Wen Ruohan no camino mucho tiempo más, ya que fue detenido por un cuerpo menudo
El de una mujer
Su vestimenta seguía igual de provocativa, sobre todo... obscena como aquel día en muelle de loto
—Líder Wen, que bueno que le encuentro, hace un tiempo solicite verle señor. Quería decirle algunas cosas, pero sus discípulos no me permitieron verle. Pero en este momento nuestros caminos se cruzaron es una enorme suerte
Wen Ruohan sin duda pensó, que esta persona era nuevamente en el "muchacho" y con fingida amabilidad saludo —Doncella Jin, mis discípulos me informaron, como entenderá soy un hombre ocupado y no pude atenderle
La doncella sonrió mostrando hasta sus hoyuelos, los cuales harían caer a cualquier hombre que ella quisiera. Con gran entusiasmo de su parte quiso tomar el brazo del Líder —Líder Wen, pero este es un buen día, podemos dar un paseo juntos mientras charlamos
Cuando la joven veo el claro rechazo a su toque, y a su invitación se sintió muy frustrada. Nunca nadie le había hecho tal desplante. Hombres y mujeres por igual caían ante su seductora apariencia. Pero este líder se negaba a hacerlo
¡Que frustrante!
Pero a medida más complicado era para ella, más interesante se volvía.
Esto era una primera vez para la doncella, así que tomo este trabajo, muy personal.
Quería sentir la satisfacción de tener en sus manos a ese apuesto Líder.
—Me temo que este día no se podrá, tengo que encontrar a mis hijos
Al oír esto, los ojos de la mujer se iluminaron —Mi señor será un gusto acompañarle a buscar a sus hijos, así poder conocerlos— dijo emocionada
A Wen Ruohan le agarro un tic en el ojo al escuchar a alguien que no sea su esposa decirle así.
Esta vez la doncella se había propuesto en no recibir su negativa y agarro el brazo del líder, sin permitirle que se apartara.
El rostro del líder se ensombreció. Aunque no mostraba mucho en su rostro, en su interior sentía una clara repulsión al ser tocado. Eso era lo único hasta que sintió que su columna vertebral recorría algo frio. Por instinto su vista se levantó hasta la planta alta del salón de entrenamientos, hacia ese lugar con una gran terraza, decorada con una fuerte baranda de madera oscura. De lo alto del techo caían enormes cortinas que bailaban con el viento en la parte interna del lugar. Casi funcionando como una especie de cortina
En el fondo donde la luz del día no daba directamente
Unos ojos rojos le observaban.
La persona yacía oculta entre las enormes cortinas del lugar. Pero esos ojos vibrantes para el líder era imposible no verlos.
Wen Rohan sonrió.
Ante este gesto, la doncella se confundió gravemente. En su ignorancia pensó que al Líder le había agradado finalmente su cercanía y solamente se estaba haciendo el rogar
Realmente alguien podría morir esta vez...
Wen Ruohan dijo secamente —Doncella Jin, no se acerque tan íntimamente hacia mi persona.
La mujer se sintió valiente en responderle —Líder Wen, no veo ningún problema en que usted y yo nos acerquemos, después de todo somos un hombre y una mujer. Incluso si no somos íntimos ahora... podremos serlo en un futuro— dijo batiendo sus pestañas con clara insinuación. Dejando a más de un discípulo con la mandíbula por el suelo por tal descaro. Los discípulos Wen era un caso contrario, estos apretaron sus espadas, tomando un largo respiro intentando calmarse y no atravesar esa mujer que ofendía su líder y su esposa
¡Jum tal descaro!
—Si eres reacia a soltarme, no te sorprendas que una espada apuñale tu cuerpo
La mujer Jin le miro como si fuera una broma muy absurda, o si era una referencia a algo más...
Sonrió de oreja a oreja al imaginar La larga espada del líder Wen
Sintiendo como su boca segregaba más saliva, se atrevió pego más a él gran cuerpo del Líder —Mi señor a que espada se está refiriendo... no veo que este portando alguna— toco descaradamente las túnicas del Líder
Exasperado, Wen Ruohan se soltó de su agarre y señalo hacia arriba, a ese lugar donde se encontraba ese par de ojos de fuego —Ahí arriba. Alguien podría matarte si te acercas a mí. Ni siquiera este líder tendrá el poder de detener eso— y esto era completamente cierto, si su esposa quería la cabeza de alguien el nunca se interpondría en eso, es más le ayudaría a conseguirlo —Si ocupas hablarme algo con respecto a la competencia díselo a Wen Zhuliu.
