Te Necesito (#1) BORRADOR

By Rubi_Maxwell

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Trilogía independiente #1 Error: Falta - Equivocación - Descuido. Rose había escuchado tantas veces aquellas... More

Antes De Leer.
Sinopsis
1. De Nuevo.
2. Secretos Revelados.
3. Mi Hijo.
4. Hora De Hablar
5. Tiempo
6. Resultados
7. Transplante
8. Prensa
9. Nueva Vida
10. Casada
11. Cena Familiar
12. Tía
13. Ebrio
14. Viaje
15. Casa De Campo
16. Doctor
17. Inquietudes
18. Especial
19. Padre E Hijo
20. Somos Cuatro
21. Tenso
22. Noticias
23. ¿Estás Segura?
24. Empresa
25. Sorpresa
26. De Vuelta
27. Trabajo
29. Preparativos
30. Navidad + Año Nuevo
31. Cumpleaños
Especial: Austin
32. Hilary
33. Chocolate
34. Despedida De Soltera
35. Boda
36. Luna De Miel
37. Ustedes No
38. Dolor
39. Testamento
40. Alegría
41. Final
Epílogo
Nueva Historia + Agradecimiento
Extra: Las Vegas
Extra: Sueño
Extra: Clarise
Aviso Importante

28. Te Amo

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By Rubi_Maxwell

Es un capítulo muy esperado, quiero leer muchas reacciones jajja

Narra Rose

18 de Noviembre, 2017.

Estoy fascinada con la pancita de Olivia, ya tiene seis meses y es bastante notoria. Quiero reír al ver sus cachetitos un poco más rellenos y sus mejillas sonrojadas.

—Sí me sigues mirando así, me sentiré muy acosada. —Me señala seria.

Ni siquiera debo hablar de sus cambios de humor, son como una montaña rusa; aunque tampoco me importan, puedo soportarlos.

—Lamentablemente no me importa lo que pienses, no dejaré de mirarte —la molesto.

Ella me saca la lengua como si de una niña pequeña se tratara y sigue comiendo helado. No entiendo como no le duele la cabeza, yo ya no lo soportaría.

—¿Me veo muy gorda? —pregunta y se mueve hasta dejarse ver por completo, ya que estaba sentada.

La miro bastante impresionada por su pregunta.

—¿Gorda? Yo solo veo a una mujer hermosamente embarazada —digo seria. No me gusta cuando hace esos comentarios, ella es hermosa—. No quiero que digas eso, debes de pensar que tienes un bebé dentro de ti y está creciendo. —Me acerco a ella.

—Lo sé y odio sentirme así, pero hay veces que me es inevitable —murmura.

—Cuando te sientas así, quiero que me llames. —Ella asiente y le doy un abrazo.

El sonido de la puerta nos hace separarnos y Austin entra con dos bolsas.

—Traje pollo. —Mueve las bolsas con emoción, pero ninguna le responde— ¿Sucede algo? —pregunta.

—Solo fue uno de mis tontos episodios, pero ya estamos bien —Olivia ríe y se le acerca.

—¿Pero estás bien? —su voz está teñida de preocupación.

Esto es muy tierno de ver.

—Lo estoy, no te preocupes. Ahora deja ver este pollo que muero de hambre. —Le quita las bolsas y la lleva a la encimera para comenzar a revisar.

—Traje bastante para los tres —dice y comienza a sacar platos mientras yo también le ayudo para servir.

—Están deliciosas —Olivia susurra, cuando ya todos estamos sentados comiendo.

—Concuerdo, están buenísimas —hablo llevándome un pedazo a la boca.

—¿Amos te a llamado? —Austin pregunta y lo miro extrañada.

—No. ¿Ha pasado algo? —ahora estoy preocupada.

Él me dijo que estaría muy ocupado y no tendría mucho tiempo para llamar. Para mí no es un problema, ya que entendo que es su trabajo.

—Claro que no, solo te preguntaba, se me hace extraño que no te llame. Ese idiota también es algo posesivo —dice divertido.

Río con él, pero siento una punzada en mi pecho. Algo no está bien.

El resto del día es increíble, hoy solo había querido pasar tiempo con Olivia y Austin se había calado a nuestro día; aunque a ninguna nos molestaba.

El sonido de mi celular me hace dejar la conversación.

Es Amos.

