—Bendito Cristo crucificado. ¡Líbrame del pecado!
Estábamos en el centro del patio de camiones, y me detuve un momento a ayudar a uno de mis compañeros —que estaba preparando su equipo— cuando escuché que Arm hacía una especie de invocación. Me giré rápidamente y ahí estaba él, en la parte trasera del camión de Oab.
Me acerqué rápidamente a mi amigo, que estaba sujetando su crucifico, pegado a sus labios y mirando fijamente hacia un punto exacto... Fluke estaba mudo y completamente sonrojado, mirando hacia el mismo lugar.
—¿Qué sucede? —les pregunté.
—Es... su... la...
—Okey~, no te preocupes ratoncito, entendí perfectamente. —le dije a Arm, con una sonrisa tratando de formarse en mis labios cuando vi lo que al parecer había ocasionado que mis amigos despegaran al espacio.
—Hola Gun.
—¡Hola! —dijeron al unísono, en mi lugar, mis amigos, respondiendo al saludo de Oab.
La guardia de la mañana le tocaba al equipo de Oab, y él como de costumbre estaba preparando las mangueras que utilizarían. Y como siempre, el adorable y apetecible pelirrojo, no llevaba camiseta. Al parecer había tenido un fin de semana en la playa porque su piel estaba bronceada, de un color dorado que hacía contraste con su cabello rojizo y Dios bendito. Estaba caliente como el maldito infierno...
—Hola Oab. —Lo saludé— ¿necesitas ayuda?
—No, Gun. No hace falta. Ya me están ayudando y sólo quedan por enrollar un par de mangueras, sin embargo podrías presentarme a tus amigos. —me dijo devorando con la mirada inyectada de fuego, a Arm.
—Claro. Ellos son-
—Soy Fluke —interrumpió Flukie, mucho más sonrojado que antes, tendiendo su mano hacia Oab.
Sonreí levemente, esperando que Arm también se presentara, pero mi amigo estaba como shockeado.
—Él es Arm —dije, dándole un empujoncito a Arm con mi hombro.
—Es un placer Arm —dijo Oab, y bajo toda esa piel tostada vi el rubor de sus mejillas.
No podía creer que mis dos amigos se hubieran quedado sin palabras frente a Oab.
—¿Qué los trae por aquí? ¿Aplicarán como voluntarios? —nos preguntó.
—No. —Respondió Fluke— Estamos de visita. Gun se ha olvidado de nosotros desde que empezó a trabajar aquí. —Se quejó mi amigo seminarista.
—Ya veo —respondió Oab, sin apartar su mirada de Arm.
Oab había llamado la atención de Arm. Mi querido amigo sacerdote parecía estar rezando en silencio por el perdón de los pecados de Oab, por andar medio desnudo delante de la gente, sin importarle si causaba un ataque cardiaco a cualquiera, en especial a él. Y yo estaba que no podía más con mis ganas de soltar una carcajada, seguro lo hubiera hecho pero Off apareció en mi línea de visión en ese momento, por lo cual me alejé de mis amigos y lentamente me fui acercando a él, era como si mis piernas tuvieran vida propia, mis pies avanzaron hasta él, sin darme opción a retroceder. Y tampoco es como si hubiera querido ir a ningún otro lugar...
Off, estaba agachado terminando de enrollar otra manguera, y aún quedaba una más tendida en el suelo. Con razón Oab no aceptó mi ayuda, ya tenía un muy guapo ayudante.
—Hola Off. —le saludé poniéndome justo frente a él. Cuando levantó su vista, tuvo un primer plano de mi entrepierna.
—Ah, hola, Gun... —me respondió tímidamente. Lo ponía nervioso, no había ninguna duda de eso y no podía desperdiciar la oportunidad que se me estaba presentando.
—Me iré a cambiar y regresaré a ayudarte. —le dije encaminándome hacia el dormitorio y sin darle opción a rechazar mi ayuda, pero a tan solo unos pasos, decidí que si iba a provocarlo lo haría luciendo mis piernas bajo mis apretadas mallas.
Por un instante me olvidé de mis amigos y mi mente lujuriosa no dejó de reproducir imágenes de cómo me follaría a ese hombre, y mientras volvía sobre mis pasos, me deleité en silencio con el precioso cuerpo de Off, que seguía con su trabajo.
—Me cambiaré luego —dije, cuando él se percató de mi presencia.
—Como desees —me guiñó un ojo— Hola de nuevo, Gun.
—¿Quieres que te eche una mano con esa otra manguera? —pregunté y por dentro estaba pensando en todos los lugares donde quería poner mis manos, mis labios, mi cuerpo entero.
Off se giró y me miró a la cara, pero de repente noté que por un segundo dirigió su mirada a algo o alguien detrás de mí.
—Sí, ¿por qué no me ayudas a enrollarla? —respondió devolviéndome el placer de su profunda mirada.
—Claro. —respondí con una sonrisa. Y joder que me estaba chamuscando por dentro.
Me puse de cuclillas para empezar con la tarea y sentí como dagas envueltas en llamas me atravesaran el pecho y me hacían estremecer.
—Eso de echarle mano a la manguera ha sonado muy provocador, Gunnie. —la malvada risita de Fluke me hizo poner la piel de gallina y levantarme de un respingo.
Había olvidado por completo que mis amigos estaban ahí. Y pues Flukie tenía razón, solamente que para mí resultaba más provocador y excitante, sacar y echar mano a la manguera a Off... su otra manguera, claro está.