Los discípulos Wen la miraron con expresión de burla
¡Ja! No había nadie mejor que Madame Wen
Madame Wen es Madame Wen
Wen Ruohan se retiró rápidamente al gran salón de entrenamiento, dejando a la doncella con la boca abierta por lo que dijo, un poco asustada por esos dos puntos rojo fuego que le miraban fijamente de lo alto del lugar.
Al entrar el Líder se dirigió rápidamente a las gradas ubicadas al fondo del salón que dirigían hacia donde estaba su amado.
Para su sorpresa, Wen Qing se encontraba ahí. Ignoro completamente la mirada que le dedico ella. Como si viera un cadáver caminando.
La línea de visión de Wen Ruohan vio finalmente a su esposa de espaldas a el —¡Mi señora! Mi hermosa esposa— sin pensarlo tanto, tomo la cintura de A-Ying sosteniéndole amorosamente.
Sin pensar que Wei Ying le dedico una mirada roja, con profundo reproche —¡Tu!
Ese tono de voz de Wei Ying, le indico a Wen Qing que era momento de retirarse para no ser arrastrada en el caos.
En su corazón solo le deseo suerte.
A Wen Ruohan por su puesto. Ya que su esposa le daría una buena reprimenda.
Al estar solos Wei Ying se soltó del agarre del Wen, se dio la vuelta y explotó —¿Dónde estabas? Wen Ruohan donde rayos te escondes que no puedo encontrarte ¡No me gusta! ¡Me desagrada completamente!— dijo sin tomar un respiro, caminando de un lado del lugar al otro — Y justo que estoy esperando mi esposo donde pienso que estarás en el campo de entrenamiento y me encuentro con la grandiosa vista de una mujer coqueteándote ¡Y era una Jin!— Escupió lo último con enojo —¿Qué hacia esa mujer contigo? ¿Por qué te estaba tocando? A-Ruo... ¿Qué respondes a tu favor?— dijo con sus brazos a cada lado de su cadera
Wen Ruohan estaba enternecido. En sus años de dulce matrimonio su A-Ying jamás había tomado vinagre. Creía fervientemente que el que provocaba todo esto era ese pequeño ser que crecía en su interior.
En el futuro Wen Ruohan esperaba que el pequeño fuera igual de celoso y protector que él. El pecho se le inflaría de orgullo si así fuera
Viendo como afectaba las emociones de su esposa, mientras estaba formándose... no dudaba que así fuera cuando naciera.
Wen Ruohan estaba feliz
—Mi señora, nunca me había dedicado esa mirada a mi— recalco el Líder maravillado por esos ojos rojos, hermosos en su totalidad. Una tortura era incluso parpadear, perdiendo instantes hermosos de mirarle —Usted tiene unos ojos muy hermosos mi luz y mis estrellas, he pedido a los dioses que me concedan muchos años de vida para poder verte a ti, todo el tiempo que me permitan.
Ante las palabras melosas del Líder, el enojo de Wei Ying pareció perder poder, al recordar las palabras dichas por su esposo. Inmediatamente cambio sus ojos. Nunca había puesto sus ojos rojos a su esposo. Temía que podía suceder y este no era un momento para saberlo. Tenía que cuidar el pequeño rabanito que estaba creciendo en su interior.
—N-no fue mi intención dedicarle esa mirada mi señor— trago fuerte
Wen Ruohan sonrió maliciosamente ante la timidez de su amado, sin contenerse lo tomo de la cintura y lo atrajo hacia si, para susurrarme en su sensible oreja —No me importa si no fue tu intención o no, te vez jodidamente caliente así. No importa si quieres hacerlo nuevamente. Hazlo— incentivo dejando a rienda suelta su mano, tomando sus jugosos glúteos, manoseándolos sin ningún impedimento y vergüenza.
Los dedos curiosos del líder iban dirigiéndose a ese lugar que estaba comenzando a humedecerse. El líder estaba jugando, tanto como acercaba su mano, la alejaba para continuar apretando su carne.
—Yo-yo no me atrevería
Los jadeos de Wei Ying no se contuvieron más, soltándolos sin ninguna medida ni regulación, Wei Ying tarde recordó que, había discípulos entrenando en la planta de abajo, y los escucharían. Trato de reprimir los sonidos enterrando su cabeza en el hombro de su esposo, sosteniendo fuertemente las túnicas de su esposo entre sus manos.
