Conviviendo con la Mentira ©...

By LadyGual

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[Historia GANADORA en los PREMIOS WATTY 2013 en español, en la categoría erótica, no adolescente, chick lit... More

Capítulo Uno: ¿Por qué a mí?
Capítulo Dos: Preparativos de Boda
Capitulo Tres: Caos desatado.
Capitulo Cuatro: Sorpresa y Trato.
Capitulo Cinco: Sucesos Confusos
Capítulo Siete: Principio del deseo.
Capítulo Ocho: ¿Película y Hormonas? Mala combinación...
Capítulo Nueve: Malas Noticias
Capítulo Diez: Pesadilla.
Capítulo Once: ¿Líos y confesión? Menudo día...
Capítulo Doce: La bomba decidió estallar.
Capítulo Trece: ¿Alex es gay?
Capítulo Catorce: La prueba y, Elisa, ¿qué planeas?
Capítulo Quince: Beso con sabor a tarta de queso
Capítulo Dieciséis: ¡Sorpresa, somos nosotros!
Capítulo Diecisiete: Vaya noche. I
Capítulo Dieciocho: Vaya noche. II
Capítulo Diecinueve: La felicidad dura una navidad.
Capítulo Veinte: Chantaje.
Capítulo Veintiuno: El jodido vengador.
Capítulo Veintidós: Comienza la guerra, ¿en la discoteca?
Capítulo Veintitrés: La llamada. ¡Te lo dije!
Capítulo Veinticuatro: Verdades que escuecen.
Capítulo Veinticinco: Familia, Daniel es Ren...
Capítulo Veintiséis: Adiós a las vacaciones.
Capítulo Veintisiete: ¡Comienza un nuevo trimestre! ¿Las cosas pueden ir peor?
Capítulo Veintiocho: Tentaciones. ¡Maldito Daniel!
Capítulo Veintinueve: Ex novia psicópata.
Capítulo Treinta: Hondo, muy hondo...
Capítulo Treinta y uno: Sentimientos confusos, ¿por qué ahora?
Capítulo Treinta y dos: Oscuros secretos.
Capítulo Treinta y tres: Acontecimientos.
Capítulo Treinta y cuatro: Plan de ataque.
Capítulo Treinta y cinco: El juego...
Capítulo Treinta y seis: ...ha...
Capítulo Treinta y siete: ...terminado.
Capítulo Treinta y ocho: Tras la tormenta
Capítulo Treinta y nueve: Buenos amigos.
Capítulo Cuarenta: A pesar de todo, le quiero.
Capítulo Cuarenta y uno: La mentira de Alex
Capítulo Cuarenta y dos: Se acabó la tortura... ¿o no?
Capítulo Cuarenta y tres: Haciendo lo correcto.
Capítulo cuarenta y cuatro: Un nuevo plan y una propuesta.
Capítulo Cuarenta y cinco: Re-enamorar. Parte I
Capítulo Cuarenta y seis: Re-enamorar. Parte II.
Capítulo Cuarenta y siete: Un accidente inesperado.
Capítulo Cuarenta y ocho: El nuevo Alex
Capítulo Cuarenta y nueve: Confesión, preocupación.
Capítulo Cincuenta: Mi historia no ha hecho más que comenzar.
¡Los premios Watty! Y últimas noticias

Capítulo Seis: ¿Actriz? Creo que no...

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By LadyGual

Capítulo Seis: ¿Actriz? Creo que no…

¿¡Cómo se atreve!? ¿Su JUGUETE? Esto se acabó, me marcho. No aguanto su estupidez ni un minuto más. Vale que sea su criada, pero jugar de ese modo conmigo… ¡Por mucho que pueda desvelar mi secreto no le permitiré que haga lo que quiera conmigo!

–¡¡Para el coche!! –grito echa una furia. Con horror, noté que empezaba a llorar. ¡No, delante de él no llores! Daniel no me hizo caso y siguió conduciendo –. ¡He dicho que pares, joder! –exclamé conteniendo el llanto.

Éste ni se giró para verme, por el contrario, sonrió sin ganas y…

–¿Te ha importado ese beso? Pensaba que eras una cría y ahora me lo confirmas… –anunció sin pelos en la lengua.

–Daniel, si no paras el coche… –cuando le amenacé llegamos a la mansión.

