Amor Por Error ©

By XxAmayraxX

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¿Que pasaría si en una fiesta te acuestas con el novio de tu mejor amiga que también resulta ser mejor amigo... More

-Sinopsis-
-Prefacio-
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By XxAmayraxX

-Mi futuro-

Quién diría que un domingo por la mañana despertaría en la habitación de Adriel Brown.

Mi yo del pasado me estuviera reclamando en este mismo momento.

«Como pudiste caer tan bajo Dhara»

Pero mi sueño fue tan pesado que no pude resistir a quedarme dormida después que el fuera por agua.

Abrí los ojos como pude ya que la luz de una de las ventana me molestaba, pase mis dedos sobre mis parpados como si esto aclarara mi entorno y así pude notar como Adriel no estaba en la cama. Las sábanas se encontraban desordenadas en su lugar y un frío tenso ante su ausencia.

Muchas cosas pasaron en mi cabeza, como los típicos chicos que dejaba la chica en la cama después de una noche candente. 

Pero en mi caso, está vez Adriel no quiso nada conmigo, admitía que se sentía raro no tener contacto con él durante un tiempo. Hacia un tiempo que Adriel y yo no nos veíamos tan seguidos solo a la distancia. Típicas miradas cómplices, guiñones de ojos pero nada mas que eso. 

Nunca hablamos aunque estuviéramos entre amigos. No queríamos levantar sospechas.  Pero sabia que Adriel algo le sucedía, no era porque no quisiera tener algo conmigo, pero presentía que tenia temor a algo. O solo yo tenia esa idea loca.

Se escuchaban voces abajo, más bien eran voces que ya conocía muy bien, pero ninguna era la de Adriel.

Pero como si el destino me respondiera, escuchar ruido en las escaleras, como si alguien subiera las escaleras hacia la habitación. Rápidamente me reacomode en la cama y me tape con la misma sábana para simular estar completamente dormida. Aun no quería hablar con Adriel, no después de aquella conversación en la noche.

Escuché como la puerta se abrió y de esta algunos pasos descalzos. Por el rabillo del ojo pude notar el cuerpo de Adriel sostenido una bandeja que aunque no podía identificar de que era, supuse que era su desayuno.

Y cuando pensé que se iría, este camino despacio hacia mi, dudoso.

Algo en mi se removió. Había dormido pensando en el error que había cometido anoche, o el que no pude cometer.

Quería aliviniar las cosas con Adriel.

Mentalmente me sonreí a misma a la idea que se me había ocurrido cuando lo ví agacharse.

Se encontraba serio y a la vez tenso, podía decir que era la primera vez que veía a Adriel estar tan pensantivo.

«una pequeña bromita no le vendría bien»

Y cuando ya estaba a nada de abrir los ojos y brincar sobre él para darle el susto de su vida,  me detuvo cuando su tacto llegó a mis mejillas, sus dedos largos ante su toque me puso fría y nerviosa, se acercaron a mis pómulos para apartar un mechón de mi cabello y colocarla tras mi oreja.

Mis ojos no estaban cerrados del todo, pero aún así era lo suficiente para pensar que estoy dormida y así poder ver cada detalle de su rostro.

Pero de un momento todo a mi alrededor se detuvo. Facciones bruscas pero a la vez delicadas, todo bien proporcionado y en su lugar, sus labios que cada vez podía verle lastimado haciéndolo ver más rojos. Sus ojos que por esta vez, se tornaban y decían muchas cosas que no podía comprender.

Era loco pensar que Adriel no quería a Nat, sabiendo que están perfecta como él. Yo podría no merecer a Oliver o yo creer merecerlo, pero Adriel y yo... Era una locura disfrazada de atracción.

Algo se removió en mi interior, como si una llama de flugor me quemara por dentro, haciendome sentir muchas sensaciones. Quería abrir los ojos y no apartar la mirada de él de tan hermoso que podía verlo en este momento. O solo era el sol que estaba atrás de el viéndolo como si fuera un dios, Quería tocar cada facción de él, ver si en verdad estaba al frente mío o solo era un alucinación.

Yo quería...

