Fluke estaba frente a él, luciendo tan hermoso como siempre y con su sonrisa que parecía dibujada en su rostro. Se sentía tan feliz de poder besarlo frente a todos, sin tener que esconderse, por la situación, él mucho mayor que Fluke y Flukie, habiendo abandonado los hábitos, aun antes haberlos portado. Por fin ese día habían dicho Si acepto, frente a sus familiares y amigos, ya eran esposos y Ohm no podía sentirse más feliz.
Arm y Fluke habían trabajado mucho preparando la boda, por lo cual Ohm no imaginaba que su esposo fuera a responder con un beso y un sí, cuando de pronto sintió deseos de hacerle el amor y le pidió abandonar la fiesta. Pero ahí estaban Fluke siendo una verdadera tentación vestido todo de blanco, con las mejillas sonrojadas y el sutil brillo en los labios, que Arm había insistido en que usara.
Sus manos se posaron delicadamente en el cuello del menor, atrayéndolo para que tanto sus labios como sus cuerpos se unieran y respondieran apasionadamente al beso que ya no podía contener, el mismo que —sabía— terminaría con ambos gimiendo mientras hacían el amor. Se encontraban en la puerta de su antiguo departamento, puesto que estaba mucho más cerca del local donde habían hecho la recepción.
Entraron a trompicones, sin dejar de besarse y acariciarse y una vez llegaron a la habitación, fue Fluke quien rompió con el beso que habían empezado a darse y mirándolo a los ojos con fuego inyectado en ellos y la coquetería que lo caracterizaba, a la cual estaba tan acostumbrado y amaba completamente, le dijo:
—Esperaba que me lo pidieras, exactamente un segundo después de decir nuestros votos ¿Por qué tardaste tanto mi amor?
Una sonora carcajada salió de la boca de Ohm y después de un suspiro, volvió a unir sus labios con los de Fluke, entrelazando sus lenguas apasionadamente, dejando que gemidos intensos de placer como una dulce melodía amenizaran la habitación mientras las manos delicadas de Fluke se deslizan por su camisa, retirando cada botón con sensualidad, hasta por fin liberarla y sacársela, dejando al descubierto su tonificado abdomen y pecho, que no dejaba de recorrer con sus suaves manos.
Sin poder soportarlo más, Ohm también quitó su camisa y toda la ropa, dejando a Fluke completamente desnudo, sin olvidarse de ir dejando suaves besos en cada milímetro de piel expuesta. Dejaba besos en su cuello y se iba deslizando hacia su pecho mientras sus manos iban bajando y besaba también su vientre expuesto. Fluke disfrutaba cada beso y sentía una corriente eléctrica que lo hacía estremecer ante tal muestra de amor que Ohm derramaba sobre él a manera de besos y caricias tiernas.
Ohm observa la bella y deliciosa imagen de su esposo frente a él, con ojos llenos de amor, siente que no puede ante el deseo y termina de quitarse el pantalón junto a la ropa interior —de un solo tirón— tan rápido que su miembro se levanta erguido, libre y húmedo, mientras observa que el de Fluke también está necesitado de atención.
Posa sus labios sobre la punta humedecida por pre semen, acto seguido lame desde el glande hasta la base una y otra vez, lame, besa, chupa, saborea mientras su lengua da pequeñas caricias. Tiene toda la polla de Fluke, su esposo, en su boca y no puede más que disfrutar y darle placer. Chupa, lame y succiona logrando arrancar sonoros gemidos y pequeños gritos por parte de Fluke, quien en su delirio enrosca parte del cabello de Ohm entre sus dedos y empuja su cabeza haciendo que su pene entre completo en su boca.
—Ahhh... Ohm... m-me encanta, quiero más... por favor.
Escuchar su voz entrecortada y suplicando por más, aumenta el deseo en Ohm, él quiere complacer a Fluke, quitarle las ganas que carga, satisfacerlo y hacer que se retuerza de placer. Devora la deliciosa polla de Fluke y él no hace más que llenar la habitación con sus dulces gemidos que retumban entre esas cuatro paredes testigos de aquel acto de amor, deseo y pasión que los envuelve. Sigue mamando y chupando, mientras su esposo se retuerce de placer y él se va poniendo más y más duro y necesitado.
