El sol de QishanWen☀️

By pilar_celestial_

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Wei Wuxian o ahora conocido como "La nueva Madam Wen" pone en orden a todo el mundo de la cultivación. More

Capítulo 1: Sin remordimientos
Capítulo 2: Conflicto Interno
Capítulo 3: Nunca es suficiente
Capítulo 4: Nunca es suficiente parte 2
Capítulo 5: Pequeños soles
Capítulo 6: Rojo
Capítulo 7: Con dos a la vez
Capítulo 8: Con dos a la vez Pt.2
Capítulo 9: Arrepentimiento
Capítulo 10: Pequeño gran poder
Capítulo 11: Una jarra de vinagre ¿O dos?
Capítulo 12: A-Niang
Capítulo 13: El amuleto
Capítulo 14: La Carta
Capítulo 15: Yunmeng Jiang
Capítulo 17: La decadencia del oro
Capítulo 18: Reflexiones
Capítulo 19: ¡Mi señora puedo explicarlo!
Capítulo 20: La resistencia es la clave
Capítulo 21: Divorcio
Capítulo 22: La palabra prohibida con "D"
Capítulo 23: Brote de energia
Capítulo 24: Madame Wen es Madame Wen
Capítulo 25: Ojos como el oro
Capítulo 26: ¡Celebración!
Capítulo 27: ¡Wen Ruohan esta desesperado!
Capitulo 28: Aguas termales
Capítulo 29: Amar la casa y su cuervo
Capítulo 30: Querida esposa
Capítulo 31: Una naranja
Capítulo 32: El sol brillara
Capítulo 33: El obsequio
Capítulo 34: Inocente
Capítulo 35: Todo es un mal recuerdo
Capítulo 36: Hambriento
Capítulo 37: Didi
Capítulo 38: ¡La cama no la compartiremos!
Capítulo 39: Madame Wen es la verdadera debilidad del Líder
Capítulo 40: Observar
Capítulo 41: Síntomas
Capítulo 42: Mi pequeña esposa está lejos de mí
Capítulo 43: La esposa traviesa fue atrapada
Capítulo 44: Dos Brotes
Capítulo 45: Jiang
Capítulo 46: Regreso a Yunmeng Jiang
Nota
Capítulo 47: El anillo
Capítulo 48: Testigos de un Banquete de Amor
Capítulo 49: Jiang Cheng se arrepiente.
Capítulo 50: Los herederos son unos desvergonzados
Capítulo 51: Brillar como el sol y la luna
N/A Nueva plataforma
Capítulo 52: El esposo proveerá.
Capítulo 53: La secta Wen tiene sus habilidades.

Capítulo 16: El enamoramiento del Líder Wen

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By pilar_celestial_

Jin Guangshan, tenia una debilidad.

Mujeres.

No sabia retener sus deseos carnales, le gustaba estar con tanta mujer quisiese, disfrutaba al máximo los placeres carnales. Eso tuvo como resultado varios hijos regados por todos lados, muchos ni siquiera reconocidos. A Jin Guangshan, no le interesaba esas cosas, pero hubo uno de sus hijos ilegítimos, que pensó que si le serviría para algo... Ya que notaba claramente que era igual que el... ambicioso, y haría cualquier cosa solo para quedar bien con el. Y eso a Jin Guangshan le agradaba, la obediencia que tenia Jin Guangyao.

Las ideas de Jin Guangyao era muy provechosas también, eso le fascinaba a la mente retorcida de Jing Guangshan.

¿Cuál es la debilidad de todo hombre?

Una hermosa mujer con quien calentar la cama

¿Y de que momento un hombre es mas manipulable?

¡Estando enamorado!

¡Era tan sencillo como eso!

Jin Guanshan tenia todo planeado. A través de sus artimañas consiguió que una hermosa mujer quedara en deuda con la secta, y por consiguiente con el mismo, ya que aun era el líder.

Un hombre solo como Wen Ruohan necesitaría una bella doncella que este con el, para que quite un poco su estrés. Ni el mismísimo Wen Ruohan podría resistir a esa hermosa doncella que grita fertilidad por sus poros ¡Imposible! No hay nadie mas hermosa que ella. Esta doncella le haría feliz, al ir de parte de la secta Jin. Wen Ruohan tendría una deuda con ellos, y no seria una amenaza para la secta Jin, al contrario... los dotes llenos de riqueza que irían a ellos... y todo ese poder que tendrían al ser aliados de una secta jodidamente poderosa. Un hombre enamorado haría cualquier cosa por la mujer que ama, y esta joven doncella lo manipularía bien, hasta que baje su guardia, y lo matara

¡Así el mundo de la cultivación estaría libre de los malditos Wen!

Y solamente el seria Líder de dos poderosas sectas.

Los ojos de Jin Guangshan parecía brillar conforme se hacia la idea. Nada mas por ello, es que se controlaba en no tomar a esa joven. Tendría paciencia y autocontrol por primera vez en su vida... luego gozaría de todos los placeres, cuando sea líder de dos sectas...

-Pequeña mía ahora ve hacia ese líder, y haz lo que sea para que caiga a tus pies ¿Entiendes?

La doncella solo le respondió asintiendo y se marcho del lugar.

Jin Guanghan solo la observa alejarse, evitando a toda costa pensar en vulgaridades por esas túnicas tan ajustadas a su pequeña figura.