—¿Qué me hiciste Dhara Becker? —Murmuro con tono leve que hizo que todo mi cuerpo se inestabilizara— Dime por qué siento cosas por ti sabiendo que esto es un error...

Todo mi cuerpo se descontroló. De pronto podía sentir como el calor de su cuerpo me quemaba, como sentir mis labios secarse y querer proclamar los suyos. Estaba siendo tan perfecto a mis ojos, que dude que esto tan real y tan vivo. Sus respiraciones estaban tan cerca mio y su mirada a mis labios, todo decía que quería besarme. ¿Y por que no lo hacia?

Sentía cosas inexplicables que  con palabras podía analizar bien. ¿Qué demonios siento? 

Ahí supe que tal vez tenía una respuesta a algo, pero no tuve el valor que poder decírselo.

Él bajo la mirada a mis labios, y cuando pensé que me besaría y podría despertarme de esta falsedad, este solamente tragó saliva y se levantó para luego quedarse ahí por unos segundos observándome y luego irse antes de poder arrepentirse.

Y yo me quedé aquí sin poder moverme y sin saber que pensar. Solo quería ir tras él.

// // //

Luego de largas batallas por saber si me iba en Uber o el coche de Adriel, pude irme a casa con Dorian.

Pude disimular el nudo de la garganta que tenía atravesado de los nervios. Después de aquello que había dicho Adriel, no pude dejar de pensar en ello. Saber que esos labios que alguna vez me besaron habían dicho aquellas palabras y me hicieron sentir demasiado.

—¿Estás bien? —Pregunto Dorian después de un largo camino de silencio. 

Sus labios estaban tan cerca de los míos y ¿ Por que no me beso? Nunca había sentido tanta necesidad de obtener una respuesta. Está vez pude sentir la necesidad de volver a verlo.

Y cuando llegue a casa y pensar que con los regaños de mamá nos daría, este nunca se desapareció.

—Mama nos matarán.

—¿Cómo estuvo tu noche?

Dijimos a la vez cuando llegamos a la puerta. Preguntas que eran completamente diferentes.

Su primera reacción fue fruncir el ceño.

—Bien...—Murmullo dudoso, y no a su respuesta si no a la pregunta que yo había lanzado.
—¿Dhara, estás segura que estás bien? Te noto...rara.

Pase mis manos sobre mis caderas desasiéndome del sudor que no vi acularse.

—Si, estoy bien, como todos los días.

—Eso lo dudo. —Alzo las cejas con ironía antes de poder abrir la puerta.

Temerosos entramos con cuidado de no hacer ningún ruido, aunque nuestro padre no estaría en casa, tal vez mamá si.

—Sube a habitación, rápido.—Le ordene en un murmullo.

No la pensó dos veces, para que Dorian me hiciera caso y subiera rápidamente las escaleras hacia su habitación.

Entre a la cocina atenta de alguna sorpresa de mi madre, pero no había absolutamente nada. Que raro, ya me estaba esperando alguien gritando sobre mis oídos.

Pero en eso un ruido sordo llegó a mi sobre otro lado de la casa. Exactamente la oficina de mi padre. No dude en ir aunque sabía que si era mi padre el que estaría en casa, ya tenía mi muerte asegurada.

Toque la puerta y en este se escuchó un -adelante- demasiado tranquilo para este día.

Mi padre estaba parado abriendo gavetas como si buscará algo, no le di tanta importancia.

—Hola papá. —Me contuve a decir.

—hola hija —Me respondió sin más.

Admitía que me quedé sorprendida.

¿Mi muerte?

Relamio mis labios y voltee a ambos lados para asegurarme que mamá no me iba salir de sorpresa a irse contra mi y regañarme.

—¿Qué haces? —Me sentía como una aburrida conversación de WhatsApp.

—Buscando unos papeles para un socio que haré cuando llegue a la ciudad, llegara en unos pocos días y aún no encuentro esos dichosos papeles. Se le notaba desesperado.

Pase mis dedos sobre rostro, nerviosa. Esto era demasiado raro.

—¿Y mamá?

Ni siquiera me miró para responder.

—Con la señora Adenis y su hijo.

Y su hijo...

