Arriésgate Liz.

By Alleguerra

1.8K 574 2.5K

Muchas veces nos aferramos a relaciones que nos hacen daño, simplemente decidimos quedarnos por miedo a estar... More

Prólogo
Capítulo I: Conociendo A Raell
Capítulo II: Encuentro Fatal
Capitulo III: Raell Al Rescate
Capítulo IV: Se Terminó
Capítulo V: Ahogada En La Verdad
Capitulo VI: Mala Idea
Capítulo VII: En La Misma Habitación
Capitulo VIII: El Reto.
Capitulo IX: ¡Raell Traidor!
Capitulo X: Tu Paz, Es Mi Paz Liz
Capitulo XI: ¿Que Me Estas Haciendo Liz?
Capitulo XII: ¿Nos Daremos Un Tiempo?
Capitulo XIII: Todo Por Ella
Capitulo XIV: Desde Cero
Capitulo XV: Andrea Fuera De Control
Capitulo XVI: Te Casas Y Punto
Capítulo XVII: Te Lo Buscaste Aaron .
Capitulo XVIII: Hasta Nunca Aaron
Capitulo XIX: Al Perderte, Me Encontré ♥️
Capitulo XX: Solo Tú Y Yo
Capitulo XXI: Es Un Buen Partido 😏
Capítulo XXII: ¿Vives Con Él ?
Capitulo XXIII: Raiden
Reparto Masculino
Capitulo XXIV: Tu Mirada ♥️
Capitulo XXV: ¿Y Ahora Qué?
Capitulo XXVI: Celos
Capítulo XXVII: Resentimientos
Capitulo XXVIII: Mi Luz
Capítulo XXIX: Malentendido.
Capitulo XXXI: Dejar Ir
Capitulo XXXII: Perdonar Sana El Alma
Capitulo XXXIII: te Seguiré Amando
Capitulo XXXIV: Aun Dueles
Capitulo XXXV: ¿Raell Que Haces?
Capitulo XXXVI: Noticias
Capitulo XXXVII: La Cizaña En Forma De Cuñado
Capitulo XXXVIII: El Mirador .
Epílogo

Capitulo XXX: En Mil Pedazos

24 7 23
By Alleguerra

Raell se levantó del suelo tambaleado y se secó las lágrimas, vi sus intenciones de salir de la casa y me interpuse.

—¿Piensas salir en ese estado? —le reclamé.

—No quiero estar aquí —sus palabras me dolieron—, no después de lo que te hice.

Negué la cabeza, —Eso no importa, es peligroso que salgas ebrio.

—Me vine así.

—Ya estás seguro en casa, es una locura que vuelvas a salir —quería que entrara en razón.

Me hizo a un lado y abrió la puerta principal, se hizo camino a la camioneta y desesperada fui tras él.

—¡¿Que haces Liz?! Vuelve a casa —exigió cuando lo alcancé.

—No entraré sin ti —me crucé de brazos.

—Vete Liz, no soy buena compañía en este momento.

—No me importa. Prometimos estar juntos hasta que nuestra luz deje de brillar ¿recuerdas?

—La mía esta dejando de brillar Liz —sus iris estaban tristes.

—¿Acaso crees que no sé? Este Raell frente a mí no es mi Raell brillante, pero mientras yo tenga luz no dejaré que entres en oscuridad.

Y eso lo había prometido. No lo dejaré solo cuando más me necesita.

Se quedó en silencio, luchando en su mente si hacerme caso de entrar o no.

—¿Estas segura que quieres venir conmigo?

—Prefiero que entremos a la casa, y nos quedemos en la cama descansando.

—Tenerte en mi cama justo ahora no es buena idea —dijo y todo mi ser se encendió.

Sé muy bien porque lo dice y la sola idea me produce espasmos. Porque el deseo fluye entre los dos desde hace tiempo.

Pero si queremos esperar hasta casarnos, entonces no era lo más sensato.

—No quiero que conduzcas así —volví hacer un intento para convencerlo.

—Adiós princesa.

Caminó hasta la puerta de piloto y se subió al carro, hice lo mismo en el asiento de copiloto para ir con él. No estaba jugando cuando dije que no lo dejaré solo.

—Liz anda a la casa.

—No —dije simplemente y suspiró, agotado por mi terquedad.

Pensé que se bajaría del auto pero en vez de eso lo encendió y comenzó a conducir. Sólo pude rogar a Dios que nada malo pasara.

—¿Adonde iremos? —pregunté para quitar el silencio abrumador que había entre los dos.

—A un lugar que visito cuando no estoy bien —respondió y el silencio volvió.

Miré por la ventana y las calles estaban poco concurridas, era de esperarse eran las tres de la madrugada. Nosotros también deberíamos estar durmiendo justo ahora, pero es lo que es.

Miraba a todos lados nerviosa, por alguna razón me sentía preocupada y sabía que no fue buena idea salir. Tenía una angustia continua y una punzada en el pecho desde que Raell me dijo que iba a salir.

—¿Liz? —oí su voz llamarme y lo miré—. Quiero que sepas que tu beso con mi hermano no...

Las palabras no terminaron de salir de su boca cuando sentimos un impacto aterrador en el auto. Grité de la sorpresa y sentí como si estuviésemos volando en el aire. No estábamos volando, pero si estábamos dando vueltas sin parar hasta que perdí el conocimiento...

