Te Necesito (#1) BORRADOR

By Rubi_Maxwell

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Trilogía independiente #1 Error: Falta - Equivocación - Descuido. Rose había escuchado tantas veces aquellas... More

Antes De Leer.
Sinopsis
1. De Nuevo.
2. Secretos Revelados.
3. Mi Hijo.
4. Hora De Hablar
5. Tiempo
6. Resultados
7. Transplante
8. Prensa
9. Nueva Vida
10. Casada
11. Cena Familiar
12. Tía
13. Ebrio
14. Viaje
15. Casa De Campo
16. Doctor
17. Inquietudes
18. Especial
19. Padre E Hijo
20. Somos Cuatro
21. Tenso
22. Noticias
23. ¿Estás Segura?
24. Empresa
25. Sorpresa
26. De Vuelta
27. Trabajo
28. Te Amo
29. Preparativos
30. Navidad + Año Nuevo
31. Cumpleaños
Especial: Austin
32. Hilary
33. Chocolate
34. Despedida De Soltera
35. Boda
36. Luna De Miel
37. Ustedes No
38. Dolor
39. Testamento
40. Alegría
41. Final
Epílogo
Nueva Historia + Agradecimiento
Extra: Las Vegas
Extra: Clarise
Aviso Importante

Extra: Sueño

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By Rubi_Maxwell

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Narra Rose

15 de Abril, 2018.

Hoy es el día.

Hoy me caso.

Hoy voy a ser la mujer más feliz de la vida.

Me abrazo con nostalgia mientras observo el amanecer en la terraza, llevaba cerca de una hora despierta y no estoy para nada arrepentida.

Gracias a la loca de mi amiga, había tenido días bastantes tranquilos y me ha ayudado. Por mi mente pasa lo que se viene en unas horas y no puedo evitar que mis ojos se llenen de lágrimas.

Es un sueño.

En algún punto de mi vida sabía que esto iba a pasar, pero nunca pensé que fuera tan pronto y que él hombre que me esperaría en el altar sería Amos Maxwell.

El mismo hombre de esa noche en las Vegas.

Y El mismo con el que tengo un hermoso hijo.

Acarico mis brazos cuando una brisa llega, pero eso tampoco me hace adentrarme, necesito esto, necesito sentir que es realmente está pasando.

Confío en que mi vida será increíble, no importan las dificultades que se presenten, siempre buscaré la solución y sé que no estaré sola. Tendré a un hombre que me apoyará y siempre estará a mi lado, sin importar qué.

—Hija —la voz de mamá me hace desviar la vista del amanecer—. ¿Llevas mucho tiempo despierta?

Niego.

—Unos cuantos minutos —miento un poco. No los quería despertar, ya que necesitaba este momento para mí, este momento de tranquilidad—. ¿No es hermoso? —Señalo el amanecer.

Asiente. Se acerca hasta quedar a mi lado y abrazarme de costado.

—Muy hermoso —murmura. Ambas nos quedamos otros minutos más contemplando y en total silencio, pero sabemos que debemos de comenzar a arreglarnos—. Ya es hora, ¿Estás lista?

La observo por unos segundos, sus ojos están algo cristalizados, pero su sonrisa es radiante.

—Más que lista, mamá. —Sonrío emocionada.

Ambas vemos por última vez hacia la terraza para después adentrarnos a la casa y comenzar este día.

Hoy es mi boda.

★★★★

—No puedo creer que no te quieras pintar las uñas —Emily bufa y yo solo puedo reír.

—Ya te dije que no quiero, me gustan sin nada.

Desde un comienzo tuve en mente ir lo mas natural posible, no quiero casi nada de maquillaje, solo lo esencial. Y sobre las uñas, tampoco quise, realmente pienso que es una perdida de tiempo.

—Te aprovechas porque tus uñas son hermosas. —Me recrimina.

Río.

—Porque me las cuido mucho —entorno los ojos.

Cierro un poco los ojos cuando un tirón en mi cabello me tiene haciendo una mueca.

—Lo siento —la peluquera susurra.

—No te preocupes, yo soy la delicada. —Hago un gesto.

Es verdad, desde muy pequeña siempre he sido muy delicada sobre mi cabello, incluso mamá se estresada bastante por ello.

—Eso es verdad —mamá dice a mi lado, también la están peinando.

No puedo evitar reír y tomar su mano con cariño.

—Siempre tuviste mucha paciencia.

—Claro que si. —Besa mis nudillos.

—¡¿Ya está lista?! —Brigitte entra a la habitación mirando hacia todos lados.

