Honey Girl [TERMINADO]

By YessyLittleDreamer

616K 30.8K 1.8K

¿Qué creerías de la idea de una mujer que será tu esposa sin conocerte? Sin conocerse en realidad, una boda p... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Epílogo
Agradecimientos

Capítulo 15

13.9K 719 69
By YessyLittleDreamer

Samantha

Me duché pensando en ese "Te quiero". Comí unas galletas pensando en ese "Te quiero". Me quedé en mi habitación pensando en ese "Te quiero" y me dormí pensando en ese "Te quiero". Lo soñé, incluso, soñé ese "Te quiero" saliendo de sus labios mientras me besaba y abrazaba, viéndome con ojos llenos de esperanza y cariño, repitiéndome "Te quiero" muchas veces más. Y entonces, mi sueño se volvió más... Jocoso.

-Hola Sammy...- lo oí susurrar y me volteé hacia él, con el cabello revuelto y una gran sonrisa en mi rostro.

-Hola mi amor...- le dije y me sonrió también antes de fundir sus labios con los míos.

-¿Te dije el día de hoy cuanto te quiero? ¿Cuanto te amo?- preguntó sobre mis labios y, sujetando su cabello, negué allí, sin despegarme de él.- Pues te amo, y quiero demostrártelo en este momento.

-Desnúdame, entonces, y hazme tuya. Tuya por completo, solo tuya...- sentí sus manos en mi cintura y bajaron mi pantalón corto de a poco antes de encargarse de mi camiseta gigante.

-Adoro cuando tienes ese aroma a cereza apenas sales de la ducha...- me dijo inhalando en mi cuello y me reí mientras se acomodaba entre mis piernas.

-Y a mi me encanta gritar tu nombre, hazme gritarlo...- le pedí y se sonrió con picardía antes de presionarse contra mí.- Oh, sí... Así Andrew, sabes lo que me gusta...

-Tú me gustas...- oí en mi oído y fue tan, tan real que por un segundo mi lívido de sueño se deshizo y abrí mis ojos, despertando. Entonces lo vi. No, entonces, lo sentí. Sentí su calor en mi espalda y volteé a toda prisa.

-¡¡¡Ahhh!!!- grité, a la vez asustada y avergonzada y Andrew retrocedió cayéndose de la cama. Me había alejado hacia el lado opuesto, cubriéndome con las mantas así que no vi que le pasó más que se había caído y estaba maldeciendo en voz baja.- ¿¡Qué demonios estás haciendo aquí?

-Lo siento... Pero...- se levantó de a poco y se sentó a los pies de la cama, haciéndome señas para que me acercara con él. Lo quedé viendo, sin saber que hacer y él levantó su mirada a mí.- Ven aquí, no es la primera vez que te oigo tener un sueño de esos...

-Pero, ¿Qué...? ¿Cómo...?- pregunté sentándome a su lado y tomó un fuerte respiro. Entonces, ¿Él tendría algo que ver con esos sucios sueños?

-Me imagino que no soñaste así antes de llegar aquí...- me preguntó y negué con la cabeza.- Eso es porque... Estimulo tu mente con... Mis palabras y...

-¿Estuviste obligándome a soñar cosas como esas diciéndomelas al oído mientras duermo?- le discutí pero pronto me avergoncé al verlo reírse.

-Esto... Será difícil... Samantha, tu primer sueño húmedo pasó en el sillón ¿No es cierto?- me preguntó y asentí velozmente. Maldición, ¿Él lo sabía?- Bien, nos dormimos juntos, acababas de verme con otra persona... Eres una virgen, tus hormonas están enloquecidas y... Yo solo te toqué...

-¿¡Me tocaste!?- le grité abrazándome con las manos yo misma, como si pudiera taparme más y Andrew bajó la mirada avergonzado.

-Tú me lo... Espera, hagamos algo...- se recostó y dio palmaditas a su lado.- Ven aquí, te mostraré lo que ocurrió.

-¿Para que vuelvas a tocarme sin mi consentimiento? Eso se llama "abuso sexual" ¿Sabías?- le pregunté enfadada y puso los ojos en blanco antes de dar palmaditas a su lado una vez más. Lo obedecí, no sé por qué, pero lo hice. Entonces me rodeó con su brazo izquierdo, metió una de sus piernas entre las mías y apoyó mi trasero en un ángulo que no nos dejaba con distancia.