Vaya hijo de mierda tenía.

—¿Sabes si regresará pronto?

Saco varios papeles de una gaveta y las coloco en su escritorio.

-No sabría decirte, no tiene mucho que se fue.

Okey, no tiene mucho tiempo que se fue, era una buena señal.

Raro se me hizo que mi padre aún estuviera enterado de mi situación ya que siempre su secretaria le informaba de todo lo que pasaba sobre nuestro apellido. Aparición de nuestro apellido en una revista, era la noticia de madrugada de mi padre y mi madre. No era novedad de que el se enterara primero.

Deje cerrar la puerta detrás mío para después mover mi manos de una lado a otro con leve nerviosismo. Hacia más de mil años que no habla de mi padre que no fuera peleas o discusiones.

—¿Sucede algo? —pregunto sin ni siquiera mirarme, solo siguió acomodando unos papeles.

—Si...todo bien —Mire por mis lados como si estuviera en busca de algo pero en realidad solo me hacía espacio para retirar la silla de su escritorio para poder sentarme y cuando logre sentarme, este alzó la mirada.

—Ahora en qué problema estás metida ahora Dhara.

—¿Yo? En ningún, solo vengo a pasar un buen rato con mi padre ¿Acaso no puedo?

Me miró con sospecha.

—Si, claro que puedes, siempre y cuando no sea algo que no valga la pena perder mi tiempo.

Vale...  Eso era difícil de que no suceda.

Me negué.

—¿Es algo sobre la escuela? 

—NO para nada, voy muy bien de hecho.

Sin contar que tengo muchas faltas en las primeras clases. Eso pasaba con querer dormir mas de cinco minutos. 

—Ya el próximo año tendrás que mandar solicitudes a universidades ¿Ya ha pensado en alguna?

Bueno...desde que cumplí los dieciocho años, no dude en pensar que ya estaba más cerca de salir del instituto para luego ir a la universidad, sería un cambio que ya debía ser. Me separa completamente de Nat, de Félix, Oliver y ...De Adriel.

En realidad, no había decidido aún que quería estudiar, no tenía algo que me apasionara o que aunque sea me gustará, solo he estado pensando como conseguir el dinero restante de la cuenta de ahorro, sin pedirle a mis padres y también con todo el show de nuestro pequeño problema con Adriel. Y sin contar las cosas que estuve al pendiente de mi hermano. Todos eso me ha mantenido distraída por completo, que ni siquiera he pensado en lo que quería a futuro.

—Si... Eso no se exactamente cuál, pero aún tengo un año completo para pensarlo. —De hecho aunque mi mente estuviera cerrada.

—Bien —No le dio tanta vuelta al asunto, era un alivió que estuviera "distraído"

Su escritorio estaba completamente ordenada aunque tuviera papeles encinas del uno al otro, este siempre está bien acomodando, podría ser todo lo peor del mundo pero algo que le fascinaba y a mi madre era que todo estuviera en orden, en eso ví un cuadro mediano de mi madre y yo, con él a nuestro lado, sonrientes al frente de un hermoso paisaje -Falso- aún que este se viera natural. La magia de la pantalla verde. En eso, note algo que no fue tan sorprendente. Voltee a diferentes lados de la habitación buscando más fotos y en todas solo aparecíamos los tres.

No dude en fruncir el ceño con leve molestia.

—Mi hermano también entrara el próximo año a la preparatoria. -Lance esperando algún grito o algo. Pero solo recibí una mirada dura y severa de su parte.

—Dile a tu madre, ella siempre se encarga de esas cosas.

Algo me removía saber que mi padre identificaba a mi hermano como "cosa" cuando eran hijo suyo como de mi madre. Aunque este no tuviera su sangre.

—Bien...

No dude en pensar en el otro problema que nos habíamos metido Dorian y yo con su entrenador, si el llegase a enterarse de esa oferta a new York, mi padre no dudaría en enviarlo y desaparecerlo de la ciudad y de nuestra familia, la única salida era mi madre que como tutor legal, ella tenía la última palabra. Pero sabiendo que mi madre no es la mejor madre del mundo o no la de Dorian, ella no pensaría dos veces en seguir la palabra de mi padre.

