Nada más decirle mi elección a Mags, ella me llevó a la puerta que se supone que daba a un jardín trasero. Me dijo que volveríamos a vernos. Sacó de una máquina un billete, como de tren (yo no sabía para que era) y me lo dió. Salí por la puerta trasera. Mags la cerró detrás de mi. Al darme la vuelta para decirle una cosa, vi que la puerta ya no estaba. Típico. Di unos pasos hacia delante de mi, hacia el lado contrario a la puerta. Aparecieron unas escaleras mecánicas blancas, como de nubes. Me subí a ellas y ascendí y ascendí...
Al llegar arriba había una cosa metálica que analizaba los billetes. Le entregué el mío, dió unos pitidos y emitió una luz verde. Una barrera que me impedía el paso se levantó, dejándome pasar. Pasé y la barrera se volvió a bajar. Y... Ya no había más nube por la que andar. ¿Ahora que hacía? No tardé en averiguarlo.
La nube se deshizo. Y yo, obviamente, caí. Me puse a gritar de miedo, hasta que caí en otra nube, resistente y blanda. Y en esta si que había más nube por la que andar. Era un prado enorme, de nubes, de arriba a abajo. Miré hacia arriba: la otra nube ya no estaba, como siempre.
Al volver a mirar al frente vi que había aparecido alguien. Mi elección. Él se sorprendió al verme y yo corrí hacia él. Le abracé para no soltarle nunca.
-Perdóname Breck.- le dije, llorando de la emoción.- No te merecías lo que hice. Lo siento muchísimo. Por mi culpa de quedaste en el Z tanto tiempo y por mi culpa te han pasado muchas cosas horribles...
-Deberías perdonarme tú a mí.- me contestó él, también llorando de la emoción y riéndose a la vez.- Yo te hice cosas peores.
-Ya estas perdonado, desde hace tiempo. ¿Yo estoy perdonada?
-Desde hace más tiempo aún.
Fuimos a sentarnos en una elevación de la extensa nube, para hablar. Yo le conté todo lo que había pasado: lo de Prim, Mags, los Sonrisy y la elección. Él me contó la razón de por qué había venido a la circunferencia: no tenía más motivos para seguir allí, después de que me enfadara con él.
-¿Y por qué no elegiste a Aiden? Él te quería.- me preguntó.
-¿Y eso que significa? ¿Qué tú no?
-¡No!- dijo, riendo.- Pero él es mejor en comparación conmigo. Ya sabes, él no está loco.
-Y tú tampoco.- le dí un beso.
-No has respondido a mi pregunta.
-Y tú, ¿Por qué te fuiste a la circunferencia si estaba tu madre, que te quiere?
-Sigues sin contestar a la pregunta.
-Porque te quiero.
-Pues yo fui a la circunferencia por el mismo motivo.- miró al cielo.- Porque te quiero y no puedo vivir sin ti.
* * *
Cuando Prim le contó a Abraham a donde me había ido, tres días después (como me prometió), el señor Everdeen fue en mi busca. Al ver que que estaba preocupado, Mags le mandó una carta, diciendo que estaba bien, junto a Breck, y que como todo lo malo había pasado ya, no había peligro. Así pues, todos mis amigos y conocidos fueron a la circunferencia, y todos pasaron. Algunos se quedaron a vivir en la misma pradera/nube que nosotros y otros fueron a otras, lejanas a la nuestra. Al final se quedaron muy pocas personas en las zonas, asi que formaron una única ciudad, llamada "El Nuevo Panem". Abraham se quedó en ella para esperar a Katniss y prometió que cuando su hija muriera, él iría a la circunferencia con ella.
Los años pasaban rápidos como semanas en el cielo, y todos éramos felices: yo me divertía un montón con Prim y Breck, inventándome juegos nuevos cada día para hacer en las nubes; Portia y Cinna nos diseñaban ropa a todos, super bonita; Thresh y Finch se hicieron amigos, aunque creo que ahora son algo más que eso; Mags vino con nosotros y volvió a ver a Ethan; Finnick vigilaba a Annie y a Finnie, desde arriba, y velaba por ellos; Cato volvió, junto con Clove, lo había conseguido; Gertie conoció a un chico muy majo, Gerry, que era el hermano de Peter, y le ayudó a olvidar lo de Aiden; y todo el mundo disfrutaba sin preocupaciones en el cielo.
Y lo seguirían haciendo. Por siempre.