Me bajé tan rápido como pude, antes incluso que las grandes puertas se abrieran. Pasé delante del mayordomo pelotas y del inmenso jardín. La luna fue testigo de las lágrimas que fui derramando por el caminito que daba hasta la puerta de la gran casa. A Rosa ni le dio tiempo a saludarme. No quise que me viera en ese estado, así que subí las escaleras y me encerré en mi habitación.

Sentía humillación.


A la mañana siguiente me despertó el móvil. Ayer puse la alarma a las 7:00 para estar lista a las 8:00, había quedado con Alex y no quería ser impuntual. Además, todo lo que sea estar lejos de Daniel, bienvenido sea.

Jamás me he sentido así de ultrajada por alguien, nunca, y eso que tengo compañeros de instituto que lo intentan cada día…

Si, no es que fuera una chica muy popular, aunque sí que tengo cierta popularidad con los gamberros de mi clase… a pesar de ir a 2º de bachiller, los chicos de mi clase parecían tener el cerebro de un niño de siete años…y no hacían más que joderme la vida. Suerte que tengo a mi amiga, porque si no…

Cuando estuve preparada para salir de casa, con ropa normal, oí que Rosa hablaba con alguien por teléfono. No me entretuve más y salí disparada de la mansión, y de Daniel.

El chófer me llevó hasta Talented Actors S.A y le pedí que no me esperase, –deseaba que Alex se ofreciera a llevarme –.

Entré y, como lo hice la primera vez, me quedé embobada con el interior del edificio. Era simplemente ARTE lo que allí se hacía. No sé qué pintaba yo en todo esto, pero bueno, tenía que hacerlo por mi bien, además, cuando vieran lo pésima que era actuando seguro que me echaban a patadas. Y, créanme, lo estaba deseando.

Conforme entré, no supe a dónde me tenía que dirigir puesto que ayer me lo mostró Alex pero no me acordaba exactamente a qué pasillo debía acudir. Me sentí estúpida…

–¿Miriam? ¡Venga, vamos que llegas tarde! –exclamó la voz de Alex a mi espalda. Me volví y, sin previo aviso, me cogió la mano y tironeó de mi hasta que caminamos a la par.

Llegamos a la habitación insonorizada de ayer y me senté junto a un grupo en círculo. Alex, cómo no, se puso en un extremo, de pie, para observar a los futuros aspirantes para actores. Observé a la gente, tenían un porte envidiable y, las mujeres eran bellas, los hombres parecían modelos más que actores… Repito, ¿qué pinto yo aquí?

Comenzamos en cuanto Alex pidió silencio y todos callaron ante su voz. Claro, es el director y todos tenían que obedecerle… Una mujer muy guapa apareció a continuación y se plantó al lado de Alex. Era rubia de ojos azules y parecía salida de una pasarela pues su gran traje violeta era precioso. Sus ojos se entrecerraron examinándonos uno a uno a todos los jóvenes que estábamos sentados.

–Soy Lucía, y a partir de hoy seré su profesora de Interpretación I. En esta clase aprenderemos a improvisar, movernos adecuadamente, poner las expresiones adecuadas para cada situación… – la mujer siguió dando su charla y yo cada vez me aburría más. No es que no me interesaba, estaba bien para tener cultura general acerca del teatro, pero a mi no me gustaba, estaba claro. Fingí interés cuando Alex me miró una vez, pero luego volví a pensar en mis cosas…

Pensé en una canción, ¿cómo se llamaba? Me sé la letra pero no cómo se llama… espera…

[...]
I would hold you in my arms
I would take the pain away
Thank you for all you've done
Forgive all your mistakes
There's nothing I wouldn't do
To hear your voice again
Sometimes I wanna call you
But I know you won't be there

Ohh I'm sorry for blaming you
For everything I just couldn't do
And I've hurt myself by hurting you [...]


Vaya, era exactamente como me sentía… No sé si lo habré dicho, pero me encanta cantar, o por lo menos me gusta escuchar la música.Cantaba en el baño, cuando me aburría, pensaba todo el tiempo en cantar… (salvo cuando pasó lo de mi padre pues ya no podía pensar nada en claro) ¿y si pudiera cantar profesionalmente? Ni si quiera me lo he planteado, pero es una opción, aunque eso de salir con tanta gente, como que me da apuro. Además, no canto tan bien como desearía y seguro que me tiran tomates antes si quiera de que acabe una canción.

