Termino de bañarme, depilo totalmente mi cuerpo curvilíneo, me veo en el espejo mientras pongo loción en mis piernas y mis nalgas. Mi trasero es una de las partes de mi cuerpo que a Off le atrae más. Se excita mucho cuando me pongo de espaldas a él y lo provoco con movimientos sugerentes. Siempre que terminamos de hacer el amor y caemos rendidos entre las sábanas, no se olvida de acariciar mis nalgas. He sabido desde siempre que mi trasero es la parte que más llama la atención de cualquiera que me ve caminar. Pero si antes disfrutaba siendo el centro de atención, ahora soy feliz sabiendo que el único hombre que me importa goza de él.
Off siempre dice que tengo un culo delicioso, ¿y quien soy yo para contradecirlo?
«Hace algunos años cuando entré al cuerpo de bomberos, quería desesperadamente cumplir una de mis fantasías más deseadas, que era ser follado por muchos bomberos. He de reconocer que en esa época, era joven y podía estar un poco ansioso y hasta cierto punto desesperado y con las hormonas alborotadas; pero mi bombero favorito se encargó de darme una lección, y terminé enamorándome perdidamente de él.
Eso no quiere decir que las aventuras y fantasías terminaran, claro que no. Solo que desde entonces, todas las realizamos juntos y sin miedo. Sin escondernos de nadie y amándonos libremente. Después de nuestra primera vez juntos, nuestros amigos y familiares supieron que estábamos enamorados y nos apoyaron incondicionalmente.»
Llevamos siete años juntos y ni un solo día ha sido aburrido para nosotros. El trabajo de seducción no cesa nunca. Y las noches de sexo, siguen siendo tan candentes como cuando tenía veintidós.
Off está a punto de llegar a casa, así que entro en la habitación y me pongo la tanga negra que elegí previamente. De solo pensar en su cara cuando me la quite, siento un tirón en mi polla que ya está ansiosa por recibir sus mimos. El fin de semana pasado fuimos a la playa, así que las líneas del bronceado están marcadas en mi trasero y eso le encanta... Así que me lo pienso una vez más, y decido que ¡fuera tanga!
Escucho la puerta principal abrirse y poco después, los pasos de Off acercándose por el pasillo de la segunda planta. Me acuesto en la cama, de perfil y obviamente apuntando mi trasero —levantando mucho las nalgas— hacia la puerta de la habitación, esperando a que mi hermoso y pelinegro esposo bombero, entre.
—Gun... —Llama con cuidado de no levantar mucho la voz.
No respondo. Quiero darle una bonita y muy caliente sorpresa, pero de pronto no hay más ruido afuera. Imagino el por qué y no me desespero. Cuando el clic de la puerta al final del pasillo se oye, vuelvo a lo mío. Me humedezco los labios con la punta de la lengua y continúo esperando. "esto está muy oscuro", pienso y me decido a encender la lámpara de la mesa de noche. Apenas estiro la mano y la lámpara se enciende, la puerta se abre y el sorprendido soy yo.
Me olvidé de respirar y los ojos se me abrieron como platos, mi corazón comenzó a latir desbocado, mi polla creció en el acto y mi garganta hizo un sonido exagerado cuando tragué saliva de golpe... ¡todo eso en tan solo un segundo!
El hermoso hombre frente a mí, está completamente desnudo, bueno lleva puesto el casco, las botas de trabajo y en la punta de su polla (completamente erguida) un listón rojo atado como si fuera un regalo.
Mi regalo.
Dios, él se ve como la fantasía más caliente de toda mi vida.
Un extraño hormigueo recorre mi columna y va a dar en mi polla, quiero saltar de la cama y correr hacia él, pero su voz dominante me detiene en seco.
—¡No te atrevas a romper esa imagen! —dice y entonces soy consciente de la posición en la que me ha pillado. Estoy de lado, sosteniéndome en un codo, y con el trasero levantado... listo para recibir su deliciosa polla.
