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HP.8
Novato, sexy y muy cachondo, Gun Atthaphan ha conseguido su primer empleo dentro de la compañía de bomberos de su ciudad. Él quiere apagar el fuego que le quema las entrañas, pero no precisamente haciendo uso de las bombas de agua q...
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—No sé si te lo merezcas, Off —dije acariciando sus pelotas.
—Por favor, Gun, ya no puedo soportarlo más. Haré lo que me pidas de ahora en adelante. —respondió, dejándome saber que había salido victorioso.
Sonreí satisfecho y feliz, quitándome un gran peso de encima.
—Te la chuparé ahora porque veo que necesitas atención, pero debes prometerme que esto no terminará así. Necesito que me folles después.
—¡No! —dijo rotundamente.
—¿No? —Solté mi agarre de su polla.
—No, Gun —dijo arrodillándose frente a mí y quedando a mi altura— No quiero ser un polvo, no quiero que tú lo seas. Quiero hacerte el amor, no solo hoy, quiero que seas mío cada día y por mucho tiempo.
—Off...
—Te lo juro, Gun. Me vuelves loco hace mucho —dijo desesperadamente—. Y no quiero ver que coqueteas con nadie más, quiero ser el único para ti y que tú seas todo para mí.
No sabía que eso era lo que necesitaba escuchar hasta ese momento en que los labios de Off se abrieron para decirlo. Realmente estaba feliz de escucharlo.
Nos pusimos de pie y me abracé a su cuerpo como si mi vida dependiera de eso.
—Te juro Off, que ya solo quiero estar contigo. —dije y lentamente me fui arrodillando otra vez.
Off trató de impedirlo, pero necesitaba sentirlo en ese momento y sabía que él también lo deseaba, así que levanté la pieza y empecé a lamer desde sus huevos hasta la cabeza, sin dejar de mirarlo hacia arriba mientras lo hacía. Una y otra vez, lamí ese pedazo de carne caliente, su duro tronco temblaba cuando mi lengua lo recorría y jugueteaba con el capullo antes de metérmela completamente en la boca. Comencé a mamársela como nunca había hecho con nadie. Su polla llegaba hasta mi garganta, amaba la sensación de sentirme completamente lleno y no podía esperar a sentirla golpeando mi próstata, mientras nuestros cuerpos permanecían unidos.
—¡Joder, Gun, es perfecto!
Seguía enfrascado en esa deliciosa polla, mientras su mano empujaba mi cabeza, haciéndola llegar cada vez más profundo.
—¡Quiero que me folles ahora, Off! —dije ansioso, apenas separándome de su deliciosa polla.
Off me miró con fuego en los ojos, ya no se hacía el duro, pero su fuerza de voluntad está intacta.
—No voy a follarte Gun. Voy a hacerte el amor —me dijo y mi corazón latió fuerte en mi pecho.
Me levantó y caminó conmigo en brazos, hasta apoyar mi espalda contra la pared junto al espejo. Me encantaba Off, sus ojos y su sonrisa, pero más allá del físico, me gustaba su presencia y lo agradable que me resultaba estar junto a él. Había tenido el tiempo suficiente para conocerlo y sabía que Off era todo lo que siempre había querido, y además era bombero. Ya no necesitaba nada más.
