—¿Wen Zhuliu que más falta de comprar?— preguntó Wen Ruohan tranquilamente ganándose una mirada asombrada de parte de Jiang Cheng, ya que había comprado muchas cosas, le sorprendía lo mucho que podía aguantar su bolsa Qiankun.
—Las semillas de loto mi líder— le recordó
—¡Oh! El muchacho holgazán tenía que ir por ellas.
Doncella líder, doncella...
—¿Le gustan las semillas de loto líder Wen? — preguntó sorprendido Jian Wanyin
—A mi esposa le gustan, y se que ustedes son los mayores proveedores de dicha semilla ¿Cómo este líder no aprovechará tal oportunidad?— decía alegremente Wen Ruohan —Ciertamente por eso me alegra que me hicieran venir hasta aquí, pero tal tontería ¿Qué es lo que realmente querían citándome aquí?— preguntó seriamente el líder Wen
—Tampoco sé
—Mientes — contrataco
—¡No lo hago! Realmente no dijeron algo más, los Jin planearon esto y dijeron el tema de la ayuda para la conferencia eso es todo. Y pidieron que sea en Yunmeng es todo — dijo honestamente Jiang Cheng
—Veo
Finalizó la plática, y retomaron el camino nuevamente a la secta Jiang. Pero antes Jiang Cheng pidió —¿Puedo pedirle un favor?— dijo un tanto nervioso
Wen Ruohan asintió.
—Le conseguiré personalmente las semillas de loto para su esposa, en cambió me gustaría que usted pueda darle una bolsa a Wei Wuxian, el ama las semillas de loto.— Finalizó Jiang Cheng
Wen Ruohan le quedo viendo por un momento, y le dio una mirada fugaz a Wen Zhuliu que estaba atrás de él. —Por supuesto
¡Más semillas para A-Ying!— festejaba internamente el Líder Wen. A su vez Jiang Cheng soltaba un suspiro de alivio, sabiendo que el líder si cumpliera en darle las semillas.
Al llegar a la secta, el viejo pavo parecía estar preocupado. Aunque fingía lo contrario.
El viejo Qiren estaba tratando de estar tranquilo. Nie Mingjue no cambiaba su usual ceño de la frente.
Jiang Cheng comenzó hablando, diciendo lo que ya había quedado claro anteriormente. La ayuda será bien recibida por la secta Wen. En cambió cualquier cosa que tengan que decir en un futuro será tratado por medio de cartas. Añadió esto último Wen Ruohan aclarando que "El sol siempre debe estar en su lugar" en su secta.
Qiren había fruncido un poco su ceño ante tal frase, habia tanto que el viejo Lan Qiren quería decir, pero no se atrevía. No con los demás lideres ahí. La única razón por la que habia aceptado asistir a esa reunión es porque esperaba que Wei Wuxian asistiera también, pero no fue así. Realmente quería llevarse a Wei Wuxian a la secta Lan, no quita de su mente como se miraba la última vez Wei Wuxian, tan descuidado y enfermo. No podía con su conciencia, y necesitaba saber realmente como lo trataba Wen Ruohan, pero no podía hacer nada de eso, así que solo asintió a lo dicho por el Líder Jiang y procedió a marcharse.
Mingjue se había mantenido callado en todo momento, no hablaba ni siquiera para discutir algo y se fue de inmediato seguido de los Lan. De su malestar habia hasta olvidado a su hermano menor del que nadie sabia donde se encontraba.
El Jin todo sonrisas pidió que tomaran un poco de té, alegando que era una hora perfecta para eso y que las cosas de la secta podían esperar. Aceptaron.
Así Jiang Cheng los dirigió al jardín, donde había un hermoso lugar de descanso, perfecto para pasar el tiempo. Los sirvientes les llevaron el té. Rápidamente.
De algo que si tenían que reconocer era la eficiencia de los discípulos de Yunmeng Jiang. Pero como no ser así... teniendo a un líder tan malhumorado como Jiang Wanyin.
Wen Ruohan estaba complacido. El lugar era hermoso, en donde de encontraba podía ver perfectamente las flores del lugar, y el viento le hacía sacudir su largo cabello, trayendo consigo un dulce aroma a lotos. Pero más complacido estaría sí estuviera con su esposa.
Los tres lideres yacían reunidos.
Wen Zhuliu se había quedado a una distancia considerable, preparado para cualquier desgracia.
Y la desgracia había vuelto a aparecer.
Nuevamente esa mujer habia vuelto.
¡Desgracia! ¡Solamente desgracias!— pensaba Wen Zhuliu al verla aparecer nuevamente.