–¡Señorita! –exclamó Lucía a mi lado. ¿Cuándo se había acercado tanto?

–¿Si? –la miré como disculpándome.

–Si no quiere estar aquí, ¿por qué no se larga? Esta clase es exclusividad de solo unos pocos y seguro que hay mucha gente que quiere estar en su puesto. ¿No le parece una falta de respeto hacia los demás? –espetó con los brazos en jarras.

Me pude poner como un tomate. Odiaba cuando me llamaban la atención, pero de verdad que no me gustaba… Un momento, ¿esta clase era exclusividad de unos pocos? Eso significaba que…

Miré a Alex, quien se hizo el despistado, y me temí lo peor. ¡¡Me he convertido en una enchufada!!

–Lo siento… pero, en cualquier caso, discúlpeme, debo irme ahora. –anuncié tratando de tomar el control de la situación.

Si así era, no podía estar más en ese sitio, jamás. ¡Le estaba quitando el puesto a uno que de verdad se lo merecía! Ni hablar. Salí de la habitación rápidamente y eché a andar por el largo pasillo hasta que un tirón me impidió seguir avanzando. Me di la vuelta y vi a un Alex confuso.

–¿Qué te pasa? ¿Es que no te gusta estar allí? –preguntó sin soltarme la muñeca. Otra vez quería llorar… ¡¡¿qué me pasa?!! Verlo así, preocupándose por mi, queriendo saber lo que me sucedía…

–Lo siento, pero creo que esto no es buena idea y, yo… yo… –empecé a hipar y me acordé del nombre de la canción. “Hurt” de Christina Aguilera. Miré para otro lado, no quería que me viera en ese estado, estaba completamente fuera de mi, tenía los sentimientos a flor de piel y no sabía canalizarlos ni controlarlos…

–Miriam… –su voz sonó rota, y eso solo hizo que me desmoronara más. Quería abrazarlo, que me consolara y que me diera palabras de apoyo, pero sabía que eso no sucedería porque él no podía saber que Daniel me tenía entre la espada y la pared.

Todo por culpa de Daniel… ¡¡por su maldita culpa!!

Comencé a llorar cuando empecé a correr para salir de esa empresa que me recordaba a mi hermanastro. No supe cómo, pero acabé estando en la azotea del edificio. Me lié a subir escaleras y no paré hasta que estuve encima de todos. Con todo el ejercicio físico me sentí liberada, aunque muy cansada.

Ya que estaba allí opté por mirar el paisaje y relajarme un poco, pero no podía. Así que, cerciorándome de que nadie se encontraba allí, empecé a cantar para desahogarme…


     i'm not the type to get my heart broken, im not the type to get upset and cry
        cause i'll never leave my heart open never hurts me to say goodbye
        relationships dont get deep to me never got that whole enough thing
    and someone can say they love me truly but at the time it didn't mean a thing

       my mind is gone im spinning round and deep inside my tears i'll drown
        i'm losing grip what's happening i stray from love this is how i feel

              this time was different felt like I was just a victim
            and it cut me like a knife when you walked outta my life
            now i'm in this condition and I've got all the symptoms
                  of a girl with a broken heart but no matter
                         what you'll never see me cry

           did it happen when we first kissed cause it's hurting me to let it go
           maybe cause we spend so much time and I know that it's no more
       I shoulda never let you hold me baby maybe why im sad to see us apart
       I didnt give it to you on purpose gotta figure out how you stole my heart
                                              [...]

Era la canción de Rihanna, Cry. Eso era lo que quería hacer, llorar, llorar hasta agotar mis lagrimales…

Justo en ese momento una mano se plantó en mi hombro y me sobresalté. Pegué un gritito y retrocedí hasta que mi cuerpo dio con la baranda del edificio. Si mi cuerpo no hubiera sido sujetado por la barandilla habría caído y, como consecuencia, habría muerto. Pero, ¿en qué estaba pensando?

Alex, era él, y por una extraña razón deseé que hubiera sido Daniel quien estuviera allí. Quise matarme por ello… ¡ah, espera! Podía hacerlo, ahora mismo me tiro desde la planta… ¿cuántas plantas tenía este edificio?

–Miriam… no puedo decir nada, estoy anonadado. –anunció con asombro. Miré su expresión de total sorpresa y quise morir de la vergüenza. ¡Me había oído cantar! Nadie, nadie salvo mi mejor amiga lo había hecho, y ahora lo hacía Alex…

–Siento que hayas tenido que escuchar mis berreos, pero de verdad necesitaba desahogarme… y… esta es la mejor forma. –intenté excusarme como podía –. Me has oído cantar, ¿verdad?

