Stay Away

Autorstwa ronnie_blanco

214K 10.1K 634

Conocer a Zack Price no entraba en los planes de Brooke. Conocer sus secretos, todavía menos. Więcej

Personajes
Capítulo 1. "-Enhorabuena, Price"
Capítulo 2. "-¿Puedo saber por qué tienes tan mal genio?"
Capítulo 3. "-Tenemos que hablar"
Capítulo 4. "-¿Así que sé un secreto tuyo que nadie más sabe?"
Capítulo 5. "-Sigue riéndote, no hay problema"
Capítulo 6. "-Sigue así, tienes estilo"
Capítulo 7. "-No quiero ese premio, te quiero a ti"
Capítulo 8. "-No confío en la gente con facilidad"
Capítulo 9. "-¿En qué momento te has convertido en un caballero?"
Capítulo 10. "-No quiere que me acerque a ti, Parks"
Capítulo 11. "-A todas y cada una de ellas"
Capítulo 12. "-Lo siento, está inconsciente"
Capítulo 14. "-Gracias, Brooke"
Capítulo 15. "-Me encanta que te pongas celosa"
Capítulo 16. "-Es más que suficiente"
Capítulo 17. "-Suéltame, Daniel"
Capítulo 18. "-He encontrado tu punto débil, machote"
Capítulo 19. "-Esto no puede estar pasando"
Capítulo 20. "-Sorpréndeme"
Capítulo 21. "-Allí estaremos, compañero"
Capítulo 22. "-Aléjate de mí, Zack"
Capítulo 23. "-No es malo, es terrible"
Capítulo 24. "-Prométemelo"
Capítulo 25. "-Vamos a buscarla"
Capítulo 26. "-Tengo que cuidar de alguien"
Capítulo 27. "-Dime que no vas a alejarte de mí"
Capítulo 28. "-Sorpresa"
Capítulo 29. "-Estaría dispuesto a todo"
Capítulo 30. "-¿Adónde quieres llegar con todo esto?"
Capítulo 31. "¡-Zack no me gusta!"
Capítulo 32. "-¿La chica que me gusta?"
Capítulo 33. "-Lo estoy deseando"
Capítulo 34. "-¿Te gustaría utilizar uno de nuestros juguetes a tu antojo?"
Capítulo 35. "-Todavía no me lo creo"
Capítulo 36. "-Nunca tengo suficiente"
Capítulo 37. "-Te lo hizo pasar mal a ti, no a mí"
Capítulo 38. "-Recuerda, todo esto es por Zack"
Capítulo 39. "-Gracias por todo"
Capítulo 40. "-¡Has llegado!"
Capítulo 41. "-Felicidades a la más pequeña del grupo"
Capítulo 42. "-No sabes la suerte que tengo"
Capítulo 43. "-Mientes"
Capítulo 44. "-Estoy enamorada de ti"
Capítulo 45. "-¿Estás hablando en serio?"
[FINAL] Capítulo 46. "-Esto es de locos"
Epílogo
Agradecimientos y preguntas

Capítulo 13. "-¿Eso quiere decir que te importo un poquito?"

5.6K 281 5
Autorstwa ronnie_blanco

Contengo las ganas de llorar al escuchar las palabras del enfermero. No puede ser posible que Zack esté inconsciente, debe ser una maldita broma. Le miro a los ojos como si de ese modo pudiese cambiar lo que ha dicho por algo más bonito y alegre. Él me mira apenado, sabiendo qué pasa por mi mente.

Mi vida se ha convertido en una enorme bola de problemas que, de momento, parece no tener solución. Son tantos que no sé ni por cuál comenzar. El primero de todos y el más importante, Zack está en el hospital, inconsciente. Segundo, me he escapado de la merienda con la familia Sprouse y todavía no se me ha ocurrido ninguna excusa creíble para evitar un castigo de por vida. Tercero, las constantes discusiones con Daniel y la mala situación con Brad. Cuarto y último, Adams. Siento la necesidad de vengarme de él o, como mínimo, de hacer que pague todo lo que ha hecho.