En otro lado, Wen Ruohan estaba en ese hermoso lugar que tanto le habia hablado su precioso A-Ying. Ese largo era hermoso... habia lotos por todo el lugar, el olor era increíble, las flores de loto desprendían un aroma tan relajante y suave que hacia increíblemente difícil no disfrutarlo. El agua estaba tan tranquila e imperturbable, que solo le hacia pensar en las anécdotas que le contaba su señora de cuando el nadaba por ese mismo lago...

Esa agua refrescante, empapando las túnicas de su señora, pegándosele a la piel, haciendo mas notoria esa fina cintura que tiene, lo fría del agua logrando que se le endurezcan esos deliciosos botones, haciéndole que se resalten.

Al parecer la linea de pensamiento de Wen Ruohan se habia desviado en gran manera...

Wen Zhuliu solo lo acompañaba un poco alejado del Líder, fingiendo no notar esa mirada lujuriosa de su líder, que solo ponía cuando miraba a Madame Wen.

-¿No te parece hermoso el lugar?- Preguntó el Líder Wen, parando sus calenturientos pensamientos

-Lo es ,Líder Wen- respondió Wen Zhuliu

-Muy hermoso lugar. Lo malo fue los antiguos líderes - comento Wen Ruohan

Wen Zhuliu no comprendió bien eso. Pero siguio escuchando lo que decía su líder.

-¿Creerás que Madame Wen nadaba en este lago para sacar las semillas de loto que tanto le gustan?- Comentaba Wen Ruohan

-Madame Wen le gustan mucho las semillas de loto

-Así es, le encantan- confirmó con una boba sonrisa Wen Ruohan

-Ya que estamos aquí ¿Por que no conseguimos semillas de loto para Madame Wen- sugirió Wen Zhuliu sabiendo que dio en el clavo cuando vio esos ojos brillosos de su líder ante la idea.

Todo esto se vio interrumpido ya que un sonido de pisadas se escuchaba...

Esto alerto a Wen Zhuliu

Era una mujer.

Wen Zhuliu se puso a la defensiva -¿Quién eres? ¿Y que haces aquí?- interrogo a la mujer

-Oh, honorable cultivador, no vengo a hacer daño, solo vengo a ver si al Líder Wen se le ofrece algo. Estoy aquí para cualquier cosa que el necesite. Esta joven doncella sabrá como ayudarle en lo que quiera- Dijo la doncella actuando de manera coqueta, pasando sus brazos hacia el frente uniéndolas, luciendo lo mas inocentemente posible. La mujer se inclinaba un poco con cada palabra que salía de su boca, haciendo mas vulgar el escote de sus túnicas.

Wen Zhuliu no podía creer tal descaro y falta de vergüenza.

-Justo necesitaba a alguien- habló atrás Wen Ruohan

Estás palabras emocionaron a la mujer.

-Por supuesto Líder Wen, lo que usted quiera, yo se lo hare realidad. Solo tiene que pedirlo- Hablaba con una dulce voz la doncella

-Muchacho necesito semillas de loto, tráelas ante mi. Espero las tengas una vez que regrese de mi paseo o te matare- Con ello Wen Ruohan se dispuso a caminar dirigiéndose a Wen Zhuliu que habia quedado estático por un momento, Wen Ruohan iba hablándole que necesitaban ir donde estaban sus discípulos en el campo de entrenamiento donde los habían dejado y decirles que vayan todos al mercado, permitiéndoles conocer el lugar.

¡Muchacho!

¿Dijo Muchacho?

La joven doncella habia quedado petrificada con tal descomunal fracaso de seducción.

¡Ni siquiera pudo presentarse, cuando ya el Líder ya la habia enviado a volar!

Wen Zhuliu por dentro estaba con enormes ganas de reírse, ante esa expresión que habia puesto esa obscena mujer. No entendía como se atrevía a tal descaro. Si bien el tema que hubiera una Madame Wen, era algo que solo la secta Wen sabia, igualmente no dejaba de asombrarse por tal intento de atraer a su líder. Pero eso no seria posible, su líder tenia tanta devoción a Madame Wen, que ni siquiera se dio cuenta que la persona que estaba ante el no era un joven cultivador, si no una doncella.

El Líder Wen estaba ciego.
Wen Zhuliu entendía el porqué, Madame Wen es una gran persona. Ambos se amaban. Y lo demostraban día con día.

Y ahí tenían a ese poderoso líder que tanto temían. En busca de obsequios para su esposa e hijos.

Todos iban de camino al mercado de Yunmeng Jiang, Wen Ruohan al frente de todos a su costado unos pasos atrás Wen Zhuliu.
Atrás de ellos los discípulos que iban hablando de alguna cosa que les llamaba la atención.

Los humildes vendedores al ver a los Wen's llegar se tensaron.
Solo pudieron pensar que habría una masacre en el lugar.
El líder Wen se miraba imponente entre todos, un hombre alto, fornido, elegante, cara de pocos amigos.

Todos miraron que el Líder Wen les dijo algo a sus discípulos y estos se alegraron, separándose del grupo.
Los mercaderes se asustaron al ver a varios discípulos Wen ir de un lado a otro, individualmente o en pequeños grupos a algunos puestos.
Todos pensaban que iban a destrozar todo.

Algunos que estaban de espectadores, solo vieron extrañamente como estos discípulos iban solo a comprar o a mirar ciertos productos.

Al parecer no iban a destrozar todo...

Pero el líder Wen y su acompañante no se movían del lugar, el Líder solo observaba por todo su alrededor.

A ojos de los mercaderes expertos, más bien parecía como si buscara algo en específico.

Cuándo de repente, la mirada del líder pareció enfocar algo.