-Estábamos durmiendo... Era reconfortante tener el calor de alguien a mi lado pues, yo no acostumbro dormir con nadie...- balbuceó y me reí con ironía.

-Sí, claro...- le discutí y suspiró cansado.- Me callaré, solo para que acabes rápido.

-Solo pensaba en la manera en la que habías actuado y no pude evitarlo. Hormonas a la acción, quise alejarme pero no me dejaste hacerlo. Comenzaste a balbucear mientras te acariciaba... Así...- tocó mi vientre con sumo cuidado y me dio escalofríos, por dios que lo recordaba. Había tenido la misma reacción.- Te pregunté si te gustaba y me dijiste que sí, así que te besé, así...- llevó sus labios a mi cuello y recordé que se lo había dicho.- Te pregunté que más podía hacer, subiendo mis manos. Te pregunté si podía tocarte y me dijiste...

-Hazme tuya...- balbuceé y sus manos se metieron dentro de mi sujetador con cuidado, como lo había soñado. Claro que en mi sueño, ni él ni yo dormíamos, eso era solo algo que "siempre" hacíamos.

-Te mordiste el labio exactamente como lo haces ahora y luego...- sentí mi pecho endurecerse y Andrew soltó una pequeña risita.- Esto...- balbuceó pasando sus dedos por mis endurecidos pezones y presioné más mis pechos contra su mano, mientras mis labios liberaban un quejido.- Y bueno... Tenía que saber si estabas disfrutándolo así que...- bajó su mano hasta debajo de mi ombligo y bajó mi pantalón corto un poco antes de meter su mano con suavidad entre mis piernas, hacer un lado mis bragas y recorrer con un dedo ese lugar tan delicado...- Estabas tan húmeda como ahora...

-Ah, Andrew...- gemí apoyando mi cabeza en su pecho y sacó su mano, dejándome dolorida allí pero en cuanto oí que hacía, me sorprendí, me sonrojé y mis dolores crecieron. Tenía ese travieso dedo entre sus labios...

-Y sabías tan delicioso como ahora.- suspiré una vez más y volteé hacia él, para verlo a los ojos.- Fue lo máximo a lo que llegué...

-Eso no explica que haces aquí...- le recordé pero no podía quitar mi atención del dedo que aun mantenía cerca de sus labios.

-Me gusta acostarme contigo, verte dormir... Es la única forma de tener una imagen de ti para todo el día porque no te dejas ver nunca. No estás cuando me voy, no estás cuando llego. Tomo mis desayunos calientes y como mi cena de igual manera pero no es lo mismo sin ti...- parpadeé más comprensiva y me permití sonreír hacia él.- Y por cierto, no hago nada más que abrazarte cuando vengo entre días. Tú eres la que comienza a soñar y no me deja dormir...

-Lo siento, son mis enloquecidas hormonas de virgen.- me burlé y se inclinó a mi lo suficiente como para que su frente quedara pegada a la mía.

-¿Puedo hacer algo por ti?- preguntó en un susurro, sin quitar su mirada de la mía y de mis labios.

-¿Quieres acabar de darme el masaje que no dejaste que Harry me diera?- le pregunté y una media sonrisa se dibujó en su rostro antes de que se inclinara aun más para intentar tocar mis labios, pero me alejé lo suficiente.- Esa será tu paga.

-De acuerdo, pero que no se te olvide que solo tengo un brazo...- se burló arrodillándose en la cama y yo hice lo mismo.- Pero aun puedo moverlo de... Todas formas.- se entrecortó por el dolor que sentía al mover su brazo para dejarlo sobre mi hombro como el otro, entonces hizo presión.

-Mmm...- comencé al sentir sus manos.- Mhmm... Así...- no sé en que momento de los masajes perdí el control pero mis suspiros (por no admitir que eran gemidos) crecieron.- Mmhm, sí... Dios, ah, así, Andrew... Oh, dios... Más... Fuerte, mmmh, ahhh.- entonces sentí su cuerpo pegado al mío y sus manos bajaron a mis senos.- Andrew...- lo regañé con voz cortada, pero era algo tarde ya que sus labios estaban en mi cuello y su respiración agitada sonaba en mis oídos.- Andrew...