—El posesivo. —Le muestro el celular a Austin y este ríe a carcajadas.

—Hola, cariño —contesto.

—Tesoro, ¿aún estás donde Olivia? —se escucha algo de viento de fondo.

—Si, ¿por qué?

—No te voy a poder pasar a buscar, todavía tengo bastante trabajo. Quería que le dijeras a mi hermano que te llevara a casa.

Ya me había preocupado.

—Claro, cariño. Yo le digo.

—Está bien, con eso me dejas más tranquilo —murmura—. Te debo dejar, Tesoro. No olvides que te amo.

Sonrío.

—También te amo, adiós.

Corto la llamada y observo a mis acompañantes, ambos están mirándome fijamente.

—Son tan tiernos. —Olivia hace un puchero, aunque parece que realmente va a llorar.

En fin. Sus cambios de humor ya ni me sorprenden.

—Amos no podrá pasar por mí, me dijo que te pidiera si me llevar a casa, por favor —le hablo a Austin.

—No tengo problema en hacerlo. ¿Te vas ahora?

—Yo creo que sí, ya he estado mucho aquí y es muy tarde —digo mientras observo en los ventanales como ya está algo oscuro.

—Entonces vamos.

Asiento poniéndome de pie buscando mis cosas. Me despido de Olivia haciéndole prometer que me irá a visitar muy pronto a la casa.

—¿Te molesta si paso a la casa de un amigo antes? —Me lo pienso un poco y niego, mientras no llegue tan tarde a casa, me parece bien— Gracias, Rose.

Las calles por las que transita se me hacen desconocidas, pero no les tomo tanta importancia hasta que pasamos por caminos rurales. Mi corazón se comienza a acelerar al darme cuenta que incluso somos el único vehículo, no hay nada más.

—Austin —susurro presa del miedo y me comienzo a desesperar en mi asiento.

Austin aparca el auto en una orilla y me mira fijamente.

—Quiero que te traquilices, Rose. Nunca en mi vida te haría daño, sabes que te quiero como una hermana. —Toma mi mano con fuerza—¿Confías en mí? —pregunta.

Por un momento observo el camino y vuelvo mi vista a él.

—Lo hago —murmuro.

—Entonces no te preocupes, no te sucederá nada malo, solo relájate y espera.

Asiento aún asustada, pero el resto del camino lo paso en silencio. Vuelvo a sentir miedo cuando entramos a un callejón, no hay nada, solo árboles y parece tenebroso.

—¿Ves lo de allí? —pregunta. Desvío mi mirada hacia donde me apunta y hay una gran casa—. Ya llegamos.

Austin aparca el auto y me hace una seña de que baje, ambos caminamos hasta la entrada de la casa.

—Hasta aquí llego yo —murmura.

—¿De qué hablas? —Abro los ojos asustada.

—Debes de entrar sola, hay algo esperándote adentro. —Lo miro como si estuviera loco, pero el me sigue insistiendo—. Confía en mí, te va a gustar.

Con mi cuerpo tembloroso empujo un poco la puerta y esta se abre, las luces de la casa están prendidas por lo que se me hace más fácil caminar. Giro mi cuerpo y vuelvo a observar a Austin, este sonríe como si no hubiera mañana.

¿Acaso no tiene miedo de que alguien me mate?

Niego y vuelvo a caminar, me debato en sí subir las escalera o no, pero finalmente lo hago. La madera cruje sobre mis pies y subo con lentitud, a pesar de la situación quedo completamente enamorada con el diseño de la casa. Todo es muy hermoso.

Sigo subiendo hasta topar con un pasillo, es largo y espacioso, a sus costados hay múltiples puertas y me acerco a la primera.

La luz está apagada, pero se ilumina con la Luna, parece ser una habitación. Entro con cuidado y puedo apreciar mejor, hay una gran cama y algunos cuadros, parece no estar totalmente decorada.

Me siento morir cuando veo una silueta en el gran balcón, por lo que tomo la opción de irme, pero la persona se gira y puedo con bastante claridad observar su rostro.

—¿Amos? —pregunto sorprendida al poder apreciar mejor.

Abre la puerta del balcón y entra a la habitación. Amos sigue con su traje, pero está sin su saco.

—Tesoro —murmura con una gran sonrisa.

Abro y cierro la boca totalmente confusa, no entiendo nada.

