59. GALLETA DE AUTO.
Suspiré. —Creo que no es nuestro día.
Bien mirado creo que ningún día de mi vida era mi día. Alguien allá arriba debía estar con echado en su espalda con los pies al aire sosteniendo su estómago con ambas manos tratando de mitigar la risa regocijante.
Liam se bajó del auto y comenzó a maniobrar en el capote sin obtener ningún resultado por lo que entró molesto al auto, cerró los ojos y dejó caer la cabeza hacia atrás en el respaldo.
Los copos de nieve golpeaban con fuerza las ventanas del auto formando pequeños grumos de hielo en contacto con nuestro aliento, la carretera estaba completamente oscura y debido a que (al parecer) nos habíamos quedado sin batería, las luces estaban completamente apagadas y la calefacción no funcionaba. El frío era insoportable.
Se que no es buen momento para decir que Liam se veía muy mono con los ojos cerrados y aparentemente relajado (estaba segura de que en realidad estaba planeando alguna estrategia y eso definitivamente no es relajarse), ni decir que hasta se vería mas joven... pero lo hacía.
Carraspeé. —No podemos quedarnos aquí.
Liam sonrió sin abrir los ojos. —¿Tienes una mejor idea?
—Salir de aquí es una mejor idea.
—Esta nevando.
—Ya sé que está nevando —me ajusté las gafas— pero quedarnos aquí sería un suicidio.
—Salir de aquí sería un suicidio ¿Has escuchado que hay lobos? Comen humanos.
Mis manos se volvieron puños.
—Pues la verdad es que no lo sabía, muchas gracias.
Rió leve. —Alguien tiene que venir.
—¡Exacto! Y no va a vernos con esta tormenta... yo me voy.
—¿Y a donde irás?
—¡¿Y yo qué sé?!
Tenía miedo, hambre, sed y frío... Sobre todo hambre.
—Es una excelente respuesta.
—¿Tienes un mejor plan? Te escucho —me crucé de brazos en espera de su respuesta.
Pero Liam seguía quieto en silencio con la cabeza recargada en el respaldo sel asiento y los ojos cerrados.
Claramente no tenía un plan.
Suspiré. —Liam, en verdad creo que deberíamos de salir.
—Luce, hay una tormenta de nieve ¿Qué vas a hacer? Caminar en busca de ayuda. No se puede ver nada allá afuera.
—Mis clases de supervivencia me dicen que no debo de...
—Esto no es la escuela militar...
—¿Sabes qué? Vete al diablo... iré a buscar ayuda yo sola.
Liam sonrió arrogante. —Me gustaría ver que lo intentaras.
—Imbécil.
Liam suspiró. —Luce...
—¡Al diablo! —repetí molesta mientras cerraba la puerta detrás de mi.
Pero apenas puse un pie fuera del auto y el frío me heló los huesos, el aire me golpeaba en la cara con una fuerza con la que definitivamente no quieres que te golpeé el viento, la niebla apocaba las nubes que probablemente debía formar mi aliento en contacto con el aire y cinco segundos después y ya no sentía la nariz.
Maldición Liam tenía razón, no se podía ver nada, con mucha dificultad lograba ver la carretera así que en contra del viento y la nieve caminé hacia la orilla de la calle cruzando los brazos sobre el pecho luchando contra el viento a cada paso que daba sintiendo como poco a poco mis pies se hundían cada vez mas en la densa capa de nieve que cubría la estrecha carretera.
Sentí que debía volver por Liam, quedarse en el auto era una mala idea, cualquier loco enfermo que se atreviera a conducir por aquella carretera podría no ver el auto de Liam y estrellarse en él pero cuando giré en busca del auto no pude ver nada, no sentía que realmente hubiera caminado demasiado pero la nieve y la niebla hacían todo tan opaco y para colmo la tormenta comenzaba a empeorar.
Y yo que creí que mi suerte comenzaba a mejorar
Suspiré y formulé un plan; iría a buscar ayuda y volvería por Liam...
Entonces alguien tocó mi hombro y dijo:
—Luce.
Actué por instinto.
Giré y le di con toda la fuerza de mi puño en el estómago.
Era Liam.
Se encorvó y sostuvo su estómago con ambas manos tratando de recuperar un poco de aire.
—Mierdisima santa... lo siento Liam, creí que eras un lobo.
