<< Amity por fin conoce el pasado de Luz >>
Cuando Luz Noceda tomó asiento a su lado en su cama comenzó el relato que por fin completó el rompecabezas que ella estaba armando sobre su persona.
Resulta que Luz padecía de la condición de déficit de atención e hiperactividad o TDAH, que cuando era niña dificultó mucho su manera de aprender y relacionarse con los demás, cosa que, a su vez, la llevó a estar en la mira de los bullies del momento.
Esta parte Luz la contaba con enojo de por medio.
Sabía que estaban siendo injustos con ella, pero es que en casa tampoco la escuchaban, sus padres tenían problemas más importantes que resolver y ella debía tratar de resolver los propios por sí misma.
Esta independencia hubiera sido admirable para Amity en otras circunstancias, pero lo que escuchaba era a una niña abandonada a su suerte.
Meses estuvo en ese sufrimiento, hasta que un día llegó la policía a su casa con una orden de arresto contra su padre, y aunque lograron sacarlo provisionalmente, su padre insistió en que dejaran el pueblo y vivieran en otro lado.
Fue entonces cuando se mudaron, y hubiese sido un cambio bueno para Luz, pero las cosas entre sus padres empeoraron.
Su padre fue detenido nuevamente, pero en esa ocasión no lograron liberarlo, y desde entonces ha sido trasladado a diferentes cárceles del país.
Luz al contar esto estaba lagrimeando y tratando de controlar los sollozos, Amity simplemente pasó un brazo acariciando su espalda para calmarla.
Ella contó que sus padres naturalmente se divorciaron y su mamá fue a dar con ella a Nueva York.
Tenía otra oportunidad para comenzar de cero.
Y un día cuando salía de clases se encontró con el puesto de una mujer excéntrica y extremadamente pálida que vendía los artículos más extraños que pudieras imaginar.
Luz bromeaba diciendo que ni ella, habiendo conocido innumerables mundos de fantasía, podía inventar artefactos tan extraños.
Si Amity le contara sobre los extraños artilugios de seguridad con los que trabajaban sus padres.
En fin, se hizo amiga de esa mujer quien resultó llamarse Edalyn Clawthorne y quien, a través de ella, conoció a su madre.
Amity reconoció el apellido de su profesora, pero se limitó a seguir escuchando a la morena.
Luz dijo que vivió un montón de aventuras con Eda antes de que se convirtiera en su nueva madre.
Era una mujer que estafaba a algunos de sus clientes más ricos y engreídos a modo de lección, cosa que Luz disfrutaba sobremanera, ya que ella también tenía muy arraigado un sentimiento de justicia que en su niñez no se había resuelto.
Pronto, la llamada Dama Búho y ella se volvieron amigas cercanas.
Luz algunas veces la ayudaba con su puesto de artículos, pero nunca se involucró en nada tan ilegal.
La cara de la Noceda al contar estas anécdotas era de añoranza y profundo cariño, se notaba el aprecio hacia Eda.
Pronto conoció también a Hunter, el hijo de Eda, quien era un año más grande que ella y se hicieron muy buenos amigos.
Luz contaba cómo es que él le daba lecciones de defensa personal cuando ella le contó sobre sus problemas en Hexside.
Hunter también fue una persona clave en el desarrollo de Luz, un amigo en quien podía confiar, a pesar de su apariencia desastrosa en el exterior.
Al principio Camila Noceda no estaba de acuerdo en que su hija se juntará con Edalyn, pero cuando por fin se conocieron, Camila pudo reconocer el genuino cariño que Eda sentía por su hija y se volvieron amigas.
Eda ayudó mucho a Luz, incluso fue ella quien la convenció de asistir a terapia para sanar algunas de las cosas que la molestaban en ese momento.
Eda pagaba las consultas y medicinas de Luz.
Luz mencionó que en ese entonces ya sabía que Eda no mantenía a Hunter y a ella de su tienda de excentricidades, pero desconocía que al parecer la familia Clawthorne era una familia de empresarios exageradamente ricos y reconocidos.