Sonrío de lado y entonces la distancia entre nosotros se acorta de inmediato. Off camina hasta su lado de la cama, se quita el casco, descalza sus pies y sus grandes —y callosas— manos acarician los míos. Entonces sus labios húmedos aterrizan en ellos, dejando besos que van deslizándose a lo largo de mis piernas, recorriendo cada parte con total libertad, la misma que tiene por ser dueño de mi cuerpo, de todo... de mí. Su lengua entra en acción, entonces, cuando llega a mis nalgas y se entretiene un poco más allí, hasta quedar saciado tras haber lamido, chupado y mordisqueado a su antojo la piel, dejando marcas por todos lados. No puedo sostenerme más en esta posición, así que dejo que mi pecho toque las sábanas de seda y me desparramo con la cabeza ladeada, dejando que mi amado bombero haga conmigo lo que se le antoje.
»No queda parte de mi espalda sin ser invadida por sus caricias y besos y cuando llega a mis hombros, yo ya estoy gimiendo porque necesito desesperadamente girarme y recibir el mismo trato en el frente. Off me toma por los hombros y me gira lentamente, entonces mis manos capturan su cuello, enlazándose fuertemente. Las suyas se anclan a cada lado de mi cabeza y nuestras bocas colisionan armando un delicioso lío caliente y húmedo. Un sonoro gemido escapa de su boca cuando mi lengua aventurera reclama su garganta y lo siguiente que se, es que ahora yo me encuentro sobre él, gimiendo por lo bien que se siente ser besado por el hombre que amo.
Las manos traviesas de mi bombero se alojan en la curva de mi trasero, apretándolo deliciosamente y causando que mi polla se empuje contra su abdomen, y es cuando decido por fin hablar:
—Me hiciste falta —susurro sin aliento al cortar el beso y acomodarme entre su hombro y cuello.
Off frota su nariz contra mi mejilla, olisqueando gratamente mi aroma.
—Me encanta como hueles —dice— No imaginas cuanto te extraño cada minuto del día... Te necesito —susurra suplicante contra mi oreja.
Beso su cuello y mordisqueo su barbilla, mientras mi mano se aventura hacia el sur, buscando su gruesa y dura erección, cuando la encuentro, cierro mis dedos alrededor de ella y le miro a los ojos cuando siento la tela del listón que lleva atado.
—¿Puedo? —pregunto, apretando un poquito y robándole un gemido ronco y necesitado.
—Joder, Gun ¿Cómo me preguntas eso? —Sonrío— ¡Ya deberías estar ahí cariño, no ves que me estás volviendo loco!
—Eres tan hermoso, cuando estás cachondo, Off. —Le beso el pecho— Tan... —beso su pezón— pero tan... —chupo el otro—... hermoso.
Desde mi posición, miro hacia arriba y observo como se muerde el labio inferior, mi mano aun no suelta su polla, esta imagen es tan malditamente sexy.
Sigo descendiendo sin dejar de besarlo y finalmente me acomodo entre sus piernas. Dejo un beso en la punta de su polla, justo en la pequeña grieta de la cual está exudando un líquido cristalino y el tararea necesitado, pero feliz.
Quiero tomarme mi tiempo, tratando de hacer que su excitación crezca y quizá —solo quizá— deleitarme viendo su expresión torturada, mientras le provoco; pero él como siempre me lleva la delantera.
—¡Ni se te ocurra Gun! —grita desesperado, al mismo tiempo que tira del listón y lo arroja al piso.
Alineo mi boca con la cabeza de su polla y dejo que mi lengua juguetee un poco esparciendo el líquido preseminal que gotea sin cesar. Entonces envuelvo mis labios sobre esa hinchada cabeza y Off cierra los ojos, apretando en un puño las sábanas, como si estuviera conteniéndose las ganas de correrse.
—Me estás matando, Gun. —dice descontrolado.
