⚠️ ADVERTENCIA: Capítulo con contenido sexual. Leer bajo responsabilidad ⚠️
POV Casey
HOY ERA EL CUMPLEAÑOS DE MERLINA, Enid había preparado una fiesta sorpresa para su roomie, cosa que Casey sabía que iba a salir mal, pues la morena odiaba los cumpleaños y las sorpresas. Enid llevó a Merlina a la tumba de Crackstone y allí sus amigos la sorprendieron con un pastel.
—¡Sorpresa! —Todos salieron detrás de una tumba — Feliz cumpleaños a ti. Feliz cumpleaños a ti. Feliz cumpleaños, querida merlina. Feliz cumpleaños a ti —Todos cantaron.
—Debería haber saber que esto fue tu idea— Dijo la pelinegra mirando a Dedos —¿Qué parte de "sin fiesta bajo pena de muerte" no entiendes?
—A mí me gustó mucho mi diseño de mi pastel —Dijo Xavier.
—El globo rosa fue mi pequeño toque —Dijo Enid.
—¿Por qué no pides un deseo, amor? —Preguntó Casey.
—Espera, es latín —Dijo la morena mientras se acercaba a una escritura en la pared— El fuego lloverá... cuando me levante.
—Eso no es realmente un deseo —Dijo extrañada Enid.
—La primera parte de eso se quemó en el césped de Nevermore —Dijo Casey.
—No puede ser una coincidencia —Completó Merlina.
—Espera, nunca comeremos ese pastel, ¿verdad? —Dijo Ajax, Casey lo miró y negó con la cabeza.
Merlina tocó la inscripción teniendo una visión que dejo a todos conmocionados.
Ya en el cuarto de las chicas. Enid y Merlina se encontraban discutiendo, mientras Casey esta acostada en cama de la morena.
—Cuidado, se me antoja tronar dedos —Dijo Merlina en tono sarcástico.
—No culpes a Dedos. La fiesta fue mi idea —Dijo Enid.
—Además todo el mundo merece ser celebrado en su cumpleaños —Dijo Casey
—Prefiero ser calumniada —Respondió la pelinegra.
—¿Qué sucedió? Parecía que estabas teniendo una convulsión —Dijo Enid.
—No tuve tanta suerte —Casey rio ante el comentario de Merlina.
—¿Puedo al menos podrías felicitarme por sorprenderte? —Preguntó Enid.
—El artificio fue impresionante —Se sinceró la morena.
Dedos arrastró una pesada caja con el regalo de Merlina por parte de sus padres. Mientras tanto Enid le regaló a la pelinegra una bufanda tejida de color negro.
Casey se acercó a Merlina y le dijo:
—Te daré tu regalo esta noche. Te espero en mi ático para una cita —Dijo la castaña sonriendo, provocando que Merlina asintiera y sonriera también.
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CASEY LLEVABA ALGUNOS DÍAS CON FRUSTRACIÓN, pues al ser parte lobo tenía un alto deseo sexual, esto había aumentado desde que le hizo saber a Merlina que ella era su Mate. Esto debido a que los hombres lobo tienen un ritual de apareamiento bastante complejo.
El ritual Mate consiste en dos pasos. El primero se basa en marcar a sus compañeros. En particular, lo hacen marcando el área donde el hombre lobo muerde a su pareja. Esto sucede a menudo entre el cuello y el hombro. Una vez que se marca a la pareja, se completa la mitad del vínculo. Después del proceso de marcado, viene el segundo paso en el cual el lobo siente que el vínculo se fortalece y se aparean para finalizar el ritual.
Casey ni siquiera les permitía llevar su día a día con normalidad ya que se la pasaban pensando Merlina. Su cumpleaños era la oportunidad ideal para saciar esas ganas que las estaban matando.
