El brillo de las estrellas✓

By Mari_p08

1.8M 106K 40.8K

+18 | LIBRO 2. SAGA «COX» Desde el inicio, no lo soportó ¿Podría alguien ser más egocéntrico? Desde el inicio... More

S i n o p s i s 🌟
Capítulo I.
Capítulo II.
Capítulo III.
Capítulo IV.
Capítulo V.
Capítulo VI.
Capítulo VII.
Capítulo VIII.
Capítulo IX.
Capítulo X.
Capítulo XI.
Capítulo XII.
Capítulo XIII.
Capítulo XIV.
Capítulo XV.
Capítulo XVI.
Capítulo XVII.
Capítulo XVIII.
Capítulo XIX.
Capítulo XX.
Capítulo XXI.
Capítulo XXII.
Capítulo XXIII.
Capítulo XXIV.
Capítulo XXV.
Capítulo XXVI.
Capítulo XXVII.
Capítulo XXVIII
Capítulo XXIX
Capítulo XXX.
Capítulo XXXI.
Capítulo XXXII
Capítulo XXXIII
Capítulo XXXIV.
Capítulo XXXV.
Capítulo XXXVI.
Capítulo XXXVII.
Capítulo XXXVIII.
Capítulo XXXIX.
Capítulo XL final.
Epílogo.
Extra.
Extra.
Extra
ESPECIAL | 1M
Extra.
Extra final.

Extra.

33.9K 1.9K 551
By Mari_p08

Mucho, de verdad.

06 de febrero

Mi vista captó el movimiento casi imperceptible del mar frente a mí. Logré identificar como el agua tomaba una forma diferente viniendo directo hacia donde yo me encontraba. Por instinto tomé la tabla en mis manos y me subí a ella boca abajo, empezando a brasear hacia allí especialmente.

Mi corazón iba rápido por la adrenalina

De acuerdo, era mi primera vez haciendo esto, pero tenía si o sí que destacar. Primero porque había unas cuantas personas esperando mi hazaña, y segundo porque la pelirroja encantadora me estaba viendo fijamente, luego de burlarse de mí diciendo que terminaría con arena en la cara.

Le encanta bromear, y a mi me encanta ella.

Me senté en la superficie recta, con mis piernas en el agua. Tenía el torso desnudo y el pecho subiendo y bajando a una velocidad un poco desbocada. Solo por curiosidad, decidí mirar sobre mi hombro para comprar que estuviera allí.

Ali me dio una sonrisa, con los brazos cruzados sobre su pecho. Su cabello rojo estaba recogido en un moño bajo y usaba esa cadena que yo le obsequié.

Algo que me descolocó por un momento fue ver el bikini que estaba usando, lo cuál no había visto ya que no se había quitado el vestido floreado que tenía encima.

Acababa de hacerlo.

Quería provocarme.

Mi ceño se frunció levemente al observar como algunos hombres que se encontraban a su alrededor la miraban a ella especialmente. No culpaba a mi novia por llamar la atención, después de todo su glorioso cuerpo era de admirar.

Pero solo para mí.

Mis dientes se apretaron.

—¡Elliot! —reconocí su voz. Volví a ubicarla entre la marea de personas—. ¡Vista al frente!

Algo confuso, hice lo que me indicó

Era demasiado tarde, la enorme ola llegó como un tsunami que me volcó por completo. Solo aguanté la respiración lo más que pude mientras me hundía del todo. La tabla se zafó de mis manos y del impacto solo sentí como el agua me movió con fuerza impidiéndome sacar la cabeza para tomar aire.

Dejé que me rodara a una distancia algo larga y luego solo me impulsé para llegar a la superficie. Mis pulmones recibieron una bocanada de aire que tomé como si fuese lo único importante para mí en ese momento.

Me moví bajo el agua para no hundirme, y entonces, en medio de las gotas que mojaban mis pestañas, pude poner mi vista en la arena donde Alisson me observaba.

Algunas personas a su alrededor se rieron de mí mientras que yo sentía mi enfado incrementar notoriamente.

