liam? te voy a encerrar por esto.
Craig vió que había caído en su trampa y bufó al verlo huir. Podía oír los gritos y risas de Liam por toda la casa y luego espero a que salieran del pasillo para hacer su jugada. El primero en aparecer fue Liam y detrás de este venía tweek, a quien volvió a agarrar pero al hacerlo tropezaron y cayeron al suelo juntos.
Liam no podía parar de reír al ver tan chistosa escena. Pero para su papi no fue tan divertido ya que sintió algo dentro de él romperse.
—Ugh, ¿qué crees que hacés? —gimió tweek algo adolorido y tratando de quitarse al otro de encima.
—Lo siento, creo que calculé mal, ugh.
—Eres un idiota —dijo tweek apretando sus ojos y sin poder evitar reírse también.
Craig sonrió por su reacción y vio su rostro embelesado, una de las cosas que jamás podría olvidar de tweek era su hermosa risa.
El niño los veía con sospecha y luego bufó. Estos dos siempre se veían tan bien y felices juntos. Aún no lograba entender porque se habían separado. Al parecer por cosas de adultos que nunca le dirían porque sigue siendo demasiado pequeño.
Ese día se divirtieron tanto que antes de notarlo ya era algo tarde, al menos para Liam, quien se negaba a irse a dormir pero el sueño lo estaba venciendo. Seguro se hubiera mantenido con más energía si su papi no le hubiera prohibido comerse todos los dulces en una noche. Al final terminó siendo llevado a su habitación y después de ponerse su pijama de cohetes vio a sus dos papis arroparlo con la sábana. Quería ver esa imágen por siempre, los dos felices y haciéndole compañía. Sentía, que tal vez debía darles un empujoncito.
—Buenas noches —dijo craig dándole su peluche nuevo.
Liam lo abrazo fuerte.
—Ngh ¿Ya te vas? —pregunto cansado.
—Así es campeón, ya es tarde.
—Ahh, ¿y cuándo nos volveremos a ver?
—Muy pronto.
Liam sonrió y aprovechó que su papi seguía en su habitación para soltar cierto comentario.
—Espero que puedas estar con nosotros está navidad. Siempre somos mi papi y yo —contó el pequeño mientras craig lo escuchaba atento —. Y aunque papi siempre diga que es súper feliz sólo conmigo, se que contigo puede serlo aún más.
Craig sonrió en respuesta y luego le revolvió cariñosamente los cabellos.
—Me encantaría estar con ustedes está navidad. De hecho, podríamos planear algo diferente. Podríamos invitar a algunos amigos y pasarla bien en familia.
—¿En verdad? —sonrió emocionado.
—En verdad.
—¡Sería genial!
—¿Qué sería genial? —escucharon la voz del rubio y lo vieron parado en la puerta.
—¡Papá estará con nosotros está navidad! —le informo.
Tweek miró a craig, cruzado de brazos y esperando su afirmación. Craig solo se levantó de la cama para verlo con una sonrisa tranquila.
—Si me lo permites. Me gustaría recibir el año nuevo en tu casa —le dijo sincero.
A tweek sin duda le emociono la idea. Craig siempre sería parte de su pequeña familia.
—Sabes que siempre serás bienvenido aquí—respondió tweek tratando de ocultar su sonrojo.
—Gracias.
Luego de que tweek le diera el beso de buenas noches a su pequeño y apagará las luces, ambos adultos salieron de la habitación y caminaron hacia la sala. Tweek se sentó en el sofá y soltó un ligero quejido de dolor.
—¿Estás bien? —preguntó craig viéndolo.
—Ngh si. Sólo que, cuando tropezaste conmigo me golpeé un poco las costillas.
—Oh mierda. No debí hacer eso.
—Estoy bien, sólo fue un pequeño moretón jeje. Ya sabés cómo duelen. ¿Y tú estás bien?
—Si tranquilo, sólo me golpee el brazo. Y probablemente también tenga un moretón.
—Fue un juego rudo ¿eh? Pero aún así fué muy divertido jeje —le sonrió.
—Si, lo fue —dijo el hombre soltando un suspiro —. Bueno, creo que ya debería irme.
En eso tweek se levantó del sofá y se acercó al más alto para despedirse.
—Muchas gracias por venir craig. Liam se puso muy tan feliz de solo verte con ese disfraz.
—No podía decepcionar a mi familia espacial —soltó craig.
—Aww ¿Familia?
—Si ¿que tiene?
—Nada, sólo que pensé que ahora éramos más cómo "tus amigos " Jeje.
—Los amigos también pueden ser familia.
—Si, creó que tienes razón en eso.
Por alguna razón, craig sintió que el rubio se había decepcionado de sus palabras.
—Emm, tweek. Sobre lo que hablamos antes en la cocina —rasco su nuca.
—Agh, discúlpame por eso ¿sí? No sé por qué lo dije —bajo su mirada con vergüenza y caminó hacia la puerta.