—Ohm voy a co...
Fluke no logra terminar de advertirle porque no puede soportar más, siente cómo su cuerpo se tensa ante una irrefrenable explosión de sentimientos, porque está a punto de correrse pero Ohm no tiene intenciones de detenerse, no quería hacerlo, y termina intensificando sus movimientos hasta que el líquido caliente y viscoso llena su boca...
Avergonzando, Fluke, se cubre la cara con las manos, pero Ohm las retira con delicadeza, para poder verlo directo a los ojos y recordarle que no tenía motivos para sentirse tímido, luego besó sus labios dejándolo sentir su propio sabor.
—Ahora voy a hacerte el amor —dijo— Quiero estar dentro de ti, mi amado esposo. Quiero hacerte el amor, recordarte que eres mío y que yo soy solo tuyo.
Ohm se sentía feliz.
Fluke no necesitaba pedirle que le hiciera el amor, solo esperaba entregarse a él, cada vez que lo deseara, y sí que lo deseaba. Se mordía el labio inferior invitando —sin darse cuenta— a que Ohm se sintiera excitado. Ohm lo besaba con pasión dejando pequeños mordiscos en esa boca que lo enloquecía, poco a poco fue deslizándose hasta llegar a su vientre y Fluke inmediatamente reaccionó. Por inercia separó las piernas, permitiendo que Ohm bajara lenta y delicadamente hasta su entrada, para luego empezar a besarlo y rozar su apretado orificio con la lengua. Eso le gustaba mucho, siempre lo disfrutaba.
Ohm seguía acariciando el orificio rosado de Fluke provocando un chillido cuando introdujo el primer dedo.
—Aaaah
Ohm volvió a darle atención al orificio apretado, lamiendo y besando provocando que su esposo soltara pequeños y continuos gemidos, haciendo que se perdiera en el placer y no sintiera la intromisión esta vez de dos de sus largos dedos. El casi inexistente dolor que Fluke sentía se convirtió en puro placer cuando su esposo comenzó a hacer tijeras dentro de él, provocando cada vez más gritos y gemidos ante cada penetración que sus dedos impartían. Estaba demasiado perdido en las sensaciones que lo embargaban, que ya se le hacía difícil esperar más, empezó a mecer sus caderas yendo al encuentro de los dedos de Ohm, queriendo y necesitando que fuera su polla la que se perdiera dentro de su ano, penetrándolo hasta el fondo.
Ohm veía en el rostro de Fluke la ansiedad, el deseo de ser penetrado, así que introdujo la cabeza de su polla en el orificio de Fluke, suspirando cada vez que el largo miembro era absorbido por el caliente agujero.
—Métela completa Ohm. —pidió y él no iba a hacerlo esperar más.
Fluke arqueó su espalda soltando un gemido de placer absoluto cuando sintió que la punta de la polla de Ohm golpeaba sus paredes internas. Su rostro brillaba, reflejando lo satisfecho que estaba. Ohm estaba introduciéndose completamente dentro de él dejando que sus cuerpos se volvieran uno solo. Cada gemido que Fluke soltaba, se convertía en música para sus oídos y lo estimulaba para seguir. Quería tocarlo y poseerlo por completo. No es que antes no lo hubiera hecho, siempre lo hacía, disfrutaba hacer el amor con su pequeño, pero esta vez se sentía distinto, por fin eran esposos. Nunca iban a separarse.
—Eres precioso Fluke, cada parte de tu cuerpo me encanta.
Los pezones expuestos de Fluke hacían agua su boca, así que se inclinó sobre ellos, para poder saborearlos mientras dejaba que Fluke se terminara de acostumbrar a su enorme miembro que palpitaba dentro de él. Los pezones de Fluke se sintieron duros ante el tacto de la lengua de Ohm, se mordía los labios, mientras acariciaba su espalda. Pero su excitación hervía dentro incrementándose y haciéndolo desear más.
Cuando Ohm abandonó los pezones de Fluke, levantó sobre sus hombros las piernas del menor, luego empezó a moverse, aumentando la intensidad de las embestidas, Fluke estaba abandonado al placer que había despertado en su interior. Gemía suavemente, al igual que Ohm, quien seguía empujándose dentro de él.