—Yo... ¿Que haces aquí? No entiendo nada —digo casi tartamudeando.

—Ven aquí —me llama. Aún con mi cuerpo tembloroso me acerco a él, toma mis manos y me apega a su pecho—. No tengas miedo, Tesoro. Yo le dije a mi hermano que te trajera.

Paso mis brazos por su torso abrazándolo con fuerza.

—Tuve mucho miedo —murmuro en su pecho.

—Lo sé, amor y lamento todo esto, pero quería darte una sorpresa. —Besa mi coronilla.

Levanto mi rostro y lo miro sorprendida.

—¿Sorpresa? —pregunto.

—Así es. —Se aparta un poco— Cuando viajamos a Los Ángeles me di cuenta que te encantó la casa de campo y la naturaleza. Así que quise poder tener algo similar aquí, para nosotros y escapar del torbellino de New York.

—¿Quieres decir que esta enorme casa es nuestra? —pregunto ilusionada.

—Si, amor, es nuestra —sonríe—. ¿Te gusta?

—No pude ver mucho, pero lo que vi me encantó. El color es bellísimo.

—Quise que fuera algo que te gustara.

—Y lo hace, cariño. —Lo abrazo— ¿Esta es nuestra habitación? —pregunto observando a mi alrededor.

—Lo es, no quise decorar mucho, ya que quiero hacerlo en familia.

Asiento emocionada, ya me imagino a Asher corriendo por la casa.

—¿Tenemos una linda vista? —Apunto el balcón.

—Averigualo por ti misma.

Camino allí con rapidez y abro los ojos sorprendida, es como estar en una montaña. Al entrar no me había dado cuenta de lo alta que era la casa, pero ahora lo hago, todo se ve tan pequeño y hermoso.

—Es tan hermoso —susurro cautivada—. ¿No hay más casas? —pregunto extrañada.

—Si las hay —lo escucho moverse detrás mío, pero no me giro—, pero están a varios kilómetros, la idea es tener privacidad.

Asiento comprendiendo, esto es una locura.

Quedo enamorada al ver unas grandes letras en el cielo, se nota que están a una gran distancia, pero puedo leer con claridad lo que dicen.

MARRY ME.

Sonrío enamorada.

—Mira, cariño, al parecer le están pidiendo matrimonio a alguien —sonrío—. ¿No crees que es hermoso?

Me giro para verlo, pero como lo encuentro me deja sorprendida. Amos está afirmando en una de sus rodillas y en sus manos tiene una cajita de terciopelo que muestra un hermoso anillo.

No lo puedo creer.

¿Es lo que creo qué es?

—Amos... —susurro.

Niega.

—No hables, déjame hacerlo , necesito hacerlo —suspira—. Sé que quizás es apresurado, que no llevamos muchos meses en una relación estable, pero puedo decir con mucha claridad que estoy completamente enamorado de tí. De nuestro casamiento en las Vegas solo tengo vagos recuerdos y me gustaría crear unos nuevos, unos en los que estemos totalmente lúcidos y podamos disfrutar de cada momento.

Para este momento ya siento mis ojos humedos y mi corazón late como un loco. No puedo dejar de sonreír mientra lo escucho.

» Quiero verte caminar al altar con un hermoso vestido, decir nuestros votos frente a todos nuestros seres queridos y poder demostrar nuestro amor sin miedo. Quiero que nunca olvides que eres la mujer más importante y hermosa de mi vida. —Humedece sus labios y se queda en silencio por breves segundos— Rose Black, ¿aceptas ser mi esposa nuevamente, y tener un boda inolvidable?

Llevo las manos a mi boca y asiento muchas veces mientras lloro.

—¡Dios, sí! ¡Acepto, acepto! —exclamo y me tiro sobre él para abrazarlo haciendo que ambos caigamos al piso.

Tomo su rostro y le doy muchos besos haciéndolo reír.

—Tesoro, debo ponerte el anillo. —Me aparta un poco.

Extiendo mi mano temblorosa mientras aún estoy llorando, Amos me mira fijamente mientras desliza el anillo en mi dedo.

—Te amo, Tesoro. Gracias por darme esta oportunidad. —Besa mi mano y sus ojos se encuentran algo llorosos.

¡Lo amo tanto!

—Yo te amo mucho más —sonrío.

—¿Te gusta? —me señala el anillo.