Bufé

Había sido mala suerte de principiante.

¿O era al revés?

Ubiqué mi tabla como pude y me subí a ella, empezando a brasear para volver al lugar donde se encontraba mi pelirroja

Mis ojos se entrecerraron, pues había una mesa de jueces donde se estaba llevando a cabo una competencia que yo había interrumpido. Cada uno de ellos tomó una especie de letrero con un número marcando mi puntuación

«0, 0, 0, 1, 3»

¿De verdad lo hice tan mal?

En mi defensa, alguien me distrajo con mucha facilidad.

Y ese alguien también sujetaba un letrero. Inmediatamente lo vi con una luz de esperanza al pensar que calificaría mi hazaña con su corazón.

Obviamente no fue así

:(

Mis hombros bajaron con desilusión

—Muy graciosa, Roxy —murmuré para mí mismo

Al llegar a la orilla, bajé de la tabla de surf y la clavé en la arena, pisando con mis pies descalzos. Preferí no responder a las pequeñas risitas que oí por ahí.

Eran personas que al vivir aquí obviamente sabían surfear, yo había venido, pero cuando era un niño, ahora mismo no recordaba cómo mantener el equilibrio.

Y la concentración menos.

Me detuve frente a ella con los brazos en jarras. Alisson no controló la sonrisa divertida de sus preciosos labios, y mucho menos controló la carcajada que salió desde el fondo de su alma cuando se fijó en mi pecho.

Algo confuso, bajé la vista para observar la causa de su diversión

Tenía una especie de alga en mi abdomen. La quité con enfado, arrojándola a la arena. La pelirroja siguió riéndose como si hubiese encontrado la causa perfecta para morir de risa

—Estás exagerando —murmuré

—Es que tu... tu... ¡dijiste que eras bueno! —tenía las mejillas rojas y los ojos ligeramente aguados—. Y luego... ¡boom!

Se masajeó el estómago por las carcajadas

—Solo... me distraje —me justifiqué en medio de un resoplido de cansancio.

No iba a decirle la causa por obvias razones, o si no se daría cuenta de mis celos posesivos hacia cualquiera que la mire

—Ajá, claro —se limpió una lágrima falsa—. Te creeré solo para no herir tu enorme ego.

No pude evitar sonreír

—¿Así que te divierto?

—Mucho —suspiró

—Pues yo también quiero divertirme, preciosa.

Se quedó quieta, confusa cuando me acerqué otro paso. Sin dejarla hablar, le pasé un brazo por la cintura acercándola, y después ni siquiera pudo procesar nada cuando subí su cuerpo sobre mi hombro con mucha facilidad

—¡Elliot! —gritó

La sujeté por detrás de sus rodillas, empezando a caminar hacia el mar. Ali se removió un poco, aunque supo que sería en vano, por lo tanto, en menos de nada mis pues habían vuelto a sentir el agua a temperatura ambiente. Algo caliente debido a los rayos de sol.

Me adentré caminando como podía, Alisson hizo lo posible para que su cuerpo no tocara el agua, pero nada de eso valió la pena, pues terminé hundiéndome lo más que pude y bajándola solo para adentrarla al mar por completo

El agua le llegaba hasta el cuello mientras que a mí me llegaba más abajo del pecho, algo que nos demostraba la diferencia de altura.

Sujeté su cintura para no perderla de vista

—Te odio —tiritó

—Me amas —tomé algo de agua con la palma de mi mano y la esparcí por su rostro, causándole una mueca

Gracias a la luz sus pecas saltaban a mi vista, lo cuál me emocionaba sobremanera, teniendo en cuenta que era lo que más añoraba ver por el resto de mi vida

—No te veo reír —la molesté

—Esto ya no es divertido —ella misma terminó de hundirse— Si sabes que sé nadar, ¿cierto?

—¿Una carrera?

—¿Por qué todo contigo es una competencia?

—Porque quiero apostar algo —besé su barbilla—. Y quiero ganar.