El enfermero hace una mueca extraña. Es entonces cuando me doy cuenta de que todavía no le he respondido.

—¿Qué le ha ocurrido?

—Un golpe en la cabeza es lo que le ha provocado estar inconsciente —me responde mirando los papeles de antes—. Por lo demás, ha tenido bastante suerte. Tiene magulladuras, arañazos y quemaduras por todos lados, pero nada que le ponga en peligro. Necesita mucho reposo para poder curarse.

—¿Y cuándo se despertará?

—No podemos decírtelo con exactitud. Depende de cómo reaccione su cuerpo a la medicación. Eres la única persona que viene con él, ¿no?

—Sí —me limito a responder.

Sé que es un poco extraño que, siendo un adolescente, ni sus padres ni ningún familiar cercano haya aparecido. No sé si puede venir alguien pero, por lo que me dejó entrever Zack, no creo que sea posible. Voy a limitarme a dar aquella información que sé y, sobre las cosas que no sepa, mantendré la boca callada.

—Necesitamos ponernos en contacto con sus padres. ¿Puedes avisarles?

—No tengo contacto con ellos, pero sé que están fuera del país. Actualmente vive en mi casa, mis padres son quiénes están a su cargo.

—¿Entonces puedes avisar a tus padres?

—También va a resultar imposible —me cruzo de brazos—. Ahora mismo están ocupados. Les he informado de todo, pero no pueden venir.

—De acuerdo... —murmura, frunciendo el ceño—. No sirve de nada que te quedes en la sala de espera. Deberías marcharte a casa a descansar.

—No me importa quedarme —mi voz suena a suplica.

—Es mejor que descanses —él me sonríe, intentando convencerme—. Créeme, la falta de sueño no va a jugar a tu favor. Puedes volver mañana, si de ese modo te quedas más tranquila.

—Está bien —desisto—. Mañana estaré aquí de nuevo.

—Por cierto —me giro al escuchar su voz de nuevo—. Nos hemos encargado de traer aquí su moto. Está un poco magullada, pero nada que no se pueda arreglar llevándola al mecánico.

La moto. Con todo lo que ha pasado no he sido capaz de recordar que existía.

—Gracias. Significa mucho para él.

Después de dedicarle una última sonrisa salgo de la sala hospitalaria. Tengo que guiarme con los carteles de las paredes y del suelo, porque antes estaba tan colapsada que no he prestado atención del camino. Salgo una vez más al exterior, dándome cuenta del frío que hace. No sé dónde narices he dejado mi chaqueta. Lo último que recuerdo es que la coloqué encima del cuerpo de Zack. Me froto los brazos para intentar entrar en calor mientras llamo a mi padre.

Me da miedo su reacción, pero es lo más lógico que puedo hacer.

¿Brooke? —parece angustiado—. ¿Dónde te has metido? ¡No puedes desaparecer de este modo! ¡Dime dónde estás!

—Me encontraba mal —miento. Sé que es una excusa muy mala, pero es lo mejor que se ha podido ocurrir—. Os he dicho que prefería quedarme en casa, pero no me habéis hecho caso.

¿Dónde has ido? ¡Llevamos mucho rato buscándote!

—Estoy... —alzo la vista hasta el letrero luminoso del hospital. Decirles que estoy aquí solo conseguirá asustarles y, además, acercarles al peligro—. En una gasolinera, cerca del polígono. Acabo de darme cuenta de lo mucho que me he alejado.

Ni se te ocurra moverte. Vamos enseguida.

Antes de escuchar su última palabra ya estoy corriendo para llegar antes que ellos a la dichosa gasolinera. Es lo primero que se me ha ocurrido, teniendo en cuenta que está relativamente cerca. Creo que, después de correr más que en las clases de Educación Física, llego unos dos minutos antes que ellos. Papá aparca el coche sin ningún cuidado y sale del coche a toda prisa. Se acerca a mí y, cegado por el alivio de haberme encontrado, me estruja entre sus brazos con demasiada fuerza.