Solo deseaba que en ese momento ya tengamos el dinero suficiente para irnos y hacerme tutora legal de mi hermano. Si es que todo salía bien.

—¿Cómo vas con Oliver? —pregunto después de un momento pensativo.

La primera imagen que recordé de él, fue engañándome en nuestra habitación del hotel.

—Bien, no hemos hablado mucho como deberíamos pero —Me interrumpió antes de seguir.

—Ahora más que nada deben de estar juntos, ya pronto serán adultos, tendrán una carrera, una familia y mucha popularidad de la prensa en ese proceso, no puedes llevarlo a la mierda por mínimo detalle que tengas con él.

Tragué saliva.

—Su familia tiene muchas expectativas de su relación, y las personas de la ciudad también.

Créeme que lo se ...

—Y de hecho, su familia ya hablo con nosotros de que si no pagamos con la deuda que tenemos con ellos, ustedes podría tener una gran riqueza si llegan a comprometerse.

Espera, ¿que?

—Oh yo no papá, apenas tengo dieciocho años la última idea para mí futuro es casarme.

Y menos con él...

—Pero estaría hablando de que si no pagaríamos la deuda. —Volteo a mirarme.— A ese punto no creo llegar.

Tenía razón, aunque mi padre fuera demasiado responsable en todo de su trabajo y en él, no tardaría en conseguir la cantidad restante de su deuda. Deuda que cabe aclarar, que ni hermano y yo sabíamos, no hasta que la madre de Oliver digiera una broma de mal gusto al frente nuestro y de ahí entendí por qué mis padres eran siempre carismáticos con ellos, y la impaciencia de querer que yo este con Oliver, también dicha deuda no se tiene un número exacto, eso solo lo saben mis padres. Y por pensamientos nocturnos, llegó a pensar que fue una fuerte cantidad que mi no se atrevió a pagar en menos de un mes. Pero no pierdo el miedo de pensar que ese sería mi futuro no muy lejano.

Casarme con una persona que realmente no amo.

—Se que tú situación con Oliver no es la mejor, si supieras que con tu madre me case igual por mis padres y ahora no se lo deseo a nadie, mucho menos a mi propia hija. Si todo sale bien con este cliente, estaré pagando la deuda a finales de año y así podremos ser libres. Tomarás tu tiempo de comprometerte con Oliver y tendrás la mitad de su bienes. Sin apuros.

—Ja,¿ y ya? Bueno gracias por decidiste mi vida por mi papá, solo falta que suceda. —Dije con ironía.

—Sucederá hija. —Aclaro él.

—¿Y como lo sabes papá? Que tal que nunca consigues ese dinero y tu hija adorada vive infeliz.— Exclame con detenimiento.

Mi padre solo deladeo su cabeza, observador.

—¿Infeliz? por favor Dhara nadie vive feliz en este mundo. Nadie consigue su final feliz en esta vida, no vengas con idioteces.

 —Pero se vale soñar. No es mi problema que madre y tu solo estén comprometidos por dinero y ni siquiera se tengan un mínimo amor entre los dos, pero yo si quiero estar con alguien que me respete, que me apoye, que sobre todo me ame.

Su risa sonó por toda la habitación.

—Si sigues pensando así, te quedaras sola esperando ese amor.

Prefiero estar sola que mal acompañada. Quise decirle. 

—Pero no puedes poner mi futuro como si fuera una apuesta de póker.—Exclame.

—Seamos claros hija, ¿tienes algo que hacer para tu futuro?

—Si, muchas...—calle, y no es porque no tuviera un respuesta, si no, porque no tenía la respuesta que el quería tener.

Él solo sonrió.

—Tu vida va ser más que un apellido Dhara. Nadie te conoce por lo que haces o por lo que no haces, porque ni siquiera tienes algo que dar a la gente, más que tú relación con Oliver. En cambio él, si es conocido por lo que es, y no solo por su apellido.

—No entiendo a lo que quieres llegar papá.

—Quiero decir, que tú no eres más que la chica que anda con Oliver blesse, o una Becker. Piénsalo hija, no haces nada de tu vida y aún así crees que podrías ser infeliz.

