Seduciendo Un Alfa |NamJin|

By nayechwan18

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SeokJin no quiere casarse. SeokJin no quiere enamorarse. Pero él ama los retos. Y NamJoon es el mejor reto p... More

ADVERTENCIA
PRÓLOGO
1: Seduciendo Un Alfa.
2: Plan para seducir a un alfa.
3: Una boca placentera.
4: El verdadero Kim SeokJin.
5: El nuero perfecto.
6: Dedos calientes y agiles.
7: Un repentino rival.
8: Los celos no son una opción.
9: Un beso no debería ser tan bueno.
11. Secretos entre amigos.
12: Nadie puede odiarte como yo.
13: No finjas ser lindo.
14: Duerme conmigo.
15: Una pequeña excepción.
16: Conflicto entre omegas.
17. ¡No somos novios!
18: La temperatura perfecta.
19: Pequeños accidentes.
20: Traicionar tu confianza.
21: La cúspide de su tolerancia.
22: Una pareja de recién casados.
23: Los ojos del amor.
24: Desde la primera vez que nos vimos.
25: No hables con desconocidos.
26: Profundamente enamorados.
27: Tu luna y mis estrellas.
28: Dime que eres mío.
29: Remanentes de un calor.
30: Tres pruebas no son suficientes.
31: Promesa.
32: Escenas de besos.
33: Soy tuyo.
34: Soy especial.
35: Destino.
36: Sueño de concepción.
37: Las historias se repiten.
38: El hijo del viejo zorro.
39: El principio del fin.
40: Confianza quebrantada.
41: Está bien si lloras.
42: Por primera vez.
43: Hay belleza en los desastres.
44: Fruto de su amor.
45: El arcoíris después de la tormenta.
46: Un Futuro Juntos.
Final: Amando Un Alfa.
EPÍLOGO
EXTRA 1
EXTRA 2
Extra 3
• AGRADECIMIENTOS E INFORMACIÓN •

10: Una puta recién follada.

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By nayechwan18



Kim NamJoon besó su boca, su barbilla y su cuello, como si deseara devorarlo por completo en el menor tiempo posible. Desafortunadamente, el beso no duró mucho tiempo. SeokJin temía que si continuaban besándose de esa forma el alfa lo cogería allí mismo, contra la pared, sin importar una mierda si alguien los veía o no.

Entonces, sin decir ni una sola palabra más, NamJoon agarró su muñeca y lo arrastró hacia otra dirección que no era el salón de fiesta. Y por un momento, SeokJin pensó con su mente nublada y gran entretenimiento, que ellos parecían dos amantes ansiosos escapando de la fiesta a medianoche.

Eso le hizo reír.

Pero mientras caminaban, concluyó que si tuviera que volver él solo por el mismo camino, probablemente, se terminaría perdiendo. Su cabeza se sentía un poco mareada y sus ojos no se apartaron de la mano de NamJoon en su muñeca. Él no prestó atención al camino hasta que miró al alfa detenerse frente a un ascensor, sacar una tarjeta de su bolsillo y abrir las puertas, haciendo que SeokJin entrará en la cabina sin una explicación.

SeokJin le miró fijamente marcar un número en la botonera y luego se observó a sí mismo de reojo en el espejo del ascensor.

Mierda, él lucía realmente mal.

No en el mal sentido de la palabra, claro. Pero sus ojos estaban vidriosos, y sus mejillas, tanto como sus orejas, estaban sonrojadas por el acaloramiento en su cuerpo. Uno de los pocos botones en su saco estaba abierto, su cabello estaba despeinado y sus labios estaban rojos y brillantes. Todavía no había hecho nada más allá que besarse con Kim NamJoon, pero casi tenía la apariencia de estar a punto de entrar en celo si no le daban lo que su cuerpo exigía.

Pero, desde luego, él ignoró este hecho por completo.

—¿A dónde vamos...? —SeokJin preguntó cuándo volvió en sí. Había un poco de tensión entre ellos ahora. Pero no era prudente permitir que NamJoon notara como parecía borracho solo por unos besos.

El alfa se giró para mirarlo a la cara. Su expresión era tan imperturbable que no parecía que unos minutos atrás estuvo a punto de girar a SeokJin sobre su estómago y follarlo contra la pared de un pasillo.

—Vamos a mi despacho —él le respondió lacónicamente. Y SeokJin no tuvo de otra que asentir.

Claro, NamJoon lo mencionó antes, pero estaba tan sumido en la confrontación verbal con el hombre que lo olvidó por completo. Así cómo lo estaba haciendo otra vez, cuando sus miradas no se apartaron y al momento siguiente estaba otra vez encima de NamJoon, chocando sus labios contra los del alfa en otro beso necesitado. NamJoon respondió inmediatamente, apretando su cintura por debajo de su saco, mientras lo empujaba contra una de las paredes del ascensor.