La mujer habia llegado cargando una bandeja llena de bocadillos, no basto con que al colocar la bandeja descaradamente se inclinara dejando vista a su poco sutil escote. Wen Ruohan que estaba justo al frente de esta escena, ni siquiera se dio cuenta por estar tomar de su tasa de té. En cambio, el viejo Jin parecía que sus ojos iban a salirse de sus cuencas al ver tan lujuriosa escena.
Jiang Wanyin al ver tal descaro frunció momentáneamente el ceño.
¡Que insolencia! ¡Que descaro!
Jiang Wanyin se sentía indignado. De reojo vio a su lado al Líder Wen, que ni siquiera había visto esa pecaminosa escena.
—Dulce doncella, acompañe a estos líderes un momento y ayúdenos a liberarnos un poco el estrés de tal largo día— habló Jing Guangshan con un tono obsceno
Jiang Wanyin se incómodo con esto, pero no dijo más. Tal parecía que a el Líder Wen le daba muy igual, ya que no había ninguna reacción en su rostro.
Pero algo le llamó la atención, aquella doncella iba a...
—Líder Wen— habló aquella mujer con una melodiosa voz, acercando su mano hacía la túnica del líder apoyándola en el hombro de éste, no consiguiéndolo ya que el Líder Wen se alejo con gracia, la doncella se compuso de su desplante para seguir hablando —Conseguí las semillas de loto que usted deseaba, las conseguí rápidamente pero me informaron que había ido al pueblo y lo espere para dárselas— hablo aquella doncella dulcemente esperando algún halago de tal líder.
—Oh, eras tu— el Wen había jurado que era un muchacho —Bien, dámelas.— exigió Wen Ruohan extendiendo su mano para tomar las semillas. Pero la muchacha no le permitió tomarlas.
—Mi señor, esta humilde servidora puede pelarlas para usted— se ofreció la doncella
—Dámelas ahora— volvió a repetir Wen Ruohan perdiendo la escasa paciencia que tenia.
La muchacha intimidada, se las entrego. Luciendo avergonzada por que todos sus planes estaban fracasando.
—Líder Wen, no sea tan duro. Esta doncella quería ayudarle— dijo cínicamente el Jin
—Estoy bien así.— cortó, para dirigirse a la doncella —Buen trabajo, aprecio que las consiguieras— dijo el Líder para darle unas piezas de plata a la doncella esta al instante negó tomarlas
—Mi señor, no es necesario. Esta doncella no quiere su dinero
Wen Ruohan la observó, dando un gesto de interrogante haciendo que la doncella continuara hablando
—Esta doncella, quisiera un poco del tiempo del Líder Wen
Por otro lado Jiang Cheng hacía una mueva de desagrado ante lo lanzada que era esta persona.
Wen Ruohan aceptó.
En ese preciso momento el rostro de la Doncella se ilumino.
Mientras el Líder Jiang casi soltaba una maldición.
¡Es que acaso no se da cuenta que están tratando de cortejarle!
¡Estás casado, reacciona!
La vena de la frenfe de Jiang WanYing casi explotaba. Pero no podía decir que no hiciera algo como eso, porque estaba seguro que al líder Wen no le gustaría que los demás líderes supieran. Así que mejor trato de nivelar su puslo, y calmarse para no tener uns desviación de Qi. Jiang Cheng solo observo detenidamente a Wen Ruohan y este como todo un ser imperturbable. Optando por poner toda su atención en esas semillas.
¡Los Jin no traman nada bueno!
No hace falta ver más en lo profundo. Lo siento doncella, pero esa reunión con el líder Wen a solas no sera posible.
—Le agradezco tanto Líder Wen, con su permiso líderes tomaré un tiempo al Líder Wen, espero no les moleste— dijo la doncella avergonzada haciendo su más perfecto acto.
Agradando así al viejo Jin, que sonreía en su asiento.
El Líder Wen solo se levanto, caminando unos pasos esperando a la Doncella.
Jiang Cheng espero unos minutos que estos desaparecieran de su vista. Para levantarse de su asiento, el viejo Jin de tan contento que estaba de que su plan estaba marchando con éxito, no se dio cuenta de la falta del Líder Jiang .
Y así Jiang Cheng fue tras ese par. Con un único pensamiento en la mente.
... ahora es buen momento de demostrar que tanto ama a su esposa líder Wen.
Minutos después...
Realmente el Líder Wen le cerro la boca a Jiang Cheng.
No tenía ninguna otra duda.
Wen Ruohan ama a su esposa. Y la venera como un demente.
El mismo Jiang Cheng escondido desde algún lugar había sido testigo, de como el Líder Wen había despreciado a esa doncella de escote obseno.
Realmente estaba impresionado, más que todo por esa mujer que conquisto el corazón del Líder Wen. Por lo que podía deducir se trataba de una gran cultivadora.