—¿Apostar qué? —inclinó levemente su cabeza con curiosidad

Esbocé una sonrisa ladeada que la alarmó

—Algo —fue lo único que respondí

Alisson me sonrió sin ningún impedimento. Entonces, me quedé quieto cuando pasó sus piernas por mi cintura, enrollándolas. La sujeté con más fuerza tanteando las tiras de su sostén con mis brazos. Era de un color azul marino que le quedaba estupendo

Dejé besos en su cuello

Ella me devolvió el semi abrazo que le di, permitiéndome disfrutar de estos minutos de paz y tranquilidad en los que solo estábamos ella y yo. Era precioso, tanto el momento como el cosquilleo que me invadía al tenerla así tan cerquita.

El agua se movía chocando levemente con nosotros, pero ninguno de los dos nos soltábamos. El sol ya no era tan intenso y el ruido de las personas en la orilla empezó a disminuir, lo que significaba que se estaban yendo.

Suspiré

—Esto es lo más cursi que he hecho en mi vida —se quejó en un murmullo que me hizo reír. Tenía su mejilla pegada a mi cabeza

—Te encanta.

—¿Sabes que si me va a encantar?

—¿Qué?

—Vencerte en esa carrera.

—¿Ah sí? —me separé un poco para mirarla. Junté nuestras frentes—. ¿Y qué quieres a cambio de ganar?

—Uhm... ¿qué tal ir a nadar con tiburones?

Mis ojos se abrieron un poco más de la cuenta mientras que Alisson sonreía como si hubiese adivinado su sueño más grande

—No juegues —murmuré, negando

—Es solo bucear —bufó— ¿Qué pasa? ¿Tienes miedo?

—Yo no —evité mirarla a los ojos—. Mejor pídeme otra cosa.

—Elliot —advirtió tomando mi barbilla para volver a conectar nuestras miradas—. ¿Te asusta de verdad?

—Ya dije que no —parpadeé

Alisson se rió

—Me estás mintiendo —aquello le divirtió

—Estás loca —declaré, pasando saliva—. Pero te amo.

Su sonrisa cambió de ser una de burla a una más emotiva, como si oír esas dos palabras de mis labios fuese suficiente para activar esa parte de ella que aún le costaba salir. La que poco a poco se abría a mí.

Rocé nuestras narices

—Te amo mucho, preciosa. Mucho, de verdad.

Me sonrió ampliamente

Atrajo mi nuca con una de sus manos y juntó nuestros labios de un rápido movimiento. No tardé nada en pedirle permiso para profundizar la acción, algo que ella me proporcionó sin demora. Moví mi boca con más fuerza, sacándole un jadeo cuando usé mi lengua queriendo encontrar la suya más que otra cosa.

La sentí despeinar mi cabello intentando controlar la acción, algo que no le permití. No me importó el lugar o si alguien pudiera vernos, ahora mismo no podía separarme y dudaba no pedir más luego de semejante beso.

Ella pidió algo de aire, separándose suavemente, se lo permití solo porque había dejado de respirar y mi cuerpo lo pedía. Mantuve mis ojos cerrados, sintiendo el loco latir de mi corazón.

Alisson susurró

—También te amo.

Sonreí al observarla, y no pude controlar mi forma de llenar todas sus pecas de besos

Amaba oír esa respuesta.

Su psicóloga mencionó que necesita liberar sus emociones para así poder superar por completo las situaciones que pudieron ser traumáticas en su vida. Es por eso que me encargo de decirle que la amo en todo momento, eso hace que ella también me diga lo que siente y podamos formar nuestra relación a base de una confianza más sana.

Me había asegurado de saber eso desde que me enteré de que estaba tomando terapia, y por supuesto también me había asegurado de saber sus avances conforme pasaban los días, ahora incluso podía leerla solo por sus expresiones.

Todo estaba saliendo mucho mejor.

—¿Estás listo? —soltó mi agarre suavemente, tomando algo de distancia—. El primero en llegar reclamará su premio, ¿va?

—No voy a nadar con tiburones.

—Y yo no voy a hacer... lo que sea que quieras que haga si pierdo.

Mi sonrisa ladeada se acentuó

—Claro que vas a querer.