Cielos, SeokJin nunca se ha sentido tan desesperado por algo, como lo estaba por sentir a Kim NamJoon justo ahora.

Cuando el ascensor se detuvo, logró reconocer el pasillo donde estaban, por la última vez que estuvo en ese lugar para hacerle una felación al alfa. Los recuerdos de ese día hicieron que su boca se sintiera seca. Honestamente, no estaba disgustado con la idea de volver a arrodillarse y chupar la polla del hombre en ese momento. Él realmente lo haría con gusto. Sin embargo, por la forma en la que el alfa lo empujó sobre uno de sus sofás cuando entraron en su despacho, parecía que él no esperaba otra mamada de parte de SeokJin esa noche.

Pero SeokJin se sentó con una expresión confundida cuando vio que NamJoon se alejó de él para ir hacia su escritorio. Observando atentamente cómo el hombre abrió una de las cajoneras de la mesa y sacó lo que parecía ser una caja de condones.

Luego, NamJoon se sentó en su silla operativa, detrás de su escritorio, y miró a SeokJin con una expresión serena. —Ven aquí —él ordenó. Su voz tan autoritaria e imperiosa como siempre.

Pero SeokJin frunció el ceño ante la orden y se lamió los labios mientras lo veía.

—No me des órdenes —replicó en voz baja. Sin embargo, él se puso de pie y caminó hacia donde estaba NamJoon sin mucha reticencia—. No seas un idiota altanero conmigo...

NamJoon se despojó de su saco y alzó la mirada para verlo a la cara. —Sé que te gusta que te de órdenes —él aseveró con mucha seguridad—. ¿Es atractivo para ti fingir que no es así para protestar?

SeokJin se paró frente a él y lo miró fijamente. Con la poca luz que había en el despacho, la mirada de NamJoon parecía más dura de lo habitual, casi como si estuviera irritado y aburrido, no como un hombre ansioso por el sexo. Sin embargo, dado que Jin se acercó a él otra vez, podía olfatear la excitación en su embriagante aroma a ginebra. Y su corazón latió agitadamente por la necesidad de volver a sentir las manos del alfa sobre su piel.

—Tienes razón —él confesó sin rastro de vergüenza. No pretendía continuar mintiendose a sí mismo solo por un poco de orgullo—. Cuando me das ordenes me siento muy caliente... también me gusta que me azotes...

La forma en la que arrastró sus palabras y lo miró descaradamente hizo que NamJoon inhalara profundamente. SeokJin podía notar el efecto que tenían sus palabras en NamJoon cada vez que sucumbía a su voluntad. Parecía que al hombre realmente le gustaba eso.

—Hablas mucho —NamJoon recriminó con exasperación. O quizás estaba tan ansioso como SeokJin ahora—. Quítate la ropa y ven aquí.

SeokJin resopló con diversión, Kim NamJoon realmente no era fácil de tratar, pero él abrió los pocos botones de su saco lentamente antes de quitarselo, solo por el afán de ver al alfa desesperarse. Pero ese bastardo lo miró con calma y esperó tranquilamente a que él terminará su pequeño acto sin mostrarse impaciente en lo más mínimo.

De todas formas, SeokJin notó como la mirada de NamJoon se posaba durante mucho tiempo en su top. La prenda también parecía gustarle. Y él decidió jugar un poco con eso.

Consciente de la mirada del alfa, deslizó sus dedos lentamente por su pecho, encima de sus pequeños pezones, solo para observar cómo los ojos del hombre se paseaban por las pequeñas protuberancias que sobresalían de la fina tela de encaje. Se sentía cautivante tener la atención del hombre sobre él y cada una de sus acciones. Pero cuando estuvo a punto de bajar los tirantes para quitárselo, NamJoon lo detuvo.

—No te lo quites —él dijo, inclinándose para agarrar su muñeca.

SeokJin alzó una ceja y sonrió.

—¿Te gusta cómo me veo?

—Creo que ya te di una respuesta —NamJoon respondió lacónicamente.

SeokJin rodó los ojos. Sin embargo, él se quitó sus mocasines y desabrochó su pantalón, permitiendo que la prenda cayera al piso. No tenía pena de que NamJoon viera su cuerpo. Él está muy bien en todos los sentidos. Era atractivo y bonito. Así que sonrió y miró lascivamente al alfa cuando solo estaba en ropa interior.

Luego, se acercó lo suficiente a NamJoon para permitir que el alfa posará una mano en su espalda baja. Pero no dejó que el hombre lo jalara a su regazo, SeokJin colocó una rodilla en medio de sus muslos y se inclinó para sostener su corbata y jalar de ella.

—¿Quién domina ahora...? —él inquirió con una sonrisa. Y besó la mandíbula del hombre.