Sin afán de hacerlo esperar, me termino de meter toda su polla en la boca. Él suspira mientras abro más los labios para poder abarcarla por completo, siento el cosquilleo en la garganta y hasta mi polla siente la sensación de completa llenura y está a punto de explotar. Mientras empiezo a chupar sus manos sujetan mi cabello y empujan aún más, demostrándome que no aguantará mucho más sus ganas de cogerme.
Chupo y trago todo lo que tiene para mí, mi boca está acostumbrada tanto al sabor como a la textura venosa; pero cuando siento como su hermosa polla crece en mí boca juro que sigue asombrándome el tamaño y grosor que puede llegar a alcanzar. Mi mano apenas puede contenerla mientras hace la tarea de subir y bajar mientras lo masturbo, ayudándome un poco en la tarea de darle placer absoluto. A mi esposo le excita que lo haga, y se pone como un bebe engreído y súper caliente que no se cansa de pedir más, cuando debo sacarla un momento para permitirme un respiro, pero luego, tomo aire, vuelvo a abrir grande la boca y me meto ese enorme pedazo de carne —mi regalo— tratando de contenerlo en su totalidad.
Chupo como si no hubiera mañana, pero cuando Off ya no aguanta más me veo de espaldas sobre la cama, con él sobre mí. Mi hermoso bombero me hace el amor divinamente, pero hay días como este, en que ha tenido que estar fuera de casa durante dos noches seguidas —debido al retén— que imagina está en una película porno y me trata con rudeza. Captura mis labios y muerde a su antojo, siento el sabor de la sangre mezclarse con nuestras salivas, él se aleja y pasa su sensual lengua sobre la herida y yo siento que estoy a punto de aullar...
—Off —murmuro entre gemidos. Necesitaba más, mucho más. No requiere prepárame, estoy listo para recibirlo por completo—. Por favor —suplico y Off vuelve a besarme duro, chupa mi labio inferior de manera sensual y sugerente y eso me excita aún más.
—¿Me quieres dentro de ti? —jodidamente SI. Iba a decir, cuando un movimiento rápido me tiene esta vez mordiendo la almohada. Y siento su lengua pasar sobre mi orificio, empujándose un poquito comprobando que ya podía entrar— tan cálido y perfecto para mí.
—Oh por Dios, Off... por favor, por favor... —suplico desesperadamente porque ya no puedo aguantar más.
Entonces me agarra con fuerza de la cintura y levanta mi trasero, alinea la punta de su polla contra mi orificio necesitado y empieza a deslizarse dentro de mi canal, empujándose sin ningún reparo, logrando hacerme gemir de placer porque siento su polla enorme, dura, hermosa y caliente dentro de mí, dispuesta a penetrarme con fuerza descomunal. Y empieza a follarme regalándome un placer hermoso (yo jamás sentí en la vida lo que siento cuando estoy con Off).
—Tengamos sexo Gun, luego te haré el amor hasta que salga el sol. —dice susurrándome al oído.
Entonces todo se detiene un instante y quiero llorar... mis ojos se desorbitan y casi ruedan hasta la parte posterior de mi cabeza porque Off tira de mis piernas buscando el ángulo perfecto posando una de ellas en su hombro —con un par de rápidos movimientos— empujándose todo el camino hasta mi interior, dejando que su polla golpee directamente mi próstata.
—¡Off... ahh!
En tantos años, juntos, Off ha aprendido a conocer mi cuerpo incluso mejor que yo mismo.
—¿Te gusta? —Yo gimo y asiento con la cabeza desesperadamente, dejándole claro que SI, y quiero más— me encanta cuando estás tan excitado, que sólo puedes rogar por tenerme dentro de ti.
—Sí... muy muy adentro —digo dejándome dominar por el maravilloso sentimiento de total posesión que ejerce mi esposo sobre mí.
Que hermosa calentura es fuego que arde, quemando nuestras entrañas. Off me muerde el cuello, los pezones, sin dejar de follarme con fuerza y el placer que yo siento me hace feliz, tengo ganas de reír, llorar, pedir más y más. Off sale de mi interior cuando siente que se va a correr y luego vuelve a entrar ocasionando que mi cuerpo se convulsione excitado y muy necesitado de él.
