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Llevaba un rato escribiendo y tachando en la libreta que Jimin me había comprado, todavía me parecía raro ver mi propia letra, no sé si es normal pero hasta había olvidado como era en el tiempo en que no podía ver.
No quería que nada se me olvidara para esta última conferencia que daría quería cerrar este ciclo en mi vida por fin y no volver a tocarlo.
Suspiré ¿Quién fue el verdadero responsable de todo el dolor que pasé? Mi corazón dolía porque ahora la primera imagen que se plasmaba en mi cabeza era mi mamá, todavía me pregunto qué habrá pasado por su cabeza cuando decidió hacer todo esto, mamá nunca expresó claramente sus sentimientos sobre papá y nunca pude reconocer nada extraño, para mis ojos siempre fue la víctima al igual que Namjoon y yo.
Las pulseras no tenían porque ser definitivamente el culpable sino el error humano que ambos cometieron aun teniendo los dos pareja, no debí creer en un solo lado de la historia aunque no había alguna forma en esos entonces de poder hablar con papá, él nunca fue accesible de ninguna forma.
No quiero callarme la verdad que ahora sé, causé mucho daño yo también e inseguridad en muchas personas, tal vez lo que diré en esa conferencia no cambiará el corazón de muchos, pero así como ocasioné un caos en el pasado, tal vez podría mejorar la situación.
Era triste de ver como otros tienen una gran influencia sobre la población, probablemente lo que hablaré ayudará por un corto tiempo hasta que alguien más tenga algo que decir, después de todo ya había escuchado casos de personas que tuvieron una situación complicada debido a las pulseras.
Yo tenía que aceptarlo y hasta me avergonzaba un poco pero, probablemente sin las pulseras no habría conocido a Jeongguk, la primera y única vez que sentí la vibración de su corazón en mi pulsera no me dejó en paz hasta saber de quien se trataba, no considero que influenciaron en mis sentimientos, pero si en encontrarlo.
Tomé mi celular, Namjoon me había comprado uno más actual, todavía no lo sé usar tan bien, pero me gustaba más que el de teclitas. La pantalla se encendió entonces tenuemente, tenía en casi cero el brillo para que no me molestara, observé la hora, eran apenas las 7:00 pm.
Jeonggukie debía seguir ocupado con sus trabajos, ni siquiera logré estar tanto tiempo con él como quería y me imagino que cuando empiece mi carrera lo podré ver menos, pero tenía que ser agradecido porque al menos, mi vista había regresado y aunque sea por poco tiempo, podía apreciarlo.
Mis ojos se desviaron a mi fondo de bloqueo en donde había una foto de Jeongguk y yo sonriendo muy felices y no pude evitar hacer lo mismo, había una notificación de un mensaje por parte de él con un sticker, no sé bien como se responde eso, estábamos hablando de la pulsera que le había comprado a su amigo, era similar a las que el gobierno daba, pero se activaban de forma diferente.
Quiero uno, no porque me hace falta el que rompí, pero con solo ver como funcionaba entre Yoongi y su novio, por alguna razón me llenó de mucha ilusión, era una forma de comunicarme con Jeongguk también sin necesidad de que hubiera cercanía.
Quizá eso me tenía bloqueado, porque solo podía pensar en esas bonitas pulseras y moría por decírselo a Jeongguk pero tenía pena, miedo de que no quisiera o bueno, sabía que él aceptaría solo porque yo los quería, pero de que le gustaran, tal vez no.
Pero en fin, el sticker de un conejito guiñando estaba ahí esperando por mi respuesta ¿Debería mandar otro sticker como respuesta o...?
Unos golpecitos en mi puerta hicieron que me sobresaltaran, esta se abrió un poco, lo suficiente para que la cara de Jimin apareciera.
-Tae, ¿Estás ocupado? ¿Puedo entrar?-preguntó pero ya estaba técnicamente dentro.
Estaba en mi escritorio, técnicamente frente a la puerta así que no tardó en acercarse mientras extendía su brazo, en la mano sostenía lo que parecía un pedazo de arcilla, lo miré bien, era una cabeza hasta los hombros.
Entreabrí los labios tomándolo con cuidado.
-Probablemente ni lo notaste, pero tomé el muñeco que hice de Jeongguk y lo pinté para ti.-dijo apoyándose contra el escritorio.
Lo observé con detalle son una pequeña sonrisa en los labios ¿Qué pensaría Jeongguk si descubriera que tenía un muñeco de él? ¿Pensaría que estoy loco?
-Sus labios no son tan finos ni su nariz tan grande.-refunfuñé tocando la punta de la nariz.