NamJoon pareció divertido con sus palabras. Sin embargo, le empujó suavemente y se puso de pie, con sus manos aún en la cintura de SeokJin. Al verlo de pie, tan cerca de su cuerpo, con esa expresión arrogante de siempre, SeokJin sintió que el aire se estancaba en sus pulmones. Por alguna razón, la esencia en sí de Kim NamJoon, lo hacía sentir pequeño cuando estaban tan cerca el uno del otro.

Sin embargo, NamJoon le dio la vuelta sorpresivamente, provocando que la espalda de SeokJin chocara contra su pecho. Él llevó una de sus manos a su cuello y con la otra rodeó su abdomen, aprisionandolo contra su cuerpo.

Inclinando el rostro de SeokJin hacia arriba, NamJoon susurró en su odio: —Definitivamente no tú, bonito.

SeokJin podía sentir la burla implícita en el apodo, pero eso no le pareció importante a su omega; sus mejillas empezaron a enrojecer bochornosamente. Tenía que concederle al alfa que fue un buen apodo para burlarse de él. Pero el brazo alrededor de su cintura se apretó. Y él tuvo que cerrar los ojos al sentir como NamJoon también apretaba suavemente su cuello.

—Quiero que te inclines para mí —NamJoon ordenó sin inflexión en su voz mientras besaba su oreja. Su aliento caliente le hizo cosquillas en la piel—. Quiero probar qué tan bueno eres...

Oh, mierda.

El recuerdo de sus propias palabras durante la cena vino a la mente de SeokJin. Ahora, NamJoon quería probar... no su comida, obviamente. El alfa iba a probarlo a él. Y tal revelación le hizo sentir que algo en su interior se agitaba.

SeokJin tuvo que hacer un gran esfuerzo para mantener la barbilla en alto cuando el hombre soltó su cintura y su cuello. Pero no podía fingir más cuando NamJoon lo trataba así. Estaba demasiado caliente y mojado para ocultar que no le gustaba que Kim NamJoon sea un idiota dominante con él. E hizo lo que el hombre le pidió sin replicar: se inclinó sobre la mesa y alzó las caderas. Sintiendo su cuerpo estremecerse levemente por la forma en la que alfa lo veía.

—Te lo dije esa noche... —él susurró con una sonrisa débil en los labios—. Estoy seguro que te encantará todo lo que pruebes y querrás más...

NamJoon no le respondió de inmediato. Con mucha paciencia, él aflojó su corbata y soltó los botones de su muñequera para enrollar su camisa en sus brazos. SeokJin vio cada movimiento del alfa con suma atención, fijándose demasiado en cómo las magas de su camisa se apretaban alrededor de sus bíceps, o la forma en la que sus venas se marcaban en sus manos. Todo le hizo sentir más ansioso.

—Te daré toda mi atención ahora —NamJoon dijo después de unos segundos. Luego, jaló de su pelo suavemente para que inclinara la cabeza hacia atrás—. Voy a degustarte, Kim SeokJin... Y te daré una lección.

Él respiró hondo cuando sintió las manos de NamJoon meterse por debajo del encaje de su ropa interior y deslizar la prenda por sus muslos hasta que cayeron al piso. La promesa en sus palabras hizo que SeokJin se sintiera húmedo y caliente.

Pero el hombre se detuvo por un momento, pareciendo notar algo en la parte baja de su espalda por primera vez. SeokJin sonrió para sí mismo sabiendo de qué se trataba.

—Bonito tatuaje —NamJoon habló con ironía—. Queda bastante bien contigo.

SeokJin tenía un tramp stamps en forma de mariposa en la parte inferior de la espalda. También conocía perfectamente bien los estereotipos alrededor de ese tipo de tatuajes. Así que presionó un lado de su rostro contra la madera del escritorio y se rió por las palabras del alfa.

—Gracias por el cumplido —él dijo girando su rostro levemente para mirar a NamJoon—. Voy a pasar por alto que me llamaste puta indirectamente.

Una pequeña sonrisa burlesca apareció en los labios de NamJoon por unos segundos, e inesperadamente, el hombre se inclinó para besar el área donde estaba su tatuaje.

—No lo hice. En realidad, sentí que iba bien contigo —él se justificó. Después, apretó el trasero de SeokJin con una de sus manos y aseguró con altanería—: De todas formas, descubrí que te gusta que te llame por apodos... eres justo ese tipo.

SeokJin arqueó una ceja y lo miró con curiosidad.

—¿Cómo tú podrías saber eso?

—Te llamé puta aquella noche —NamJoon evidenció con sorna en su voz—. Te mojaste cuando lo hice.

SeokJin se sintió muy avergonzado al recordar eso. Pero NamJoon tenía razón. Él jodidamente lo hizo y ahora no podía negarlo por más que quisiera.