Los gemidos eran cada vez más intensos, ellos continuaron follando, entregándose todo el amor que sentían. Sus cuerpos sudaban y sus corazones palpitaban al ritmo de las fuertes embestidas, el suave roce de piel contra piel, inundaban la habitación, no era sexo, estaban haciendo el amor, disfrutando el cuerpo del otro sumidos en una oleada de pasión, deseo y amor.
Entre gemidos y jadeos, miradas cargadas de fuego y pasión desenfrenada, el primer orgasmo llegó y recorrió sus cuerpos, haciendo que la espalda de Fluke se arqueara y sus piernas perdieran fuerza, por la posición en que se encontraba y Ohm sintiera que se convertía en un toro embravecido que necesitaba soltar su carga como lava hirviendo.
—Dame todo —gritó Fluke, sintiendo como Ohm llenaba por completo su interior.
Estaba extasiado al igual que él. Se mordía el labio y ponía los ojos en blanco. Sus gemidos también lo excitaban. Ohm lo besó, mientras seguía empujándose dentro de él. El chapoteo de sus fluidos y pieles golpeándose se hacían más intensos. Fluke sintió que un nuevo orgasmo iba a llegar, eso era casi imposible, pero un extraño y fuerte gemido salió desde lo más profundo de su garganta dejando que su abdomen fuera embarrado por otra descarga de líquido caliente y viscoso.
—Eres increíble Fluke —dijo su esposo mientras dejaba un tierno beso en sus labios.
Terminaron agotados, pero completamente maravillados, besándose y profesándose amor, acurrucados en la cama, hasta que el sueño los alcanzó.
Los rayos de sol alumbran el bello rostro de la persona que yace junto a mí, es emocionante tenerlo a mi lado, verlo dormir, respirando tranquilo, su rostro es perfecto, cada una de sus facciones lo son, sus labios rosados son una tentación. Es increíble pensar en cómo fue que nos conocimos y hasta donde hemos llegado. Nunca pensé que podría enamorarme de alguien menor, alguien que fuera tan distinto a mí. Pero sucedió y estoy feliz de haberlo conocido, de haber sido yo, el que estuvo encerrado con él aquel día. Amo inmensamente a mi pequeño, lo amo tanto que sé, no podría vivir un solo día sin él.
«Los días siguientes al incendio en la iglesia, me sentí confundido y ansioso. Supe que me gustaba cada día más porque cuando menos me lo imaginaba, ya estaba preguntando a Gun sobre él, y aunque intenté suprimir cualquier pensamiento sobre Fluke o ignorar los sentimientos que estaban despertando en mí, no fue posible. Fracasé en el intento. La incertidumbre de pensar que él no sintiera lo mismo que yo, me estaba atormentando, porque después de todo iba a ser sacerdote, lo que pasó en aquel subterráneo bien podría haber sido producto de la inhalación de gas. No me sentía capaz de poder hablar con él, mucho menos conquistarlo y menos me podía atrever a pensar que él me pudiera corresponder. Pero la vida volvió a ponerlo en mi camino y al estar cerca de él —nuevamente— las dudas desaparecieron y mi corazón volvió a agitarse por él. Fluke sentía lo mismo que yo. Terminamos haciendo el amor mientras —afuera— el edificio aun ardía, y Gun fue testigo de nuestra entrega. No me salvé de recibir la charla de un padre al primer novio de su hijo, porque Gun podía ser temible, pero con el paso de los días se acostumbró a vernos juntos pues, Fluke y yo no podíamos estar separados. Necesitaba todo el tiempo tocarlo, besarlo y hacerlo mío.
Ahora me doy cuenta que fui bendecido con su amor y quiero seguir amándolo, darle todo, cada parte de mi ser, mi vida entera, solo a él.»
Los bellos ojos de mi pequeño, van abriéndose lentamente, dejando atrás el sueño y dando la bienvenida a nuestro primer día como esposos.
Mientras le observo, en sus labios se dibuja una dulce sonrisa. Es hermoso y está despertando junto a mí.
—Buenos días mi amor —dice acercándose a mí para darme un tierno beso en los labios—. Es maravilloso que tú seas lo primero que ven mis ojos al despertar, pero ¿Sabes que quiero ahora mismo?