Wen Ruohan encontraba encantador, los pequeños espasmos que recorrían en el cuerpo de su esposa. Las enormes manos del Wen tocaba por todas partes, el trasero de Wei Ying se le hacía sumamente apetitoso. Sin embargo, el repentino silencio le molesto.
Un estruendoso sonido corto el ambiente.
Wen Ruohan le abofeteo el trasero de Wei Ying, ganándose un jadeo de sorpresa. Antes que su esposa se quejara Wen Ruohan gruño —No me prives de tu glorioso sonido esposa, no intentes contener tu voz
Wei Ying lo vio con suplica —P-pero nos pu-pueden oír
El Wen pareció pensarlo un momento antes de dejarlo ir —Tienes razón mi señora. Realmente odiaría que alguien te escuchara— Wen Ruohan desistió de molestar a su esposa, sabiendo bien que su control no era tan bueno, cuando se trataba de su amado. Y sobre todo sabía bien que ahora no podía molestar tanto a su esposa.
Al sentir que su esposo lo dejaba libre se sintió un poco confundido, y desorientado que no noto cuando su esposo había ido a mover una silla de madera, para colocarla cerca del balcón, pero siempre procurando que quede oculto para las personas que estaban abajo.
Sintió una cálida mano tomar la suya. Wei Ying sentía flotar que no sintió en qué momento su esposo lo coloco sobre sus piernas. En un pequeño instante de luz, sintió que había algo que tenía que decirle a su esposo, pero lo había olvidado. Ahora que estaba entre los brazos de su esposo sentía mucha tranquilidad. Su esposo tenía un efecto relajante en él, que era muy bien recibido.
El Líder Wen rodeo su pequeña cintura entre sus brazos fornidos y comenzó hablando en un tono de voz cálido, que solo era reservado para la persona que tenía entre sus brazos —Explicando lo anterior, mi señora no debe de sentirse incomodo por alguien más. A mis ojos no hay nadie con tal belleza como tú. Ella es una doncella que recibe órdenes del viejo Jin... me encontré con ella en la secta Jiang, la descubrí fácilmente su poco tacto y falta de sutilidad, el viejo Jin la envió para espiar, y por eso mismo todos estos discípulos extranjeros están aquí...— suspiro cansadamente —No me extrañaría que de un momento a otro las sectas dijeran que quieren adelantar la competencia. Mi señora, debes entender que mis ojos jamás vieron a nadie más que a ti— Vio fijamente el rostro ruborizado de A-Ying —Desde que te encontré en aquel lúgubre lugar rodeado de energía resentida, admito que no pude sacar tu rostro de mi mente —Confeso —Habían noches que no podía dejar de pensar en tu rostro y comenzar a preguntarme de ¿Cómo estabas...— Tomo la delicada mano de su esposa, y la llevo a sus labios —Mi mayor arrepentimiento fue regresarte a esa secta Lan, pensando en que estarías bien ahí... No sabía que te trataban ...— su voz se corto
Ninguna palabra dicha por el Líder era mentira, el nunca dejo de pensar en ese cultivador que encontró al borde de la muerte, con algunos huesos rotos, aun no sanados debido a la fuerte energia resentida del lugar. Muchas noches el Líder tenia pesadillas, viendo la misma imagen, su esposa tendida en el piso rodeado de sangre
Wei Ying extendió su mano para acariciar el rostro de su esposo —No hay nada que lamentar, si todo eso no pasara yo no hubiera llegado aquí, ni tampoco estaríamos así en este momento. Soy afortunado en tener a un esposo tan amoroso. Solo que en este tiempo estoy teniendo muchos desajustes emocionales...— dijo esto último en voz realmente baja —Confió mucho en ti
Wen Ruohan sonrió genuinamente, pego su frente con la se su esposa, como un gesto intimo —Esposa
—Esposo— Respondió felizmente
Luego del tierno momento como si nada Wei Ying revelo —Ahora ya no quiero matarte esposo, ni castrarte
Wen Ruohan le miro divertido —¿De verdad?