—No me importa como me llames mientras me follas... —Terminó susurrando con un tono engreído. Simplemente no podía permitir que NamJoon lo avergonzara más.

Pero el hombre se rió, su voz un poco ronca y profunda, provocando que SeokJin se sintiera un tanto alarmado. Era la primera vez que escuchaba a Kim NamJoon reír así. Y su risa se escuchaba demasiado bien.

¿Por qué NamJoon no reía más a menudo?

—Te vuelves muy parlanchín cuando vas a tener sexo. —SeokJin cambió de tema para evitar decir algo tonto. Había una falsa molestia en el tono de su voz que era evidente.

—¿Eso es cierto...? —NamJoon empezó a acariciar lentamente su agujero con las yemas de sus dedos—. Pensé que eras tú el que no puede mantener la boca cerrada a menos que tenga una polla en ella.

SeokJin exhaló al escuchar sus palabras y sentir como la punta del dedo medio del alfa se deslizaba lentamente por su orificio antes de volver a salir. NamJoon estaba jugando con él, otra vez.

—Tal vez tú también necesites una en la boca ahora —él masculló con sarcasmo mientras mordía su labio inferior para no gemir de frustración—. Sería bueno que te calles...

NamJoon acercó su silla y se sentó en ella. —Tenía un mejor plan que ese —el alfa confesó repentinamente—. Pero cada vez que veo lo malcriado e insolente que eres, quiero hacerte rogar por mi polla.

Al escucharlo, SeokJin se sintió tan ofendido como sorprendido.

—Eso es una gran cosa —se burló con el ceño fruncido—. Estás muy seguro de ti mismo si piensas que voy a rogar por ti...

Pero NamJoon abofeteó su culo con una expresión tranquila, provocando que arqueara la espalda por el repentino golpe. SeokJin jadeó y sintió su lubricante natural empezar a resbalar por su perineo.

Era tan humillante que NamJoon estuviera en lo cierto sobre él excitandose tan mal por un azote.

—Estoy bastante seguro de mí mismo —el alfa respondió con calma—. Haré que me supliques por ello.

SeokJin tragó en seco.

Ese idiota arrogante realmente parecía hablar muy en serio, pero SeokJin se negaba a darle el gusto de verlo suplicar. Sin embargo, tomándolo por sorpresa otra vez, NamJoon abrió sus nalgas y se inclinó para lamer su agujero.

Y todo el cuerpo de SeokJin tembló cuando sintió la lengua del alfa deslizarse despacio por su intimidad.

Kim NamJoon iba bastante en serio con lo de hacerlo suplicar...

**

NamJoon empezó a lamer el orificio de SeokJin en silencio, saboreando su sabor con morosidad, y tal vez era culpa de las feromonas del omega, o de su agradable aroma a jazmines, que estaban afectando su buen juicio desde que lo conoció, pero se encontró con que Kim SeokJin, ese pequeño malcriado, tenía un sabor muy agradable.

Él podía comer el culo de este omega con mucho placer.

—NamJoon... —SeokJin exhaló con parte de su rostro presionado en la mesa. Él tenía los pómulos enrojecidos por el calor que incendiaba su cuerpo lentamente—. Puedes... ¿Puedes hacerlo más rápido...?

Mocoso caprichoso.

Pero cuando NamJoon miró como las bonitas piernas de SeokJin temblaban, así como sus manos se aferraban a los bordes de la mesa, él no pudo evitar la llamarada de deseo que creció violentamente en su pecho por complacer.

Por complacer a este omega molesto e insolente que tanto le irritaba. Odiaba no poder controlar sus instintos ahora.

Él volvió a enterrar su cara en el culo de SeokJin, barriendo lentamente con su lengua el líquido resbaladizo que se deslizaba por su perineo. Hizo presión con ahínco en cada una de sus lamidas alrededor de su orificio para provocarlo. Tratando de ver cuanto SeokJin soportaba antes de romperse. Porque NamJoon quería arruinarlo. Deseaba inmiscuirse en él. Y unos minutos después, cuando el agujero goteante de SeokJin estuvo sensible y pulsante, se detuvo al ver como el omega temblaba y gemía.

—Mirate, Kim SeokJin, estás mojado y gimiendo para mí como una puta... —él se burló en voz baja, inclinándose para lamer el centro del orificio de Seokjin con la punta de su lengua y sacarle otro gemido, solo para evidenciar sus palabras—. ¿Te gusta tanto que te follen con la lengua?

No permitió a SeokJin responder de inmediato. Dejó caer otro golpe en medio de su culo, disfrutando como el omega gimoteó por lo sensible que estaba toda el área junto a su agujero.

Y SeokJin respiró alterado, sus pensamientos demasiado nublados para soltar uno de sus comentarios mordaces, pero abrió la boca y trató de articular una frase.

