Narra Ariana.
Caminé rápidamente por los pasillos del instituto y, aunque no quisiera reconocerlo, lo andaba buscando a él.
Mientras más buscaba más me atormentaba saber que había pasado la otra noche ¿Acaso se habían reconciliado? ¿Se habían ido? ¿Luke se alejaría de mí? Muchas preguntas e ideas se avecinaban en mi cabeza, ideas que no quería tener.
No es como si me hubiera molestara la idea de que ellos dos hubieran arreglados sus problemas, digo, no tenía derecho a estar molesta. Tampoco es como si hubiera alguna señal de que no me imaginaba cosas y que con Luke si tuviéramos algo. Lo que sea que hubiera sucedido, no estaría molesta, pero quería saberlo.
Cuando divisé aquella cabellera rubia no pensé, solo actué. Corrí hacia él y cuando estuve a centímetros de él me detuve ¿Qué estaba haciendo? ¿Qué le diría? Decidida a rendirme me di la media vuelta, pero antes de que tuviera la oportunidad de seguir una de las lecciones de mi mejor amiga, su voz me detuvo.
—Hey. —me saludó sonriente, pero sin el mismo ánimo de siempre.
—Hola. —le correspondí, pero sin la intención de fingir una sonrisa.
Él no estaba bien. Sus ojos tenían unas ojeras que cubrían gran parte de su rostro, se notaban cansados y rojos, para que hablar de sus labios resecos y la palidez de su cara.
—¿Estás bien?
No era como si hubiera planeado hacer esa pregunta, pero supongo que mi subconsciente, al verlo así, no tuvo otra opción.
—¿Yo? —me preguntó sorprendido a lo que asentí—. Estoy bien, Ariana.
Asentí sin querer presionar más. Normalmente no era de las personas que insistían hasta conseguir algo, al menos no cuando se trataba de sentimientos y asuntos personales.
Él no se movió, pero tampoco me miró. Por primera vez comenzaba a sentir que algo no cuadraba entre nosotros, como si toda la naturalidad que solíamos tener ya no estuviera allí.
—Si pasó algo puedes contarme, sabes que puedes.
No quise sonar insistente, pero ya me estaba preocupando. Mi frase sonó más como suplica que como un intento de ayuda.
Luke seguía mirándome como si no entendiera a lo que me refería, así que me adelanté y continué.
—Te mandé un mensaje anoche para saber si todo estaba bien, pero jamás respondiste.
—Estaba ocupado. —respondió finalmente restándole importancia.
Luego de su respuesta entendí que no quería hablar conmigo y que no sería yo la que insistiría. Él se podría acercar a mí cuando se sintiera listo. Quizá ni siquiera teníamos la amistad que pensábamos tener como para que me contara sus problemas.
—Está bien, lo siento. —susurré dispuesta a marcharme, pero su brazo me lo impidió.
—Yo lo siento...
Su voz sonaba extraña, quebrada y entrecortada. Miré sus ojos y esta vez me transmitían algo, pero todavía no podía descifrar qué.
—¿Estás bien, Luke? —pregunté acercándome a él.
—No, Ariana, no lo estoy. —respondió dando un paso hacia atrás impidiendo que me acercara más.
—¿Podrías decirme que anda mal? Sabes que solo quiero ayudarte.
—Y eso lo hace todo más...
No terminó su frase, solo la dejó en el aire y me continuó mirando. No sabía qué hacer, porque, aunque estuviéramos los dos, parecía que solo hablara consigo mismo y yo no lograba comprenderlo.
¿Luke? —lo llamé un poco más asustada.
Luke ni siquiera me miró, solo lo observé negar con la cabeza mientras miraba hacia el suelo. Lentamente comenzó a girarse con la intención de irse.
—Luke, por favor, si te sientes mal o algo pasa, solo debes decirme. —insistí intentando sonar comprensiva para no espantarlo.
—Solo déjalo, Ariana. —me pidió girándose para así marcharse.
—Te puedo ayudar...
—No. —me cortó bruscamente volviendo a mirarme a los ojos, aunque deseé que no hubiera sido así, porque se sintió como si estuviera arrancando de mí—. No puedes.
(...)
—Así que te dijo que no podías ayudarlo...
______ (Tn) me interrogaba y se ponía en pose pensativa cada vez que me hacía repetir algo mientras estábamos en la clase de química.
—Sí, y te prometo que no entiendo nada. —le dije mientras anotaba lo que estaba en la pizarra.
—Así que te gusta. —concluyó haciendo que mi vista se desviara a la de ella.