¡Ahí estaba!

El líder Wen encontró lo que buscaba.

A pasos lentos se iba acercando a ese puesto, donde se encontraban diversos jarrones de distintos tamaños, de un solo producto.
Chile.

Según le había dicho su esposa en ese puesto en particular, su especialidad era el picante. Muchas salsas de el mejor chile estaban ahí.
Los más picantes según le había dicho estaban en las jarras con colores oscuros. Los menos picantes eran de jarras de colores mas claros.
Las primeras eran las que le interesaba al Líder Wen.

Así que como buen caballero, se dirigió al dueño del puesto y pidió él mejor chile que tuviera.

El señor del puesto le miro extrañado, pensando que él no se miraba como alguien fanático de lo picante. ¿Pero como decirle a ese poderoso líder sin que se sienta ofendido?. -Señor, estos jarrones solo contienen la pasta con los pimientos más picantes que tenemos aquí.

-Oh, en ese caso deme dos jarrones- habló tranquilamente Wen Ruohan pensando el lo feliz que estaría su esposa con ese obsequio. Wen Ruohan pensaba fervientemente en la recompensa que recibiría, esos dulces besos de su esposa.

Mientras el Líder Wen estaba con sus fantasías nuevamente.
El pobre mercader sentía que su presión arterial se había elevado.

-Señor, pero son muy picantes, si no está acostumbrado al picante no podrá soportarlo - hablaba temerosamente tratando de advertirle

-Lo sé, mi esposa tiene un extremado gusto por el picante, además me comentaba que solía comprar aquí, siempre hablaba de una receta especial que tenian aquí. La receta secreta de la señora Yun, siempre me habla de lo increíble de sus salsas, y que siempre lo mezclaba con todo lo que comía. Por ello vine a comprarle unas jarras.

Mientras más hablaba más fascinado quedaba el anciano al escuchar a tal líder hablar amorosamente de su tienda.

-Oh mi señor, mi señor. ¡Cuanta alegría!- hablaba el anciano alegremente -La señora Yu era mi madre y esa receta ha estado en mi familia por muchas generaciones, le alegra a mi anciano corazón al ver que alguien habla de lo que hacemos con tanto cariño.

Wen Ruohan respondió -Mi esposa no tiene más que halagos a los productos que aquí realizan

-En ese caso mi señor le empacare de inmediato sus jarras, estas jarras son difíciles de vender, ya que son muy picantes para muchos. Aunque en este lugar el picante es muy tradicional en las comidas, muchas personas no se atreven a consumirlo, estos en específicos - decía riendo un poco ante esto último que dijo

-¿Cuántas jarras tiene de este tipo?- preguntó curioso el Líder Wen haciendo referencia a esos de color de jarras más oscuro.

Ante esto, el anciano se detuvo a lo que estaba haciendo. Y quedo un momento pensativamente haciendo memoria del inventario de su puesto -Tengo 6 jarras en total mi señor- respondió finalmente el anciano

Wen Ruohan sin pensarlo más dijo -Me llevó todas

Él corazón del señor parecía que se le detuvo por un momento, ese líder iba a llevar todo el cargamento de los pimientos más picantes de su puesto ¡Y ni siquiera pregunto el precio por jarra!

-Mi señor, ha hecho a este hombre tan feliz este día, le agradezco mucho- decía lo más alegre posible el anciano

-Mi señora estará muy feliz también, me alegra que aún produzcan estas salsas. Y no hay que agradecer su producto es muy bueno.

El señor sentía llorar por la alegría, se movió rápidamente, asegurando cada jarra para que no de destapara y cayera ese valioso producto.

Wen Ruohan uso su bolsa Qiankun, un obsequio de su esposa, para ese viaje. A palabras de A-Ying, por si lo necesitaba, además de empacarle ciertas hiervas medicinales y varios conjuntos de túnicas.

-Mi señor espero que a su esposa le agrade nuevamente los pimientos de mi humilde tienda.

-A mi esposa le encantara, pase buen día.

Con esto él anciano quedo observando al terrible líder del que muchos rumores decían alejarse. Pero a sus ojos no era nada de lo que decían más bien era un esposo devoto consintiendo a su esposa.
Tal vez no era nada de lo que decían...

¡Incluso halago mi producto!
¡Mi tienda llego hasta oídos del Líder Wen!
¡Incluso vino el personalmente a comprar!

El anciano no podía con la emoción, fue rápidamente a contarle a su esposa lo que había pasado.

Las compras de Wen Ruohan aún no terminaban, pronto se notaba que los vendedores no eran tan reacios a tenerlo rondando en el mercado. Luego de ver lo amable que fue con el señor de las salsas de chile. Todos se quedaron aún más curiosos por ver las acciones de Wen Ruohan.

Wen Ruohan se habia acercado a un puesto en especifico, donde una señora tenia en venta diversos adornos, hermosos. Y muchas cosas más.
Pero sobre todo hubo un objeto en particular que le llamo la atención a este líder. Así que a pasos tranquilos se dirigió a este puesto.

La señora estaba más que emocionada que el Líder Wen se dirigió a su puesto. Y pronto estaba saludándole -Líder Wen, buen día para usted. ¿En que puede ayudarle esta humilde mujer?- preguntó la señora

-Madame, he visto que tiene muchos abanicos muy hermosos aquí- dijo observando el líder Wen

-Así es, tengo muchos aquí, por favor observe usted. Tengo muchos diseños y colores además-...