–Si y, ha sido precioso y… doloroso. No estás nada bien… ¿verdad? –intuyó Alex acercándose a mi… Me limpió las lágrimas de mis ojos con sus pulgares y luego me abrazó.

Vaya, necesitaba ese abrazo. Le correspondí hundiendo mi rostro en su amplio torso cuando noté que sus brazos me rodeaban cálidamente la cintura. Ahora me sentía mucho mejor, las ganas de llorar se evaporaron, mas la tristeza todavía no… y es que lo que Daniel insinuaba era demasiado para mi, ¡yo no podía convertirme en el juguete de nadie!

Al tranquilizarme del todo, me separé de él, aunque Alex no puso de su parte…

–¿Ya estás mejor? –preguntó preocupado. Asentí lentamente apartando la vista de sus ojos chocolate y me ruboricé.

–Lo siento. Gracias por estar a mi lado…–agradecí su cercanía. Eso quería decir que no estaba sola…

–Mírame. –pidió educadamente. No quería hacerlo, me daba demasiada vergüenza, así que, cuando menos me lo esperaba, me cogió del mentón dulcemente y me hizo verle a los ojos. Nos quedamos así por unos instantes preciosos para luego romper la magia el sonido de un móvil –.Perdona. Ahora mismo vuelvo. –anunció cogiendo el aparato.

¿Qué había sido eso? Sus ojos, esos ojos marrones irresistibles… ¿y yo? ¿Por qué me había sentido así de atraída por él? Oh Dios mío… ¿por qué me sentía así cada vez que él se acercaba?
Miré su cuerpo, alto, con los músculos necesarios, esa espalda ancha… era muy, muy apuesto… ¿desde cuando se usaba esa palabra? ¡Vamos, estábamos en el año 2012! Sí, lo reconozco, soy una anticuada…

Pronto volvió Alex guardando el móvil y caminando hacia mí. Bueno, ahora me preguntaría porqué lloraba, y yo me inventaré algo… ¡¡cómo odiaba mentir!!

–Lo siento, era uno de mis actores. –me miró más risueño que antes, me palmeó la espalda y luego tironeó de mi hasta que salimos de la azotea.

Me acercó a él hasta que mi pecho tocó el suyo, me hizo mirarle y luego suspiró contra mi frente. Dios, estaba volviéndome loca…

–Alex, estoy bien, no hace falta que hagas… –me cortó posicionando su dedo índice sobre mis labios. ¡¡Esto se parece a una escena de una novela rosa!!

–Deberías contarme lo que te sucede. Eso que has hecho antes… parecías un ángel sin alas, acorralado y… esa canción me ha llegado al alma. –afirmó cerrando los ojos, como sintiendo lo que decía. –. Y, quiero ayudarte, así que, cuéntamelo.

Bien, aquí venían mis mentiras… ¿qué me invento? Podría decir que mi gato se ha muerto… pero no lo creería… o, tal vez, que me había peleado con mis amigas, pero eso no es suficiente motivo como para llorar de ese modo… ¿y si le contaba que los extraterrestres me hablaron ayer y me anunciaron que debía subir con ellos para…? Nah, no se lo creería…

¡¡¡Qué le digo!!!

–Oye, está bien si ahora no me lo cuentas… pero…

–¡No quiero ser actriz, quiero cantar! –exclamé lo primero que se me pasó por la cabeza.

¡¡Mierda, mierda y mierda!! ¡¿Qué había dicho?! Ohg, ¡era estúpida y en mi casa no lo sabían…! Pero algo tenía que decir, así que…

Al principio, Alex se quedó en silencio, pero luego, sonrió de medio lado.

–¿Eso era? Mujer, no era para que te pongas así… pero entonces, ¿Por qué dijo Daniel que querías aprender este oficio? –preguntó llevándose la mano a su barbilla. ¡Ouch!

–Le mentí, solo quería ver qué se hacía aquí… así que… lo siento. No debí mentir de esa forma y, escúchame, ¡no quiero volver a esas clases! En mi lugar, pon a alguien que se lo merezca, ¿vale? –espeté algo más confiada. Por lo menos estaba aprendiendo a mentir mejor.