Craig sólo lo siguió. Estaba bastante nervioso.
—Tal vez sea porque acostumbrás a decir lo que sientes. Y no siempre es algo malo.
—¿Ah no? —se giró a verlo.
—No. Es algo que me gustaría aprender más de tí. Además, yo también tengo curiosidad, en si has conocido a alguien en todo este tiempo.
La respuesta era más que obvia para tweek.
—No —dijo de inmediato —. Y tampoco tengo ningún interés en hacerlo. Creó que ya te lo había dicho antes —recordó un poco apenado.
—Si, es cierto.
—Mis sentimientos por ti no son algo que pueda olvidar con facilidad. Y tampoco es que quiera hacerlo. Te amo craig —dijo de repente mientras jugaba con sus manos —. Lo sabes bien ¿no?
El corazón de craig comenzó a palpitar fuerte. Cómo si fuera la primera vez.
—Si, lose. Y también sé, que tú amor es igual de correspondido —fue totalmente honesto con sus sentimientos.
El labio de tweek tembló antes de hablar. Tenía tantas cosas guardadas en su pecho, que simplemente estaba a punto de estallar.
—¿Me amas?
—Mucho.
Tweek sonrió y en el fondo quería brincar de la emoción. Cómo decía craig, sólo debería dejar que las cosas fluyan solas.
—Bien —dijo tweek alejándose un momento y sujetando las llaves que había dejado craig en la mesa de su sala. Luego se las entregó —. Ten cuidado al conducir.
Craig sonrió.
—Claro que sí.
—Adiós —se despidió al abrir la puerta.
—Adiós…
Y cuando estuvo a punto de salir tweek lo detuvo.
—Espera.
Craig lo volvió a mirar y en eso sólo sintió sus suaves manos acunarle el rostro, mientras acercaba sus labios a los suyos y lo comenzaba a besar. Sus ojos se cerraron y su mente se nublo, pidiendo más de esos dulces labios que no paraban de moverse y hacerlo sentir en la gloria.
Al separarse lentamente tweek abrió los ojos y soltó su rostro.
Craig aún lo veía fijamente y por alguna razón lo veía más hermoso que antes. Con ese leve rubor y ojos brillosos.
—No sé cuánto tiempo más necesites para reconsiderar nuestra relación —empezó a decir el rubio más tranquilo—. Pero yo por mi parte estoy dispuesto a hacer lo que sea para recuperarte.
Craig se sorprendió por sus palabras. Le gustaba mucho esa faceta confiada de tweek.
—No tienes que hacer nada. Con solo ser tu me es suficiente —dijo suavemente mientras se acercaba y le besaba la frente.
—Craig —dijo al verlo alejarse.
—Veamonos pronto. Quiero verlos más seguido, divertirnos cómo antes. Pero sobretodo, me gustaría intentarlo de nuevo contigo.
—Ngh, ¿hablas enserio?
—Jamas bromearia con eso. Lo he pensado mucho y me di cuenta de que si trabajamos más en nuestra relación las cosas definitivamente podrían funcionar.
Tweek le sonrió mientras asentía de acuerdo. Él tenía el presentimiento de que todo mejoraría.
Craig le dedicó una última mirada enamorada antes de dirigirse a su auto y luego se despidió con la mano. Tweek hizo lo mismo y lo estuvo observando hasta perderlo de vista. Después de eso regreso adentro y respiró hondo. Aún no podía creerlo, recuperó al hombre que tanto amaba, y ahora lo volverían a intentar. Su corazón estaba que estallaba de la felicidad.
—Dare lo mejor de mi craig... —hablo en voz baja.
—¡Viva! ¡Mis papis son novios otra vez! —exclamo Liam con una gran sonrisa y a tweek casi se le sale el corazón al notarlo apenas sentado en el sofá.
—¡Ugh! ¡Liam! ¿Que haces afuera de tu habitación? —dijo el rubio acercándose al niño.
—No podía dormir hasta verlos besarse.
—¿¡Que!?
—Eso quiere decir que ya están juntos de nuevo ¿verdad?
—Ngh, cariño. No debiste salir espiarnos. Regresa a tu habitación.
—Pero papi
—Ahora —le ordenó.
El niño soltó un quejido desanimado.
—Solo quería saber si craig volvería a ser mi Papi.
—El siempre va a ser tu papi. No te preocupes por eso.
El niño rió al oír eso y regresó corriendo a su habitación. No le importaba que su papi lo negara ahora. Ese beso era el inicio de su relación.
Tweek por otro lado se puso azúl al darse cuenta que el niño los estuvo viendo todo el rato. Debía estar más atento, y gracias a buda que no vió algo más subido de tono.
*******************Fin*********************
Muchas gracias a todas las personitas que se quedaron hasta el final de esta historia:3 siempre será una de mis favoritas.
Por cierto, el especial de navidad de este fic vendría siendo luego de toda la historia. Linda noche ✨