—NamJoon... Joon-ah... —SeokJin le llamó en voz baja de manera informal. Su rostro sonrosado y sus piernas temblorosas—. ¿Planeas torturarme toda la noche...? Solo follame ya...

NamJoon lo miró por unos segundos con una expresión tranquila, pero sus pantalones se sintieron más apretados alrededor de su pene al escuchar la temblorosa voz de SeokJin llamarle de manera tan íntima.

—¿Te di permiso para ser informal conmigo? —él cuestionó con una ceja arqueada—. Eres realmente desvergonzado.

—¿Así que Joon-ah...? —SeokJin se rió ligeramente y giró el rostro para tratar de observar su expresión—. ¿Te gustó que te llamé Joon-ah...? Veo que no soy el único en gustarle los apodos...

NamJoon acarició su trasero suavemente sin responder su pregunta. En realidad, no apreciaba los apelativos tontos e innecesarios. Mucho menos los apodos informales y cariñosos como ese. Pero había algo extraño en como su nombre sonaba bien, incluso correcto, cada vez que SeokJin lo pronunciaba con esa voz temblorosa, que le hizo sentir un poco insatisfecho.

Quería más. Necesitaba escucharlo más.

NamJoon volvió a golpear el culo del omega con su palma, provocando que gimiera y se estremeciera. El lubricante estaba resbalando por sus muslos casi en exceso por la excitación. Pero él observó atentamente como SeokJin tuvo que usar todas sus fuerzas para lograr sonreír condescendientemente y no romperse en jadeos rotos.

—Veo que sí te gusta... que te llamen por apelativos, Joonie... —Kim SeokJin arrastró su nombre en su boca, pero NamJoon se contuvo, dándole unas caricias en el área roja de su culo—. Voy a gemir tu nombre si me follas bien... lo haré con gusto...

NamJoon respiró hondo y se paró de la silla. Sabía lo que SeokJin estaba tratando de lograr. Pero no estaba dispuesto a darle el gusto... O eso creyó.

Giró a SeokJin sobre su espalda y se metió entre sus piernas, cubriendo su cuerpo con el suyo, para colocar sus manos a cada lado de su cabeza y mirarlo a los ojos.

—¿Me estás chantajeando...? —él preguntó con una mueca en los labios. Pero se agachó y mordió levemente el hombro de SeokJin con una emoción desagradable en su pecho sobre desear mostrarle al omega que, cualquiera que fueran sus intenciones, no serían tan fáciles de lograr con él—. Eres demasiado cínico...

SeokJin agarró su rostro y lo atrajó para besarlo, envolviendo sus piernas alrededor de su cintura para impedir que NamJoon se alejara de su cuerpo, porque él lo necesitaba tan mal ahora, que no parecía desear que NamJoon escapara de su agarre. Y NamJoon lo complació.

Desafortunadamente, lo hizo.

Él abrió el botón de su pantalón y bajó la bragueta para sacar su erección, mientras besaba a Kim SeokJin con fuerza. Luego, jaló un poco de las caderas de SeokJin fuera de la mesa, y permitió que el omega sintiera su miembro rozar su intimidad, deseando que SeokJin lo anticipará.

Y casi se tienta por un instante a entrar en SeokJin, así sin más, en un arrebato por poseerlo, pero su autocontrol todavía era lo suficientemente bueno para apartarse de los labios del omega y tomar uno de los condones que puso en un lado de la mesa. NamJoon no era un irresponsable. Y esa noche no sería la primera vez que lo fuera. Él era mejor que eso.

Pero no hubo palabras bonitas, ni advertencias, cuando alineó su miembro en la entrada del omega y empezó a deslizarse en él con lentitud, viendo como SeokJin casi lloriqueaba cuando ingresó en él, apretando su agarre en el borde de la mesa mientras tomaba su polla en él.

Y NamJoon tuvo que apretar los dientes por unos segundos. Kim SeokJin se sentía realmente muy estrecho.

—Eres tan estrecho... —él masculló con voz ronca deteniéndose a la mitad. Podía sentir las paredes de SeokJin contrayéndose alrededor de su pene—. Si no te conociera, pensaría que eres un virgen.

SeokJin se rió al escuchar sus palabras, cubriendo su rostro con uno de sus brazos. Su cuerpo estaba temblando levemente, y NamJoon no sabía si era por su risa o por incomodidad.

—Desearías que fuera virgen... A los alfas siempre les gusta ser los primeros, ¿verdad? —él susurró en voz baja con cinismo—. Pero simplemente soy un poco estrecho... más de lo común.

—No soy particularmente aficionado a los mojigatos —NamJoon articuló tan inalterablemente como siempre. Pero SeokJin podía detectar el humor en sus palabras—. Deberías saberlo más que bien.