La señora fue interrumpida por el Líder Wen -Madame, quiero uno que sea de una buena madera, y con decoraciones sumamente hermosas

Ante esto la dulce señora entendió algo, sonrojándose en el proceso -Oh Líder Wen, quiere conquistar a alguien, entiendo entiendo, le mostrare los más hermosos trabajos que he realizado- dijo la señora rápidamente, sin darse cuenta lo que había dicho, por estar buscando con gran emoción dichos abanicos para mostrarle.

-No es así Madame, mi esposa no suele llevar un abanico, más bien es el mejor amigo de mi esposa que le encantan los abanicos, es muy amante de dichos artículos. ¿Podría creer que él tiene uno por nada día del mes? ¡Tiene una colección entera!- dijo el Líder Wen logrando sorprender de sobremanera a la señora, que hasta dejo hacer lo que estaba haciendo por un momento al escucharle.

-¿Usted tiene esposa?- preguntó sorprendida, sin poder creerlo

El líder Wen solo se limitó a observarla con una tenue sonrisa en su rostro.
Ante el silencio la señora reacciono inmediatamente y preocupada dijo -Mi señor, no fue mi intención ofenderle, solo no sabia que usted tenia una esposa. Perdone si le ofendí- dijo rápidamente la señora con todos los nervios posibles.

-No se preocupe, por el momento no saben las sectas, pero se que ustedes podrían guardar silencio hasta el momento llegue- dijo en tono bajo el Líder Wen casi comportándose infantilmente

La señora se ríe con complicidad -Mi señor, por supuesto. Su esposa debe ser alguien muy afortunada- señalo la señora, tomando algunos abanicos y poniéndolos frente al líder

-El afortunado soy yo Madame- dijo solamente el líder observando detenidamente los abanicos, haciéndole un minucioso estudio antes de escoger cuál, finalmente el elegido fue uno de madera oscura con pequeños adornos tallados a mano, y un hermoso paisaje dibujado -Me llevare éste

-Oh si sí ese abanico esta muy hermoso- señala la señora

-¿Usted los hace?- preguntó curioso el Líder Wen aún sin dejar de ver el objeto en sus manos

-Así es mi señor, todos estos los he hecho yo- contesto la señora

-Déjeme decirle que su trabajo es exquisito, son hermosos estos diseños, y la madera es muy hermosa- seguía halagando el Wen

La señora poco a poco se le iba poniendo rojo su rostro ante los halagos de semejante líder.

Wen Ruohan con toda curiosidad le pregunto -Y esos que tiene por ahí ¿están sin terminar?- señalo Wen Ruohan

La señora dirigió su vista a donde el líder le decía -Oh no mi señor, también vendemos los materiales para que la persona pueda hacerse su propio abanico desacuerdo a sus gustos.

-Deme eso, quiero todo el material para hacerlos, deme varios pedazos de tela, y la madera que sea la mejor- señalaba Wen Ruohan

La señora solo podía pensar que era un esposo complaciente, al tener tantos gestos para alguien que tenia el apreció de su esposa.

Esa mujer debe ser muy querida - Pensaba la señora

Finalmente todo lo que el líder había pedido ya estaba empacado y listo para que lo guardara nuevamente en su bolsa Qiankun, la señora le agradecía reiteradas veces, y lo felicitaba por tal buen modo con su señora. Se ofreció ella misma a ayudarle a indicarle donde estaban los puestos con los artículos que necesitaba.

Wen Ruohan le agrado esto, ya que se ahorraría tiempo en ir a buscar puesto por puesto, el Líder le dijo que quería hasta que llego a la parte de la lista: juguetes; con esto la señora se sorprendió, ya que bien sabía que sus dos hijos ya estaban muy grandes para juegos... entonces eso indicaba que tenía un nuevo bebé o aún estaba en camino.

-¿Mi señor, tiene un tercer hijo?- dijo sin contenerse la señora

Wen Ruohan se río un poco ante la curiosidad de la señora -Aún no, pero estoy trabajando arduamente en ello- dijo sonriendo

Ante eso Wen Ruohan se fue hacia los puestos que le habia señalado la señora, dejándola sorprendida y sin palabras por lo que dijo.

Wen Ruohan ya se iba ir preparando con todo lo necesario para el nuevo bebé, la ilusión lo estaba tomando entre sus garras, al solo imaginarse su señora con un enorme vientre abultado.

Wen Zhuliu que venia atrás de él solo podía admirar lo desvergonzado de su líder, y admirarse por lo mucho que presumía a Madame Wen.

Los siguientes puestos que fueron, compraron muchas varillas de incienso, con olores a flores y a lotos, sobre todo llevo más de este último

-Es un regalo para mi esposa, ama el olor a lotos- había explicado Wen Ruohan al anciano que lo atendía sacándole una sonrisa. Finalmente el señor le había felicitado que consienta a su esposa, afirmando que es una gran manera de tenerlas felices y de buen humor.

Por último se había ido a una pequeña herrería que había casi al fondo de todo el mercado, habían diversas armas, curiosamente había unas con bellos adornos incrustados, como joyas de todos colores. El muchacho que estaba ahí se sorprendió al ver esas túnicas conociéndolas al instante.

La secta Wen.

El pequeño niño parecía temblar por el miedo, pero no dejaría que se notara.

-¡Usted que hace aquí! ¡Si quiere molestar vaya a otro lado! No queremos problemas aquí- dijo el joven muchacho, fingiendo que el temblor de su cuerpo no es por el profundo miedo que tiene.

Wen Ruohan solo hizo una seña hacía Wen Zhuliu indicando que no dijera ni hiciera nada contra ese muchacho.