-¿Mmmh?- preguntó en un gruñido, con sus manos apretujando mi carne atrapada en esos largos y fuertes dedos, lo que me hizo gemir un poco más fuerte.

-Ah, dios... Andrew, las manos fuera... Ahh...- exclamé una vez más y se rio regresando con las manos a mi espalda. Y cuando creí que continuaría con los masajes...- ¡Andrew, abrocha mi sujetador nuevamente!

-No me molestes...- me volteó para que quedáramos de frente y sujetó mis piernas dejándola debajo de él antes de inclinarse y sacar mi camiseta por mi cabeza.

-¿No habíamos hablado acerca de... Lo que te daría... Y lo que... No?- mi voz apenas me alcanzó para acabar la frase cuando sentí sus labios cerrarse sobre la piel de mi pecho y lo jalé del cabello para que me viera a los ojos fijamente.

-Lo siento, pero tú comenzaste a gemir y suspirar y... Dios...- se inclinó y refugió su boca en mi cuello antes de lamer, besar y succionar allí, lo que me hacía suspirar algo más fuerte.- Me enloqueciste...

-¿De qué te sirve... Hacerme todo esto cuando otra... Chica puede darte... Algo mejor?- le pregunté recobrando un poco el aire pero se me volvió a ir cuando sujetó mis senos con sus manos nuevamente.

-No eres la única con sueños sexys, pequeña Samantha...- bromeó sobre mi cuello y subió chupando hacia mis labios.- Pero hay una diferencia...

-¿Cual?- pregunté aprovechando que se había detenido pero no duró mucho tiempo.

-Sencillo. Yo puedo estar con cualquier mujer imaginando que son tú... Pero tú, mi pequeña virgen, deberás estar solo conmigo si quiere desquitarte.- elevó su mirada a mí y estaba ese brillo perverso una vez más.- Porque sino, sufrirás las consecuencias.

-Buena suerte con eso...- le sugerí recordando la primera vez que había usado esa frase con él pero ese brillo que me causaba temor no me dejó en paz hasta que volví a vestirme y me recosté a dormir, obviamente, con Andrew a mi lado, y con su aliento chocando a mi nuca.

Una sensación realmente maravillosa.

Una hermosa sensación que disfruté hasta despertar, en su fría y vacía cama. Acostada sobre esas sábanas que llevaban su aroma, su dulce aroma. Pero había algo que no estaba bien, no, demonios. Nada estaba bien...

-¡¡¡AANDREEEW!!!!



Andrew

-Mmhm, te veo de muy buen humor...- me sonrió Dianne cuando le abrí esa mañana. Tate venía con ella y ambos entraron conmigo y con mi asombrosa sonrisa gigante.

-¿Qué puedo decir? Estoy bien a pesar de que estoy mal.- les dije sosteniéndome el hombro que no dejaba de dolerme, demonios. La próxima abría con la llave, para algo tenía copia.

-Mmm... No me imagino lo que debe estar sufriendo tu esposa.- balbuceó mi hermana y me reí divertida. Ni siquiera lo imaginaba...

-Es por venganza, no te preocupes.- les dije y me dirigí hacia la cocina. Tate estaba demasiado en silencio y lo noté cuando se apareció detrás de mí y me abrazó con fuerza.

-Oh, cuanto te extrañaba...- se burló, apretando más mi hombro y lo aparté a prisa. Estúpido, él era el único que sabía que ocurría.

-Eres un hijo de perra...- le dije a punto de golpearlo pero Dianne se rió, acercándose a mí para evitar que lo hiciera. Ella y su amor hacia mi hermano.

-¿Qué te pasó en el hombro?- preguntó tocándome suavemente y di un paso hacia atrás con un gesto de dolor en mi rostro, creando preocupación en el de ella.- ¿Qué te pasó Andrew?

-Oh, es que... Samantha se quedó encerrada en una de las habitaciones y... Ya sabes, tuve que hacer de bombero de rescate.- bromeé viendo que Tate se servía una taza de café y pronto se la quité.- Gracias hermano.- obviamente, en cuanto la bebí, dio un ligero golpe al mármol.

-Oh, no importa, lo hice para ti.- fingió Tate teniendo buen humor y me dio una palmada en el hombro.- Es que te quiero tanto...- me abrazó nuevamente y clavó sus dedos en mi hombro.