No se detuvo a escuchar la respuesta de SeokJin. Él terminó de entrar por completo en el omega con un solo empujón, viendo como SeokJin abría los labios y gemía. A NamJoon le gustaba verlo estremecerse debajo de su cuerpo. Se sentía extrañamente complacido con solo verlo.

—¿Te duele? —él preguntó sin verdadera preocupación en su voz, consciente de que no preparó lo suficiente a SeokJin, porque creía que el omega era más flexible que esto—. ¿Eres de los que siempre hay que preparar...?

SeokJin quitó el brazo de su rostro y miró a NamJoon con sus ojos vidriosos y mejillas rojas. Uno de los tirantes de su top se había resbalado por su hombro, dejando a la vista un pequeño pezón. Y sus labios estaban arqueados en un lindo puchero.

NamJoon no pudo apartar los ojos de como lucía. Él realmente deseaba arruinarlo tan mal ahora.

—Te lo dije... —SeokJin musitó con una sonrisa de suficiencia en los labios. Siempre tan orgullo de sí mismo—. Te dije que iba a apretar tu polla tan bien... que nunca más volverías a querer follar con otro omega...

NamJoon resopló con humor al escucharlo. Él no debería sentirse bien con las palabras de Kim SeokJin. Pero el omega realmente era una gran fuente de entretenimiento; él podía causar que NamJoon estuviera molesto y al siguiente instante divertido por su actitud engreída y presuntuosa.

Incluso si era molesto y caótico, Kim SeokJin tenía una personalidad única y destacable. NamJoon tendría que concederle eso.

—Eres una mierda presumida... —Sonrió levemente y sostuvo uno de los muslos de SeokJin en su brazo. Salió lentamente del omega hasta que solo la punta de su pene estaba abriendo su agujero—. Te voy a follar hasta que no puedas volver a decir algo tan engreído...

SeokJin quiso decir algo, pero NamJoon no lo dejo, volvió a entrar en él con fuerza, haciendo que la espalda del omega se arqueara. Desafortunadamente, no tenía suficiente tiempo para continuar jugando con SeokJin de esa forma, así que fue duro y salvaje desde el inicio. Cada embestida tratando de hacer que el omega temblara y gimiera alto.

Pero Kim SeokJin realmente era jodidamente estrecho. NamJoon tragó en seco sintiendo como el omega apretaba su miembro tan bien... que parecía estar hecho para él. Para que NamJoon lo follara de esa forma. Demasiado bueno para ser real.

—¿Se siente bien...? —SeokJin preguntó con sus ojos brillando por lágrimas y diversión. Esa mirada arrogante haciendo algo mal con su racionalidad—. Puedo verlo en tus ojos, joonie... te gusta tanto...

NamJoon resopló y movió su cadera con fuerza, buscando el punto sensible del omega mientras lo embestía, y cuando finalmente lo encontró, él sonrió con satisfacción al ver como Kim SeokJin cubría su boca con una de sus manos y con la otra se sostenía de la mesa, deshaciéndose en gemidos con cada una de sus embestidas. El omega ya no volvería a mofarse tan bien como antes.

—Sí, se siente bien... —él le respondió un tiempo después, inclinándose para chupar y mordisquear su pezón con crueldad—. Tu pequeño agujero de puta lo está tomando muy bien... tan mojado y apretado para mí, que parece que naciste para esto...

SeokJin gimió al escucharlo, parecía feliz de ser tan bueno, abrazando la cabeza de NamJoon cuando sintió como él chupaba y tiraba de su pezón entre sus dientes.

—¡Ah...! Más... —SeokJin pidió con voz rota—. Más... ¡te necesito más profundo...!

—Uhm... ¿quieres más, bonito...? —NamJoon inquirió con voz ronca. Él levantó el top de SeokJin con fuerza para atrapar su otro pezón entre sus labios—. ¿Cual es la forma correcta de pedir las cosas...?

SeokJin lloriqueó negándose a suplicar. Sin embargo, cuando NamJoon acarició su miembro con fuerza, él se rompió. Todo su cuerpo le estaba suplicando por más a NamJoon.

—Por favor, Joon-ah... —SeokJin suplicó con un gemido entrecortado. Su ojos vidriosos y sus piernas envueltas en la cintura de NamJoon—. ¿Estás feliz ahora, idiota...? —NamJoon volvió a empujar en él con fuerza, haciendo que su espalda se arqueara—. Ah... arrogante... uhm... mandón...

NamJoon casi se ríe al ver al omega así, si no fuera porque él también se encontraba casi tan perdido como SeokJin en la bruma del placer. La necesidad por poseerlo volviéndose más fuerte con cada segundo. Se irguió y tomó los muslos del omega, haciendo que sus rodillas casi tocaran su pecho, antes de volver a empujar con fuerza dentro de él.