-¿Dónde esta el dueño?- preguntó solamente con la mayor tranquilidad posible el Wen

-M-mi padre no se encuentra aquí- informó el joven, reprendiéndose por haber tartamudeado al hablar.

-Mm veo- decía Wen Ruohan viendo las armas que tenían para mostrarse.

-¡Es mejor que se vaya de aquí!- dijo el muchacho sin saber que dos personas habían alcanzado a oír esto.

El mismísimo padre del joven había alcanzado a oír tal descaro de su hijo ante tal imponente líder.

El pobre señor sentía que la sangre se le fue del cuerpo al escuchar el trato de su hijo al líder, y no solo eso. El mismo Líder Jiang estaba ahí también.

Momentos antes el anciano estaba caminando por el mercado, dirigiéndose a su puesto. Luego de haber conseguido sus materiales necesarios para su siguiente trabajo, pero había algo diferente esa vez, muchas personas estaban hablando de algo. Aparentemente era algo bueno, ya que estaban todos muy alegres y hasta animados podría decirse.

Esto le dio curiosidad al anciano, preguntando que sucedía. Una señora toda sonrisas con las mejillas sonrojadas le había contado lo que había sucedido. El anciano realmente no podía creerlo el mismísimo Líder Wen estaba en Yunmeng Jiang.

Tenía que verlo con sus propios ojos para creerlo. Realmente el corazón del anciano comenzó a latir rápidamente.

Comenzó a caminar rápidamente a su puesto para contarle a su hijo lo que había escuchado. En su marcha, se encontró al líder Jiang con su usual ceño fruncido. Aparentemente buscando algo... o mejor dicho a alguien.

El anciano siendo ya un viejo conocido de los Jiang, le pregunto si podría ayudarle en algo. Tal sorpresa fue del anciano al escuchar de la boca de Jiang Wanyin que buscaba al Líder Wen.

El anciano tan emocionado le contaba todo lo que había escuchado de los vendedores. Habiendo sorprendido al Líder Jiang por esto. Hasta parecía que el ceño de Jiang Wanyin se había reducido notablemente.
Pero ese ceño se volvió a acentuar cuando escucho a ese joven hablar con tal descaro a Wen Ruohan.

El anciano noto eso...
Sabía que era un gran insulto. Nadie puede atreverse en decir algo descortés a un líder de secta.

Peor aún, a un líder de secta invitado.
El anciano sabia... si el Líder Wen quisiera tomar represalias lo haría, y ni siquiera el Líder Jiang podría involucrarse. Ya que una persona de su secta le ha insultado, estando él presente.

-¡Mocoso insolente! ¡Cómo te atreves!- regañó en anciano fuertemente al joven -¡No es así como te eduque- siguió reprendiendo pero luego se dirigió al Líder Wen que solo estaba apaciblemente en su lugar -Líder Wen, y-yo tomo la responsabilidad, lamento tal falta de respeto a su persona. No hay como excusarme de esto- dijo preocupado el anciano.

No podía poner excusas de que es un joven que no controla su boca. No podía hacer más que ofrecer su responsabilidad y tomar cualquier castigo.
Jiang Wanyin solo miraba expectante la escena, en la espera de que sucedería.
Para sorpresa del anciano y del líder Jiang.

El líder Wen ignoró lo dicho anteriormente -¿Usted es el dueño?- preguntó sorprendiendo a los presentes

-Así es señor- respondió tan rápido como se recupero de la sorpresa.

Jiang Cheng vio su oportunidad de hablar, entendiendo las intenciones del líder Wen en no tomar importancia de lo sucedido -Él fabrica las mejores armas en Yunmeng Jiang, el mismo forjó mi espada y la de Wei Wuxian- informó esto último con la mandíbula un poco tensa en pensar en su hermano

Esto por supuesto que Wen Ruohan ya lo sabía, esa fue la razón por la que estaba ahí.
Su único objetivo era comprar unas dagas dignas de Madame Wen.
Y las había visto mientas el mocoso hablaba, eran unas dagas preciosas, con detalles de joyas incrustadas.

-Veo. Necesito que me muestre las más hermosas dagas que tenga- dijo simplemente Wen Ruohan

El anciano le miro extrañado por tal petición. Era extraño que un líder le pida eso. Ya que usualmente pedían espadas o arcos. Pero ¿dagas?

No pensó más el asunto y busco rápidamente las más refinadas dagas que tenía.
Primero el anciano le mostro unas dagas de buen material. Con pocos adornos, muy hermosas pero... no era lo que el Líder Wen estaba buscando.

-Se ven muy buenas... pero no es lo que busco- dijo el Líder

-Todas las armas que él elabora son de la mejor calidad- informaba Jiang Wanyin ante lo dicho por Wen Ruohan

-¿De cuales busca usted Líder Wen?- preguntó mejor el anciano

-Extremo letales y hermosas si es posible decoradas con piedras. No importa el precio. Quiero las mejores- informó el Líder dejando en blanco al anciano

¿Acaso busca dagas para una doncella? - pensaba el anciano pero era muy renuente a preguntar, por suerte el líder Jiang le ayudo en su curiosidad

-¿Para quién desea esas dadas?- preguntó inconscientemente el líder Jiang. Cuándo se dio cuenta de lo que dijo ya era muy tarde para arrepentirse, todos le habían escuchado

-Son para mi esposa-Respondió simplemente Wen Ruohan -Por ello deme las mejores que tenga.