Cierro los ojos y comienzo a sentir su furia dentro de mi canal, su polla hinchada entra y sale de mí, me siento todo mojado, mi orificio arde de placer. Off no deja de besarme, sus manos me agarran con fuerza y me penetraba con firmeza. No hace falta que me toque la polla, porque sé que estoy llegando al límite y él también lo está.
Mi espalda se arquea a causa de la excitación y descomunal placer. Su manera de cogerme por Dios, me hace sentir que puedo tocar el cielo y caer hasta el mismísimo infierno, cuando los gemidos y maldiciones salen de mi boca en medio del éxtasis total.
Soy adicto a la manera en que se ve Off cuando está al límite, las gotas de sudor perlando su frente, su mandíbula apretada por la fuerza que está usando al penetrarme y sus ojos brillando con lujuria y pasional deseo... mierda, mi esposo es jodidamente irresistible.
Gruñe mientras se hunde en mi estrecho y cálido trasero que le pertenece solo a él. Y yo no hago más que deshacerme bajo su cuerpo esperando llegar al final, juntos.
Acelera un poco el ritmo y el brutal gemido conjunto que resuena entre las paredes de nuestra habitación anuncia que la tan ansiada liberación esta sucediendo.
Off se agacha y captura mis labios en un nuevo beso tratando de callar los gemidos de ambos y finalmente termina cayendo sobre mí.
Yo, nunca en la vida me cansaré de esto. Juro que no.
—Creo que fuimos muy ruidosos —susurró en su oído mientras temblamos con la réplica del reciente orgasmo.
—Voy yo... —dice deslizándose lentamente fuera de mí. Satisfecho de ver el desastre en el que me ha convertido. Porque juro que me desmayé por un instante después de hablarle; pero no es la primera vez que me sucede—. Y Gun, sabes algo... —me mira directamente a los ojos— sé que pude haberme enamorado de cualquiera, pero la vida te puso en mi camino y no puedo dejar de agradecer a Dios por ello. Eres un hombre maravilloso y sé que me amas sinceramente como yo a ti. No haces más que llenar de felicidad cada día de mi vida, por eso y por todo lo que me has dado, quiero que nunca olvides lo mucho que Te amo.
—También te amo, cariño... Con todo el corazón.
Digo antes de girarme y cerrar los ojos.
—¿Por fin se ha vuelto a dormir, eh? —pregunto apoyándome en el marco de la puerta.
Mi esposo se gira siguiendo el sonido de mi voz y arruga su nariz haciendo que sus ojos se vuelvan una línea. Está cansado, como cada día que en la estación ha surgido una emergencia y él como buen jefe, no ha dudado en ser el primero en subirse a un camión, pero aún así llega a casa y me hace gemir entre sus brazos.
A veces extraño seguir siendo un bombero, pero desde que Chimon llegó a nuestras vidas no me he arrepentido de dedicar mis días a cuidarlo y juntos esperar a que Off entre por la puerta, para llenarlo de amor.
Jamás me había planteado pasar el resto de mi vida cuidando de una familia, ni siquiera había pensado que encontraría a la persona que me hiciera pensar que no necesitaba a nadie más. Creo que nunca tuve demasiada fe en el amor, y muchas veces pensé que envejecería tratando de ligar con hombres al azar. Pero desde que conocí a Off —y se resistió tanto a mis encantos, haciendo que llegara al límite y estuviera a punto de perder la cabeza por él— todo mi mundo cambió.
«No había pasado ni un año de aceptar que estábamos perdidamente enamorados el uno del otro y realizar una ceremonia para sellar nuestra unión, cuando la trabajadora social llegó tocando a nuestra puerta para decirme que Chimon —el niño que había ayudado a rescatar el día que salí a mi primer incendio— desde ese momento, se convertía en nuestro hijo.