—¡Nunca más, Brooke! —se separa de mí para mirarme a los ojos—. ¿Me has oído? ¡Nunca más! Nos hemos preocupado mucho por ti.

—Lo siento, no era mi intención —intento mostrarme arrepentida porque sé que, de lo contrario, puedo empeorar las cosas—. Debería haberos avisado.

—¡Brooke! —grita mamá, aliviada—. ¿Cómo se te ocurre? ¡Has cometido una locura!

—Lo siento, mamá —repito mientras me acerco a ella para abrazarla.

Mamá me acompaña hasta el coche para volver a sentarme en el mismo sitio que antes. Tanto Luke como Daniel me miran curiosos, buscando descifrar en mi mirada qué ha ocurrido. Luke sabe que realmente no es cierto y, pese a no saber la verdadera historia, sé que jamás me traicionaría. Daniel, en cambio, no tiene ni idea de qué he estado haciendo, pero puedo intuir que no me cree cuando cuento que necesitaba tomar el aire.

De nuevo, me distraigo mirando por la ventanilla. Los árboles se mueven bruscamente a causa del viento. Intento pensar en eso: en los árboles y en el viento. Es mejor que pensar en todo lo que está ocurriendo en mi vida ahora mismo. No quiero sonar exagerada, pero ir en este coche no me proporciona la misma sensación que ir en la moto de Zack, aferrada a su espalda.

—Brooke —me llama Daniel, disimuladamente. Esta vez ha sido él quien se ha sentado a mi lado. Luke continúa pendiente de su móvil, con los auriculares puestos, mientras que mamá y papá llevan todo el camino hablando de sus cosas—. ¿Estás bien?

—Sí, ¿por qué lo preguntas?

—Es mentira que te encuentras mal, ¿verdad? —frunzo el ceño. Lo sabía—. Te conozco demasiado.

—No tenía ganas de ir a esa estúpida merienda, simplemente.

—¿Y por qué te has escapado? ¿Dónde has ido?

—Eso no te interesa, Daniel.

—Sí que me interesa. Eres mi hermana pequeña, Brooke. No me gusta la idea de pensar que te has escapado de esa casa para ir a algún lugar peligroso.

—¿Un lugar peligroso? —niego con la cabeza—. Daniel, deja de ver películas. Era mentira que me encontraba mal, pero no he mentido al decir que he salido a tomar un poco de aire. Necesitaba... despejar la mente.

—¿Es por Zack? —no puedo evitar tensarme al escuchar su pregunta.

Todo sería más sencillo si Zack nunca hubiese hecho las pruebas para entrar en el equipo de fútbol.

—No me apetece hablar.

—Sabes que no me gusta meterme en la vida de los demás y...

—Te encanta hacer eso, Daniel —le corto.

—Tú has provocado que lo haga. Hace tiempo que te comportas de un modo extraño, me preocupas. Perdóname por querer protegerte de una persona que, a la larga, puede hacerte daño.

—No quiero tener la misma conversación de siempre. Ya lo hemos hablado.

—¿Vas a defenderle? —ríe, sin gracia.

—Déjame en paz.

En cuanto el coche para enfrente de casa, me bajo a toda prisa y me encierro en mi habitación. No quiero hablar con nadie más en lo que queda de día. No puedo creer que, a las alturas que nos encontramos, Daniel siga exactamente igual. Estoy cansada de que siempre que me hable sea para sacarme el mismo tema. No necesito que siga dándome sus estúpidos consejos que sirven tan poco. Quiero que, de una vez por todas, deje de ser el Daniel sobreprotector y, simplemente, se limite a ser mi hermano mayor.

Me meto en la cama sin quitarme el pijama. No tengo fuerzas para hacerlo. Solo quiero dormirme cuanto antes para que, al menos durante unas ocho horas, la pesadilla se termine.

Lo sé porque, cuando comience un nuevo día, todo comenzará de nuevo.