No la dejé reaccionar cuando tomé impulso y empecé a nadar con todo lo que tenía. Escuché su grito histérico, aunque después sentí como nadó a mi lado.

Y yo, solo pude sonreír cuando llegué primero, pues el beneficio iba a ser para los dos.

🏈🏈🏈

09 de febrero

—¿Qué pasó con el Elliot aventurero?

Sentía mis dientes castañear apenas crucé las puertas de nuestra habitación de hotel. Tenía aún las imágenes de los peces a nuestro alrededor y demás animales marinos que no se consideraban del todo un peligro para los turistas, pues nadamos con ellos, y por fin Alisson cumplió su sueño.

A costa de mi cordura

—Se enamoró de una loca —solo eso respondí

—Ajá, claro —se burló, mientras que se quitaba el vestido floreado quedando en su traje de baño—. ¿Almorzamos primero o vamos a saltar de la roca de la muerte, blah, blah, blah?

La miré sin creerlo

—¿Sabes? Empiezo a creer que este viaje fue mala idea.

—¿Por qué? —se rió

—Quieres matarte, y no puedo permitir eso —me saqué la camisa, buscando una toalla limpia del closet—. Vamos a comer algo, no desayunaste bien.

—Okey, pero luego vamos a saltar de la roca de...

—No vamos a saltar de nada —la interrumpí—. Tómate un descanso, ¿puedes? Pareces una niña eufórica.

—No puedes culparme —recibió la toalla que le lancé—. ¡Nunca había venido! Además, no tenía idea de que podíamos hacer tantas cosas. Es genial.

Sonreí

—Me alegra mucho que te guste, amor, pero me estás volviendo loco. Hagamos algo normal, ¿sí? ¿Qué tal ir a cenar?

Gruñó con algo de enfado

—¡Tenemos que saltar de esa roca! —me dio la espalda para adentrarse al cuarto de baño donde cerró de un pequeño portazo

—¡Alisson, eso no es maduro!

—¡Isi ni is midiri!

Entreabrí mis labios, sorprendido

Solo pude suspirar, pasándome una mano por el rostro

Desde que salimos de nadar con los peces, el dueño del lugar mencionó que existía una roca llamada «roca de la muerte» donde algunos se lanzaban directo a la parte más profunda del mar.

Alisson no se ha quitado esa idea de la cabeza, y entiendo que es bastante arriesgada al peligro, yo también era aventurero, pero ahora mismo soy como un papá intentando cuidar a su hijita esquizofrénica.

Soy el único responsable aquí

Tomé la toalla y me adentré al cuarto de baño donde oí la ducha bajando. Cerré la puerta y me saqué las pocas prendas que cubrían mi cuerpo, luego dejé la toalla a un lado y caminé hasta abrir la puerta corrediza, topándome con su espalda desnuda.

Ella sintió mi presencia por obvias razones, sin embargo, no me miró, solo sacó un poco de jabón y empezó a untarse, bregando un poco porque sus manos no alcanzaban a tocar su espalda del todo. Me acerqué, quitándole el jabón para pasarlo por esa parte de su cuerpo

—¿Estás enojada?

—No, no estoy enojada —me permitió ayudarla—. Creo que estoy pensando que tienes razón.

—¿Me estás dando la razón? —no podía estar más confuso

—Ya vas a empezar

Reí

—Me estás dando la razón —afirmé ahora—. Tengo que grabar esto.

—Tonto —me dio un corto empujón—. Es mejor que nos apuremos para ir a almorzar.

—¿Apurarnos? —me acerqué a su cuerpo—. ¿Por qué tanta prisa?

Sentí como aguantó la respiración. Aun así, fue rápida al abrir la llave y el chorro me dio directo en el rostro. Me moví por instinto, causándole una risa divertida que no contuvo.

Alcancé a sonreír. Volví a pegarme a su cuerpo desnudo y resbaloso por el jabón. Cerré la llave y rodeé su cintura con mi brazo, manteniendo su espalda pegada a mi pecho. Dejé besos por su hombro. Alisson ladeó su cabeza, cerrando los ojos

La diversión se había esfumado.