Esto dejo boca abierta a todos los presentes, menos a Wen Zhuliu. Jiang Cheng por su parte sabía que tenia una esposa, pero se sorprendía del hecho que no ocultaba esa información, además estaba comprándole un obsequio ¡Y una daga! ¡Un arma! ¡Las doncellas no usan algo como eso!
Jiang Cheng pensaba que Madame Wen sería solamente una doncella común, y para nada interesada en armas blancas o alguna clase de pelea.

Pero le pareció incorrecto en ese momento preguntar sobre ello. Y peor aún, no tenia la certeza si esto molestaría al Líder Wen. Aunque habían rumores de que él estuvo comprando ciertos obsequios no sabía si era también para su esposa.

-Líder Wen no sabía que tenía una esposa- dijo aún sorprendido el anciano -Buscaré las mejores que tenga ¡Y dignas de una esposa de secta!

-Si es posible, que tenga detalles rojos, me encantaría- habló Wen Ruohan para que al instante el anciano le ordenara a su hijo insolente que le trajera todas las dagas del almacén ¡Las mejores!

Mientras eso sucedía, a Jiang Cheng le captando la atención lo dicho por el Wen y no podía quedarse con la curiosidad más tiempo -Líder Wen ¿Le gusta el color rojo?- preguntó con toda la curiosidad de su ser, ya que en su secta había visto muchos detalles rojos, y hasta en ciertas joyas que el andaba en el tiempo que estuvo en Qishan Wen

-Mm, podría decir que me fascina el color- confesó lo obvio el Wen

Con esto Wen Zhuliu ocultaba lo mejor que podía su sonrisa, al saber el porque.

-¿El color rojo le recuerda a su esposa?- preguntaba el anciano al tratar de entender porque prefería ese color para el obsequio a su Madame Wen

-Así es, sus ojos cambian a un hermoso rojo cuando se enoja

Esto dejo a el anciano y a Jiang Cheng estáticos. Pensando que fue solo un decir y nada más. O más bien que su esposa tenía un carácter muy fuerte.

Pero algo había claro.

Wen Ruohan amaba a su esposa.
O mejor dicho ama a su esposa.

El joven habia llegado, con todas las cajas que guardaban las más finas dagas. Las puso ordenadamente en la mesa quitándole a cada una la tapa que las cubría. Para que el Líder pudiera observarlas bien.

Una variedad de hermosas dagas eran presentadas ante él.
Wen Ruohan las miraba minuciosamente.

No había tal concentración como la de un líder buscando un buen regalo para su señora.
Había una...

Sí...
Esa tenía que ser...
Pero tenía que confirmar...

Solo entonces Wen Ruohan tomó delicadamente una daga en sus manos.

Todos parecían haber dejado de respirar. Y no sabían el porqué.

Un arma hermosa, de lamina delgada, y de mango corto, desde la guarda era de un hermoso diseño, tenia varias decoraciones en dorado, como pequeñas ramas que rodeaban pequeños diamantes de diferentes tamaños, a lo largo del mango también habia ciertas grabaciones de pequeñas ramas doradas, terminando en el pomo, con una gran piedra hermosa de color rojo.

-Ciertamente es hermosa, pero me agrada esa daga que tiene escondida la de que tiene 3 filos diferentes... me corrijo son 4 filos- dijo Wen Ruohan calmadamente dejando boquiabierto al anciano. Ya que ¿¡Como carajos podía saberlo!?

Ni siquiera se la habia mostrado como para que hubiera sabido de esta...

-Mi señor, esa daga no esta terminada, ya que aún no tiene ninguna decoración como usted lo quiere- respiró profundo el anciano - pero si usted desea me pongo a trabajar en ello de inmediato- dijo con el corazón latiéndole rápidamente, no quería hacer enfadar a Wen Ruohan

-Por supuesto, haga un buen trabajo. Volveré luego

Así se dispuso a caminar el líder Wen, siguiéndole Jiang Wanyin, aún completamente en shock.

-¿Cómo...

-¿Qué como sabía que tenía 4 filos?- interrumpió Wen Ruohan adivinando lo que quería preguntar su cuñado -Supongo que soy observador, líder Jiang ahora que estoy en sus tierras muéstreme el lugar- dijo solamente Wen Ruohan

-Es lo justo, le mostraré algunos lugares

Y así fueron los tres caminando por todo Yunmeng Jiang, recorriendo todos esos lugares que antes Wei Ying recorría. Wen Ruohan estaba muy feliz por eso. Finalmente Jiang Wanyin le pareció buena idea, llevarlos a comer, como una retribución a cuando el fue a la secta.

Los tres cultivadores ya se habían sentado en el piso de arriba de el local. Para evitar que muchas personas estuvieran rodeándolos.

El dueño del local sentía que su alma se le iba a salir cuando vio a dos líderes entrar a su restaurante y a ese precioso hombre de cara seria.
Hombre más hermoso, y era un cultivador de la secta Wen.
Que divinidad.

El mismo dueño, dijo que los atendería personalmente, los empleados admirados porque el sueño nunca había hecho eso, ya que el le gustaba encargarse más de la área de la cocina.
Primero pensaron que era porque quería atender de la mejor manera a ambos líderes.
Pero cuando los empleados miraron a donde se dirigía el dueño entendieron...
No eran los líderes...

-Mis señores, es una alegría a mis ojos tenerlos aquí, que exquisitez de vista. Si ya están preparados para ordenar yo personalmente les traeré la comida a su mesa.- hablo el dueño viendo sin impedimentos a Wen Zhuliu

El líder Jiang al ya haber ido a ese lugar algunas veces, ordeno por ellos. Así pesadamente el dueño del local se había alejado soltando suspiros por tan poco tiempo que pudo observar a ese cultivador.

