𝒗𝒂𝒎𝒑𝒊𝒓𝒆
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Vivianne Roseau.
—Quiero dejar de hablar de él, entonces no oiré ni una palabra que sea en referente a lo de anoche.— fue lo primero que dijo Caroline cuando entro al auto.
—Bien, ¿algo de música?
—Tampoco quiero que me tengas lastima.— hizo una mueca.
—Lo siento, no era eso, solo quería escuchar los temas del momento.— le conteste, apartando mi mano de la radio.
Ella me miro extrañada.
—Soy multifacética.— dije simple.
Conduje hasta la escuela, por más de que quería saber como se sentía Care no la presionaría para que me contara, por lo que le di tiempo, la mantuve distraída y me quede con una ayuda vaga como ella quería.
Cuando entramos al edificio varias chicas se acercaron, les entregue algunos volantes de la caja y los dividí para que todas tuviéramos la tarea de repartir, Caroline se separo con dos de ellas y yo me uní con Penny, con quien compartía clase de español. Ella mantuvo una charla animada conmigo, por más que quería seguirle el ritmo no podía considerando todos los asuntos en mi cabeza.
—Hola.— Matt se acerco, le entregue un volante y Penny se alejo.
—Hola.— respondí.
—Tu amiga parece divertida.— me dijo. —Pero te dejo sola entonces ¿Qué tal si te ayudo?
Le entregue una parte de los volantes y continúe caminando. El me miro algo extrañado.
—No me gusta el trato silencioso.— empezó a repartir.
—Lo siento, solo algo distraída.— me aleje de él. —Necesito pensar muchas cosas, gracias por la ayuda Matt, iré a buscar a Caroline.
En el camino en busca de Care me encontré con Elena. La salude y al intentar seguir mi recorrido ella me hizo entrar a un salón vacío.
—Vivianne, dime acerca del cuervo.— exigió.
—¿Qué?
—Dijiste que creías estar paranoica, pero empiezo a creer que lo estoy también, mira quiero contarte cada detalle y que saques una conclusión tu, por que mi mente este a mil por hora y que tu me apoyes rebaja el pensamiento de un posible ataque de demencia.— ella habló rápido.
—Esta bien, cuéntame.
Ella me empieza a relatar cada momento en el que se sintió confundida, las pruebas contra Stefan que desvarían ante ella, el acta de los fundadores, su herida en la mano, Damon, etc.
—No se que hacer.— termina.
—¿Qué tal si esta tarde le preguntas más cosas?, ya sabes investígalo un poco.— la aliento. —No creo que lo que piensas es demencia o paranoia, con los Salvatore he sentido un aura y se que Bonnie igual, no es algo normal, no logro comprender del todo si es malo pero se que hay algo más, Elena. Tal vez guardan mas secretos de los que quisiéramos imaginar.
Elena me mira en silencio, dándome la razón mueve la cabeza, aunque se que en cierto punto se negaba a pensar asi de Stefan.
—Solo, no dejes que te consuma la cabeza ¿si? no quiero que pienses mal sobre él.— le advierto con cuidado.
—No lo hare, pero si hay motivos no me culpes. ¿Hablamos más tarde? después de mi encuentro con Stefan.
—Claro, perfecto.— me abrazo y se despidió.
Mire por la ventana, pensando en lo que Elena me acababa de decir ¿Qué pasaba con los Salvatore?, como si fuera una señal un cuervo se poso en el marco de la ventana, me acerque a el.
—No quiero ser grosera pero estoy harta de ti, vete.— hice un ademan hacia el ave y esta salió volando, posándose un poco más lejos, salí de ahí lo más rápido posible.
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Algo oculta Stefan, hoy un señor mayor lo reconoció ¿como?
Stefan vino a mi casa, me corte el dedo por accidente y su cara cambio vi algo negro debajo de sus ojos.
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—¿Cómo sigue tu dedo?— le pregunte a Elena.
