estaba leyendo los anteriores especiales de aniversario y todos son una verga jajajajaja perdón
ATEEZ x ATEEZ
No era un día común en los dormitorios de ATEEZ, o bueno, ningún día desde que Hongjoong podía recordar había sido común. Sin embargo, en esta ocasión, era particularmente fuera de lo común.
Bebieron hasta el borde del coma etílico, y de alguna forma... Hongjoong terminó desnudo, con la polla al aire y Seonghwa inclinando frente a él, moviendo su cabeza rubia de arriba a abajo tortuosamente. Eso ya era inusual, pero lo fue más cuando Hongjoong vio a Wooyoung detrás del mayor, sujetándolo fuertemente de las caderas.
Hongjoong recordaba vagamente haberse inclinado sobre los labios de Seonghwa, pues había estado tan embobado mirándolos; eran sumamente lindos y pomposos, Hongjoong tenía que probarlos al menos una vez en su vida, por eso, sin pensar demasiado, y al tener tan cerca a su hyung, Hongjoong tomó su labio inferior entre los suyos tímidamente, Seonghwa no se apartó, por el contrario, luego de la sorpresa inicial, tomó su nuca y profundizó el beso.
Hubieron alaridos de sorpresa, risas, alentadas y alguna queja asqueada cuando el beso comenzó a subir de intensidad. Hongjoong no pretendía demasiado, pero esa boca húmeda y dulce lo había puesto duro de inmediato.
―¡Ten cuidado con la espada de ese pirata, Hwa! ―le gritó Yunho, riéndose escandalosamente, siendo seguido por el resto de los miembros.
Seonghwa bajó la mano por su pecho, se separó ligeramente de él mordiendo su labio inferior, sus ojitos suplicantes miraron su erección y jadeó como un gatito. Hongjoong mordió su labio inferior sintiéndose halagado por la expresión que el mayor estaba regalándole.
―Me la están poniendo dura ―murmuró Mingi frunciendo la nariz ligeramente, Yeosang lo miró para comprobar que lo que decía era cierto y rio cuando vio la erección de Mingi.
―¡Chúpasela, hyung! ―gritó Wooyoung, alentándolo―. ¡Queremos ver!
Hongjoong asintió inmediatamente a lo dicho por Wooyoung, entonces Seonghwa no esperó que se lo dijeran otra vez.
―¡Yo no quiero ver! ―gritó Jongho, pero no se movió de su sitio cuando Seonghwa bajó los pantalones de Hongjoong, al contrario, siguió detalladamente los movimientos del mayor.
Todos estaban conmocionados por el espectáculo, algunos más que otros. Hongjoong se puso colorado cuando la mano delicada de Seonghwa tomó su pene y lo masajeó cuidadosamente antes de rodear la punta con su lengua. Algunos gemidos se escaparon de sus labios y se sintió desfallecer cuando fue completamente engullido por la boca de Seonghwa.
―Minky, ven aquí... ―llamó Yunho con su voz dulce y grave, palmeando su regazo―. Ven, yo voy a ayudarte.
Mingi jadeó excitado y gateó hasta el mayor, sentándose en su regazo, apoyando la espalda en su pecho. Yunho sonrió satisfecho cuando su dulce princesa fue obedientemente hasta él, no era la primera vez que hacían esto, así que Mingi sabía qué hacer. Bajó los pantalones hasta sus rodillas, y abrió sus piernas tanto como pudo.
Yeosang y Jongho se miraron entre sí, pues eran los menos ebrios entre ellos. Mientras que Seonghwa se estaba comiendo la polla de Hongjoong, Yunho masturbaba a Mingi y los sonidos que soltaban hacían que se sintieran tímidos.
San, a este punto, estaba desmayado sobre el trasero de Wooyoung, usándolo de almohada. El menor comenzaba a sentirse incómodo al estar acostado bocabajo sobre la alfombra, sin poder frotarse cómodamente por tener la cabeza del gatito sobre él.
―¿Y si nos vamos? ―susurró Jongho haciendo un gesto hacia Yeosang.
El mayor le miró como si estuviera loco y negó con la cabeza.
―El porno es ilegal en este país, sólo disfruta la vista ―le sonrió guiñándole el ojo.
Jongho se puso completamente colorado. Miró hacia el frente, como Yeosang le dijo: Seonghwa seguía chupando a Hongjoong y el tembloroso cuerpo del líder parecía estarlo disfrutando demasiado, Seonghwa llevó las manos a sus caderas y comenzó a bajarse los pantalones, luego llevó una mano a la boca de Hongjoong y metió los dedos entre sus labios, empapándolos con la abundante saliva que se escapaba por la comisura de sus labios.
―Mierda, es demasiado ―murmuró Wooyoung balanceándose ligeramente―. Hyungie, déjame meterla entre tus piernas ―pidió en voz alta, casi suplicándole.
Seonghwa soltó el pene de Hongjoong provocando un sonido obsceno y miró a Wooyoung con una sonrisa perversa. Wooyoung se levantó de inmediato, dejando a San a un lado, caminó hasta Seonghwa, colocándose detrás suyo. El mayor quitó los dedos de la boca de Hongjoong y los dirigió a su propia entrada. Wooyoung jadeó al ver cómo sus lindos dedos abrían su agujero.