* * * * *

El domingo vuelvo a despertarme temprano para ir al hospital. No sé nada de Zack desde que me fui y no puedo soportar la angustia de no saber nada. Eso sí, no me he librado de una charla padres-hija antes de irme. Me han recordado lo mal que me comporté ayer y me han pedido que no vuelva a hacer algo así. Al parecer Luke habló con ellos y les hizo entender el mal trago que me había hecho pasar Úrsula al insinuar esas cosas entre su hijo y yo. Eso ha servido para apaciguarles un poco y, por suerte, han decidido no ponerme ningún castigo severo.

Mis padres, evidentemente, han querido saber adónde voy. He mentido, una vez más, diciendo que salía a comprar algunas cosas para la fiesta de cumpleaños de Leah. Mirándolo desde un punto de vista más abierto, no termina de ser mentira. Esta semana vamos a celebrarlo y Will y yo lo estamos organizando todo. Por primera vez en mi vida no estoy haciéndolo sola y, por el momento, es una de las pocas cosas que han conseguido sacarme una sonrisa.

Me acerco a la recepcionista, sin dejar de mirar a ambos lados. El hospital siempre me ha parecido un lugar muy siniestro.

—Buenos días —me saluda—. ¿Puedo ayudarte?

—Vengo a visitar a un amigo. Ayer también estuve aquí.

—¿Cómo se llama?

—Zack Price.

—Muy bien —teclea algo en el ordenador y levanta sus gafas en mi dirección—. Le han trasladado. Tercera planta, habitación 135 del pasillo de la izquierda.

—Gracias.

Grabo esa información en mi cabeza mientras camino hasta el ascensor más cercano. Mi vello se eriza en cuanto estoy delante de la habitación de Zack. Coloco la mano encima del pomo y, mientras comienzo a girarlo, el enfermero que ayer estuvo conmigo la abre desde dentro.

—Vaya, eres tú —se sorprende—. Menos mal que has venido. Tu amigo no ha parado de preguntar por ti desde que se ha despertado.

Mi corazón se acelera con rapidez.

—¿Se ha despertado?

—De madrugada —mantiene su vista fija en los papeles que lleva en las manos—. No ha dormido nada desde entonces.

El enfermero me deja pasar sin hacerme ninguna pregunta. Zack está tumbado en una camilla de color blanco, tapado con algunas mantas y con muy mala cara. Algo dentro de mí se rompe al verle así. Me acerco hacia él, captando su atención y haciendo que su boca se entreabra, hasta que puedo aferrarme a su cuerpo. Le abrazo con todas mis fuerzas para transmitirle lo alegre que me siento de verle despierto. Él me rodea débilmente con sus brazos, atrayéndome hacia su cuerpo. Apoyo mi cara en el hueco de su cuello para aspirar su olor. Pese a todo lo que le ha pasado, lo sigue manteniendo.

—¿Estás bien? ¿Te duele mucho algo? Puedo llamar al enfermero si...

—Eh, Parks, estoy bien —Zack me sujeta la cara con sus manos. Tengo que cerrar los ojos al ver la aguja que tiene conectada en una vena de la mano. Él se da cuenta y la retira de mi cara—. Puedes relajarte.

—Menos mal —suspiro—. Lo siento mucho, Zack. Siento no haber estado a tu lado en ese momento. Mis padres lo complicaron todo y, al final, me resultó imposible ir. Cuando llegué a casa de la familia Sprouse me di cuenta de que estaba al lado del polígono. Adams me llamó desde tu móvil y me dijo que fuese a por ti... Nunca he pasado tanto miedo. Jamás.

—¿Eso quiere decir que te importo un poquito?

—Me importas, Zack. Mucho más de lo que te puedes imaginar.

Zack me sonríe y acaricia mi pelo. No puedo evitar sonreír al ver que él lo hace.

—Deberías descansar. Alguien me ha dicho que no has dormido nada.

—Quédate —me pide, agarrando mi mano—. Explícame algo.

—Explícame algo tú —me acomodo en la camilla—. Yo no tengo nada interesante que decir.