—Anne, eso no es lo importante.— me dijo.
—Esta bien, pero mira te traje una curita rosa.— saque la bandita y se la coloque en el dedo, ella intento no reírse. —Ojala no sane bien tu herida.
Respondí en tono sarcástico, Elena cambio su mirada a una más seria, poco después Stefan llego a saludarla. Me aleje de ellos dándoles privacidad y decidí lavar un auto con James.
—Entonces no cumples el protocolo, pero a mi me toca estar semidesnudo. La injustica de Caroline.— señalo mi atuendo, si bien no iba en traje de baño llevaba una camisa de tiras corta, exigencia de Caroline.
—Cállate, cumplo con todo y mi comodidad.— me defendí.
Mientras lavábamos el auto de alguien más logre distraer mi mente, jugando con James. Todo se vio interrumpido cuando Elena se acerco hacia mi despacio.
—Algo raro esta sucediendo, ven conmigo Anne, rápido.— susurró ella, me agarro del brazo y me llevo hacia la camioneta del noticiero, el reportero me sonrió y supuse que Elena lo había convencido.
—¡Anne!— Oí la voz de papá.
—Tienes que ir sola Elena, llámame cuando encuentres algo y ten cuidado.— le hable rápido, ella se fue, vi como papá se aproximaba y me saludaba feliz.
—Te busque por bastante tiempo, ¿a donde fue Elena?— me abrazo él.
—Tenemos un proyecto e ira a investigar en unos archivos.— mentí.
—Bien, no se si ya terminaste, pero podemos ir a comer, un tiempo de calidad.— propuso.
—Si, iré por mis cosas.— señale hacia la "caja registradora".
—Bien, te espero en el auto.— se fue y me gire para buscar mis cosas, siendo sorprendida por Stefan.
—Hola, Vivianne.— me saludo.
—Stefan, hola.— le sonreí.
—¿Sabes donde esta Elena?— miro por el alrededor de nosotros.
—No, ni idea.— mentí de nuevo, solo para que su mirada se posara en mi y me quemara internamente, él sabia que mentía.
—Estas mintiendo.— dijo.
—Si, pero por un bien mayor.— respondí nerviosa.
—¿Cual?
—El nuestro supongo.— alce mis hombros.
—Bien, dejare de insistir, aunque no me gusta que me mientan.— me dijo.
—Por eso soy fatal en esto, a nadie le gusta.
Me aleje de él, sabiendo que si hacia otra pregunta le diría donde estaba Elena. Confiaba en Stefan, pero ¿hasta que punto debería hacerlo?, aunque no éramos meramente cercanos sentía que el me podía leer con detalles básicos y asi mismo quise hacerlo, lo malo fue que concluí que Stefan Salvatore no era alguien para leer, tal vez era alguien de quien temer.
Cuando llegue a casa después de pasar la tarde entera con papá lo primero que me recibió fue un mensaje de Elena, no sabia si era reciente o no más eso era lo que menos importaba.
Anne, son vampiros, los hermanos Salvatore son vampiros.
Leí las palabras con algo de miedo y más que todo confusión, ¿Cómo es posible?, cada pequeño detalle de ellos me daba escalofríos ahora, intente deshacerme de la idea mas sin embargo Elena se encargo de decirme cada una de sus conclusiones, jamás había puesto en duda la ficción, eso era, ficción. Entonces llego la incertidumbre, en mi mente todo se unía, el no haber envejecido, las mordidas, los cuerpos sin sangre, los ataques.
Estoy segura, solo espero tener explicaciones pronto, cuando las tenga te diré, cuídate.
La criatura que acechaba cada uno de mis pensamientos tenia un nombre, Vampiro. Mire por la ventana de mi habitación la figura que se encontraba a unos metros, sabia quien era, el miedo en mi ser se hacia presente, él se acerco a la casa me sonrío y se fue, estaba segura de que el saber con claridad lo que era me atormentaría.