NamJoon fue más rápido y certero con cada uno de sus empujes, escuchando los gemidos obscenos de SeokJin, que se retorcía debajo de él desvergonzadamente, mientras se arqueaba y suplicaba por más. Y NamJoon le dio mucho más. Lo folló tan bien que él mismo se perdió en como SeokJin se estremecía de placer en la mesa, cada vez que su pene golpeaba con fuerza su punto más sensible.

Y estaba tan profundo dentro del omega, tan apretado, tan caliente... Y SeokJin no aguantaría más tiempo. NamJoo podía ver como el omega estaba a punto de llegar al orgasmo por la forma en la que su vientre se contraía cada vez que ingresaba con fuerza en él. Esto era lo que ambos necesitaban: sexo duro y salvaje, para calmar esa tensión sexual que se envolvía en ellos. Después de esto, era muy poco probable que volvieran a sentirse tan ansiosos por tocarse.

Después de esto, probablemente, SeokJin estaría fuera de su sistema.

Y NamJoon tan solo necesitó unos cuantos empujes más dentro de SeokJin, fuertes y profundos, para hacer que el omega se corriera sobre su estómago con un gemido ahogado y roto. Unas pequeñas lágrimas se resbalaron por el rabillo de sus ojos. NamJoon se agachó y volvió a tomar su boca entre la suya, sintiendo como SeokJin lo apretaba más que antes, pero continuó follandolo por unos cuantos segundos más hasta que él mismo también llegó a su propia liberación.

Entonces, todo fue calma otra vez.

**

Ambos se quedaron así por un momento, sus respiraciones exaltadas siendo lo único audible en el despacho, hasta que el alfa salió de SeokJin y se alejó para deshacerse del condón, dejándolo con una sensación extraña de vacío.

SeokJin observó vagamente como el alfa sacaba una toalla pequeña de un armario en una esquina del despacho, sintiéndose todavía en un vértigo por su orgasmo. Todo su cuerpo estaba tembloroso y su mente estaba en las nubes. Se sentía tan bien... tan complacido y feliz, incluso con la pequeña sensación de vacío, que no pudo pensar en nada más por unos cuantos segundos.

—¿Cuánto tiempo te quedarás ahí? —NamJoon preguntó con voz aburrida sacándolo de su ensoñación. Él le lanzó la toalla a SeokJin—. Date prisa. Tengo que estar para el cierre del evento.

SeokJin volvió en sí e inhaló aire profundamente mientras recordaba porque detestaba a este bastardo mandón y altanero. ¡Él acaba de tener un buen orgasmo aquí! Necesitaba recuperarse física y mentalmente para volver a ser el mismo de siempre. Pero su omega estaba ansioso por el poco contacto físico que hubo después de terminar. Esa parte de él nunca antes se había sentido tan decaída por no obtener un poco de caricias postcoitales. De hecho, a él ni siquiera le gustaba el contacto físico con sus ligues. Esto era demasiado extraño.

La sensación en su pecho era casi desagradable.

Kim NamJoon ni siquiera se había quitado la ropa más allá de su saco, ¿como habría más contacto físico? Él tuvo que recordarse a sí mismo que esto era algo sumamente casual para el alfa para poder sacarse esa sensación de encima, antes de sentarse en la mesa para limpiar sus muslos y vientre con la toalla en silencio.

Pero su cuerpo todavía estaba un poco entumecido y tembloroso por la posición en la que había estado. Probablemente, amanecería con un terrible dolor de cuerpo. Pero al menos el sexo fue realmente bueno, dejando de lado la extraña sensación que sintió después de volver en sí.

Miró a NamJoon de reojo, notando que el hombre ya se encontraba colocándose su saco, tan sereno e imperturbable como siempre. Él realmente sabía actuar como si nada hubiera pasado. Y a SeokJin le molestó en demasía esto. Kim NamJoon realmente era un dolor de cabeza.

Pero cuando terminó de limpiarse, SeokJin se fijó repentinamente que su top tenía un desgarre, y se sintió muy desconcertado por esto.

—Le hiciste un hoyo a mi ropa... —él acusó llenó de perplejidad viendo el pequeño desgarre sospechosamente cerca de su pezón—. Dañaste mi top...

Al escucharlo, NamJoon se dio la vuelta y le dio una mirada aburrida. Él observó fijamente el desgarre que SeokJin estaba señalando y dijo: —Es una lastima. Pero puedo comprarte uno nuevo después.

SeokJin lo miró con los labios abiertos por unos segundos. No podía creer que Kim NamJoon fuera tan indiferente con todo. ¡¿Es así como él también se veía cuando actuaba como si el dinero lo pudiera resolver todo?!

—¡¿Por qué eres tan apático?! —él cuestionó con enojo.

NamJoon lo miró con una ceja arqueada por unos segundos, pero después tuvo la decencia de levantar las otras prendas de SeokJin del piso, acercarse a él y ponerlas a su lado en la mesa.