Sus palabras hirieron, pero me mantuve al margen para no dejar salir esas lágrimas que se asomaban de mis ojos.

—Hija, quiero lo mejor para ti, pero hay que aceptar que tú solo tienes dos caminos, estar con Oliver o pedir un milagro del destino que te ayude utilizar tu apellido en algo bueno.

Relamio mis labios y aunque pidiera contesta, me evite serlo.

—Sea lo que sea, mi vida no dependerá de ti papá.

Y con eso me basto para terminar esta conversación, y él no dijo nada más,n me respondió solo me dejó marchar. Bien, ya era costumbre.

Ahora solo era cuestión de dormir y suplicar morirme.


// // //

Lunes.

El mundo estaba contra mi.

No era suficiente que ya los chismes de mi "exagera" emoción del partido de antier, fuera como comida en plato de oro para el público y más para los que consideraba, muy habladores...

El domingo no había podido ni levantarme cuando el móvil empezó a vidrar sobre encima de la mesa de noche tan desesperadamente haciendo que me despertara. Era mensajes de Instagram de personas siguiéndome y mencionándome en memes y chistes mal contados en las historias.

No le di importancia a la primera. Pero cuando escuché las zapatillas de tacón resonando en las escaleras que venían a dirección a mi habitación, supe que yo no era el simple meme de las redes si no también de los periodistas.

—Se puede explicar porque demonios apareces en la portada —Entro mi mamá alzando la voz, estaba despierta pero no tenía ánimos de hablar.

Gracias altísimo, por un momento supuse que no iría de la casa sin irme con una regañieta.

Alzó las cejas con ironía, dejando la revista en la orilla en mi cama, pensé que se iría pero no. Decidió abrir de un golpe las cortinas de las ventanas haciendo que el sol chocarán fuertemente a mi cama y toda mi habitación. Empecé a quejar.

—Cuando pensé que el escándalo más grande que podías hacer era por un problema con Oliver, viene el cartero a entregarme esto. —Empozo, abriendo todas las cortinas de mi habitación incluso las que no habría desde hace años.—Esto no solo se irá a revistas, si no a todas las redes, ya me puedo imaginar porque tú celular suma como si fuera alarma. -Y si tenía razón, era como una alarma.

me tape el rostro con mi sabana, pero mi gusto no duró mucho cuando mi mamá me lo arrebató.

—¡Mamá! Esto no es tan grave.

—ja—Rio con falsa sorpresa.— ¿Qué no es tan grave? Eres una humillación Dhara. Ahora no te reconocerán como Dhara Becker si no como La gritona.

Bueno no era tan malo como pense.

Me senté por fin dirigiéndome a ella.

—Prefiero mil veces a qué me digan ese apodo que su estúpido apellido.

—Ahora le dices estúpido a algo que te ha dado de comer y un techo donde vivir.

—Eso dilo por ustedes, mamá.

—No puedes humillarte así Dhara.

—¿A no? Ahora resulta que no puedo disfrutar el partido de mi hermano, porque claro sus padres no están ahí para apoyarlo.—Ironice con dureza.

—Te arriesgarte a estar con gente...común, por eso no vale la pena.

—Prefiero está con gente "común" a estar en una mansión de tres pisos que no sirve más que para mirarnos las caras cada ocho horas.

Y sin poder reaccionar mi madre me lanzo el periódico, en mi cara.

Mi rostro se volteó ante el impacto.

—que demo...—Me toque el cachete que ardia ante el golpe.

—Estas castigada todo el mes, sin salidas, sin permisos de Nat, y ni siquiera por parte de tu padre.

—Pero que, tu no-

—Yo te estoy diciendo que quedas castigada, sin peros, si no quieres que tu castigo se alargue hasta el fin de año.

Mierda no.

Me mantuve callada.

—Bien, ahora arréglate que llegarás tarde a la instituto.—Y así mi madre desapareció en la puerta. No pude evitar lanzar una almohada hacia su dirección cuándo está ya no estaba.


// // //

Algo que odia mucho cuando iba a entrevistas que mi madre me obligaba ir, era que siempre los chicos del instituto me quedaban mirando como si no fuera claro que yo era la que había aparecido en televisión. Pero ahora, esas miradas eran diferentes.

