Capítulo 45
Tenía demasiada incomodidad y sentía su corazón palpitar con fuerza. Su pecho subía de arriba hacia abajo, nunca había sentido tantos nervios como hasta ese momento. No tenía muchas razones para hacer lo que hacía, pero sabía que podía serle de mucha ayuda tener a ese chico de su parte, de cualquier forma tendría que ayudarle al moreno.
Aldo lo miraba con una sonrisa de lado, la música se escuchaba demasiado alta y apenas podían escuchar sus voces. —¿Quieres algo de beber? —Preguntó el italiano alzando la mano para que un camarero se acercara.
Esa noche la discoteca estaba ocupando su máxima capacidad de clientes. Todas las mesas estaban llenas y en la pista de baile apenas se podía caminar.
—Oh, lo que quieras. —Respondió Liam algo intimidado. Él sabía perfectamente quién era ese chico y qué era capaz de hacer. Acercarse a Aldo le ayudaría a acercarse a Zayn, era su única manera de mantenerse al tanto de lo que pasaba con su novio.
Estaba convencido de que él no estaba muerto, Zayn era lo suficientemente inteligente para idear un plan que ayudara a despistar a sus enemigos, tales como la policía de Londres y la organización en la que Aldo operaba.
Tenía al menos que encontrar a Harry y a Louis para avisarles sobre la situación, seguramente ellos ya estaban enterados del plan del moreno, sin embargo quería asegurarse de que estuvieran bien.
El camarero tomó la orden de los chicos y se retiró de la mesa. Les daba servicio exclusivo por tratarse de quien se trataba.
Aldo mantuvo la mirada sobre Liam y éste intentó regalarle una sonrisa, claramente se podía apreciar lo nervioso que se encontraba, nunca había hecho eso antes, de hecho nunca había ligado con hombres en público, ni mucho menos sabía cómo hacerlo.
—¿Por qué estás tan nervioso? —Le preguntó sin dejar de sonreír. Su sonrisa arrogante dejaba en claro la clase de persona que era. Sentía que tenía el mundo a sus pies y que cualquier chico que le pasara por enfrente se moriría por estar con él—. En la entrada lucías más seguro, ¿te he puesto nervioso? —Elevó las cejas.
—Oh, claro que no. —Aclaró su garganta y se acomodó en la silla. Sentir la mirada del chico directamente sobre él lo ponía nervioso. Temía porque éste supiera quién era—. Es sólo que no estoy acostumbrado a hacer esto. Tú sabes, no es lo mío. —Le dijo y esta vez sí logró entonar una sonrisa.
—¿Ah, sí? ¿Y entonces qué es lo tuyo? —Aldo parecía muy interesado en el castaño, lo miraba de arriba hacia abajo, analizándolo de manera completa. Liam era el chico perfecto para echar un polvo esa noche, le gustaba su timidez y la manera en la que sus ojos se hacían pequeños al sonreír—. Ni siquiera me has dicho tu nombre, ¿cómo te llamas?
Los hombres de Aldo se encontraban a unos cuantos metros de ellos, esa noche tenía que llevar más seguridad por el hecho de que Zayn y Harry aún siguieran libres. Toda la discoteca estaba rodeada de hombres armados por si a cualquiera de esos dos se le ocurría volver por armas o dinero, Aldo sabía que ellos no se habían llevado mucho al huir de esa manera.
Era de suma importancia encontrarlo. Esos chicos tenían la suficiente información para desmantelar carteles enteros, incluyendo la organización Linor. Zayn y Harry eran una fuente de información muy valiosa y si llegaban a caer en manos de la justicia, todo estaría perdido.
—Me llamo Liam. —Habló echando su cabello hacia atrás tímidamente. Tragó saliva y se mentalizó: tenía que ser lo suficientemente interesante para que ese chico no se aburriera de él pronto. Tenerlo de su lado era vital para el moreno—. Sobre lo que hago no creo que sea tan interesante como lo que tú haces... —Comenzó a morder su labio inferior y barrió su mirada hacia los guardaespaldas del chico.
Aldo miró hacia donde Liam miraba. —Ah, te refieres a eso. No es nada. —Fue modesto, en realidad le gustaba mucho presumir el poder que tenía—. Además, si te dijera algo sobre eso, seguro tendría que matarte después.