-Y por eso dicen que el amor lo hace sieg.... E-Espera, perdón, mal chiste.-dijo con nerviosismo.
Reí negando, mis debilidades del pasado no son nada en el presente, es más, debía de estar orgulloso y agradecido de haber salido de eso con pocas secuelas, el tener que usar lentes no era nada para mi.
-Está bien, Jiminie no te asustes.-dijo alivianando su preocupación, de todas formas ¿Qué se esperaba de don imprudencia? Muchas veces no lo podía controlar ni él mismo.
Jimin sonrió encogiéndose un poco y colocando su atención en mi libreta.
-Igual, lo siento otra vez. Hem, veo que te estás preparando para la conferencia, sabes que no tienes que sobreesforzarte al respecto, puedes hablar cuando estés listo.
-Lo estoy, estoy listo.-dije de inmediato.-Pero eso no quita que me siento un poco nervioso, ya no quiero estar vinculado a las pulseras, al menos no de manera negativa.
Jimin alzó su mano y acarició mi cabello de forma reconfortante.
-Todo saldrá bien, Tae, ya sabes que tu al igual que Namjoon fueron víctimas de las malas decisiones de dos adultos, ustedes no tienen porque seguir pagando por este error.
Lo sabía, y la verdad era que no le desea el mal a mi padre como lo hacía antes, tampoco quería mantener rencor hacia ellos, les deseaba a mamá que descansara en paz por fin y que papá pueda encontrar tranquilidad de ahora en adelante, sin nosotros.
Jimin se quedó hablando un poco más sobre ideas para la conferencia, mientras yo le escuchaba atento hasta que Namjoon apareció por la puerta pidiendo que ambos bajáramos a comer, luego el cansancio me venció y me quedé dormido temprano, sin siquiera responder el mensaje de Jeongguk.
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Mis ojos estaban cerrados y mis labios formaban una sonrisa inmensa la cual parecía más una mueca ya que mis cachetes estaban siendo aplastados, no me quejaba en lo absoluto.
-Ya párenle ¿No? Iugh.-se quejó mi hermano.
Jeongguk estaba de visitas luego de sus clases y lo primero que hizo fue atraerme a sus brazos, sus cálidas manos sujetaban mi rostro mientras depositaba besos en mis labios.
-Ustedes son iguales.-refunfuñé cuando Jeongguk dejó de darme besitos.
Abracé con fuerza a Jeongguk mientras los miraba mal.
-Ah no, a mi no me veas así que yo no dije nada.-dijo Jimin de manera ofendida, acurrucándose más contra el costado de mi hermano.
Rodé los ojos, ellos llevaban desde temprano en el sillón siendo la pareja más empalagosa del mundo ¿Por qué no podíamos hacer lo mismo nosotros?
Miré a Jeongguk con un puchero en los labios y este solo rió dándome otro besito en los labios.
-¿Cómo te sientes? ¿Estamos listos?-me preguntó llevándome al otro sillón para que nos sentáramos.
Suspiré, había llegado el momento de la conferencia, estaba nervioso, pero no quería esperar más, ese día daría un final a mi pasado para seguir adelante y esta vez se sentía diferente, porque tenía a Jeongguk a mi lado.
-Lo estoy.-murmuré jugueteando con los dedos de su mano derecha.-Gracias por acompañarme en esto, será la última por fin.
-Siempre estaré contigo cuando me necesites.-murmuró con suavidad.
Me acurruqué a su lado, escuchaba fácilmente los latidos de su corazón, casi al mismo ritmo que el mío.
-Aunque quisiera que subieras conmigo, no quiero exponerte.-le dije porque realmente había considerado subir junto a él para sentirme seguro, pero con solo poder verle entre el público que asista era suficiente.
-Si así lo quieres, estaré donde tu me digas, donde tu me necesites.
Jeongguk siempre decía las palabras que deseaba escuchar, mis mejillas se sentían calientes ante ello, besé su mejilla con delicadeza.
-Gracias, Jeonggukie, pero deseo poder verte de frente entre los participantes, quiero que seas lo único para admirar ahí.
Jeongguk soltó una baja risita, sus mejillas sonrojandose, era tan extraño lo que provocaba el sentimiento de amor entre nosotros, que cada acción me hacia sentir como que tenía un millar de mariposas en el estómago.
Respiré profundo y cerré los ojos, me relajaría un poco antes de tener que enfrentar mi realidad.
*****
Los flashes a los que no estaba acostumbrado me recibieron al bajar del auto, no me intimidé, especialmente porque mi mano iba entrelazada con la de Jeongguk quien, aunque le pedí que no se expusiera ante la prensa, igual decidió estar a mi lado, al menos hasta llegar a la biblioteca.