—¡Te escondes de mí!— reprocho — Y tampoco tengo el valor ni el corazón de realizar la acción de la palabra que prohibiste
—Deja de hablar de eso
Wei Ying inflo las mejillas —No quiero
A Wen Ruohan se le erizaban los vellos de la nuca al escuchar semejante tema
Wei Ying al ver la expresión frustrada de su esposo continuo —Ya no podrás separarte de mí. Tienes que ser responsable— Wen Ruohan lo miro expectante —A-Ruo ya no podrás separarte de mi
—¡No hay fuerza en este mundo que me haga separarme de ti!— rugió con fuerza
Al tener toda la atención de su esposo puesta en él, continuo —A-Ruo, hablo enserio, tienes que hacerte responsable... porque mi cuerpo ahora está formando a un pequeño ser, tuyo y mío... ¡Esposo, estamos embarazados!— confeso hecho todo sonrisas
Viendo la expresión en blanco de su esposo, para que confirmara llevo su mano hasta su abdomen y la apretó tenuemente sorbe sus túnicas. En los segundos siguientes el rostro de su esposo se fue iluminándose gradualmente.
Sin más, Wen Ruohan abrazo a su esposa, y beso tiernamente.
Una vista espectacular de un momento tan especial, de una poderosa pareja, oculta a ojos ajenos, este momento es el que marcara muchas cosas en el futuro.
Wen Ruohan vibraba de felicidad.
Al compartir momento de risas y de miradas entre ellos. Wei Ying con lágrimas en los ojos —¿Ya lo sabias verdad?
El Líder tomo el rostro de su esposa y con sus pulgares limpio las lágrimas de su esposa —Lo ansiaba— Aunque tuviera leve rastro de ello, nunca le quitaría el placer a su esposa en decírselo el mismo, y de ver la ilusión en su rostro en contárselo. Además, una pequeña parte de raciocinio del líder temía que no fuera real. Pero toda duda se esfumo, ahora esto era real, lo sentía, esa pequeña energía era su hijo.
Un pequeño sol
—Qing-Jie lo comprobó, estaba esperando a contarte A-Ruo ¡Me hiciste esperar mucho tiempo!
Wen Ruohan se rio ante el tono infantil de su esposa, era momento de confesar la desaparición de ese día —Lamento haberte hecho esperar. Para mostrarte el porqué de mi tardanza y de mi apariencia poco digna como para presentarme con mi esposa, tendrás que acompañarme a un lugar ¿Quieres ir conmigo mi señora?
—Iré contigo donde desees mi señor— sonrió grandemente
Luego de haber arreglado las túnicas de su esposa correctamente que se habían desarreglado por tanto manoseo de parte del Líder. Tomando la mano de A-Ying, lo llevo hacia uno de los patios que estaba muy cerca de sus aposentos. Wen Ruohan lo guio por zonas poco transitadas para evitar que vieran a su esposa, con su rostro enrojecido, labios rojos y varias marcas alrededor de su cuello.
¡Ni hablar!
¡Nunca dejaría que vieran a su esposa en ese estado!
Al llegar a tan amoroso lugar, construido con precisas instrucciones del Líder Wen para su esposa.
El salón rojo
Contaba con un gran salón, con enorme pasillo en medio, rodeado de rosas rojas que rodeaban todo el lugar con un agradable aroma, además el cultivo de estas preciosas flores era en tierra espiritual, eso hacía que la energía del lugar fuera muy jugosa para absorberla y mejorar el cultivo. Además que el líder mismo, había hecho formaciones para que la energía fluyera directamente en el salón.
¿Quién podía decir que el líder no era todo un romántico? Si había construcciones en toda la secta específicamente para Madame Wen.
Ese hermoso salón de agradable ambiente fue construido y vigilado con ojos de Alcón por el Líder Wen. No había ningún espacio para imperfecciones.
Antes llegar a la entrada, el Líder Wen se detuvo dejando a su esposa de pie, el entro al salón donde Wei Ying lo perdió de vista.
—A-Ruo ¿Qué estás haciendo?
A lo lejos la voz del Líder se escuchó —Aguarda cariño
No paso mucho para que el líder volviera a aparecer, trayendo consigo una cajita curiosamente familiar
—¿Qué haces con eso?
Wen Ruohan sonrió —Es necesario el hierro Yin para esto, esposa
Le pidió amablemente que dejara fluir su energía, para que con la energía de ambos el sello de camuflaje desapareciera. Dejo de ser un bello amuleto, para pasar a su estado original, un hierro frio al tacto.
Wei Ying solo miraba con curiosidad a su esposo, dejando que hiciera lo que le plazca
Al momento Wen Ruohan recordó algo —También te traje esto— le tendió un sombrero oscuro hecho de bambú, con un velo del mismo color —Es para evitar que te vean mi señora— se explico
Wei Ying dejo ponerse el sombrero. Y fue guiado por su esposo a un destino el cual desconocía
Cuando se preparó para caminar, su esposo apareció con un enorme semental de pelaje oscuro. Wei Ying sonrió al reconocerlo, era el precioso caballo de su esposo.