Lo pensó, no tenía muchas alternativas para sacarle información. Lo único que sabía sobre ese chico era lo poco que Zayn le había contado. Sentía mucha adrenalina en el cuerpo, sabía que tenía que mantenerse alejado de toda esa mierda en la que ahora su mejor amigo y su novio estaban enterrados, sin embargo no le importaba, no los dejaría solos y si podía ayudar, lo haría. —Tal vez valga la pena con tal de saber algo sobre ti... —Comenzó por algo ligero—. ¿De dónde eres?
Le gustaba la actitud que el castaño había tomado. Estuvo a punto de contestar cuando el camarero llegó hasta ellos con un par de bebidas y las colocó sobre la mesa. Liam rápidamente dio un tragó a la suya y casi terminó con todo el líquido del vaso, sabía que era alcohol y eso le ayudaría a relajarse. —Hey, con cuidado, chico —Comenzó a reír tras verlo beber de esa manera y dio un trago pequeño a su bebida—. Es coñac, no quiero que te embriagues tan pronto.
Sonrió y negó con su cabeza. —No creo, no me quiero olvidar de nada de lo que pase esta noche. —Le dijo, había sido un poco atrevido con esas palabras, pero tenía que arriesgarse, no había nada que perder—. Aún no me has dicho tu nacionalidad... ¿Tendré que adivinarla o serás tú el que me lo digas?
—¿Por qué tanta urgencia con eso? ¿Qué importancia tiene? —Acercó su mano hacia el brazo del chico y comenzó a rozarlo levemente.
Liam tragó saliva e intentó no mostrarse nervioso con el tacto del italiano. —Pues... hay mucha inseguridad en la ciudad, no me puedo arriesgar... —Una idea estúpida llegó a su cabeza y las palabras salieron de su boca sin avisar—. ¿No escuchaste del chico ese que balacearon brutalmente esta mañana? Un tal Zayn Malik... —Se arrepintió al instante, aquello había sido demasiado arriesgado.
Aldo se tensó levemente, alejó su mano del castaño y dio un trago a su bebida. —Estoy seguro que esa "muerte" es otro invento del gobierno para tener a los ciudadanos tranquilos. Llevaban meses buscando a esos sicarios que operaban con flores envenenadas y ahora resulta que encuentran un muerto sin tener idea de quién lo hizo. —Aldo no era ningún idiota, no lograba creerse ese cuento de que Zayn estaba muerto. Estaba convencido de que todo era un simple invento para distraer. Tenía a todos sus hombres rodeando la discoteca por si a ese chico se lo ocurría aparecerse por ahí.
Sintió preocupación al escucharlo y tragó saliva. —En el hospital donde yo trabajo han llevado el cuerpo de ese chico —Fingió una risa—, y créeme, estaba muerto. —Mintió.
El italiano lo miró confundido, alzando las cejas. —¿Eres doctor? —Liam asintió—. ¿Y estás seguro que el cuerpo que viste pertenece a Zayn Malik? —Parecía sorprendido, para él, Liam era un simple chico que no tenía ni idea de lo que escondía ese asunto, no tenía motivos para engañarlo.
—Pues eso creo... su rostro coincidía con la fotografía que llevaba sus identificaciones.
Aldo parecía cada vez más confundido. Tomó su móvil y comenzó a buscar entre sus fotografías. —¿Pertenecía a él el cuerpo que viste del día de hoy? —Le mostró la pantalla del móvil y Liam sintió su estómago revolverse al mirar a su novio.
—Sí, totalmente. —Respondió intentando lucir natural, tragó saliva y le dio una sonrisa—. ¿Por qué? ¿Pasa algo?
Hizo una seña a uno de sus guardaespaldas que yacía cerca de ellos. —No, todo está bien. —Se levantó de su silla—. Ya vuelvo, debo arreglar un asunto muy rápido. No tardaré. —Le dijo para después caminar hacia donde se encontraban sus hombres.
Liam se dedicó a observarlo desde lejos. Ese chico parecía muy sorprendido por lo que había escuchado, lo que dejaba claro que Zayn vivía. Si la gente de Aldo no lo había matado, la policía mucho menos. Todo tenía que tratarse de una estrategia del moreno, y Liam tenía que ayudar a que ésta fuera más creíble.
Sacó su móvil y rápidamente marcó el número de Louis. A pesar de lo peligroso que era hacer eso, él tenía que avisarles sobre la situación, tenía que decirles que se estaba haciendo cargo de convencer a Aldo de que Zayn estaba muerto, para que así ellos lograran ganar tiempo y consiguieran salir del país.
El timbre sonó durante más de un minuto, Louis no respondía la llamada. Intentó una vez más y obtuvo el mismo resultado. No tenía otra manera de comunicarse con ellos, el móvil de Zayn estaba entre las cosas de su supuesto cuerpo sin vida.