Jiang Cheng sintió momento de preguntar lo que le habia estado carcomiendo desde que fue a Qishan Wen - Líder Wen, quiero saber la verdad ¿Cómo esta Wei Wuxian?

-Esta bien- omitiendo que se encuentra en cama por no sentir sus piernas por las actividades carnales que tuvieron -Logré resolverlo y lo regrese a su forma original. Los ancianos se entristecieron un poco.

-¿Porqué no vino?

-¿Pensabas acaso que lo traería con todos esos líderes aquí? Si siquiera sabía a que venía o que me encontraría ¿entiendes? Además le duele mucho la espalda

Dicho esto Wen Zhuliu solo volvía a reiterar lo desvergonzado de su líder. Ni bien se distrajo cuándo el dueño del local se encontraba detrás suyo.

-Oh joven, no te descuidas ningún momento, es una lástima- dijo poniendo algunas bebidas en la mesa, para retirarse.
Entristecido por tan buenos reflejos del exquisito hombre.

-Wen Zhuliu, eres todo un conquistador ¿he?- dijo Wen Ruohan con un toque de burla en su voz

El pobre Wen Zhuliu negó rápidamente esto, ya que jamás quería darle una impresión así de él al líder -Para nada líder no me atrevo, no he hecho nada.

Con esto Wen Ruohan golpeó la mesa con su puño riendo, con un brazo dio ligeros golpes en la espalda a Wen Zhuliu -Lo sé, solo me divierte tu expresión ¿Te hace sentir incómodo el señor? -preguntó ya seriamente

No necesito una formación, bastaba solo ver la cara estoica de Wen Zhuliu para saber que si le había incomodado esa persistencia y esas miradas a su persona.

-¿Porqué le duele la espalda a Wei Wuxian?- preguntó con curiosidad el Líder Jiang

¡Maldición!
¿Cómo te explico qué me acuesto con tu hermano?

-Estuvo practicando mucho con la espada y se lesionó- salió al rescaté Wen Zhuliu.

Wen Ruohan solo sonreía

-Entiendo, tsk siempre es tan descuidado- suspiró Jiang Cheng -Oh se me olvidaba preguntar ¿Cómo está su esposa líder Wen? ¿Acaso se acerca su cumpleaños y por eso busca obsequios? Porque si es así me gustaría enviarle uno de parte de mi secta.

-No, no es su cumpleaños. Solo que a las esposas se les debe consentir

-Disculpe mi imprudencia líder Wen ¿No cree que una daga es un obsequio muy grotesco para una doncella?- preguntó Jiang Cheng

-Mi esposa es muy ágil en el combate líder Jiang, su cultivo es muy alto. Es increíble verle luchar, además su agilidad y habilidad con la espada es increíble... -y así estuvo diciendo o más bien presumiendo las habilidades de su esposa por un buen tiempo hasta que algo le capto la atención a Jiang Cheng -También toca la flauta, ese sonido puede erizar los bellos del cuerpo, al mismo tiempo que es capaz de cautivarte ¡Es increíble! Muchas veces a tocado para mis hijos antes de dormirlos, esos pequeños demonios están siempre pegados a mi señora ¡Te lo digo, he pensado mucho en mandarlos de casería un buen tiempo!

¿La esposa del Líder toca la flauta?

Es increíble que se parezca tanto a Wei Wuxian...
No puede ser parece que extraño tanto al idiota que lo traicionó con alguien más

-¿Sus hijos se llevan bien con su esposa?- preguntó un tanto admirado

-¡Por supuesto! Mi señora los ama, y los consiente demasiado, Wen Chao es el más apegado, y no es broma pasa junto a mi señora todo el tiempo, es como un pulpo bebé ¿No crees Wen Zhuliu?- preguntó el Líder Wen, ganando un asentimiento de parte de Wen Zhuliu mientras tomaba de su taza de té -Wen Xu es más tranquilo, pero le quiere a su manera, siempre esta pendiente y siempre evita que cualquier persona se le acerque. Es muy mi hijo.- se hinchaba el pecho de orgullo el líder Wen

Jiang Wanyin escuchaba eso, con pesar en su corazón. No le parecía posible que el líder que tanto tachaban de cruel, tuviera una familia amorosa. La actual Madame Wen a pesar de que no sean sus hijos, cuidaba y quería a los hijos del Líder, todo lo que el líder Wen decía de ellos era una maravilla.
Su infancia nunca fue así. Ni siquiera tenía el amor de sus propios padres, ni hablar de Wei Wuxian que Madame Yu tenía un profundo odio hacia él.

Aunque en su vida no le toco vivir en un ambiente familiar amoroso. Le alegraba mucho que alguien más lo tuviera.

Los pensamientos de Jiang Cheng se vieron interrumpidos por el dueño, llevando sus alimentos a la mesa.

Notando como el dueño había intentado apoyarse en Wen Zhuliu. Tratando de hacer contacto físico con el. Wen Ruohan le atrajo hacía él evitando que el dueño le tocase -Me gustaría que deje de molestarle, el es el prometido de mi hijo, le pido amablemente que pare, si no quiere que su negocio se destruya- habló con una voz tan tranquila que el dueño sintió que le temblaban las piernas, se disculpo haciendo reverencia tras otra, huyendo de ahí.