Ahora sólo quedaba algo más en mente. 

—Elliot... —susurró—. No hay mucho tiempo.

—Será rápido —no reconocí mi tono de voz—. Abre las piernas.

Me hizo caso enseguida. Mi tacto bajó por su abdomen. Seguí bajando, ella me guió, tomando mi mano para llevarla a su feminidad. Mordí el lóbulo de su oreja. Mi brazo la sostuvo cuando sus piernas trastabillaron. Mis dedos tantearon sus pliegues e inmediatamente, lanzó su cabeza hacia atrás. Seguí besando su cuello, arrastrando mis dientes por su piel, en lo que empezaba a rozar su entrada

Mi miembro erecto se clavó en su trasero. Ella se removió, poniéndome a jadear. Creó una fricción que ponía mi mente en blanco. Empecé a crear muchos escenarios en mi cabeza. Y sus súplicas fueron escuchadas cuando adentré mis dedos a su interior. Empecé a estimular. Alisson se agarró de la pared, encorvándose un poco para buscar estabilidad. Bombeé con rapidez, tocándola como estaba seguro de que la enloquecía de placer. 

Tomé su cuello, volviendo a pegar su cabeza a mi hombro. Aumenté la velocidad y le susurré un par de cosas a su oído. Soltó un gemido, con todo su cuerpo temblando violentamente. Me estaba sofocando, su excitación era la mía y que siguiera pegándose a mí de ese modo sólo iba a causar que fuese muy difícil contenerme. 

Me imaginé follándola de muchas formas.

Lo nuestro nunca fue ir despacio. Era imposible controlarnos y menos en circunstancias como estas, donde no nos importó el espacio tan pequeño, nos dejamos ir. Busqué su clitoris para pellizcar. Sus piernas temblaban cada vez más queriendo desfallecer, no pudo seguir conteniendo los gemidos que brotaron de su garganta y cuando la sentí a punto de encontrar el tan esperado climax, me detuve abruptamente

Todo mi cuerpo palpitaba y mis músculos estaban tensos a su alrededor

Intenté respirar

—No te detengas —me pidió, removiéndose—. Elliot...

—¿Trajiste tus pastillas?

—¿Crees que soy tonta? Fue lo primero que empaqué. 

Sonreí, besando su mejilla

—¿Y qué pensabas cuando las empacaste?

—Que lo haríamos donde fuera —respondió lo que esperaba que respondiera

—¿Entonces qué quieres que haga?

Mi pregunta se le hizo estúpida. Se movió, de tal manera que, su mano bajó peligrosamente por mi abdomen, llegando a mi miembro donde alcanzó a tocarlo con la punta de sus dedos. Apreté los dientes, en un gruñido

—Que me folles —respondió

Eso era lo otro que esperaba oír con ansias.

La giré. Pegué su espalda a la pared y volví a juntar nuestros labios. Mordí, chupé, con desesperación. La alcé con facilidad, rodeándola con mis brazos. Sus piernas se abrieron para enrollarse en mis caderas, y mi falo terminó rozando su entrada. Me jaló el cabello mientras nos besábamos, exigiéndome lo que tanto esperaba. Me fui adentrando suavamente, lo cual era muy diferente a lo que pensábamos hacer. 

Alisson me recibió con vehemencia. Se acopló a mi tamaño y me incitó a terminar. Nos pegué con fuerza a los azulejos, sosteniéndome de lo primero que encontré cuando, de una pequeña estocada, estuve completamente dentro. Su sexo me apretaba. Veía puntos negros y sentía una corriente eléctrica por todo mi cuerpo. 

Era maravilloso

Como el cielo. 

Me miró a los ojos, sus pupilas dilatadas

—Muévete —ordenó

—No sabes como amo esta faceta tuya —tracé círculos, aumentando su desesperación—. No eres ninguna santa, amor, me tienes tan loco por ti. 