—Solo es ropa, SeokJin —el alfa replicó con un poco de irritación en su voz—. Te puedo comprar todos los que quieras.

SeokJin frunció el ceño al escucharlo. Aunque NamJoon francamente tenía razón, todavía le molestaba darle la razón.

—¿Y si era una prenda de edición limitada? —él inquirió con un pequeño puchero en los labios, solo por llevarle la contraria al hombre.

El alfa lo miró fijamente a los ojos por unos segundos, como si tratara de entender qué estaba pensando en ese momento. Sin embargo, después de unos segundos, NamJoon dijo con una expresión seria: —Entonces, dime el nombre de la marca y me encargaré que lo vuelvan a confeccionar para ti.

NamJoon había dicho esto con un tono aburrido y frío. No obstante, al escucharlo declarar esto tan seguro de su poder, hizo que SeokJin mordiera su labio inferior y sintiera un cosquilleo en su vientre.

Idiota arrogante...

Al ver que no pretendía volver a responder, NamJoon dijo con sarcasmo en su voz: —Empiezo a creer que deseas dormir aquí. Si es así, avisame con antelación para dejarte las llaves.

SeokJin decidió que era adecuado ignorarlo por el bien de su armonioso estado.

Él se bajó de la mesa para ponerse su ropa interior, sintiendo sus piernas un poco temblorosas todavía, pero se negó a que NamJoon notara que su cuerpo todavía se encontraba débil después de ser jodido. Terminó de cambiarse y peinó su cabello con sus dedos.

—Ya estoy listo —anunció con una mueca insatisfecha al verse en un pequeño espejo—. Aunque preferiría dormir aquí que salir con esta apariencia...

No importa lo mucho que tratara de mejorar su aspecto, después de varios minutos arreglándose lo mejor que pudo, todavía tenía la apariencia de puta recién follada, y eso le molesto. ¡Todos se darían cuenta de lo que sucedió entre ellos si volvían juntos! Y tener tantas miradas sobre él con este aspecto sería un poco vergonzoso.

Hace un buen tiempo que SeokJin no tenía escándalos. Sin embargo, si lo pensaba racionalmente, no sería tan malo perder para ganar... Después de todo, la imagen de NamJoon también se vería comprometida.

NamJoon se detuvo frente a él y lo miró de arriba abajo por unos segundos. Por un instante, SeokJin quiso insultarlo por ser el culpable de su nueva apariencia. Pero el hombre llevó sus dedos a su saco y abotonó todos los botones con un semblante tranquilo.

—No querrás que te tomen fotos con un desgarre en la ropa, ¿verdad? —el alfa dijo con un semblante serio. Pero SeokJin podía sentir la diversión en sus palabras. El jodido idiota parecía estar de buen humor después de follarlo—. Estás bien, no lo pienses mucho.

Entonces, él se dio cuenta que había olvidado abotonar su saco por estar mirando la hinchazón en sus labios. Sus orejas ardieron por unos segundos, pero apartó las manos de NamJoon de su ropa con orgullo.

El hombre se dio la vuelta y caminó hacia la puerta. —Vámonos ya. En realidad, ya me encargué de que no hayan fotos —NamJoon comentó con su voz cargada de soberbia mientras miraba algo en su celular—. Nadie se atreverá a decir algo. Te llevaré a tu casa después de terminar.

Él no le estaba preguntando a SeokJin. Él ya lo había decidido. Y a SeokJin le irritó esto en demasía. Repentinamente, todo en NamJoon le molestaba. Desde la forma en la que hablaba, hasta la manera en la que se veía. Cada parte de NamJoon le hizo sentir enojado. ¿Quién diablos se creía? ¿Por qué le hacía sentir así después de hacerlo sentir tan bien?

SeokJin llegó hasta donde NamJoon estaba de pie esperándolo y lo miró con el ceño fruncido. El alfa arqueó una ceja y le devolvió la mirada esperando una objeción de su parte.

Pero SeokJin apretó los puños con enojo, y sin poder controlar la súbita llamarada de ira en su cuerpo, golpeó el pecho de NamJoon con su dedo índice y declaró llenó de indignación: —¡Creo que te odio!

En cambio, Kim NamJoon lo miró por unos segundos con sorpresa, y después sonrió levemente con humor. Él agarró la barbilla de SeokJin y lo miró a los ojos. Su mirada tenía un brillo extraño que hizo que Jin quisiera apartar la mirada, pero no podía apartar la mirada, que era lo peor. Él simplemente deseaba continuar mirando a este hombre...

—Creo que el sentimiento es mutuo —NamJoon le respondió con ironía. Sus ojos fijos en los de SeokJin como si pudiera ver a través de él.

Y el corazón de SeokJin tembló por un instante.

De ninguna forma esto podía terminar bien.



Por cierto, así es el tatuaje de SeokJin:

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