Miré hacia todos lados buscando a Arm, y felizmente no estaba con Fluke.
—Esto solo tomará un minuto Flukie, ya mismo estoy con... ¿tigo? ¿Dónde está Arm?
—Fue a buscar el baño. Oab lo acompañó.
—Está bien...
—¿Y puedo saber el nombre de Mr. Músculos? —sonrió cuando Off le hizo un asentimiento de cabeza.
—Soy Off, compañero de guardia de Gun.
—Oh, ya veo. —Mi querido amigo, no era ningún tonto y mucho menos discreto. Nos dio un meneo de cejas a ambos y por Dios eso hizo sonrojar a Off, mientras estrechaba su mano—. Mucho gusto Off, soy Fluke, el mejor amigo de Gun. Amigo que se quedará aquí sin estorbar hasta que terminen su trabajo.
Con toda mala intención se apoyó contra el camión y se cruzó de brazos, sin quitarnos la mirada de encima.
—Tu amigo es diminuto, pero me asusta —me susurró Off cuando agaché mi cuerpo frente a él, para tomar la manguera.
Flukie me ha visto coquetear durante toda nuestra adolescencia, así que no me limité en mi intento de poner nervioso a Off. Me agaché un par de veces frente a él, dejando que mi culo respingón, pusiera en aprietos a su polla. ¿Mal intencionado? Si, completamente. Pero es que ese hombre estaba haciéndose de rogar y yo estaba desesperado por tenerlo entre mis piernas.
Terminamos de enrollar la manguera y como el esfuerzo me dio calor, desabotoné un par de botones de mi camisa e hice un nudo en la cintura, justo sobre mi ombligo e inmediatamente noté la mirada de Off clavada sobre mi cuerpo, haciendo un escaneo de pies a cabeza. A propósito me giré un poco dejando mi cuerpo de costado, para no perderme el momento exacto en que sus ojos se clavaron en mi culo y sus dientes se apretaron sobre su labio inferior.
—Creo que esta lista para ser enganchada ¿no? —Miré a su entrepierna, cuando se puso de pie— ¿o prefieres que te ayude con eso? —provoqué, pero rápidamente él, levantó la manguera y la puso en el camión. Fluke sonrió y yo no desperdicié la oportunidad de pegarme a Off, rozando mi cuerpo contra su costado y apretando sus bíceps—. Creo que para nuestro próximo juego de dardos debes asegurarte de llevar puesta una camiseta sin mangas y dejar olvidado el celular en algún lado.
—¿Y eso por qué? —preguntó tragando saliva.
—Porque así podré tocar directamente y... no habrá llamadas que te salven de terminar la noche en mi-
—¡Gun! —Ya... estoy frito. Arm tenía que aparecer justo en el momento preciso, pero menos indicado—. ¿Debería haber traído una mordaza?
—Muy gracioso ratoncito... aunque no es una mala idea eso de usar mordaza.
—Te tienen vigilado ¿eh?
—No tienes idea. —Sonreí pícaramente— Pero no tanto como a ti. —Le guiñé un ojo— ¿La sub-teniente es celosa?
—No. No lo es —respondió un poco nervioso—. ¿Es tu novio? —dio una mirada de precaución a Arm. Y la carcajada que minutos antes aguanté, salió para llenar el recinto, siendo acompañada por la de Fluke.
—Ey, Off... no tienes por qué preocuparte... —Fluke dijo entre risas— Aquí —nos señaló con un dedo a Arm y a mí— No hay nada. Este monumento —esta vez me tomó del hombro— está soltero por elección, pero quizá por ti cambie de parecer.
La cara de Off era todo un poema. No sabía si reír o salir corriendo de ahí, porque Arm estaba mirándolo con una atemorizante seriedad.
—Él es Arm —dije calmándome— mi otro mejor amigo.
—Mucho gusto Arm —dijo haciendo un asentimiento de cabeza. Y Arm respondió de la misma manera.
—Nos vamos ya Fluke —dijo después muy serio—.
—¿Dónde está Oab? —preguntó Fluke, buscándolo con la mirada.
—Ehh... creo que se está cambiando el uniforme. —Tomó de la mano a Fluke— Gunnie, debemos irnos. —Dijo y no pudo ocultar su sonrojado rostro— hablaremos esta noche. —sentenció—. Adiós Off.
—Adiós Off~ —canturreó Fluke— No me voy, me llevan. —Off comenzó a reír— ah... y creo que también deberías buscar los vestidores —guiñó un ojo— Nos vemos en la noche Gunnie. Dijo finalmente.
Volteé a mirar a Off, y se cargaba un empalme de los buenos. No podía desaprovechar esa oportunidad así que me acerqué cuidadosamente, fingiendo subir al camión y resbalando justo a su lado y consiguiendo que me sujete por atrás. Estaba pegado a mí, muy pegado a mi cuerpo y la delgada tela de mis mallas me dejaba sentir la dureza de su polla contra mi culo. Con toda la mala intensión que me cargaba, empujé la cola hacia atrás y él, no pudo contener un gemido. ¡Dios! Con gusto me lo follaba ahí mismo.
Giré mi cabeza hacia él y nuestras miradas se encontraron durante unos segundos, cargadas de fuego, de deseo, de ansias. Hubiera querido que ese momento se prolongara mucho más, o lo suficiente para que nuestros labios se unieran, pero tenía que llegar Oab casi gritando un condenado...
—!¿Dónde está?!
𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