—Rápido —pidió, hundiendo sus dedos en mis hombros. Le hice caso. Su cabeza se pegó a la pared. Mis embestidas empezaron como algo suave para ir subiendo de nivel. Le saqué gemidos que no pudo contener. Me aferré a su cuerpo y me moví como tanto ansiaba recibirme

Conectábamos perfectamente. 

Sabía que esto de las vacaciones sería una fantástica idea.

Hundí mi nariz en su cuello. Dejé un reguero de besos por su pecho y llegué a sus senos. Metí uno a mi boca, chupando su pezón y sacándole gemidos que le fueron difíciles de contener. Creamos un pequeño sonido, mis caderas chocando contra las suyas y su espalda contra la pared por la intensidad de mis movimientos. 

Era demasiado. 

Mucho mejor de lo que imaginé. 

Estaba cumpliendo otra de mis fantasías. 

—Mira cómo me pones —susurré en su oído. Jadeé—. Mira cómo me tienes, completamente perdido dentro de ti. 

Me dio un frenético beso

—Te amo —soltó en un hilo de voz

Sonreí. Mi dedo buscó su clitoris y estimulé. Eso pareció dejarla en el borde. Los movimientos fueron calculados. Cerró sus ojos. Mis piernas temblaron y las suyas me rodearon con firmeza para sentirme más profundo. Pronuncié su nombre entre balbuceos incoherentes por el calor del momento. Sentí sus uñas en mi espalda y sus labios entreabiertos trataban de buscar el aire que por un instante había perdido. 

Su cabello mojado y despeinado, la posición, las cosas que soltaba, el hecho de verla sudando, sin poder contenerse, casi a punto de llegar, era como ver el paraíso. Saber que yo lo provocaba era mucho mejor. Me ponía en la cima, ser tan afortunado de darle todo lo que me pida, cuando me lo pida. 

Me moría por ella.

Tan fácil. 

Su cuerpo se estremeció. Sus paredes apretaron mi glande, retorciéndose cuando por fin sintió el tan necesitado orgasmo. Seguí moviéndome, sentía mi rostro rojo entre cada movimiento. Me fui más rápido y descontrolado, usé su cuerpo como lo que era; mío. La deshice en mis brazos y me lo permitió, hundiéndome lo que tanto buscaba, hasta que pude desfallecer, jadeando su nombre al encontrar mi liberación. La llené por completo, con mis músculos soltando ligeros espasmos. 

Quité el cabello de su rostro para besarla

—Yo te amo más —le susurré—. Hay que ducharnos otra vez.

—Sí, creo que sí. —asintió

Esperé unos cuántos segundos a que pudiera recuperarme para soltarla. Me salí de su interior con delicadeza, y dejé sus piernas temblorosas en el suelo. Hecho, eso nos sumergimos en el agua artificial. 

Luego de pasar más tiempo del permitido dándonos esa ducha que fue más o menos de una hora más aproximadamente, ambos salimos completamente satisfechos por lo que había sucedido dentro.

Tenía una toalla envuelta en mi cintura y di pasos por todo el cuarto, buscando algo de ropa para ponerme mientras que ella hacía lo mismo.

En eso, mi teléfono sonando me alertó. Algo confuso, lo busqué en la cama y lo tomé para responder

—¿Sí? —lo llevé a mi oído sin mirar el contacto

Necesito tu ayuda.

Reconocí ese tono de voz

—¿Richi? —fruncí el ceño, vistiéndome como podía—. ¿Qué pasa?

Invitaré a mi novia a cenar a casa de nuestros padres.

—Wow —pronuncié, en lo que intentaba asimilar la situación—. ¿Y cuál es el problema?

Le compré un anillo.

Algo se atragantó en mi garganta y me hizo toser con descontrol. Alejé un poco el aparato mientras intentaba calmarme un momento. Alisson me dio una mirada extrañada desde el otro lado del cuarto, solo negué, terminando de calmarme

Volví a llevar el aparato a mi oído

—¿Estás muerto?

—¿Qué demonios te sucede? —reclamé—. ¿Piensas casarte? Tienes veintiún años, no hagas eso.

—¿Qué? No... es...