Las miradas eran pesadas con una risas a lo lejos que me parecieron aterradoras, ya no me sentía cómoda caminar por el pasillo principal, porque todos no aguantaban las ganas de mirarme con burla y murmullos, está ve todo era diferente a una entrevista de televisión. Tal vez era porque ahora no hablaba sobre mi vida, si no lo que hacía de mi vida.

Todos borrarían esa etiqueta sobre mi.

Llegué a mi casillero sin poder parar de sentir que miraban por todos lados. Solo deseaba que esto solo sea un chiste que solo duraría una semana, por qué si, no sé cómo aguantaría estar aquí todo el día. Y más aún que que veía a Nat caminar apurada hacia mi, con un papel en la mano.

Hice cachitos de que no fuera nada malo.

—¡Dhara! Que alegría encontrarte, ahora mira— Alzó el papel y ¡tadah! Carteles para la fiesta de halloween.

Mierda.

¿En qué mes estamos?

Al solo verlo no pude pensar evitar en Adriel y en nuestro plan para ese día.

—¿Dhara? — Nat me trajo de nuevo al mundo.

—O si...¿Qué es esto?—Baje el tono de mi voz.

Volcó lo ojos para luego volver a señalar.

—¿Qué no ves? Son letreros para la fiesta de halloween, aún falta un mes y medio pero ya quería empezar a repartirlo. —Hizo una pausa para agarrar aire— Ya sabes, siempre es mejor avisar desde antes.

Un mes y medio.

Y ahora que recordaba, no había podido estar con ella a solas desde que llegó Adriel. ¿Dónde quedó eso de disfrutar el poco momento con ella, Dhara?

—¿Estás ocupada hoy? —Lance.

Su sorpresa al cambio de tema fue confuso.

—En la tarde si, iré al entrenamiento de Adriel pero luego de eso no tendré nada que hacer ¿Por qué?

—No sé, hace mucho tiempo que no hacemos tarde de chicas. —Hice ese gesto de dedos que siempre hacia en las fotos. Fue ridículo.

—Oh si, cierto. Pero es mejor que Félix no se entere, la vez pasada mi padre me mato por llevar a mi amigo 'marica' —Hizo comillas cargado una sonrisa.

—Deberías hablar sobre eso con tus padres, no pueden tratar mal a Félix por tener otra sexualidad, ya vivimos en el siglo veinte. —Dije obvia.

—Si lo sé, pero para mí mejor, así tendré que ahorrarme las excusas para que no vaya a mi casa.

—Como puedes...

—Hola chicas. —Me detuve antes de hubiera otro problema como el de la fiesta.

—Hablando del rey de Roma. —Dijo Nat volcando los ojos.

—No sienten que el día de hoy todos nos quedan mirando, se que soy demasiado guapo pero temo que se enamoren de mi.

—¿Acaso no haz visto Twitter Félix?

—No, solo lo veo para ver chismes.

—Si y ahora se trata de tu queridísima Dhara —Ironizo ella.

—¿Otra entrevista donde con cara de asesinar gente? —saco él.

Sonreí aunque no fuera tan sincera como quise que llegara hacer.

—No...es más bien...—Intente decirle.

—#lagritona. #lainfiel. —Apunto Nat deslizando su dedo sobre su móvil con funda de brillitos.

— wow esto si es nuevo, espera ¿Ese no es Adriel? —Señalo la foto.

—Oh si, el es...

—Sabes, es ridículo que traten decir que le eres infiel con Adriel, sabiendo que el es mi novio, ¿Acaso ellos no han visto los periódicos de la escuela? —Bufo. —Y hablando de él ¿Qué hacías con el ayer?— Pregunto Nat.

—No lo ves, viendo el partido-

—Le estoy preguntando a Dhara, Félix.—Lo detuvo.

—Nada importante, nos topamos y ya sabes...nos quedamos ahí...juntos, viendo el partido de nuestros hermanos.—Intente ser la disimulada, aunque en realidad no hicimos nada malo, al menos ese día.