-Eres un maldito.- le di un empujón apartándolo y antes de poder sentarme a disfrutar mi café...

-¡¡¡AANDREEEW!!!!- gritó mi dulce Samantha desde arriba y bebí de mi taza intentando no reírme.- ¡¡¡Andrew!!! ¡¡Maldición!! ¿¡En dónde demonios estás!?- gritó nuevamente, llena de ira y Dianne comenzó a reírse.- ¡¡Demonios, ven aquí!!

-Oh, iré a serenarla.- dijo mi hermana pero la detuve del brazo antes de que se fuera. No, ella no tenía que ir. Esto era entre Samantha y yo y su impedimento hacia mí de no dejarme hacerlo con ella.

-No, no te conviene es que... Está desnuda...- balbuceé y mi hermana se sonrojó mientras que Tate dejaba la nueva taza de café que se sirvió.- Se avergonzará...

-Yo voy entonces...- se apresuró mi hermano y Dianne tosió en voz alta, llamando su atención para detenerlo. Que celosa...

-Andrew, ¿No te conté acerca del chico con el que me acostaré esta noche? Esta demasiado bueno, lo conocí ayer en la tarde y para impresionarlo, me compre un nuevo conjunto de lencería que está para morirse...- comentó mi hermana y Tate se detuvo en su lugar antes de salir de la cocina.

-¿Lencería?- preguntó volteando hacia ella nuevamente y Anne asintió con la cabeza.- Mmhm, mejor que Andrew vaya por su esposa y yo...- se aproximó hasta ella hasta que sus frentes se tocaron.- Me quedaré aquí con...

-Basta...- le dije a Tate, dándole un manotazo en la cabeza.- Es mi hermana menor, idiota.

-Ya no soy una bebé, Andrew, deja de molestarme...- dijo Anne dándole unas caricias al cabello de Tate y antes de que pudiera discutir nuevamente, la oí gritar de nuevo.

-¡¡Andrew, maldito hijo de perra!! ¡¡Ven aquí en este mismo instante!! ¡¡No me hagas enfadar!! ¡¡Voy a matarte, te lo juro!! ¡¡Maldito!!- gritó Samantha nuevamente y no lo pude resistir.- ¡¡Estúpido, demonios, ven aquí!!- una gran sonrisa creció en mi rostro y me apresuré a subir las escaleras, corriendo. Continué hasta el segundo piso, pero esta vez en silencio.- ¡¡Andrew!! ¡¡Ven aquí, idiota!! ¡¡Quítame estas cosas!!

-¡Buenos días cielo mío!- la saludé subiendo los últimos escalones y tiró de sus manos queriendo soltarse. ¿Mi venganza? Atada a la cama, desnuda y solo con sus bragas. De esa forma impedía que se fuera con Harry a cualquier parte. Bueno, y también porque podría ver su hermoso cuerpo sin impedimentos.

-¿¡Cielo mío!? ¿¡¡CIELO MÍO!!? ¡¡No seas estúpido y quítame estas porquerías!!- me gritó nuevamente y me reí acercándome a ella. Ese sí era un buen uso para mis corbatas, atándola con las piernas separadas y las manos juntas.

-Cuanto más grites, menos te desataré...- me senté a su lado y me incliné para tocar sus labios en los míos.

-¡¡Estúpido!! ¿¡Cómo te atreviste a desnudarme y atarme como si fuera un trozo de carne en exposición!?- me gritó pero la interrumpí besándola con ímpetu.- Mmhm, deja... Deja de...- no logró frases pues se entretuvo besándome también.

-No estás desnuda, llevas bragas... Puedo quitártelas si te molestan...- me subí sobre ella y apoyé mi cabeza en su pecho. No fue extraño que mis labios se acercaran a su pecho y lo besara suavemente.

-Hijo de perra, ya suéltame.- pidió enfadada y levanté mi mirada hacia ella.

-¿Groserías? Mmm... Me gusta, te dije el primer día que me gustaba que hablaras sucio.- le recordé, haciendo círculos con mis dedos sobre sus pezones y estos comenzaban a endurecerte.

-Te diré muchísimas... Groserías, hijo de... Perra, suéltame de una... Condenada vez- exigió con la voz cortada y la respiración alterada.