—Escucha, sé que crees que estás enamorado y te felicito por hacerlo, pero no desperdicies tu vida tan pronto, tienes muchas cosas que vivir todavía.

—¿Quién va a casarse? —mi novia terminó de ponerse el vestido y se acercó a mí, confusa

—Richi —le respondí

Sus maravillosos ojos se abrieron con perplejidad

—¿Qué cosa? —intentó arrebatarme el móvil, sin embargo, no se lo permití—. Déjame hablar con él. Tiene que entrar en razón.

—Yo estoy hablando primero —me moví por otro lado, impidiéndoselo

—Elliot, no seas tonto.

—Ali, no... —forcejeamos—. ¡Alisson! Yo estoy hablando primero.

—¡Yo soy la única que puede hacerlo entrar en razón!

—¡Que se callen los dos! —oímos ese ruido proveniente de la llamada en curso. La pelirroja se relajó así que me permitió ponerlo en altavoz—. Son un par de bobos idénticos.

—Oye —se ofendió ella

—Eso fue grosero —le dije

—¡No me dejaban hablar! —se exasperó—. ¡No voy a casarme!

Compartimos una mirada

—¿Ah no? —preguntamos al mismo tiempo

—¡No! Por supuesto que no, o bueno... aún no, ¿okey? —bufó—. Le daré un anillo de promesa. Significa que luego lo cambiaré por uno de compromiso, pero muuuucho más adelante.

Alisson y yo volvimos a mirarnos

—Aaaaaaa —asentimos

Mierda —se oyó más calmado—. En fin, solo quiero saber si es lo correcto.

Mi novia sonrió, tomando el aparato

Mientras yo terminé de ponerme bien el pantalón, dejando la toalla a un lado

—Ethan, eres un chico increíble, ¿de acuerdo? —le murmuró—. Estoy segura de que harás lo que sientes que es correcto. No es algo que puedas preguntarnos a nosotros, solo sigue tu corazón, ¿vale?

Eso me hizo sonreír a mí

—Y no olvides que cualquier chica sería muy afortunada de tenerte —murmuré yo—. No la conozco bien, pero sé que es buena persona, si están destinados a estar juntos, será lo correcto.

Hubo un pequeño silencio

Eso haré, gracias, chicos.

—Cuando quieras —canturreé, poniéndome ahora la camisa

—Suerte —pronunció ella como última medida antes de colgar. Me miró con una mueca—. ¿Anillo de promesa? Que cursi.

—Arruinaste mi sorpresa —bromeé

—Que gracioso —me palmeó el hombro—. Mejor apúrate que se nos hace tarde.

Con esa sonrisa en mis labios, ambos estuvimos listos y salimos de la habitación tomados de la mano. 

🏈🏈🏈

11 de febrero

La miré, Alisson tenía una bonita sonrisa en su rostro, aunque también tenía algo de nervios, eso era algo que solo yo podía notar. La conocía lo suficiente como para saberlo.

Mi mano sujetaba la suya, mientras que ella estaba acostada en una especie de camilla sin blusa y con la vista en el techo. A su lado, una mujer se encontraba con una especie de agua dibujando con tinta en la piel de la chica que yo sostenía.

No podía ver ya que la zona era cerca de sus costillas, y aun así la pelirroja había sido muy clara al decir que no podría verlo.

Se estaba haciendo un tatuaje

Y como buen novio que soy la acompañé.

Apreté su mano

—¿Duele?

—No tanto —pronunció, parpadeando

—¿Falta mucho? —pregunté a la mujer

—Solo un poco —hizo un último rayón de la máquina, luego limpió con un pequeño trapo—. Parece que ya.

—Déjeme ver —me puse de pie demasiado rápido, acercándome a la zona. Alisson solo sonrió cosa que me dejó confuso, y después observé la imagen.

Eran tres mariposas

—¿Se ve lindo? —preguntó, curiosa

—Se ve muy lindo —su piel estaba completamente roja—. ¿Por qué?

Se sentó en la camilla

—Significa renacer —murmuró—. Y creo que es lo que más me representa ahora mismo.