Lo observo con atención y quedo completamente enamorada. Tiene un diseño trenzado que lleva hasta el pequeño diamante esmeralda, que brilla como si no hubiera mañana.

—Es tan hermoso..., no tengo palabras —río nerviosa—. ¿Cómo fue que pudiste planear todo esto?

Amos deja salir una risa.

—Sobre el anillo no te diré nada, pero sobre la sorpresa si. Llevo casi dos semanas, he tenido ayuda de Austin, Jackson y Olivia —enumera.

—¿Olivia? —Abro los ojos sorprendida— ¿Significa que todos sabían?

—Todos lo sabían, mi familia y la tuya también —sonríe como si nada.

Ahora entiendo todo, mi padre hace unos días se había puesto bastante sentimental, diciéndome que era su pequeña y que no podía creer todo lo que estaba sucediendo en mi vida. Por otro lado, mi madre a veces me hablaba del futuro, que debía estar preparada para cualquier cosa que viniera y que no me tenía que asustar.

—Todos están locos. —Niego riendo.

—Yo lo estoy, pero de amor por tí. —Tira de mi mano y me deja sobre él. Todavía estamos en suelo.

—¿Muy loco? —pregunto mientras me acerco a besarlo.

—Él más loco. —sonrío enamorada antes de estampar mis labios con los suyos.

Se siente tan especial, tan único, que parezco estar en una nube. Besar a Amos siempre me hace sentir muchas cosas a la vez.

Mueve sus labios de una forma tan experta, que a veces solo dejo que me guíe. Su aliento caliente choca sobre mis labios al separarse y atrapar mi labio interior con fuerza.

Dejo salir un suspiro y le doy acceso a su lengua. El beso se vuelve intenso y siento sus manos pasando de mi cintura a mi trasero acercándome mucho más a él. Paso mis manos por su cuello y las llevo hasta su cabello para tirar de el.

Sus labios son tan suaves y deliciosos.

Nos separamos lentamente y sus ojos grises se encuentran muy oscuros, una sonrisa pícara se extiende por sus labios.

—Tengo muchas ganas de arrancarte esta ropa —murmura.

—¿Y que se lo impide, señor Maxwell? —pregunto.

—Nada, por eso lo haré.

Suelto un grito cuando con algo de esfuerzo nos levanta del suelo y nos lleva hasta la gran cama. Me deja allí con lentitud y se comienza a quitar la camisa.

—Se supone que yo te la debería de quitar. —Hago un puchero, aunque ambos sabemos que estamos muy deseosos como para juegos previos.

Paso mis dedos por su torso desnudo cuando se sube sobre mí.

—Dije que yo te arrancaría la ropa. —Me guiña.

—Y eso me gusta.

Llevo mi mano hasta su cuello y tiro de él para besarlo. Sus labios se mueven con destreza y ferozmente sobre los míos. Se aparta y levanta mi camiseta para quitarla haciendo lo mismo con mi brazier, mi piel se eriza al sentir como sus dedos se pasan por la cima de mis pechos.

Una noche, después de haberlo hecho, él me había confesado que amaba con locura esta parte de mi cuerpo.

Como dije hace unos minutos, ambos estamos lo bastante ansiosos como para juegos previos, por lo que con mis manos abro su cinturón y el botón de su pantalón para poder bajarlo y con su ayuda quitarlo por completo.

Siempre será un privilegio tener estas vistas. Amos es un hombre ya bastante maduro y su cuerpo tiene los músculos muy marcados, algo que sin lugar a dudas me encanta.

Lleva sus manos hasta mi pantalón y lo quita junto con la ropa interior quedando ambos desnudos. Se vuelve a ceñir sobre mí  y se mueve haciendo fricción con nuestras partes íntimas, su pelvis choca con la mía y gimo sin poder evitarlo.

Sus manos juegan con mis pechos mientras deja besos húmedos por mi cuello. Se siente tan bien.

—Quiero que me montes —murmura haciendo el movimiento y dejándome sobre él.

Lo observo desde arriba y me siento increíble.

—Qué mandón está hoy, señor Maxwell —sonrío pícara mientras tomo su miembro con mis manos y lo llevo a mi entrada.

Estoy bastante húmeda, así que solo bajo con lentitud y ambos gemimos en el proceso.

—Que hermosa te ves cuando estás arriba —su voz es ronca y sus pupilas están muy dilatadas.