Minutos antes, la doncella iba nerviosa al lado de sumamente líder, su cuerpo lucía menudo comparado con la persona a su lado.
Pero ni siquiera pudo actuar o acercarse al líder.
Este mismo huía de cualquier toque, y solo se había limitado a seguirla.
La doncella se daba cuenta que este trabajo encomendado por el Líder Jin era más complicado de lo que pensaba. Esos pensamientos fueron interrumpidos por la voz del Wen.
—¿Que favor necesitas?— dijo directamente y sin rodeos Wen Ruohan
—No necesito un favor— dijo delicadamente la doncella para acercarse más a él —Más bien... Me gustaría conocerle más, si mi señor lo desea.
—¿Que conocimientos quieres aprender? ¿Cultivo, manejo de espada, arte, poesía?
La doncella se quedo muda por un momento, no sabiendo como hacer para que él líder capte su intención —No mi líder, yo deseó... un conocimiento más íntimo de su persona.— dijo acercandose más al líder.
—Habla claro.
—Me gustaría saber que tipo de persona le atrae a usted Líder Wen.
Ante esto Jiang Wanyin no se espero lo que el Líder Wen había dicho. Aún se quedo minutos quieto sin poder moverse, ni creerlo. Aunque se veía venir...
El líder Wen ya se había marchado, dejando a la Doncella en el lugar.
Y Jiang Cheng aún no podía moverse de su sitio.
—Me gusta que la persona sea carismática y extrovertida, que se fusione a mi persona y sea de gran inteligencia, que su cultivo sea increíble, que tenga ojos hermosos que hagan perderse en ellos tanto que haga que yo quiera ahogarme en su mirada. Pero esto no veo por que sea de su interés, y realmente espero que su deseó este satisfecho por que de mi parte es lo único que obtendrá.— sentenció el Líder Wen para caminar, no sin antes de irse dijo— Por lo que observo eres una persona que aparenta poco de lo que realmente es, no es de mí conveniencia entrometerme en tus negocios, pero debes de estar donde todas tus capacidades sean para algo mejor, y no para lograr sacar información a un líder de Secta— dijo el Líder viéndole directamente a los ojos por primera vez— Lastima... es un desperdicio de talento, por tus manos veo que no eres mala con algún arma, e imagino que el arco— dijo acertando— Espero que sea todo.
Ante esto la doncella igual se quedo petrificada en su lugar, no sabía que era eso que sentía. Si era miedo o era calidez en su corazón.
El líder Wen la había atrapado, el sabía de que trataba de hacerle algo en nombre de el Líder Jin, aún así perdonó su vida por esta vez... Y no solo eso, alabó sus conocimientos en el arco. Desde sus inicios de entrenamiento, por el manejo de armas, sus manos se pusieron mas toscas, nada dignas de una doncella. Pero ese hombre le acaba de halagar por eso...
Y más que eso... ese atractivo líder acaba de decir que le gustan las cultivadoras con gran poder de cultivo.
Tal vez... tenía una verdadera oportunidad...
Jiang Cheng por su lado, presentía que el Líder Wen hablaba de su esposa.
Jamás pensó ver, o escuchar, a tan aclamado líder perdido por una doncella de rostro desconocido.
Cada vez Jiang Cheng tenía curiosidad de saber quién era Madame Wen.
En ese momento, por fin Wen Ruohan tenía un espacio para escurrirse para ver a ese joven capullo. Lejos de ojos ajenos.
No le hizo falta recorrer gran distancia, lo encontró en un hall que estaba desolado, con solo unos cuantos objetos, talismanes muy conocidos para el Líder Wen, suponía que esa pequeña sala funcionaba como estudio para los hijos de la secta Jiang, que alguna vez usaron en su juventud. Y que tal como miraba Wen Ruohan, la mayor parte de escritos eran de Wei Ying.
Al entrar al salón, hizo el menor ruido posible, el piso de madera bajo sus pies no lo hacía fácil, asi qué con mucho cuidado camino, hasta ponerse detrás del joven que estaba sentado, teniendo frente a el una mesa que se encontraba llena de papel, pinceles y tinta.
Wen Ruohan en silencio solo observo, esas delicadas manos que sostenían ese pincel, que acariciaba la hoja de papel, formando un hermoso dibujo. Un paisaje.
Tal parece que el joven capullo estaba inspirado por las diversas flores de loto del lugar.
Wen Ruohan jamás lo admitiría en voz alta, pero había extrañado a ese pequeño capullo.
Extrañaba mucho molestarlo.
Y gracias a esas estúpidas sectas y sus líderes que mantenían un ojo en él y la secta Wen. El pequeño capullo no había ido de visita en Qishian.
—Te vas a marchitar si no te da el sol.— habló Wen Ruohan con tono de broma.