Eso me hizo sonreír

—Bien —la mujer le tendió una crema—. Las instrucciones están dentro de la caja, procura seguirlas todas, ¿de acuerdo? No queremos alguna infección.

—Eso haré —la recibió—. Gracias.

Se puso de nuevo la blusa, bajándose con mi ayuda. No fue hasta que Alisson pagó que se me ocurrió algo que al final simplemente no pensé

—También quiero un tatuaje —pronuncié

Ambas mujeres me miraron

—¿Qué? —preguntó Ali

—No te preocupes, no es el primero que me hago —pellizqué su nariz—. Espérame afuera, ¿sí? Quiero que sea una sorpresa.

Me obsequió un mohín al igual que una mirada de desconfianza que obviamente no sentía, pero al menos me permitió estar solo en la pequeña habitación, así que me apresuré a dictarle mi pedido a la mujer

En aproximadamente cinco minutos me encontraba sentado en una silla, con la zona elegida a disposición de la mujer con una aguja 

Me tomé la libertad de esperar con total tranquilidad mientras ella terminaba, aunque había alguien afuera que no tenía tranquilidad en absoluto.

—¿Ya casi?

—Ali —advertí, divertido

—No es justo, yo te dejé entrar.

—Es una sorpresa.

Hizo un pequeño momento de silencio

—Si te vas a tatuar mi nombre, Alisson es son doble s y una l.

Reí. La mujer también se rió

—¿Llevan mucho tiempo juntos? —preguntó

—Un año —torcí mis labios—. Llevaremos más.

—Eso es dulce —limpió la zona—. Al parecer ya está.

Me tomé la libertad de ojear, comprobando que había quedado perfecto. Me dio las mismas indicaciones que le dio a mi novia y entonces me dejó ir. Apenas abrí la puerta Alisson casi tropieza

Me miró mal

—¿Y bien? ¿Qué te hiciste?

—Adivina —abrí mis brazos

Miró de lado a lado, me dio vueltas, sacándome una que otra risa cuando no encuentra nada. Pareció considerarlo. Pues, me quitó la camisa rápidamente y la arrojó al suelo para poder encontrar lo que tanto buscaba. 

—¿Qué...? —se quedó en blanco

Esperé una reacción de su parte

—¿No te parece lindo? —pregunté

Tocó mi pecho, más específicamente, el lado izquierdo más arriba de mi corazón. Había algo escrito allí. Lo detalló, con las cejas arrugadas

«III- XII»

—Siento que no tenemos una fecha exacta —murmuré como explicación—. Digamos que, como nuestra relación empezó muy distinto a cualquier otra, nunca pensamos en un día que pudiéramos considerar nuestro aniversario. Por eso, teniendo en cuenta que este día... decidimos estar juntos para siempre, se podría considerar nuestra fecha especial. 

Al levantar la cabeza, tenía los ojos un poco cristalizados

—Es lo más... cursi que hayan hecho por mí en mi vida.

Me reí

—Te encantan mis momentos cursis.

Le guiñé un ojo, al ver su amplia sonrisa

Y estaba seguro de que no había tomado mejor decisión que enamorarme de esta chica tramposa que conocí una noche en las carreras. 



*

¡Gracias por leer!

Instagram: mar_.watt

<3

Continue Reading

You'll Also Like

1.2K 54 17
- No debéis confiar en nadie -. Bianca nunca llora, su madre le enseñó que eso era para débiles antes de abandonarla. Eso le ha hecho presumir de for...
653 100 16
🤩LISTA CORTA ONC2024🤩 Sam Corey es un músico británico. En una de sus presentaciones, conoce a alguien que le roba el aliento. La atracción es mutu...
108K 9.6K 11
Un reencuentro Y una melodía por componer Dylan Wood, en su regreso a la universidad, descubre que una nueva banda sacude a la ciudad y dará su prime...
6K 493 23
Olivia se muda a los Ángeles desde Nueva York, junto con sus dos madres y su padre. Todo comienza cuándo a su madre adoptiva le dieron el puesto de d...