Tenía miedo de lo que pudiera pasar, sin embargo estaba seguro de lo que hacía, tenía que ayudar con o sin la autorización del moreno.
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—Sigo pensando que esto es una mala idea. —Mencionó Harry apretando con fuerza el brazo del mayor. Temía porque éste no fuera capaz de seguir caminando y cayera al suelo, lastimándose más de como ya se encontraba.
Louis comenzó a reír mientras negaba con su cabeza. —Ya te dije que necesito estar en movimiento para recuperarme más rápido. ¿Quién es el doctor aquí?
El clima en la ciudad de Bournemouth no era tan frio como en Londres, sin embargo sí lo suficiente para que su piel se erizara. Louis había decidido que tenían que salir a caminar, haber estado casi dos días enteros encerrados en una habitación de hotel comenzaba a volverlos locos.
Ambos continuaban sintiendo demasiada preocupación de lo que podía pasar, sin embargo no decían nada para evitar preocupar al otro. Su única esperanza era que el padre de Louis cayera en su trampa, no tenían ninguna otra esperanza de poder salir de esa situación si ese plan fracasaba.
—Sólo me preocupo por ti, no me gusta que te arriesgues tanto. —Le dijo—. Además no es buena idea de que salgamos a la calle, puede ser muy peligroso. —Ambos chicos llamaban demasiado la atención. La ropa de Louis estaba manchada de sangre y a pesar de que se había colocado una chaqueta para ocultarla, algunas zonas continuaban notándose. Harry de igual manera estaba manchado de sangre, se sostenían entre ellos para no caer al piso y caminaban muy lentamente por las calles de la gran ciudad. No podían alejarse mucho del hotel.
—Ya te dije que no te preocupes, todo estará bien. —Mencionó Louis y se acercó hacia Harry besándole la frente como muestra de protección. Era la primera vez que caminaban en público como pareja.
Se mantuvieron en silencio durante varios minutos. Estaban en un barrio de clase media donde había muchos pequeños negocios, en su mayoría de alimentos.
Harry no había podido dejar de pensar en Zayn, dentro de su cabeza lo único que existían eran los recuerdos de su amigo. Sentía mucha rabia por sí mismo porque sabía que él era el único culpable de todo eso. —Eso lo has dicho muchas veces.
Louis lo miró sin entender muy bien a lo que se refería y continuaron caminando. —¿Qué quieres decir?
—Que todo estará bien. —Respondió—. Lo has dicho decenas de veces y esto cada vez empeora más.
—Fui educado de esa manera... —Susurró—, tuve que aprender a vivir de la esperanza, Harry. No estoy dispuesto a perderla ahora que más la necesito.
—Pues yo ni siquiera fui educado, así que no intentes hacerme entenderlo.
Louis comenzó a reír. —Tal vez eso sea bueno... —Se quedó pensativo durante varios segundos—. Es decir, debe ser muy bueno crecer sin esperar nada concreto, crecer dejando que la vida tome el rumbo que sea.
—¿A qué te refieres?
—Que yo no fui educado de la manera correcta. Crecí con ideas erróneas sobre la vida, estudié demasiado para poder ser alguien "exitoso", y mírame ahora, ni siquiera tengo un billete para comprarle a mi novio una dona o un caramelo.
—No quiero ninguna dona, tampoco un caramelo. —Sonrió.
—Crecí pensando que el amor era algo maravilloso y lleno de alegría, pero no lo es. —El rizado lo miró algo confundido—. Es decir, no es el amor lo maravilloso, eres tú. El amor en sí es una mierda, ahí tienes a mi padre, que supuestamente me amaba y ahora me abandona en esta miseria. Toda mi vida deseé casarme, tener una familia, una casa, un perro, ¿qué sé yo?, el punto es que ahora todos esos sueños se pueden ir a la mierda. No deseo nada más que estar a tu lado, no importa si tengo que privarme de llenarte de regalos, no importa si tengo que sufrir hambre a tu lado. Lo único que deseo es que esta maldita situación termine. Los hijos, la casa, el maldito perro se pueden ir a la mierda, Harry. No necesito nada en la vida que no seas tú.
Harry continuaba mirándolo confundido, sin poder evitarlo comenzó a reír. —¿De dónde ha salido todo eso, Lou?
—Seguramente de mi pene, Harry. —Rodó los ojos, lo que acababa de decir era demasiado serio como para que lo tomara con gracias.