—¿Un lobo? —preguntó jadeando.
—¡Tu dijiste que habían lobos!
—¡Pero no te dije que hablaran! ¿Qué clase de lobo habla?
—Uno parlante.
—¿Qué clase de lobo parlante conocería tu nombre? —preguntó poniéndose de pie aun con una mano en el estómago, recuperándose un poco.
—¿Estas diciendo que no soy importante?
—Estoy diciendo que no creo que un lobo se siente a leer tus reseñas... en el caso hipotético de que hablaran.
—Pues en el caso hipotético de que hablaran yo realmente tampoco creo que...
—Luce, no vine a pelear sobre lobos. Vuelve al auto.
Reí seca y me arrepentí al instante ya que una ráfaga de aire con nieve me entro directo a la garganta y comencé a toser. Bien, si perdía mi trabajo después de eso bien podía publicar un manual de "Como Perder el Estilo y Quedar Como Idiota En Menos de Cinco Segundos" seguro me quedaría de maravilla.
Liam arqueó una ceja con completa indiferencia.
—No voy a volver.
—Te vas a enfermar....
—Mejor que morir.
—No vas a morir.
—Puedo morir.
—Puedes morir si te da una angina de pecho, hipotermia, necrosis por temperatura...
—Todas ellas suenan mejor que morir aplastada en tu auto.
—Escucha Luce...
Pero los ojos de Liam se enfocaron en algún punto fijo sobre mis hombros, mi primer pensamiento fue un lobo pero ni siquiera tuve tiempo de girar y procesar la imagen cuando sentí el brazo de Liam cubrirme por los hombros y todo el peso de su cuerpo lanzarse contra mi costado.
Rodamos por la nieve, al parecer era una pequeña carretera en picada y había sido útil saberlo con anterioridad pero la nieve simplemente lo hacía imposible, rodamos y rodamos y durante el trayecto pude escuchar un fuerte estruendo en la carretera, un chasquido como de ramas cerca de nosotros, sentí un dolor punzante en alguna parte de mi cuerpo que no logré descifrar y de pronto Liam desapareció... ya no rodaba conmigo.
Mi cuerpo se detuvo de golpe gracias a una piedra que me frenó dándome en el estómago.
Sr. Karma.
Tosí toda la nieve que me había entrado a la boca en el trayecto de la caída y comencé a recuperar el aire. Mi cabeza dolía y cuando me llevé una mano a esta noté que me habían quedado varios trocitos de ramas entre los cabellos y mi ropa estaba cubierta de nieve.
Pero por extraño que parezca... mi primera preocupación fue Liam.
Giré la cabeza y lo vi hacer una mueca al intentar ponerse de pie y fracasar en el intento cayendo de nuevo sobre la nieve.
Algo andaba mal.
Liam miró detrás como si buscara algo en especifico, no quise darme mucho crédito, bien podía estar buscando su cartera, sus dientes o su pluma de firmas, pero creí que si tenía corazón bien podría estar buscándome a mi, así que lo llamé:
—¿Liam?
Su expresión detonaba alivio y culpa.
Me miró con detenimiento y aclaró:
—Que bueno que no volvimos al auto.
Sonreí.
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N/A: Hola :3 Qué les pareció el capítulo? Qué creen que sucederá el próximo capítulo? (quiero saber si soy tan predecible :p)
Ya casi se termina esta novela T.T No se si estar triste o feliz... Ustedes se sienten tristes o felices?
A los que me escriben: Gracias por escribirme! Me encanta leer lo que les pasa cuando leen Lucky Road :D me río mucho con lo que me mandan :D
Chicas! La pagina en Facebook está activa de nuevo... o eso intento, la pagina es: "RollitodeSushii" (Con doble "i" y todo junto) donde publico adelantos de Lucky Road y de Bridal Fever (por cierto ya fueron a leer aquella novela? que piensan de Zac como Grayson Blake? y de Karen como Kennedy?) Voy a pedirles ayuda para una portada... odio estar cambiando la portada a cada rato, pero ninguna me sale como quisiera la portada oficial.... así que voy a dejarlo a votación en la pagina :D en fin... espero verlas allá.
Muchísimas gracias por leer esto ;D Como siempre: No olviden votar si les gustó el capítulo y darme su opinión (Además de las quejas por lo corto del capítulo, claro... pff)