Justo cuando llega a mi lado la peluquera termina su trabajo.

—Lista, señora Brigitte.

Ella se pone detrás de mí mientras me toma de los hombros y me observa con detenimiento.

—Estas hermosa, Rose. Como una reina —sonríe.

Tomo su mano que se encuentra en mi hombro y le doy un leve apretón.

—Todo esto es gracias a ti —respondo.

—Claro que si. —Asiente con orgullo y todas reímos— Mira lo que traje para ti. —Toma mi mano llevándome hasta el armario.

Abro la boca totalmente impresionada, mi vestido está en los colgadores y aún no me puedo creer que yo usaré ese vestido.

Es hermoso.

—Siempre quedaré igual de sorprendida —murmuro despacio.

—Y es solo tuyo. Es hora de que te lo pongas.

A los pocos minutos tengo como a cinco chicas a mi alrededor mientras me ayudan a ponerme el vestido.

—Con mucho cuidado, chicas. No queremos de esto un desastre. —Brigitte se pasea a mi alrededor.

Todas lo hacen con sumo cuidado.

La puerta de la habitación se abre haciendo que todas miremos hacia allí, Freya es la que entra con una Hilary en sus brazos que no deja de llorar.

—¿Qué sucede? —pregunto preocupada.

—Tiene hambre, pero necesito que alguien la tome para preprarale el biberon.

—Yo la tomo. —Me intento acercar, pero todas dan un grito— ¿Qué? —pregunto despistada, todas tienen una mueca de horror.

—Te vas a ensuciar el vestido —responde Emily—. Yo la tomo.

Niego.

—Ella no va a querer contigo, seguirá llorando.

Hilary era bastante caótica respecto a las personas que la tomen en brazo, si no le gusta, llora todo el tiempo.

—Entonces lo haré yo. —Mamá se acerca, pero la freno.

—No pasará nada, además, quiero tenerla conmigo.

Finalmente todas dejar salir un suspiro de resignación y yo me acerco con una sonrisa a mi pequeña ahijada tomándola en mis brazos.

—Ya, cariño, ya traerán tu biberon. —Beso sus mejillas regordetas mientras la meso.

Sus manos enseguida se van a mi collar y no tengo problema con ello, Hilary tiene un pequeño tic con los collares.

Sus sollozos se calman de a poco y me observa con detenimiento.

—Siempre me sorprenderá su conexión —Emily murmura a mi lado. Todas las demás han seguido en lo que estaban.

Ambas observamos a la pequeña que también nos mira fijamente.

—Yo también estoy sorprendida —respondo—, pero es tan igual a Olivia, que me es inevitable no sentirme cerca de ella. Es como si pudiera verla, sabes.

—Realmente me hubiese gustado conocerla.

—Lo sé —sonrío.

A los pocos minutos Freya vuelve a entrar a la habitación con el biberon, con tristeza se la debo de entregar para poder seguir con los últimos arreglos.

Sonrío con algo de nerviosismo cuando todas me observan con detenimiento, ya estaba totalmente lista para partir a la iglesia.

—¿Tan mal me veo? —pregunto en broma.

—Al contrario, pareces una reina —mamá se acerca con lágrimas cayendo por sus mejillas—. Haré que se me corra el maquillaje. —Mueve sus manos.

—No llores, que también lloro —digo temblorosa.

—¡Que nadie llore! —Brigitte exclama haciéndonos reír—. Han sido muchas horas de trabajo.

El golpe en la puerta nos tiene a todas saltando en nuestros lugares, la cabeza de mi padre es lo primero que veo.

—Estamos en la hora. —Apunta en reloj, pero cuando sus ojos me miran, su boca se abre y entra completamente a la habitación—. Dios, estás alucinante, no puedo...

Niega varias veces antes de acercarse por completo.

—Es mejor que los dejemos, te esperamos abajo. —Mamá me da un beso en la mejilla y deja otro en la de papá al pasar por su lado.

—No puedo creer que mi pequeña se casará. —Toma mis manos y me hace girar sobre mi eje— Y estoy feliz porque será con un buen hombre y estoy más que seguro que hará todo para hacerte feliz.

Sonrío con lágrimas en los ojos.

—Siempre serás tú, papá. —Acaricio su mejilla— No importa el hombre, siempre serás tú.

Besa la palma de mi mano.

—Y tu siempre serás mi pequeña. —Ambos nos miramos con amor—. ¿Lista para esto? —Me ofrece brazo.

—Sí estas a mi lado siempre lo estaré. —Tomo su brazo.

—Siempre estaré a tu lado.