—No, amor. Sé lo que quieres decir, pero lo que me pregunto es que por qué ahora me dices todo esto, ¿hay alguna razón en especial?
No le respondió, lo que Harry decía tenía mucha razón. Durante toda la tarde había estado pensando en las posibles soluciones, no tardaría mucho tiempo para que comenzaran a sufrir hambre una vez más y toda esa poesía barata que acababa de decir dejaría de tener sentido, nadie se alimenta de amor.
Tenía que sacar a Harry de eso lo más rápido posible, por cada segundo que pasaba se acercaban más al final. Muy dentro de él sabía que sólo existía un escape, y estaba dispuesto a hacerlo sin importar lo mucho que esto doliera, ya no tenía otra opción, tenía que comenzar a arreglarlo todo sin que el rizado se diera cuenta. —¿Qué pasaría contigo si desaparezco de un día para otro? —Preguntó de la nada, Harry lo miró confundido.
—¿Qué?
—Sí, si de repente desaparezco y no tienes ninguna prueba de que realmente existí. Si vas a mi departamento a buscarme y ahí viven otras personas, si en el hospital te dicen que ahí no trabaja ningún doctor Tomlinson. ¿Qué harías?
—¿Qué mierda, Louis? —No tenía ni idea de por qué le hacía esas preguntas tan extrañas. De sólo pensarlo se llenaba de miedo, no sabía de lo que sería capaz de hacer si eso sucediera.
—Respóndeme, mi amor, ¿qué harías? —Le hablaba con toda naturalidad.
—Supongo que me volvería loco... —Fueron las primeras palabras que llegaron a su mente—. No sé, sería horrible, todo terminaría en ese momento. No me gustaría vivir en un mundo donde no existieras tú.
—¿Te volverías loco? —Sonrió, intentaba hablar mediante indirectas—. ¿Nunca has pensado que eso sería lo mejor que te podría pasar?
—¿Qué? ¡Claro que no, Louis! ¿De qué estás hablando? —Cada vez entendía menos a lo que su novio se refería. Todo era irónico y carecía de sentido.
—Piénsalo, mi amor... todo sería más fácil si todos estuviéramos locos. —Dejó de caminar y tomó la mano del rizado para obligarlo a que lo mirara—. Sería fabuloso que eso pasara... —Lo tomó de las mejillas y lo acercó hacia su boca para comenzar a besarlo muy lentamente. Después de un tiempo se separó y le regaló una enorme sonrisa—. Regresemos al hotel, comienzo a marearme. —Le dijo por última vez antes de separarse y comenzar a caminar de regreso.
Harry se mantuvo en ese mismo lugar por algunos segundos. Intentaba entender a lo que Louis se refería, sin embargo no le encontraba ningún sentido. Negó con su cabeza, pensó que seguramente era simples e insignificantes ideas del mayor que realmente no tenían mucha importancia.
Caminó tras él y lo tomó del brazo para caminar juntos de regreso.
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Iba completamente vestido de negro. Llevaba tenis negros, pantalones negros y una chaqueta negra que cubría su cabeza con el gorro que llevaba incluido. Caminaba por las calles más oscuras de la ciudad y miraba hacia todos lados para asegurarse de que nadie lo estuviera siguiendo.
Hasta ese momento su plan había salido a la perfección. Todos los que lo conocían pensaban que estaba muerto, era mejor así, él tenía que aprovechar eso para hacer las cosas que nunca habría podido hacer si no fingía aquello.
Llevaba todo el día escondiéndose entre las calles de Londres para evitar ser visto por alguno de los hombres de Aldo. Estaba seguro de que ellos no se creerían tan fácilmente la noticia de su muerte, pero mientras averiguaban si era verdad o no, él ganaba tiempo. Se había tenido que afeitar la cabeza intentando cambiar un poco su aspecto y que les fuera más difícil reconocerlo.
Tenía un plan muy bien estructurado, tenía que lograr entrar a su oficina dentro de la discoteca para sacar sus pasaportes falsos y el suficientemente efectivo para lograr salir del país. Conocía todas las entradas y las salidas de ese lugar, sin embargo no dejaba de ser muy complicado lograr entrar sin ser visto.
Después de caminar durante varios minutos, llegó hasta la discoteca y se ocultó tras unos automóviles para evaluar desde lejos el perímetro. Rápidamente pudo distinguir a varios hombres que trabajaban para Aldo rodeando el lugar, sería más complicado de lo que pensaba.