–Está bien, siento no haber captado tus insinuaciones antes… estaba claro que no te gustaba la clase de interpretación, ¿todo arreglado? –preguntó tendiéndome una mano. La acepté y la estrechamos. Tema zanjado.

–Bueno, si me disculpas… tengo que irme. –quise despedirme, pero Alex me detuvo de nuevo. Joder con la manita, no hacía más que tomarme la muñeca…

–Nada de eso, vamos a dar una vuelta por aquí, quiero enseñarte algo…

Sin saber a dónde me llevaba, fui arrastrada por todo el lugar hasta que nos detuvimos en un baño.

–Deberías entrar y lavarte la cara un poco… el rimel… – ¡oh! Como había llorado, se me habría corrido el rimel y el lápiz de ojos. ¡Debía dar miedo mi cara!

Me la tapé y entré corriendo al baño. ¡Qué vergüenza! He estado delante de Alex así… me miré al espejo y certifiqué mi deplorable aspecto. ¡¡Era un desastre!! Me lavé la cara a conciencia y me volví a echar rimel y lápiz de ojos. No lo he dicho, pero no usaba base cuando salía para el instituto o el día a día, aunque sí un poco de brillo en los labios. Si era una ocasión especial, si que la usaba…

Cuando estuve lista, salí y me encontré con Alex esperándome. Un momento, ¿no se había burlado de mi cuando estaba horrible? En serio, este hombre no es normal…

–Ya está, siento haberte hecho esperar. –me disculpé sonriendo sin ganas. Él no le dio importancia y me llevó hasta una sala inmensa. Tenía llave, por lo que no hizo falta llamar antes.

Entramos y Alex encendió la luz de la habitación. ¡Vaya…! ¡Era un estudio de grabación! La estancia constaba de innumerables muebles llenos de discos y de libros, suponía, de música. También se encontraban muchos instrumentos, entre ellos guitarras y baterías. ¡Hasta un piano! El equipo informático estaba completito, basta decir que hasta tenían amplificadores, micrófonos… Esa habitación era simplemente una caja de música…

Miré a mi acompañante, al que pillé observándome divertido.

–En mi empresa no solo formo a actores… sino también a cantantes con capacidades teatrales… pero contigo haré una excepción. ¿Qué te parece? –se apoyó en la pared y no paró de mirar mi expresión de absoluta sorpresa.

–¿Que qué me parece? Es estupendo, pero yo, de verdad que no sé si está bien… –con mis brazos abarqué la habitación –…no quiero que me trates especialmente, quiero entrar en este sitio por mérito propio, así que… hazme el favor de no meterme porque te conozco. –sentencié completamente segura de lo que quería.

–¿Y quién ha dicho que no te lo tengas que currar para entrar en esta sección? En mi empresa solo entran los mejores, y apuesto por ti, pero quiero que me demuestres que eres la candidata ideal para que estés en este estudio.

No sabía lo que decir, por lo que sonreí y acepté el reto. Si tenía que hacer algo, cualquier cosa, lo haría para estar aquí. Al ver este estudio quise estar dentro para siempre… así que…

–Quiero estar aquí, dime lo que tengo que hacer para lograrlo. –Alex sonrió orgulloso.

–Por lo pronto… quiero que conozcas a alguien. Es la profesora encargada de la música, enseña a educar la voz y da empujoncitos a la gente que tiene talento para triunfar en el exterior. –me tocó la espalda para salir de allí. Cerró la puerta y luego caminamos.

Al final del trayecto, nos encontrábamos en las oficinas de los distintos departamentos de la empresa. Había desde Interpretación, dramatización, maquillaje, peluquería –en general toda la estética –, y producción musical. Todo muy completito. Llamamos a la puerta de “Producción Musical”, la cual abrió una mujer muy hermosa de pelo negro y ojos rasgados.

–Buenos días, director. –saludó la mujer. En su mano llevaba un café, y en la otra su bolso. Iba a salir…

–¿Ibas a salir, Yuuki? –preguntó Alex algo descontento. La mujer de treinta y pocos años lo miró sorprendida.

–Oh, pues sí, ahora mismo quería hablar con usted. –anunció mirándome por un momento.

–¿Me disculpas un momento, Miriam? –pidió Alex entrando en el despacho de Yuuki.