—No dije eso. —le dije con la cara seria.
—Pero es la verdad. —me aseguró con una sonrisita ganadora.
—Torres y Sánchez.
La llamada de atención del profesor nos hizo mirarlo con rapidez. En otra ocasión me habría reído por cómo pronuncia nuestros apellidos, pero su rostro estaba tan serio que ni me inmuté.
—Es segunda vez que les llamo la atención. Si no están interesadas en el tema de hoy... pueden salir. —nos advirtió y vi cómo mi mejor amiga tragó saliva asustada.
—No se preocupe, señor, yo me encargo.
La voz del chico de cabellos de colores hizo que le restara seriedad al asunto, así que ya no me preocupé más.
Lo vi acercarse lentamente hacia nuestros bancos con aquella sonrisita malévola. Por primera vez estaba feliz de que él estuviera aquí.
—Señoritas, les rogaría que mantuvieran sus bocas cerradas...
No pudo ni terminar la oración, porque mi mejor amiga y yo dejamos de prestarle atención en cuánto llegó.
—Miren, locas, me deben respeto. —dijo sin conseguir lo que quería. De repente golpeó nuestra mesa obteniendo nuestra atención de forma inmediata. Miré al profesor, pero parecía no haberlo notado—. Cállense o harán que me echen a mí también.
—Dios, eso no era necesario. —le recriminó _______ (Tn).
—Claro que lo era, me debo hacer respetar en este salón. —aseguró alisándose la ropa.
—Eres increíble, Clifford. —le dije sonriendo.
—Lo sé. —concordó para luego correr una silla y sentarse a nuestro lado—. ¿De qué hablaban? ¿Algo no me están diciendo? Recuerden la jerarquía aquí.
________ (Tn) rodó los ojos y, a diferencia de lo que pensé que haría, comenzó a batir la lengua.
—De que estoy segura que Ariana y Luke se gustan.
Le pegué un codazo en el brazo, pero no conseguí el dolor que esperé de su parte.
—¿Cierto? —preguntó Mike con emoción—. Siempre dije lo mismo, agradezco no ser el único que piensa eso.
—Dejen de hablar de mí como si no estuviese aquí. —dije bajando mi mirada para volver a mi cuaderno.
Así se pasó todo el resto de la clase. ______ (Tn) y Mike hablando sobre mí, el profesor llamándonos la atención, Mike haciendo como que nos llamaba la atención, Mike soplándonos, Mike haciéndome llorar de la risa, Mike siendo Mike.
—¿A dónde vamos? —preguntó Mike una vez que la clase terminó.
—A la cafetería. —respondió la castaña tomando sus cosas.
—Genial, tengo hambre. —dijo Mike para luego mirarme con ojos de cachorro feliz—. ¿Qué me van a comprar?
—En tus sueños Clifford. —le dije riendo.
Cuando estábamos caminando hacia la cafetería vimos un cumulo de estudiantes reunidos en el pasillo. Estaban tan aglutinados que ni siquiera se podía caminar.
Comenzamos a empujar y a hacerlos a un lado para que nos dejaran pasar, pero de repente vi la cara de ______ (Tn) y supe que algo le pasaba. Algo vio que la hizo comenzar a sumergirse hacia la multitud y no lejos de ella. La vi irse hacia el centro donde, supuestamente, se encontraba la acción hasta perderse totalmente.
Me hice paso entre los estudiantes para poder llegar hacia donde mi mejor amiga estaba y poder preguntarle qué diablos se le había metido en la cabeza. Cuando llegué más cerca del centro vi a Calum golpeando a Connor.
Mi boca cayó al suelo de la impresión, pero entonces vi a mi amiga tratando de llegar a Calum a como dé lugar. Sabía que con la suerte de ella terminaría con un ojo morado, pero ella también lo sabía.
_______ (Tn) le gritaba a Calum que parara, que se detuviera, pero él no escuchaba, estaba cegado por la ira. Entonces ella se sumergió más cerca de él y fue ahí cuando deslumbró aquella conexión que siempre supe que tenían. Ella le tomó la mano, solo con un suave toque los ojos de Calum volvieron a la normalidad y ya no lanzaban fuego y chispas que provocaban cortes circuitos y... Ya saben, es mi narración, puedo agregarle cosas para que sea más interesante. Cuando ______ (Tn) le tomó la mano, él paro de golpearlo, pero Connor ya no podía ni pararse del suelo y fue ahí cuando la bomba explotó y todos comenzaron a llegar, incluido el director.
Que Dios te acompañe, Calum.
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*Capítulo corregido*