Había más de 3 entradas las cuales se suponía sólo el personal del lugar conocía, pero esa noche todas estaban siendo vigiladas por los hombres de Aldo. Le sería imposible entrar sin ser visto.
Tenía que pensar rápido, era demasiado urgente conseguir efectivo esa misma noche, no sabía en qué circunstancias podrían encontrarse Louis y Harry. Tenía que volver a Bournemouth con una solución concreta, asegurarles a los chicos que tenían recursos para salir del país.
La única manera de entrar a la discoteca sin ser visto, sería haciéndose pasar por un cliente, adentrarse por la entrada principal junto con algún grupo de jóvenes, actuar con mucha naturalidad, fingir que era una insignificante persona más. Era peligroso, pero tenía que arriesgarse, no existía otra forma.
Dio un suspiro, se arregló la ropa y se quitó el gorro que cubría su cabeza, estar cubierto podía llegar a levantar sospechas. Caminó hasta el final de la fila y se formó naturalmente, dando una sonrisa a las personas frente a él. Miró discretamente hacia los hombres de Aldo, éstos parecían no haber notado nada extraño.
Sentía su corazón latir con mucha fuerza, sin embargo estaba convencido de que podía lograr cualquier cosa. A su corta edad ya había hecho demasiadas cosas peligrosas como para sentir miedo por algo tan "simple".
No tenía un plan B, si eso no funcionaba estaría perdido.
Se vio obligado a llenarse de paciencia, la fila avanzaba cada 2 minutos y era demasiado larga. Por cada segundo perdido sentía más desesperación, comenzaba a pensar en Liam, de hecho había pensado en él casi todo el día. Quería llamarlo y pedirle que se escapara junto con ellos, quería pedirle que dejara toda su vida y mandara a la mierda todo con tal de estar a su lado.
No era lo suficientemente egoísta para hacer eso.
No podía hacerlo, no tenía el valor de arruinarle la vida a alguien de esa manera. Liam no merecía estar embarrado de toda esa mierda. No quería repetir la historia que Louis y Harry estaban viviendo, no lo expondría de esa manera, no permitiría que su vida corriera peligro si eso implicaba estar juntos. Tenía que dejarlo ir.
—Míralo... Escuché en el instituto que él es el chico que toda la brigada de Londres está intentando atrapar... —Escuchó decir a la chica que se encontraba formada frente a él.
—¿Y cómo sabes que no son sólo un montón de rumores más? —Preguntó su amiga, hablaban bajo, como si estuviera discutiendo un tema prohibido.
Zayn rápidamente miró hacia donde las chicas apuntaban. Se encontró con Aldo parado en la entrada del lugar, bajó su mirada rápidamente e intentó ocultar su rostro discretamente entre sus manos.
—Sólo míralo, está rodeado de guardaespaldas, es obvio que es él. —Continuaban comentando las chicas—. A mí me habían dicho que él venía a esta discoteca a buscar conquistas, es guapísimo.
—Sí, pero igual dudo que le intereses... —Mencionó una de las chicas con un tono burlesco—. Mira cómo toca a ese chico, además se lo devora con la mirada. Seguro que no le gustan las mujeres.
—El chico que está con él también es guapísimo, tal vez les apetezca un trio. —Comenzaron a reír fuertemente sin quitar la mirada de encima de ambos chicos.
Zayn levantó su mirada una vez más, lo hizo por pura curiosidad, quería saber con quién se divertía ahora Aldo.
Pensó que su vista estaba fallando y entrecerró sus ojos para enfocar mejor, era imposible que estuviera viendo aquello. Parpadeó y volvió a mirar, Liam estaba en brazos de Aldo, le hablaba con una sonrisa seductora y se dejaba toquetear por él. Parecía como si se conocieran por mucho tiempo por la manera en la interactuaban entre ellos.
De pronto, sin ningún motivo en especial, Liam se giró hacia el moreno al sentir una mirada sobre él. Se quedó boquiabierto, éste tampoco podía creer lo que veía. Zayn colocó su dedo sobre su boca, indicándole que guardara silencio. Los ojos del castaño se aguaron y no dejó de mirarlo. Aldo lo tomó de la mano, le mencionó algunas palabras y después, juntos, subieron a una camioneta para arrancar siendo seguidos por varias camionetas con escoltas.
Zayn no pudo hacer nada, sentía un nudo enorme en la garganta.
ASK.FM/LARRYISTHEAIR
TWITTER LOUISANDHARRY_V
Chicos, perdón por la tardanza, esta semana no fue una buena semana, demasiado trabajo.
-4 capítulos para el final.
—Val x