No es la primera vez que me lo dice, pero como cada día, le sigo la corriente. Se lo que quiere a continuación.
—¿Qué te haga el amor para recordarte que eres mío?
Mi cuerpo lo desea, lo necesita, no lo puedo negar, él tiene algo que me impide negarme, hago cosas que no imaginé que haría en la vida, esto es algo más que atracción, no es solo sexo, es amor... siempre lo ha sido.
—No quiero salir de la cama, así que hazle el amor a tu esposo, por favor.
Rápidamente se levanta y pone a horcajadas sobre mí.
—Te amo Ohm. —me besa intensamente meneando sus caderas y rozando su pene con el mío.
Meto dos de mis de dedos en su boca para humedecerlos y luego los introduzco en su entrada latente, dando paso a un chillido agudo mientras Fluke me abraza. Empujo mis dedos simulando delicadas embestidas, buscando que mi esposo se acostumbre a la invasión, pero no hace falta hacerlo, ya está dilatado y listo para recibirme.
Juego con mis dedos dentro de su cavidad haciendo más profundas las embestidas, provocándolo e incitándolo a la cabalgata. Cuando gime ronco, retiro mis dedos y dejo que mi polla se deslice dentro de él.
Con suaves movimientos empezó la cabalgata, puso sus manos sobre mi pecho desnudo y me miró fijamente a los ojos, mordió su labio inferior de manera provocativa y lentamente se acercó a mí mientras yo me preparaba para recibir su beso, pero no me besó, lo que él hizo fue levantar sus nalgas —dejando que solo la punta de mi pene permaneciera dentro de su orificio caliente, mientras yo lo veía con confusión— y volvió a dejarse caer de golpe, causando que mi polla se introdujera completamente dentro de él.
Una oleada de calor invadió mi cuerpo, la sangre en mis venas corría como lava hirviente y yo no quería más que liberar las ganas que traía dentro.
Fluke empezó a moverse dando pequeños saltos, apoyado en sus rodillas e impulsándose con las manos sobre mi pecho, arriba y abajo iba dejando que mi gruesa y larga polla lo invadiera. Iba tan profundo y sus músculos la apretaban tanto que me daba infinito placer. La sensación de poseerlo, de llenar su agujero se sentía demasiado bien y estaba seguro de que esa llenura, mi pequeño no solo la sentía en su ano, sino también en su polla, porque sin necesidad de tocarla empezó a correrse. Era tanta la excitación que sentía de tenerme dentro de él como exquisita la excitación mía por estar poseyéndolo y causando en él ese estado tan placentero.
Se dejó caer sobre mi pecho, tratando de recuperar el aliento, pero yo no planeaba detenerme, así que con un rápido movimiento deslicé mi polla fuera de su agujero y lo levanté colocándolo en la cama junto a mí, lo giré al tiempo que me levantaba y lo arrastraba hasta el borde de la cama.
Su cara sorprendida, me hizo sonreír y él se estremeció a mi tacto. Levanté sus piernas y las apoyé en mis hombros, sin olvidarme de pasar mis dedos por su orificio. Antes de introducir mi polla en su interior, una vez más, me atreví a guiñarle un ojo para distraerlo y no sintiera la dura intromisión. Aun así, la dureza de mi miembro causó que soltara un grito eufórico.
Cada embestida lo hacía estremecer, giraba la cabeza de lado a lado tratando de no gritar demasiado, pero estaba como poseído, y yo queriendo abarcar todo en él...
—Siii... ahhhh... mass... maas duro.
Gritaba, mientras yo lo embestía de manera casi brutal, porque sus gritos y gemidos, solo acrecentaban el fuego dentro de mi ser. La cama retumbaba contra la pared, estaba seguro que los vecinos del departamento del lado estaban escuchando y disfrutando tanto como nosotros de nuestra sesión de sexo matutino. No me extrañaría, que nos tocaran la puerta para pedir que nos calláramos —no era la primera vez— o unirse a nosotros.
—Todo lo que me pidas, cariño.
—Ohh si por favor, que estás haciendo un formidable trabajo.
Ohh por Dios, su rostro enrojecido y las gotas de sudor perlando todo su cuerpo me tenían babeando.