-Primero, prométeme que no verás más a Harry.- le exigí y su rostro se tiñó de sorpresa e indignación.

-Voy a trabajar con él, no voy a poder no verlo- ¿¡Qué!? ¿Acaso bromeaba?

-¿Trabajar? ¿Con él?- asintió con la cabeza y me puse de pie a prisa, caminando de aquí para allá nervioso. No, no, no. No podía trabajar con él.- No necesitas un trabajo, yo estoy aquí, tú trabajas conmigo, estando aquí en la casa.

-Esto no es un trabajo...- me senté a su lado nuevamente y pasé mi mano por su abdomen.- No... No me hagas... Suéltame.

-Solo aquí te voy a tener... Hasta que te resignes y...- me trepé sobre ella y me dejé llevar por sus labios, esos hermosos labios que me atraían tanto.- Hasta que me canse de besarte y...

-Suéltame las piernas, me duelen ya...- pidió con voz juguetona en mi oído y asentí un poco idiota. Me incliné hasta sus piernas y las desaté, acaricié sus tobillos para calmar el dolor y volver a subir besando su piel y subir, subir y subir hasta sus labios.

-¿Mejor?- le pregunté sobre sus labios. Me aparté lo suficiente para ver sus ojos y algo no se veía bien. Me rodeó la cintura con las piernas y giró sobre su espalda, para dejarme debajo de ella.

-Eres un idiota, ataste fuerte mis manos pero lo dejaste lo suficientemente flojo como para que pueda girar.- me aclaró desde sobre mí y realmente no me importó, porque sus manos atadas hacían que sus pechos estuviera en un lugar que me favorecía mucho.- Ahora no te irás hasta que me sueltes.

-Oh, pero que mal.- le dije y al parecer, no se lo esperaba pues se veía sorprendida, en especial cuando levanté una de mis manos a sus mejillas.- Lo mucho que me molesta...- la acerqué a mis labios y pronto se apartó, para sentarse derecha (lo más que podía) sobre mí.- Mmm, mírate... Estás para comerte...- le confesé, subiendo mis manos por sus muslos, abdomen y finalmente su pecho...

-Basta...- pidió con la voz entrecortada y no lo hice. Es más, me levanté un poco más y llevé mis labios junto a mis manos y ella se recostó sobre mí, con sus pechos entre mis labios. Jalé uno de sus pezones entre mis labios y me sonreí al oírla gemir.- Andrew... Basta...- estiró sus manos, lo que la hizo llegar a mi cabello, entonces me lo jaló.- Desátame, por favor.

-¿Cómo me lo pagarás?- sugerí juguetón y bajó pegando su pecho contra el mío. Sus labios se treparon a los míos y me besaron como nunca antes lo había hecho, con su lengua jugando conmigo y haciéndome apretar su cuerpo contra el mío y oírla gemir por la brusquedad de mis dedos sobre sus senos.

-Suficiente paga...- balbuceó apartándose un poco.- Desátame...- me exigió y mordió mi labio inferior jalando de él un poco.

-Voy a tomarte en cuanto te suelte... No me importa nada más ¿Me oíste?- le pregunté sobre sus labios, con mis manos desatando velozmente la corbata.

-De acuerdo...- me contestó y me detuve de inmediato. ¿Hablaba en serio? La observé a sus ojos y me sonrió un poco avergonzada.- Sí, vamos, hazlo...

-Dios... Te adoro...- le dije por fin quitándole la corbata, con mi hombro dolorido y en cuanto se soltó, sus manos se posaron alrededor de mi cuello.- ¿Estás segura?

-Al diablo con la seguridad, olvídate de las reglas...- me pidió con voz suave y pasé mis manos por su espalda en dirección hacia abajo.- Quiero hacerlo... En verdad, quiero hacer esto contigo...

-En verdad, no puedo creer que vayamos a tener sexo, por fin...- balbuceé sobre sus labios, enganchando mi dedo a sus bragas para finalmente bajarlas. Dios, estaba por hacerlo. Estábamos por hacerlo. Estábamos a punto de...