Alzo las cejas entendiendo.

—Oh ya ya, su insoportable hermana, espero que no te haya hecho caras largas, a mi siempre me las hace. —Dijo.

De hecho no...

—Bueno, supongo que fue la razón por la que no me respondió las llamadas y los mensajes. —Dijo sin apartar mirada de su móvil.

—¿Le marcaste? —Dije confundida. Sabia que su móvil siempre lo tenia en mano o a lado de el, y este nunca sonó.

—Si, muchas veces, quería que fuéramos al cine ya que al no le gusta ver las películas en casa, dice que es mejor sentir el ambiente de palomitas en la sala.

Pero que...

—Sin embargo, no vi que hablaras con él.

—¿Tenia que?

—Si Dhara, es absurdo que después de meses de haberse conocido aun no tengan una conversación. —Contesto absurda.

—No hay necesidad de que hablé con el, cuando se que tiene complejo de ser idiota egocéntrico con cara falsa de chico guapo—Agregue levemente molesta. Félix que estaba a mi lado exalto los ojos para luego pasar mirada a Nat. Mire a Nat y reaccione— Sin ofender.

Volcó los ojos.

—No hay problema, últimamente Adriel a estado muy raro conmigo siento que ahora no es como lo conocía antes, cuando hablamos por Internet, he llegado a pensar que tal vez me este engañando.

Sentí como un balde de agua fría se arrojo sobre mi. Casi me atraganto con mi propia saliva. ¿Había escuchado bien?

—¿Oye estás bien? Te ves...pálida —Pregunto Félix al instante llegando a mi.

—Si si lo estoy. —Trague saliva como si este fuera agua. Félix se alejo de mi achicando los ojos con sospecha.

—Como sea, nadie se atrevería a estar con él sabiendo que yo podría mandarla a matar al día siguiente. —Dijo con simpleza.— ¿Pero eso no pasa verdad? O al menos no hay sospecha que de él me engañe.

Asentí.

-Si...Digo, no hay.-Aclare. Ahora este vez me miro con rareza mientras metida su móvil en su bolso.

—Okey, disfruta tu momento de popularidad Dhara, porque luego me toca a mi, de nuevo.— Sonrió carismática. 

Vimos como ella caminaba por el pasillo que hace unos minutos caminaba con timidez y ella ahora caminaba con tal autoestima moviendo ese cuerpo con curvas. En eso tan pronto que Nat llego al aula de lenguas, de este salió Adriel. 

Adriel ya se estaba convirtiendo en un antagonista de mi vida.

Incluso podía decir que ya me había acostumbrado a él. Verlo en los pasillos del instituto, mirar de lejos como pasaba a recoger a su hermana, llegar a la cancha de ....y estar hablando con Oliver, de temas que no me atrevería a preguntar e incluso, odiarlo a lo lejos porque cuando se acercaba ese odio desaparece. Ahora la mala odio ya no significaba nada lo que sentía por Adriel, esto era distinto pero aun distinguía que.

Era como mi marea alta que me tranquilizara con su presencia. Y...

Félix se puso al frente mi tapándome la vista a la pareja.

— Dhara, ¿hay algo que quieras decirme? —Cruzo los brazos con un tic en la pierna.

Trague saliva girando a la puerta de casillero.

—No, nada importante. —Metí algunos libros mientras que intentaba no mirar a Félix a mi lado.

—Haz estado muy rara y aún más cuando dijo Nat que Adriel la engañaba ¿Tu sabes algo?

—¿Tendría que saber? No sé nada Félix, y ni siquiera me importa si lo engaña o no, y si lo se no dudará en decirlo a Nat. —Cerré con llave.

—¿Estás segura? —Pregunto mientras giraba para caminar hacia el comedor.

—Si lo estoy y deja ya de hacer esa voz misterioso, mejor vamos por papitas antes de que se acaben. 

—Okey...

// // // // // // // // 

¿Sospechoso no?

¿Cómo están? Días sin aparecerme por aquí.

¿Qué les pareció este capitulo? 

No se olviden votar y comentar sus opiniones, que eso me ayuda a seguir escribiendo, Os leo.

Se les quiere <3

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