Mingi jadeó más fuerte, sentía la respiración acelerada y caliente de Yunho en la oreja, las manos duras y enormes del mayor sujetaban su miembro con maestría, masajeándolo de la forma que le gustaba.
―Yuyu... ―Mingi gimió quejoso, apunto de correrse―. Tócame dentro...
Yunho mordió suavemente la oreja de Mingi y, con su voz grave, susurró:
―¿No quieres tener la polla de tu hyung dentro, princesa? ―Yunho pasó la lengua por su piel, causándole un escalofrío―. Mira cómo te ven, ven la sucia perrita que eres, y les encanta.
Mingi gimió, corriéndose con fuerza sobre su propio estómago. Su cara se puso roja y desvió la mirada de Jongho, quien observaba cada movimiento que hacían con detenimiento.
―¿Vas a gemir para tus hyungs, preciosa? ―preguntó Yunho, llevando ambas manos a las nalgas de Mingi, restregándolo contra su erección―. Quiero que los veas a los ojos mientras te la meto y lleno este culo gordo de semen.
Mingi volvió a ponerse duro y jadeó lloroso por la excitación que esas palabras roncas a milímetros de su oreja estaban causando.
―Voy a prepararte con un poco de semen, princesa ―Yunho llevó los dedos llenos de semen al agujero dilatado de Mingi, ya que habían tenido sexo el día anterior―, abre más tus lindas piernas. ¿Te sientes bien siendo observada por tus hyungs, nena?
Mingi volvió a mirar al frente, Hongjoong, San (despierto y desorientado) y Jongho estaban viéndoles. Podía notar la excitación en sus miradas, pero no le intimidaba, de hecho, le hacía sentir bien, jodidamente sexy.
Mingi asintió lentamente, soltando un sonido de agrado. Yunho sonrió satisfecho, metió sus dedos y comenzó a moverlos sin mucho cuidado, sacudiendo a Mingi por la intromisión tan repentina.
―Mi nena es...
―Tuya... Toda tuya ―completó Mingi, mordiendo su propio dedo cuando las embestidas de Yunho tocaron su próstata, haciendo que gimiera y jadeara agudamente.
―Princesa, deja que te escuchen...
Mingi soltó su dedo y sus sonidos fueron liberados por sus gruesos y ensalivados labios rosados.
(...)
Había pasado una semana y nadie había mencionado absolutamente nada de lo que había pasado esa madrugada de sábado. Aunque los gemidos de Mingi vagaran por sus mentes, o los lloriqueos de Seonghwa cuando Wooyoung se frotaba entre sus piernas, la tensión sexual desde esa noche fue cada vez más obvia.
San había estado confundido apenas despertar, pero, en el fondo, siempre supo que las cosas acabarían así. San deseaba con todas sus fuerzas follarse a Wooyoung, tomarlo del cuello y azotar su culo con un cinturón, hacerle llorar y suplicar por más. Había tenido incontables sueños húmedos gracias a la actitud tan provocativa del menor, a sus coqueteos y sus insinuaciones tan obvias.
San recordaba esa vez hace un tiempo cuando Wooyoung le había contado que saltó sobre la polla de Seonghwa (lo había visto) y que le gustaría ser follado por él.
Él, no San.
―Sobre lo que pasó hace una semana... ―comenzó San en un tono bajo, cerca del rostro de Wooyoung.
El menor abrió uno de sus ojos y le sonrió de lado. Ambos estaban descansando en la habitación del hotel luego de haberse metido a la piscina, el menor se había dormido en su cama y San no dudo en tomarlo entre sus brazos. Wooyoung se aferró a él casi inmediatamente, escondiendo la cara en su pecho.
―Diablos, sí. Le tengo muchas ganas a Yunho, ¿no viste su polla? Quiero ahogarme con esa bestia ―Wooyoung murmuró mordiendo su labio―, pero creo que tiene algo con Mingi.
―Pensaba que le tenías ganas a Seonghwa ―dijo San soltando una risa.
―Hwa también la tiene jugosa... ―dijo Wooyoung soltando un jadeo al recordar la vez que saltó sobre sus piernas como un conejito malo―. También te tengo ganas a ti, Sani ―soltó coqueto, jugando con el labio inferior de San con su dedo índice―. Y a Hongjoong hyung, y a Jongho.
San atrajo al menor a su cuerpo y tomó sus labios sin avisar. Brusco, duro y sexy.
(...)
―La última vez que hicimos esto, terminó en algo raro ―dijo Jongho viendo que San y Wooyoung habían pedido comida y bebida alcohólica.
―Lo dices porque no participaste ―dijo Wooyoung empujándolo con burla.
San se rio.
―Si las cosas se ponen duras, yo te la chuparé, Jongho ―consoló San mostrándole su lengua rosada.
El menor se puso colorado al instante.
―¿Qué te parece si hacemos un trío?
La pregunta de Wooyoung no sonó tan descabellada como lo hubiera sido si lo decía semanas atrás. Sin embargo, Jongho no era tan lanzado como esos locos, él pensaba en su trabajo y su amistad. No podía simplemente sacar su polla y que esos dos hicieran de él lo que quisieran...
―Fácil como la tabla del uno ―rio Wooyoung jugando con los testículos de Jongho.
24102022
Mañana subo la parte dos si es que me alcanza el tiempo
No se me ocurrió un pingo, lo siento jejeje
Jongho al final fue de que: no me insistas tanto 😂😂😂😂