—¿Sí? —pregunto mientras me comienzo a mover sobre él.

—Si —susurra cerrando sus ojos.

Dejo mis manos en su pecho y me impulso para subir y bajar con algo más de rapidez, sus manos se entierran en mi cadera con cada impacto.

—Te sientes tan bien —sisea sentándose y llevándose uno de mis pechos a la boca.

Paso mis brazos por sus hombros y me abrazo a él haciendo que mis movimientos sean más desenfrenado, no llegando a ser bruscos. Amos toma mi cadera y hace que nuestro encuentro sea más directo y profundo.

¡Oh! Este hombre me lleva al cielo.

Dejo mi frente en su hombro sin poder callar lo que siento. Gimo sin poder controlarme, escuchando también el sonido del impacto de nuestros cuerpos haciendo eco en la habitación.

Nuestros cuerpos encajan a la perfección y ambos estamos muy sudorosos. Con algo de valentía me aparto para mirarlo, sus ojos grises me dejan cautivada por unos segundos, pero lo que realmente me vuelve loca, es ver como su boca está entreabierta.

—Dios... —gimo y siento como mis paredes se aprietan alrededor de su miembro.

—Me encanta como me apretas —gruñe cerca de mi oreja.

Creo que es el detonante para llegar a a la cima y dejarme desfallecer en sus brazos, Amos me sigue enseguida y ambos quedamos con nuestras respiración totalmente descontrolada.

Me abrazo a él con fuerza cuando los temblores de mi cuerpo me dejan delirando.

Siempre voy a decir que este hombre me deja exhausta. Su forma tan apasionada y entregada, me hace enloquecer.

—Debo moverte —escucho su murmullo.

Asiento, aunque estoy cansada para moverme. Amos me toma entre sus brazos y me deja sobre la cama, para después levantarse y tirar el condón.

—Puedes traerme las toallitas de mi bolso, cariño —le pido—. Quiero limpiarme un poco.

Hace lo que le pido, pero no me deja limpiarme.

—Yo lo hago.

Entorno los ojos por lo terco que es, pero lo dejo hacerlo; además no es la primera vez.

Hace todo con mucho cuidado y se vuelve a levantar para tirar la toalla.

—Me quiero dar una ducha, pero primero quiero estar abrazada contigo. —Hago un puchero haciéndolo reír.

—Lo que diga mi prometida. —Se deja caer a mi lado y me hace un espacio para acostarme sobre su pecho.

—Prometida y esposa. —Le guiño recordándole que ya estamos casados.

Deja salir una carcajada.

—Tienes razón. —Besa mi frente.

Paso las manos por su pecho desnudo y lo observo atentamente por unos segundos. Atrapo mi labio inferior con algo de nerviosismo.

—¿Puedo poner fecha? —pregunto.

—¿Ya tienes una en mente? —parece muy sorprendido.

Asiento algo avergonzada.

—¿Te molesta? Digo, si quieres podemos elegir una juntos...

—No me molesta, solo me ha sorprendido, realmente pensé que te tomaría más tiempo decidir —ríe—. La fecha que tu quieras está bien para mí.

Me quedo por unos segundos en silencio y el solo espera expectante.

—Quince de Abril —digo despacio.

La sonrisa en su rostro no se hace esperar y me besa mucha veces riendo.

—¿No estás bromeando? —acaricia mi mejilla.

Tomo una de sus manos y la beso con amor.

—No es una broma, cariño. Quiero que sea esa fecha, sé que es muy importante para ambos —murmuro.

—Claro que lo es, si es el día que te conocí y nos casamos en las Vegas.

Mi corazón late como loco, es una fecha difícil de olvidar y quiero que sea aún más importante en nuestras vidas.

—¿Quince de Abril? —vuelvo a preguntar con algo de temor.

—Quince de Abril me parece perfecto —susurra.

Me tiro sobre él y lo beso.

Ya tenemos fecha. ¡Me voy a casar por la iglesia!

★★★★

¡Nuevo capítulo!

AHHHH yo amo demasiado. ¡Se nos casan!

¿Se lo esperaban? Les dejé varias pistas en el capítulo anterior. Prometo darles más detalles en la luna de miel jaja

Si le dan a la ★ y dejan algún comentario, los invito a la boda *guiño*.

Nos leemos pronto.

Instagram: (@rubi_escritora)

-Rubí.

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