Sin embargo, Eda sólo era dueña de unas cuantas acciones que mientras se mantuvieran trabajando, le aseguraban su libertad para hacer lo que quisiera sin excederse.
Pasaron meses con esa dinámica, eventualmente Camila y Eda comenzaron a salir y Luz era la más emocionada al respecto.
Al fin las cosas estaban saliendo bien.
Unos meses después, ellas se casaron y Camila sugirió que regresaran a Gravesfield, ya que, si bien Eda podía vivir holgadamente manteniendo a un hijo, mantener a una familia de cuatro podría ser mucho más costoso en la 'Gran Manzana', considerando incluso el trabajo de Camila.
Eda accedió y fue, de esa manera, que Luz regresó a Gravesfield y a Hexside.
Con años de terapia trabajando continuamente consigo misma, y tratando el TDAH, Luz dijo que regresar a la escuela fue genial, pudo enfrentarse a su pasado y vio que ya no tenía nada que temer.
—Fue muy difícil al principio— decía Luz a esta altura de la historia, —muchas veces no me sentí orgullosa de mi misma, pero trabajé duro para ser mejor persona y al final ha salido bien— finalizó ella viendo al piso de la habitación de Amity.
—Vaya eso es... mucho que procesar— dijo Amity sin encontrar palabras que pudieran expresar su sentir.
—Fue bueno sacar eso de mi sistema— le dijo Luz un poco más animada, —además, me falta contarte sobre Boscha y yo—.
Así que Luz continuó con su relato.
Resulta que cuando Luz volvió a Hexside, en su grado el grupo de bullies principal lo conformaban Boscha y sus amigas.
Luz decidió en ese momento que no permitiría que más gente sufriera el acoso que ella sufrió alguna vez.
Trató de hablar con ellas de múltiples maneras, pero nunca la escuchaban.
Sin embargo, en cuanto Luz comenzó a destacar en sus calificaciones y se hacía de una reputación agraciada con sus profesores, su estatus dentro de la escuela comenzó a cambiar.
Y sólo entonces ya no la ignoraban, pero tampoco dejaban de molestar a los alumnos.
Luz se sentía en un callejón sin salida, pero fue entonces que se abrió una vacante para entrar al equipo de rugby, donde casualmente jugaban todas ellas.
Entrenó realmente duro para lograr una condición mínima de deportista, y entró sin problemas.
Y aunque aún no la escuchaban del todo, Luz trataba de estar siempre con ellas, de manera que, si alguna empezaba a molestar a los compañeros, ella podría intervenir para disminuir estos ataques.
—Mi terapeuta se enojó conmigo por hacer tal cosa ¿sabes?— le dijo Luz mirando en su dirección, —me decía que por muy buena que fuera mi intención, no era mi responsabilidad mantenerlas a raya—.
—Pero como eres Luz Noceda, necesitabas satisfacer tu sentido de justicia— respondió Amity con un pequeño tono de burla.
—Pues... si, básicamente eso fue lo que pasó— respondió Luz —Skara, Cat y Bo fueron fáciles de convencer, vieron que lo que hacían estaba mal y causaba daño a los demás— continúo explicando Luz, —pero Boscha es una historia diferente...—.
De acuerdo con Luz, Boscha era una mujer que creía firmemente en sus ideales y difícilmente admitía que se equivocaba.
Su convicción era algo que admiraba de ella, pero su falta de comunicación le costaba sobrellevar a Luz.
Mencionó que, durante las vacaciones, justo antes del inicio de este año escolar, Boscha y ella eran más unidas que nunca y Luz pensó que no tenía nada que perder si buscaba algo más que una amistad con ella.
—Ahora que dije esto en voz alta...— comenzó Luz pensativa, —...creo que me acerqué a ella, pero por las razones equivocadas—.
—¿Por qué?, ¿no te gusta?— preguntó Amity totalmente inmersa en la historia.
—Me gusta Boscha— dijo Luz convencida, —pero comenzamos a salir porque yo quería vigilarla más de cerca o no sé... tal vez... ¿cambiar su manera de actuar? — Luz en este punto estaba discutiendo consigo misma. —Pero si esto fue así, entonces ¿me gusta genuinamente?, ¿acaso la estaba manipulando? ...¡rayos no!, eso suena horrible—.