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MERLINA Y CASEY ESTABAN BAJO UNA MANTA, viendo una película en la pequeña sala del ático. Ambas sentadas una al lado de la otra en el sofá azul oscuro. Era una película mala de terror que no asustaba para nada y las dos estaban aburridísimas. Al cabo de media hora comenzaron a acercarse. Casey pasó su brazo sobre los hombros de Merlina, mientras la morena se recostaba en el pecho de la castaña.
Casey, con las manos debajo de la manta, movió su mano acariciando la pierna de Merlina. Habían estado mucho tiempo como pareja, pero jamás lo habían hecho, además sería la primera vez de Merlina. En ese instante ni siquiera eran novias, pero tampoco querían una etiqueta para su relación. Merlina se mantuvo quieta, consciente de lo que podía suceder.
—Quiero tocarte —Susurró Casey.
Merlina la mira. Casey irradiaba hambre. Hambre de probarla. La castaña tenía los ojos rojos reflejando el deseo.
—Hazlo —dice Merlina. Ella también tenía hambre. Aunque Merlina era virgen, desde hacía semanas se sentía atraída a llevar su relación con Casey al siguiente nivel.
Casey dejó caer la manta al suelo cuando comenzó a besar a la morena. Sus lenguas bailaban y se sentía el sabor del helado de chocolate que habían comido al comienzo de la película.
Ambas chicas llevan la acción a la cama de la mayor. Merlina se recostó de espaldas y, sin dejar de besarse, Casey metió una mano dentro de los pantalones de la morena, y a su vez, dentro de la ropa interior de esta. Cuando la mano de Casey hace contacto con el centro de Merlina, esta se separa de sus labios arqueando su espalda.
—Ya estás mojada —Gimió la castaña.
—Tú lo provocas —le respondió Merlina, con la respiración entrecortada. Entonces Casey saca su mano y se lamió los dedos, esto aumentó más la excitación de la menor.
—Quiero hacerte mía—Dijo Casey, mientras desvestía a Merlina. Merlina hace lo mismo con ella.
Ambas se besan apasionadamente. Merlina se sienta sobre el regazo de Casey. La castaña comienza a acariciar las piernas de su amante, besando su cuello, dejando besos húmedos y pequeños chupetones. Ahora Casey se encontraba recostada sobre el colchón, Merlina estaba sobre ella, besando su cuello y dejando besos húmedos en las clavículas de Casey. Acción que hacía gruñir a la mayor.
Casey domina a Merlina, dejando un camino de besos por todo el cuerpo de la morena, hasta llegar a sus piernas. Casey le abre las piernas a Merlina y ve su centro rosado y palpitante, el cual pide atención.
Primero comienza a dejar suaves besos por sus piernas y a medida que va subiendo deja pequeños mordiscos. Las piernas de Merlina se abren más, exigiendo que la toque. Y Casey lo hace. Pasa su lengua como si fuera un gatito tomando de su leche. Casey mira hacia arriba, donde podía apreciar el cuerpo desnudo y la cara de Merlina que decía que lo estaba disfrutando.
A Casey le excitaba ver esa imagen, por lo que, mientras seguía follando a la morena con la lengua, una de sus manos desciende para llegar a su propio coño. Ella también estaba mojada. Quería que Merlina la tocara, pero primero quería que la menor disfrutara. Le encantaba lo inocente que era Merlina.
—Yo también quiero tocarte —dijo Merlina extasiada.
—Descuida, amor. También me tocarás.
Casey se levanta y deja que Merlina se cierne sobre ella. Y, por supuesto que Merlina sabe cómo satisfacerse, porque comienza a frota su coño con el estómago de Casey, lo que provoca que ambas se encuentren gimiendo ante tan placentero contacto.
Este era el mejor cumpleaños que Merlina había tenido. Se quedaron en la cama hasta tarde, mientras recreaban posiciones que dejaron a ambas gritando de placer, llegando al orgasmo. Esa noche Casey marcó a Merlina, formando un vínculo irrompible.