Un semental digno de su esposo.
Era...
Enorme
Este pareció reconocerlo aun con el velo oscuro puesto.
Con ayuda, Wei Ying se subió al caballo para luego seguirle el Líder, montando ambos esa furia oscura. En todo momento el Líder iba sosteniéndolo de la cintura cuidándolo en todo momento. El inteligente semental como si entendiera la situación, evitaba todo camino rocoso y feo. Cuidando la esposa de su amo.
Wei Ying le prometía comprarle muchas manzanas por ser tan buen chico. Balerion aceptaba sus manzanas contento. Haciendo sentir un poco receloso a Manzanita por robar manzanas que consideraba suyas.
Aun con un andar lento, llegaron pronto.
El líder ayudo a bajar a su esposa, sosteniéndolo de su cintura.
Dejaron al semental un momento que anduviera libre, ya que el camino que seguía adelante, no podrían llevarlo.
Balerion entendía la situación, así que fue a buscar pasto fresco que comer. Para el hermoso corcel, no era extraño que su amo y su esposa se desaparecieran de vez en cuando, para que al instante se escucharan ruidos extraños, así que mejor se concentró en buscar que comer, un poco alejado de donde iban ambos humanos.
Mientras más seguían caminando más dificultoso se ponía, el camino fue complicado, había muchas rocas. El líder Wen jamás perdió la concentración, siempre estuvo atento a su esposa, que no se tropezara y cayera.
—Mi señora ¿Podrías entregarme el amuleto?— pidió de repente Wen Ruohan
Wei Ying metió su mano entre sus túnicas y saco dicho objeto envuelto en una fina tela blanca. Y se lo entrego a su esposo.
Ya en las manos del Líder, este desenvolvió el objeto y lo sostuvo en sus manos un instante. El Líder parecía percibir algo —Estamos cerca— informo simplemente
No paso mucho, cuando estuvieron al pie de una enorme cueva, muy irregular —Es seguro pasar— el Wen tomo la delicada mano de su esposa, y juntos entraron al oscuro lugar.
Wen Ruohan primero activo un talismán y luego saco un cristal de sus túnicas del tamaño de su mano, que aparentaba no ser tan significativo, al momento que el Líder vertió un poco de su energía espiritual en él, de inmediato desprendió una luz celeste casi blanquecina y crecio un poco de tamaño. Con ello el cristal floto, brindándole luz a cada paso que daban. Wen Ruohan considero que el velo ya no era necesario y se lo quito a su esposa para que viera mucho mejor el lugar.
—¿Qué hacemos aquí?— pregunto con más curiosidad Wei Ying, al no recibir una pronta respuesta bromeo —No me digas esposito que vienes a robar la pureza de este pequeño loto, en esta cueva oculta de todos. Que atrevido Líder Wen.
Con la luz del talismán flotando, acompañándolos de cerca. Las facciones del líder se endurecieron y palabras cortas y llenas de significado dijo —No me tientes. Mis deseos se desbordan por ti. No bromees así.
Wei Ying lo miro estupefacto —No me molestaría hacerlo aquí, esposo— dijo tentativamente
La mandíbula del Líder se apretó
—No podemos... no aquí, será en otro momento. Ahora vengo a obsequiarte algo, no me distraigas
Con todo el poder de voluntad que poseía el Líder, continúo caminando, sosteniendo a su esposa cerca, pronto llegaron a una parte con gran espacio donde frente a ellos había una entrada de cueva más, el Wen no dudo y entro sujetando a su esposa. Al al avanzar poco, una luz se asomaba, en lo que parecía una salida, lo sorprendente era lo alta y espaciosa que era. En medio de la cueva había un extenso estanque de agua.
—¿Esposo, que hacemos aquí?— pregunto tomándole la manga —¿Qué lugar es este?
—Tienes razón a no reconocer el lugar, jamás te traje aquí. Y es que en términos generales... estar aquí está prohibido. No para mi claramente, a mí no se me prohíbe nada. Es una ventaja ser el líder de secta— se jacto —Hay una historia de hace muchos años, de una enorme bestia habitando este lugar, por ello tomaron la decisión de deshabitar el lugar, esposa estamos en el Monte Muxi