—¿Qué quieres que te explique?

—Bueno, ya que me das la opción de escoger, podrías contarme lo que dejamos a medias en la fiesta —Zack sonríe de medio lado. Me fijo en sus ojeras oscuras—. Ahora no puedes echarte atrás.

—Te lo voy a resumir porque no me gusta hablar de ello —se toma un tiempo para respirar y, después, prosigue—. Cuando tenía cinco años, mis padres decidieron abandonarme. No recuerdo demasiado de esa época, a decir verdad. Primero estuve con viviendo con mis tíos, pero acabé en un orfanato. A día de hoy, sigo sin saber qué fue lo que ocurrió. Cuando fui un poco más mayor, me fui del orfanato y me busqué la vida por mí misma. No soportaba estar un día más ahí encerrado. Te lo pintan todo muy bonito, pero la realidad es que nadie quiere cuidar de ti.

Un escalofrío recorre mi cuerpo cada vez que Zack pronuncia una palabra. No esperaba una historia tan dura. Esperaba cualquier cosa menos algo tan... triste y duro. No quiero apiadarme de él. Sé que es lo peor que puedes hacerle a alguien que está pasando por un mal momento o que está viviendo una situación dura. En vez de hacer eso, quiero continuar hablando y haciéndole preguntas como si fuese una conversación sobre cualquier otro tema.

—¿Es por eso que corres en esas carreras? ¿Para ganar dinero?

—Exacto —asiente con la cabeza—. Pagan bastante bien si ganas. De momento he podido vivir con ello.

—¿Y dónde vives?

—Mejor no quieras saberlo —ríe. Me alegra que se tome tan bien la situación tan cruda que le ha tocado vivir—. Es una casa vieja y fea. No es mía, pago un pequeño alquiler y, a cambio, puedo usar una parte.

—¿Nunca has intentado buscar a tus padres para saber qué pasó? —frunzo mi ceño—. Perdona por hacer tantas preguntas. Estoy intrigada.

Zack niega con la cabeza, riendo.

—No, nunca les he buscado. Me abandonaron, Brooke. Eso no es algo que haría yo, fuese el motivo que fuese.

Ahora soy yo quién sonríe. Sonrío mientras aprieto su mano con fuerza.

—No quiero molestarte más. Sé que soy muy pesada. ¿Me prometes que vas a descansar?

—Te lo prometo.

—Bien —le doy un beso en la mejilla antes de levantarme de la camilla—. Por cierto, tu moto está en el aparcamiento. Puedes dejar de sufrir por eso. Descansa, por favor.

Me acerco a la puerta sintiendo su mirada clavada en mi espalda.

—Gracias por todo, Parks.

Son las últimas palabras que escucho antes de salir de la habitación y, por suerte, me hacen sonreír durante todo el camino.

* * * * *

CAPÍTULO EDITADO

¡Hola a tod@s! ¿Cómo estáis? Espero que muy bien :)

¿Os ha gustado el capítulo? A mí, después de los cambios, me convence bastante más. Siento que la historia va cobrando cada vez más sentido. Y me alegro por ello.

Muchas gracias por todo. Nunca lo diré suficientes veces.

¡Hasta el próximo capítulo!

Czytaj Dalej

To Też Polubisz

227K 9.9K 33
Aleczander y Avalannah Crossheart son brujas gemelas, lo que significa que son completamente diferentes: mientras Alec es pálida, de ojos verdes y ru...
Focus [#1] Autorstwa Marián

Literatura Kobieca

200K 15.2K 34
A través de la cámara, Susana es capaz de identificar emociones, acciones, sentimientos, movimientos, luz, oscuridad, profundidad... Lejos del foco e...
27.2K 1K 78
Madison es una chica de dieciséis años que acaba de perder a sus padres a causa de un accidente de coche y al ser menor de edad Madison a pasado a ma...
7.1K 626 9
[AU Romanogers] Steve Rogers no es más que un simple pintor endeudado con un mes de plazo para pagar. Cuando consigue un buen trabajo en la casa de P...