El padre de Chimon estaba enfermo, tenía cáncer y aunque la quimioterapia parecía haber funcionado, finalmente la enfermedad terminó por arrebatarle la vida. Él estaba muy agradecido conmigo porque el día del rescate, cuando llevé al bebé a reunirse con él en el hospital, sin querer escuché todo lo que el médico le dijo y decidí apoyarlo. Pedí a Arm que lo aceptara en su albergue y a pesar de que mi amigo dejó el sacerdocio, continuó cuidando de ellos, cuando yo no podía hacerlo. Antes de morir, al no tener más familia en el mundo, me tomó en consideración para ser quien cuidara de su bebé cuando él ya no estuviera y obviamente al casarme con Off, Chimon pasaría a ser hijo de ambos. Así que cuando el momento llegó, aceptamos a Chimon con el mayor amor del mundo.»
—Como un angelito... —responde mi esposo.
—Me dio mucha guerra hoy, sabes. No quería irse a la cama sin antes verte, pero finalmente se durmió. Te extraña mucho.
—Es que definitivamente nuestro hijo me ama más a mí.
—Mmm... ¿pretendes que me ponga celoso?
—Claro que no cariño —Off se pone de pie, apaga la lámpara de la mesita de noche y sale de la habitación—. ¿Y tú también me extrañaste?
—Cada minuto del día —enredo mis brazos alrededor de su cuello, me pongo de puntitas y lo beso.
—¿Si?
—Por supuesto capitán... creo que recién te demostré cuánto.
—¿Qué, cuándo? No lo recuerdo.
—Creo que repentinamente tampoco lo recuerdo. —Meneo las cejas—. Creo que debemos averiguarlo, juntos —digo, deslizando un lado de la bata que llevo puesta, dejando mi hombro al descubierto.
—Gun...
—¿Atendiste muchos llamados hoy?
—Nop. —Me dice, justo antes de acercarme a su cuerpo—. Vamos, demuéstrame cuanto me has extrañado, precioso.
»Apenas entramos a nuestra habitación y la puerta se cierra, Off se quita la bata, desata la mía y me agarra de las piernas, poniéndome en volandas, dirigiendo su polla a mi orificio dilatado y se clava de golpe, mientras yo me abrazo a su cuello sintiendo como su enorme polla me penetra comenzando con un mete y saca acompasado, alucinante. Me llena por completo, hasta lo más profundo y me besa para callar mis gemidos, lame y muerde mis labios, se desliza por mi cuello y succiona dejando marcas. Me eleva con sus manos en mi trasero y yo cabalgo sobre mi bombero soñado.
Termino corriéndome rápido mientras él sigue apretando su pelvis y clavándome sin descanso. Lo acaricio por todos lados, apretando sus bíceps de ensueño y sigo sin creerme aún después de tantos años, que me folle de esta manera que siempre me ha parecido increíble y que cada vez que hacemos el amor sea como si continuara cumpliendo mi sueño, una y otra y otra vez....
Todo mi cuerpo se tambalea, con la fuerza y energía de mi hombre. Sus clavadas son tan enérgicas que se oyen nuestros cuerpos chocar haciéndome temblar. En dos o tres embestidas más, Off me agarra fuerte las nalgas y totalmente insertado contra mí, veo todos sus músculos tensarse y se descarga dentro de mi canal.
—Lleguemos primero a la cama, precioso —me dice— Nos quedan muchas más horas para hacerte el amor.
—Hasta que salga el sol —digo... Aunque aún estoy fascinando con ese orgasmo que acaba de regalarme mi esposo.
No puedo quejarme. Mi vida cambió por completo de una manera que nunca creí posible.
Tengo todo lo que necesito...
Tengo a Off y a Chimon.
Amigos a quienes quiero.
Y sobre todo tengo estos momentos que solo comparto con el hombre más maravilloso del mundo. Mi bombero hermoso, que siempre logra ponerme caliente y cachondo, pero sobre todo feliz.
𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