Con una sonrisa salimos de la habitación y bajamos las escaleras para poder subirnos a la limusina. No puedo evitar de soltar una risa al ver lo hermosa que se ve Hilary con su vestido.

El recorrido a la iglesia es mucho más rápido de lo que esperé y mis nervios no me están ayudando, mis manos sudan como nunca.

—¡Ya estamos aquí! —Freya exclama con emoción y todas comienzan a bajar de la limusina.

Soy la única en quedarme otros minutos más junto a mi padre.

—¿Muy nerviosa?

Lo miro, su sonrisa nunca se va.

—Demasiado —reconozco.

—Todo saldrá bien. —Besa mi frente y se mueve para salir de la limusina y tenerme su mano— Vamos, cariño, no te dejaré caer.

—Confío en que no lo harás. —Tomo su mano.

Los flashes no se hacen esperar y por breves segundos quedo sorprendida, pero me recompongo enseguida.

Ambos caminamos hasta la entrada de la iglesia y puedo ver que todo ya está listo. La organizadora se me acerca y me da una breve sonrisa para después asentir.

La ceremonia a dado comienzo.

Primeramente pasan las primas pequeñas de Amos tirando las flores para que después lo hagan las damas de honor y finalmente lo hago yo.

Mis piernas tiemblan ante cada paso y me aferro con fuerza al brazo de mi padre.

—No te dejaré caer, ¿recuerdas?

—Gracias papá.

Finalmente mis ojos se encuentran con ls grises del hombre que amo y me espera en el altar. Su traje a la medida le queda perfecto y no puedo negar lo guapo que se ve, su sonrisa ilumina todo, pero más lo hacen sus ojos mientras me recorre de arriba a abajo.

—Te estoy entregando uno de mis tesoros más preciados, cuidalo con tu vida —Papá habla cuando llegamos frente a él.

—Ten por seguro que lo haré, también es uno de mis tesoros más preciados —Amos responde firme.

Nuestras miradas no pierden la conexión y me siento desfallecer.

Ambos nos giramos hasta poder frente al cura. Sé que nos cuesta un poco ponerle atención a toda la charla que da el cura al tenernos tan cerca y no poder hacer algo.

Nos ponemos de pie cuando finalmente nos toca el turno de decir nuestros votos, sé que comenzará Amos, por lo que ya siento que lloraré demasiado.

Asher se acerca con los anillos y nos sonríe encantado, mirándome con los ojos muy abiertos.

—Que linda, mami —susurra cautivado.

—Muchas gracias, mi amor. —Le doy un beso en la mejilla.

Observo nuevamente a Amos que dirá las próximas palabras. Sus hombros se tensan, pero sé que lo que viene, lo amaré con mi vida.

—Tesoro... —sus hombros se mueven, como si esto lo pusiera muy nervioso—, aún me es imposible creer que estás frente a mí en este momento y lo que estamos haciendo. —Sonríe y no puedo evitar de hacer lo mismo. Mi corazón late como un loco y también puedo sentir como mis ojos se humedecen— Prometo amarte, cuidarte y protegerte por el resto de mis días, ser tu mayor apoyo en los buenos y malos momentos, celebrando así tus logros y levantar tus brazos en tus derrotas. Prometo recordarte cada día cuanto te amo y lo indispensable que tú y mi hijo son para mi vida —su voz se escucha ahogada y lo único que quiero hacer es besarlo mi vida entera.

»Prometo nunca dejar de decirte tesoro, porque eres mi tesoro, así como también prometo siempre tratarte como una reina, porque lo mereces. Siempre voy a estar para tí, Rose, porque confío en ti, en mi hijo y en la familia que formaremos.

Y sí, ya no puedo evitar mis sollozos cuando desliza el anillo por mi dedo y sé que nuestros familiares tampoco.

Con mis manos temblorosas tomo el anillo y dejó salir un suspiro antes de que sea mi turno para los votos.

—Creí que sería más fácil —son mis primeras palabras hacienda reír a varios e incluso el cura. No me pueden culpar, estoy muy nerviosa—. Amos Maxwell, siempre te vi como un hombre inalcanzable para mí, sabes que tu aura y tu porte siempre me han intimidado, pero aún así muchas veces distrutaste molestarme con ello —niego mientras sonrío y no aparto mis ojos de los suyos—. Pero hoy, frente a todos, prometo amarte, cuidarte y protegerte con mi vida. Prometo estar en tus logros y frustraciones, trabajaré lo que más pueda en ser tu mejor amiga, confidente y mejor esposa.