Era sofocante, pero al menos ahora podía ver el rostro de quienes en algún momento se refirieron a mi ya sea de buena o mala forma.
Nos dirigimos directamente a la biblioteca para prepararme, ya habían personas sentadas alrededor, inhalé profundo manteniendo el valor para hablar.
-Tae...
La voz de Jeongguk me hizo verle, ambos estábamos tras la tarima, nadie de la prensa nos veía, mi hermano y Jimin arreglaban todo.
Las manos de Jeongguk acunaron mi rostro y besó fugazmente mis labios.
-Todo estará bien, bebé.-murmuró. -Ya verás que todo acabará pronto.
Suspiré apoyando mi frente contra la suya.
-Estoy muy nervioso, pero sé que lo superaré, gracias por estar aquí.
-No tienes que agradecerme.-murmuró y se alejó un poco.-Cierra los ojos, quiero regalarte algo.
Parpadeé repetidas veces pero no dude en hacerlo, cerré los ojos sintiéndome todavía más nervioso.
Sentí que tomaba mi mano, algo chocaba contra mi muñeca.
-Ábrelos...
Lo hice sin pensarlo mucho y entreabrí los labios.
-¿E-Es...?
-Dijiste que querías unos.-murmuró Jungkook.-Nuestras propias pulseras, estás son un poco especiales porque llevan parte del material de mi pulsera.
-¿C-Cómo...?
-Tae, estás pulseras puede que no sean como las del gobierno y más parecidas a las que son comercializadas, pero yo las modifiqué, pasé unos días arreglandolas y, por fin, puedo sentir los latidos de tu corazón por medio de la mía y tu, puedes sentir el mío también.
Las pulseras eran ambas de color lila con dije en forma de corazón la cual, al tocarla, vibraba suavemente.
-También podemos comunicarnos, todo depende de cuantos toquecitos le demos al corazón, cada color tiene su significado, velo como esos relojes electrónicos, el dije es pequeño, pero te deja escoger el color que deseas transmitir hacia el otro.
Mi corazón latía de prisa, y no sabía si era por eso que la pulsera en la muñeca de Jeongguk se había tornado de color morado y unas ondas se movían dentro.
Lo abracé con fuerza y lo besé, un beso lleno de necesidad, anhelo, gratitud, sentia muchas cosas en ese momento que eran difíciles de explicar.
-Me encantó Jeongguk, gracias, gracias. -murmuré contra sus labios.
Jeongguk soltó una risita mientras me sujetaba de la cintura.
-Me alegra y alivia que te haya gustado, mi Tae, estaba preocupado por eso.-confesó.
-Créeme que no hay palabras para describir como me siento yo...
-Chicos...-la voz de Jimin se escuchó a nuestro lado, le miré de mala gana.-Lamento interrumpir, pero ya es hora...
Asentí recordando donde estaba y que estaba a punto de hacer.
-Está bien, voy...-dije separándome de Jeongguk. -Te veo después Jeonggukie.
Asintió con una pequeña sonrisa, antes de alejarse, me explicó lo que significaban los colores de la pulsera a lo cual presté atención, luego me armé de valor y por fin subí a la tarima.
Observé a Namjoon y Jimin, ambos me miraron con un sentimiento de orgullo en sus ojos, dirigí entonces mi mirada al público y a la prensa, reconocí fácilmente a los amigos de Jeongguk.
Acaricié mi nueva pulsera y me senté en la silla que habían preparado para mi, en frente, había una mesa con mi micrófono y botellas con agua, por supuesto llevaba mis apuntes los cuales Jimin había dejado también sobre la superficie.
Inhalé profundo tomando el micrófono.
-Buenos días a todos, gracias por venir.-dije en tono serio, mis ojos entonces buscaron por Jeongguk a quien encontré camuflado entre sus compañeros, sonreí, sentí entonces que mi pulsera vibraba.
Lo miré y mi sonrisa se enganchó ante el tono rojo del dije.
Yo también te amo...
-Como saben, mi nombre es Kim Taehyung y ... esta es mi historia...
FIN
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Agradecimientos:
ISABELA MARQUÉ 1997-2023.
En nombre de Navi, mi querida amiga, les agradezco a cada uno de ustedes quienes le apoyaron y dieron cariño en su etapa como escritora.
Como muchos sabrán, Isabela nos abandonó ha principios de este año debido a complicaciones con su asma, me ha tomado mucho tiempo el considerar y atreverme a finalizar una de sus lindas historias y espero no incomodar a nadie por ello.
De nuevo les agradezco por seguir aquí, Navi realmente los ama y aprecia mucho ❤️
Att. Lili (jeonheroine)