Wen Zhuliu sentía que se iba a desmayar luego de haber escuchado eso del líder, sintió que la sangre abandonaba su cuerpo y parecía que esto era muy notable ya que Wen Ruohan le preguntó preocupadamente -¿Por que estas tan pálido? Ya no te molestara luego de lo que le dije, ase que tranquilízate ya, estás muy tenso.

Wen Zhuliu trataba de recordar como se respiraba ya que sentía que el oxígeno se había acabado.
Sabia que su líder lo decía de broma y solo para que le dejaran de molestar.
Ya que nadie se atrevería a meterse con un prometido de un heredero de secta.

Aunque no dijo de que hijo, estaba comprometido.

Wen Zhuliu se obligo a tranquilizarse.
Comieron con normalidad, hasta que consideraron que era momento que irse donde el anciano de la herrería.

Esperaba que su pedido estuviera listo.

Jiang Cheng notaba que el líder Wen estaba de un buen humor, mirando siempre a los alrededores, apreciando cada cosa del lugar. No dudo en ofrecerle -Líder Wen, usted puede venir otra vez y traer a su esposa, espero que también Wei Wuxian tenga ánimos de venir. Por supuesto la invitación esta también para ti Wen Zhuliu.

-Eres muy amable, y tomare tu invitación. Me encanta el lugar, el olor de los lotos es increíble. A mi esposa le encantara estar aquí.

Llegaron finalmente a el puesto del señor que justamente salió el, con la frente llena de perlas de sudor -Mi señor, su encargo esta listo.

Y así se acerco el humilde señor con una pequeña caja en su mano.

Ahí estaba, esa tenia que ser.
Wen Ruohan sonrió.

La tomo en sus manos.

-Es perfecta- dijo solamente, viendo el tan hermoso mango decorado. Y esas piedras preciosas. La hoja estaba bastante afilada, la punta era algo sorprendente. Era un arma mortal. El largo era perfecto.

El señor se deleitó cuando escucho esto del líder.

Wen Ruohan saco su bolsita, saco varias piedras de plata y se las puso en la mano al anciano. Este solo le quedo viendo sorprendido. La cantidad de plata que le habia dado era hasta más de lo que valía la dada.

Wen Ruohan al ver la mirada del señor preguntó -¿Es muy poco dinero?

Ante esto el señor negó con la cabeza -Para nada mi señor, al contrario me ha dado más mucho más de lo que vale.

-Es un precioso trabajo, sus manos son muy cuidadosas, su trabajo es excelente. Hay que recompensarlo justamente.

El señor se sentía terriblemente halagado -Espero que a su esposa le guste mucho

-Estoy seguro que lo hará- con esto Wen Ruohan pidió otra daga que había visto anteriormente el señor gustoso le mostro, era una daga preciosa con detalles grabados ligeros, su punta era estileto, una lamina larga y muy fina. Su función era clara, traspasar fácilmente la carne, llegando muy profundo sin importar tanto filo tenga.

El señor amablemente le envolvió esa daga también. Por último el anciano le dijo muy arrepentido -Lamento mucho lo que le dijo mi hijo anteriormente líder Wen. Realmente usted es una gran persona, y no lo merecía.

-Su hijo lo único que tiene que saber es no juzgar a las personas antes de conocerlas. Dejarse llevar por los rumores causa muchos daños.- Dijo solamente Wen Ruohan marchándose.

Ciertamente el joven había escuchado eso, sintiendo remordimiento a lo mal que había tratado al líder.

Jiang Cheng solo podía mirar asombrado a Wen Ruohan. Pero más le asombro ver que la daga que tomo de último, se la dio a Wen Zhuliu.

Wen Zhuliu solo la tomo, sin saber que hacer y preguntó -¿Qué hago con esto líder?

-¿Qué?... Es para ti por supuesto. ¿Me vas a decir que las dagas no son lo tuyo? Déjame decirte que no hay más peligroso que un arma que sea fácil de esconder.- dijo el Líder Wen

-Mi líder, le agradezco. No pienso nada de eso. Solo... no pensé que era para mí. Este discípulo le agradece, lo andaré siempre conmigo

-Al contrario, el agradecido soy yo, eres un excelente cultivador, eres leal y confío en ti. Sí no lo hiciera ¿Cómo crees que dejaría que cuidaras de mis soles? Sobre todo a mi pequeño Wen Chao, tú sabes bien su condición, y tu sabes que es uno de mi más grandes tesoros. Si alguien les hiciera algo, no me controlaría,... sobre todo mi esposa, sabes muy bien que mi señora le tiene un gran cariño a mis hijos.- hablo Wen Ruohan, para decir esto último en voz baja- Personalmente no me gustaria tener a un cultivador demoniaco detrás de mi- dijo sonriendo Wen Ruohan

Wen Zhuliu nada más podía fingir que no le afectaban las palabras.

◆◇◇◇◆◇◇◆◇◇◆◇◇◇◆◇◇◇◇◆◇◇◇
N/A:
Preciosidades, pronto subire una nueva historia
Donde tendremos una preciosa hermandad
Wei Wuxian, Luo Binhe, Hua Cheng.
Espero leernos ahí también 🤭

Sin más nos vemos a la próxima...

Ohh no sin antes preguntar algo.
Porque TODO esto es por ustedes y para ustedes.

¿Les gustaria tener al menos un capitulo de Wei Ying con su parte inferior femenina?👀👀 No más digo va... como regalo para Wen Ruohan 🙊
Voten si o no.

Hoy si. Hasta la próxima, cuídense. 💜

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