—Noceda— dijo Amity deteniendo el tren de pensamientos que estaba arroyando a la morena —seguro que no fue nada de eso, no estabas haciendo nada malo, tu intención era buena, aunque tus medios un poco cuestionables...pero no la estabas manipulando, apenas te estás dando cuenta de que tu propósito para esa relación era otro, y aunque Boscha ha hecho mucho mal dentro de Hexside, merece que hables estas cosas con ella— finalizó Amity con una voz suave.
—Ya lo sé, es sólo que cuando ella se enoja necesita su espacio, probablemente la veré mañana para disculparme por esto— dijo Luz —creo que no volveré con ella, pero necesito que estemos en buenos términos por el equipo— miró en dirección a Amity.
—Bien— respondió Amity levantándose de la cama —entonces tú te disculpas con Boscha, arreglan las cosas y todo vuelve a la normalidad— dijo ella como si leyera una lista de supermercado —fácil, ¿no? —.
—No conoces a Boscha, pero haré mi mejor esfuerzo— se levantó también de la cama —y Blight... gracias por escucharme, esto me hubiera costado una buena suma de dinero con mi terapeuta— Luz se rio de su propio chiste y Amity también.
—Me alegra saber que tengo la vocación, pero de todas formas deberías tener su opinión como profesional— replicó Amity a modo de regaño.
—Ahora suenas como mi mamá— respondió Luz, —aun así, yo... eh... me disculpo de nuevo por todo lo que dije en la escuela, creo que eres genial, he visto tu desempeño escolar y eres realmente impresionante— Amity la miró de vuelta un poco avergonzada —además de que me alegra que entraras al equipo, ahora somos amigas, ¿no? —.
—Si... amigas— dijo la Blight quedándose pensativa y en silencio.
—Si quieres puedo compensarte por mi actitud, solo dime lo que tengo que hacer— soltó de pronto Luz como si fuera la mejor idea que se le hubiera ocurrido.
—¿Qué? ¡No! — Amity comenzó a rechazar la oferta sacudiendo las manos —Luz, está bien, viniste hasta aquí para disculparte y de paso me hablaste de ti, créeme que eso es más que suficiente—.
—¿Ahora soy Luz? — se acercó un poco demasiado cerca de Amity arrinconándola contra una pared, no falta decir que Amity se puso nerviosa —¿te estas volviendo suave conmigo Blight? —.
Eso activó el sentido competitivo de Amity quien, sonriendo desafiante, la apartó de un suave empujón —¡en tus sueños Noceda! —.
De esta forma terminaron su conversación.
Luz llamó a Eda para que la recogiera, ya que era una hora avanzada de la noche e irse caminando no sería la mejor opción.
Una vez que Luz se despidió de ambas Blight y se marchó en aquel automóvil rojo, Amity se despidió de su abuela para irse a dormir.
No podía creer toda la información obtenida de la propia Luz, vaya que su vida había sido difícil, pero de alguna forma lo había logrado, después de tanto, pudo llevar una vida relativamente normal.
Quizá ella misma no estaba tan pérdida.
Con este último pensamiento Amity cayó profundamente dormida.
<< Estoy bastante orgullosa de este capítulo, uno de los temas que quería tocar para esta versión de Luz era que su padre estuviera en prisión.
Esta es una historia de crecimiento personal, Amity pasa una etapa que considero la mayoría de las personas tiene a esa edad, y es la de buscarse a sí misma.
Espero que la dimensionalidad que le estoy dando a los personajes satisfaga ese propósito.
También mencionar el hecho de que no me gusta especificar nada de locaciones estadounidenses, pero Nueva York es icónico y me gustó cómo sonaba, igual sólo es para que se hagan una idea de la diferencia de contextos dónde viven los personajes.
Por último, como curiosidad, la abuela Blight no tiene nombre en este fic, incluso a la altura de lo que llevo escrito no le he podido dar un nombre, quizá lo notaron.
Gracias por las lecturas y los votos, nos vemos :D >>