-¡Oops!- en la puerta, alguien se aclaró la garganta y Samantha levantó su mirada a prisa, con las mejillas sonrojadas por completo. Dianne y Tate estaban ahí, observándonos con una sonrisa en sus rostros y Samantha tomó la sábana más cercana, se rodeó con ella y se levantó de mí a prisa.

-No, Samantha, espera...- le pedí pero ella ya estaba corriendo escaleras abajo y pronto oí su puerta cerrarse abajo, junto con otro sonido más que no logré reconocer. Me dejé caer en la cama y solté un gran suspiro.

-Lo siento, hermanito, no quería molestarte pero hay una persona que está buscándote abajo.- me levanté de la cama de malhumor y tomé unos vaqueros de mi armario.

-Vete al diablo Tate, pudiste decirle que no estaba.- le regañé y Anne se acercó desde atrás de mí para darme una palmadita en el hombro.

-Lo hicimos, pero no quiere irse hasta que te vea.- me contestó y la calma de su voz me hizo olvidar el enojo por la oportunidad que acaba de perder. Tomé una camiseta y me la puse como pude por sobre la cabeza.

-Dianne, ¿Nos vamos ya?- le pidió Tate y ella lo observó unos segundos antes de regresar a mi reflejo.

-Sí, sí lo haré. Vendré en la noche por ustedes, ¿De acuerdo? Dile a Sammy que no le de pena, y que se ponga bonita para esta noche...- me dijo mi hermana antes de besar mi mejilla.- Iremos a hacer compras, para que tengan privacidad...

-Bien, te quiero.- le di un breve abrazo.- ¡Y tú, no te sobrepases con mi hermana!- regañé a Tate y me envió un beso volador mientras ambos bajaban las escaleras riendo.

Me senté en la cama y respiré profundamente. Dios, estuve a punto de hacerla mía. Estuve a un paso de ser el primero. Y el único y... Por dios, ¿Qué pasaría ahora? ¿Volveríamos a estar tan cerca? ¿Llegaríamos más lejos? Esperé algunos segundos para bajar y golpear lentamente su puerta.

-Samantha...- golpeé pero no respondió, algo más se oyó. Acaso... ¿Estaba llorando? ¿Eran sollozos?- ¿Samantha? Lo siento, en verdad, no sabía que...- empujé la puerta pero estaba trabada por algo, no sabía que era.

-Fue lo mejor, eso hubiera sido un error.- me respondió con la voz entrecortada y la oí dar pasos más cerca, pues su voz se oyó más fuerte.- Mira, Andrew, no sé a que se debió esas cosas que dijiste, ayer y ahora, pero solo puedo imaginar que fue por posesión... O porque simplemente dabas una función de la gran "pareja de casados" que somos...

-No, Samantha...- sabía que me arrepentiría con lo que iba a decir pero ella me interrumpió antes de que pudiera decirlo.

-Harry puede que no sea un santo, pero él no hizo las cosas que usted me hizo. Está respetándome y no me toma solo como algo que los demás ven... Sino que me trata bien.

-¿Qué tengo que hacer para demostrarte cuanto significas para mí?- le grité y la oí aun más cerca de la puerta. Estaba seguro que estaba por abrirme pero...

-¡Ahí estás! ¡Teníamos que desayunar hace una hora!- una pelirroja estaba subiendo mis escaleras y pronto se abalanzó y me besó.- Y sabes que desayunos me gustan.

¿Qué creen que fue lo que hice ante ese acto? ¿Apartarla y seguir suplicándole a Samantha? ¿Hacerla a un lado y seguir allí?

No. Hice lo que solo un idiota haría. Me fui de ahí con esa mujer, y dejé sola a mi chica de miel. Que quizás por eso... Ya no sería mía.

Continue Reading

You'll Also Like

230K 16.9K 27
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca. -¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen. -Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a e...
1.5M 107K 82
Becky tiene 23 años y una hija de 4 años que fue diagnosticada con leucemia, para salvar la vida de su hija ella decide vender su cuerpo en un club...
694K 35.3K 35
Melody Roberts es una chica muy sencilla, no es muy sociable y solo tiene una mejor amiga. Vive sola en un pequeño departamento, el cual debe de paga...
153K 14.1K 31
Hyunjin es el chico más guapo y coqueto de la preparatoria, Felix es un chico estudioso y el líder del club estudiantil. ¿Podrá Hyunjin lograr que Fé...