«Fluke es demasiado hermoso, cada vez que hacemos el amor, siento que podría dejar de respirar perdido dentro de él.»
Me dejo caer sobre él y siento como nuestros vientres se pegan entre sí, me siento tan cansado que sólo quiero permanecer en esa posición por unos minutos, pero mi pequeño está agotado y es imposible que aguante todo mi peso.
Al pasar unos minutos, me acomodo junto a él y cuando me dispongo a abrazarlo para dormir un rato, el sonido de la puerta de la habitación nos hace abrir los ojos como platos.
—Ve tú —me susurra Fluke— yo apenas puedo moverme, me duele todo, me has partido el culo deliciosamente, cariño, ahora hazte responsable.
Un par de toques más y...
—Flukieee ¿olvidaste que tienes vecinos? —De repente se escucha la voz de Gun atrás de la puerta, mientras suelta una risotada burlona.
Me giro para ver a mi pequeño en la cama.
—¡Mierda! ¿Acaso enloqueció? —Dice sentándose de golpe y aparentemente olvidándose del dolor— ¿qué hace aquí?
Se para junto a la puerta y le pide esperar un momento. Tampoco entiendo porque Gun está buscándolo tan temprano —mediodía— en nuestro primer día de casados.
Creo que estoy más avergonzado que Fluke cuando después de unos minutos —luego de habernos bañado— salimos a la sala a reunirnos, no solo con Gun, sino con todos nuestros amigos.
¡Mierda y doble Mierda! ¿Todos nos habían escuchado? Fluke suelta un suspiro, resignado y toma mi mano, guiándome hacia la sala.
Love, su hermana, está sentada sobre las piernas de Milk, haciendo un meneo de cabeza, que hace avergonzar más a mi pequeño. Mond abraza a Mew, quien a su vez cubre con sus brazos a Gulf, hermano de Gun, sin importarles si nos hacemos ideas equivocadas —de hecho, Fluke y yo hemos apostado a que se divierten de lo lindo los tres juntos, pero aun no les hemos comprobado nada—. Off está apoyado contra la puerta que da al balcón y Gun cargando a su bebé, dormido, en el mueble junto a él.
—¿Qué sucede, cual es la urgencia? Ninguno ha muerto porque están todos aquí, bueno casi todos. ¿Sucedió algo con Arm? —dice con un deje de regaño mezclado con preocupación, mi pequeño esposo.
—No, nuestro ratoncito está bien y no te enojes, al menos deberías estar agradecido de que esta vez tocamos la puerta.
Sonrío, pero las mejillas de Fluke se tornan completamente rojas.
—¿Habría sido muy vergonzoso no crees? —me susurra mi esposo, mientras todos los demás echan a reír.
Fluke tiene toda la razón, al menos no nos encontraron en pleno acto.
Después de un rato de plática y risas, Gun por fin se encarga de contarnos el motivo de su repentina visita. Fluke y yo habíamos decidido dejar para después nuestro viaje de luna de miel, puesto que pensaba retirarme o de lo contrario tomar un periodo largo de vacaciones, además que debíamos terminar la mudanza a nuestro nuevo hogar, por lo cual nuestros amigos se ofrecieron a ayudarnos, pero en realidad en ese momento no estaban todos reunidos por ese motivo, sino que al parecer cuando decidimos huir de nuestra celebración, Oab, sorprendió a Arm —y a todos los invitados— proponiéndole matrimonio.
Fluke se enojó por un instante, por no haber estado presente en un momento tan importante para su mejor amigo, pero casi bailó de felicidad cuando Gun lo nombró el planificador oficial de la boda que se celebraría en menos de un mes. Así que al final, el día termino de manera agradable.
Tener a Fluke conmigo me hace sentir completo, estoy feliz, las cosas entre nosotros sucedieron muy rápido; pero así debió ser. Verlo sonreír es una de las cosas que más me gusta, es maravilloso saber que esa sonrisa es por mí y que para él soy tan importante y especial, como él lo es para mí.
Fluke se ha encargado de mostrarme cada día, que la vida es mucho más hermosa cuando tienes con quien compartirla, sus amigos se volvieron mis amigos y junto a los míos, hemos formado una verdadera familia.
Soy feliz solo de imaginar una vida junto a él.
𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