Atrapo mi labio inferior con fuerza, porque quiero volver a llorar.

» Prometo estar ahí en tus locuras y salidas precipitadas, aún cuando odio ser sorprendida. Siempre te amaré y eso te lo puedo prometer con los ojos cerrados, me he enamorado tí, como nunca lo he hecho y prometo hacerlo cada día de nuestra vida. Confío en ti, en nuestro hijo y en la familia que formaremos.

Finalmente deslizo el anillo por su dedo, le doy un leve apretón a su mano y ambos sonreímos emocionados mientras escuchamos lo que queda de la ceremonia.

—Puede besar a la novia —él cura termina por decir. Los aplausos no se hacen esperar.

Sonrío con lágrimas en los ojos mientras siento las manos de Amos en mis mejillas antes de que me bese. Me aferro a sus hombros mientras nos besamos.

—Rose Maxwell, sigue sonando tan poderoso como siempre —murmura sobre mis labios.

Los aplausos se siguen escuchando a muestro alrededor.

—Y a mí me encanta como suena —respondo y le giño.

★★★★

Sonrío totalmente enamorada, mientras Amos me da un beso en la frente.

—Solo iré unos minutos y vuelvo.

—No te preocupes. —Beso su mejilla— Sé que ellos quieren hablar contigo —apunto al grupo de hombres de una esquina—, además, iré donde Austin.

—Está bien. —Me da un último beso para después girarse.

Dejo salir un suspiro, recién habíamos tenido nuestro baile y ha sido el mejor del mundo.

Camino con rapidez hasta donde se encuentra Austin con Hilary.

—¿Dónde está Ethan?, me quería tomar una foto con él —le pregunto a Austin.

Se suponía que hace unos minutos estaba aquí, pero ya no.

—No lo sé, creo que fue al jardín a contestar una llamada. —Se encoge de hombros sin dejar de mirar a Hilary.

Austin está embobado con su hija.

—Entonces iré a revisar —aviso, pero este me ignora.

Niego divertida, mientras camino hasta la puerta que da al pequeño jardín.

Enseguida observo la espalda de Ethan que se encuentra bastante alejado, aunque no me cuesta llegar hasta él, pero paro en seco al darme cuenta que habla por teléfono.

Opto por esperar que termine, después de todo, seguro será solo unos segundos más.

—Yo también te extraño, solo quedan algunos días para que viaje, quiero verte —le dice a la persona del otro lado de la línea.

Abro la boca sorprendida.

¿Acaso es una mujer? ¿Ethan está en una relación?

Trago saliva sin poder decir palabra y solo me quedo de pie detrás de él hasta que corta la llamada.

Se gira sobre su eje quedando frente a mi y la sonrisa que tenía se borra al instante.

—Rose —murmura nervioso.

Mi corazón late rápido.

¿Por qué no nos ha dicho nada?

—¿Con quién hablabas? —no puedo evitar preguntar.

Veo como cierra los ojos por unos segundos.

—¿Cuánto escuchaste?

—Lo necesario, como para saber que estas con alguien —respondo lo más tranquila posible.

Da algunos pasos a mi alrededor llevándose la mano al cuello con desesperación.

—Sí estoy con alguien —responde—. Su nombre es Lia.

Frunzo el ceño, creo que no he escuchado sobre ella.

—¿Quién es Lia?

Él me observa por unos segundos, hay miedo en sus ojos, su manzana de adán se mueve cuando traga saliva.

—Amos me matará —murmura.

—¿Qué? —pregunto sorprendida—. De qué hablas? ¿Por qué Amos te haría algo? —río nerviosa.

—Estoy en una relación con Lia Vitali.

Lo primero que pienso, es que no entiendo absolutamente nada, pero a los segundos el click llega a mi mente.

Si mi memoria no falla, Ethan se está refiriendo a la niña que Amos salvo cuando pequeña y la llevó a su casa, niña que ahora debe ser una linda jovencita de unos dieciséis o diecisiete años.

Esto no puede estar pasando, Amos si lo matará.

—¿Esa Lia? —pregunto temblorosa.

Ethan me toma de los hombros con delicadeza, pero puedo sentir sus manos temblorosas.

—Esa Lia —confirma.

Carajo, solo espero que esto no traiga problemas. Ethan le lleva bastantes años.

★★★★

¡Nuevo extra!

¡Ya quería volver por aquí jeje!

¿Qué les pareció lo de Ethan? ¿Se lo esperaban?

No olviden darle apoyo al capítulo, por favor...

Nos leemos en próximos extras...

Instagram: (@rubi_escritora)

-Rubí.

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