Bueno… como no iba a quedarme de pie, me senté en uno de los cómodos sillones de la salita. Había una mesita con revistas, cogí una y pasé las páginas por encima, me detuve en la página 34 al ver una fotografía de Daniel en ella.

La leí, no por nada, sino para ver lo que decían sobre él. Era una entrevista, y su titular rezaba: El famoso actor nos responde a algunas preguntas…

Bueno… leí a ver lo que contaba “el famoso actor”

[…]la vida del actor español, Ren, sigue manteniéndose en secreto. Solo sabemos que está saliendo con la guapa Elisa Connor, una actriz, como él, que ha tenido éxito por todo el mundo con la empresa de Talented Actors S.A, de la que viene Ren. Leamos alguno que nos contó Ren sobre su vida fuera del trabajo, una total incógnita para sus fans, los cuales desesperan por saber quién es él realmente […]

¡Qué asco de tío! En la fotografía sale más guapo de lo que es. Observé su rostro, estaba de pie y apoyado en una pared roja. Me fijé en que, debajo de su ojo izquierdo, él tenía un lunar pequeñito y, en la revista no se veía… Estaba sonriendo con esa sonrisa suya tan falsa…

Al leer un poco más, pude comprobar que era muy famoso y todas las chicas estaban locas por él, lástima que estuviera saliendo con Elisa… ¿Qué decía? No es justo que sea tan falso… ¡Por Dios, si hasta le había dicho a la periodista que era sensible con los animales! Nada de eso, seguro que los odiaba, pero como tenía complejo de pinocho…

La puerta del despacho de Yuuki se abrió y salió Alex, quien me llamó para que entrase con ellos. Al hacerlo, me senté en una de las sillas, al lado de Alex y Yuuki comenzó a hablar…

–Buenas, Miriam, soy Yuuki Gómez, encantada de conocerte. –ala, entonces ella era medio japonesa y medio española… Eso explicaba el color de sus ojos, verdes claros.

–Igualmente. –respondí educadamente.

–Así que… ¿quieres estar dentro de mis clases? –preguntó ya sabiendo de antemano la respuesta. Asentí por si a caso –. Bueno, para ello, necesito que pagues un mínimo precio, el curso entero valdrá 700 euros, pero como tienes beca, si no me equivoco desde tu instituto… –miré a Alex asombrada. ¿Cómo se había enterado de eso? Él sonrió enigmáticamente…– Solo te costará 60 euros. ¿Conforme? –preguntó sonriendo.

–Si… –contesté con los ojos bien abiertos.

–Tranquila, antes de pagar nada, te valoraremos mis compañeros y yo para ver si tienes el nivel requerido para nuestras clases…

–Eso me tranquiliza más… –ironicé incómoda. Ahora iba a someterme a una prueba de acceso… ¿y si no era lo suficientemente buena para estar en esas clases?

–Ten en cuenta que no todos están en tu situación. Ya que, después de esas clases, crearás tu primer disco. Si tiene éxito, darás conciertos y te ayudaré a alcanzar la cima… Pero eso ya es hablar demasiado. Primero debes superar la prueba práctica… tranquila, nada de teoría, por ahora… –¡¡¿Por ahora?!! ¡Oye, que también tengo clases en el instituto!

–Ella podrá, te lo aseguro. La he escuchado antes y me ha sorprendido hasta a mi. –explicó Alex con total confianza. Yuuki sonrió y me miró de nuevo. Creo que es del tipo de mujer que es estricta con todo el mundo porque su rictus así lo anuncia…

–Pues… las audiciones para la prueba serán dentro de cinco días. Ten lista una canción y, simplemente, nos cantarás a capella. Sin nada de música, queremos escuchar las voces desnudas para encontrar las mejores… Después de todo, formamos a artistas.


Después de esa charla, salimos de los despachos y paseamos por el lugar. Alex me enseñó más cosas y nos reímos un montón. Yo estaba nerviosa, no me esperaba que ese día fuera de ese modo… a lo mejor, y todo, me convertía en una cantante… ¿y si no tenía tan mala suerte como yo creía?

La sonrisa se esfumó de mi rostro al ver a Daniel caminando hecho una furia en mi dirección. Alex y yo estábamos sentados en un banco charlando amenamente cuando Daniel se plantó delante mía y me miró enfadado… ¿enfadado? No, ¡¡súper enfadado!!

–Tenemos que hablar, Miriam…

Uy, eso ha sonado muy pero que muy mal…

Continuará…

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