Al final todo lo que vi fue oscuridad.

Arriésgate Liz...

Ariésgaste a ser feliz.

A no rendirte.

A florecer en medio de la tormenta.

A perdonar.

A darte una oportunidad en el amor.

Y sobretodo... A ser fuerte, porque ahora más que nunca en tu vida debes demostrar tu carácter, tu valentía y tu amor.

Se vienen tiempos difíciles, pero no imposibles.

Abrí los ojos de pronto muy aturdida por esa voz, un dolor de cabeza me agobio y miré a todos lados sin saber donde estaba. Un aparato junto a mí sonaba el molesto Pi, que marcaba mi pulso y supe que me encontraba en el hospital.

Observé mi cuerpo y en mi mano derecha tenía puesta una vía, en mi nariz un raro tubo que me ayudaba a respirar y estaba cubierta con una manta azul. En la habitación había un sillón donde estaba dormida una pelirroja.

—Val...

Pronuncie con debilidad, me dolía el pecho con solo intentar hablar alto.

Ella no me escuchó.

Tomé aire un poco más para intentar de nuevo.

—Val.

Esta vez hablé más alto pero nada funcionó, estaba muy dormida. Rendida miré el techo y suspiré para mis adentros, preguntándome que tan grave fue el accidente que tuvimos Raell y yo.

Raell...

Mi corazón se aceleró preocupada, necesitaba saber como estaba él.

—¡Val despierta! —hice un intento de grito y aunque funcionó, dolió horrores.

Mis costillas sentían morir y quebrarse con solo hablar.

Dios mío ¿Qué estaba pasando?

—Liz hola —dijo Valeria frente a mí por fin.

Me examinó rápidamente para comprobar que no me estaba muriendo.

—Raell..., ¿cómo está él? —fue todo lo que titubee. Ya no tenía casi fuerzas para decir nada.

—No te esfuerces mucho, el doctor dijo que estabas delicada todavía —ignoró mi pregunta—. Estuviste tres días inconsciente Liz, ya te dábamos por muerta —dijo y mi corazón se aceleró—. El accidente que tuvieron fue fatal, es un milagro que estén vivos.

Mi alma se tranquilizó un poco cuando dijo que estábamos vivos, eso quiere decir que Raell esta bien.

—¿Y Raell? —volví a preguntar por él, me urgía verlo.

La mueca que hizo Val no me gustó nada.

—Él está bien, en otra habitación —respondió pero algo me decía que mentía.

—Quiero..., verlo.

Negó la cabeza inmediatamente.

—Eso no es posible todavía, ambos están muy lastimados y tienen que recuperarse.

Eso me impacientó, yo quería estar con él, besarlo, darle mi apoyo.

—Mis papás..., tienen que venir —hice una mueca de dolor.

Era insoportable hablar.

—No sabía cómo avisarles, no tengo su número y tu teléfono está apagado.

Le dicte el número de papá tardando más de lo que debería, ya no tenía casi aire para pronunciar palabra.

—Bien tranquila, no te fuerces más que yo los llamo —pidió preocupada al verme tan fatigada.

La garganta me sabía a sangre y eso no era buena señal. Cerré los ojos y no supe más de mí.

Se oían voces a los lejos, murmuraban rápidamente y no podía escuchar bien porque me sentía en el limbo. Poco a poco se ajustó mi vista y estaba en la misma habitación de hospital.

¿Cuanto tiempo estuve inconsciente ahora?

Divise unas figuras cerca del sillón y eran mis padres. Vaya, sí que llegaron rápido.

Los ojos de mi padre conectaron con lo míos y corrió hasta mí angustiado.

—Hijita gracias a Dios despertaste —su voz estaba hecha un desastre.

Pobre de mi papi, debe estar preocupado por mí.

—Pa...

Intenté hablar pero no pude, me sentía peor que la última vez.

—No hables hija, te hace daño —pidió él con lágrimas atascadas en los ojos.

—Te tuvieron que operar otra vez de emergencia hija —esa fue mi mamá, echa nervios.

Quería respuestas, necesitaba saber que tan grave estaba yo y que tan grave estaba Raell.

Era horrible no poder hablar, todo me daba vueltas y volví a caer en la inconsciencia sin fuerzas para continuar.

Sentía que iba morir pronto si seguía así.


Habían pasado unas semanas y me sentía más recuperada, aún así debía estar en observación un par de días más para que el doctor estuviese pendiente de algunas heridas. Resulta que me habían operado de un pulmón porque sufrí daños en la costilla derecha y me perforo un poco. Ese era el motivo de no poder hablar ni respirar bien.

Jamás había estado en una situación así, me sentí muy mal, vomitaba a cada rato por la anestesia y el dolor era insoportable. Aún lo tengo, pero ha cesado bastante, aún así me exigieron reposo hasta que estuviese bien del todo.

En fin yo estaba fuera de peligro.

De quién no hablan mucho es de Raell, todos me dicen que esta bien pero nunca especifican ese Bien. El cual siendo sincera, lo dudaba mucho. Si yo estuve así de grave no quiero imaginar como esta él y juzgando por las caras que ponen cuando pregunto, no me da buena pinta.

—Quiero ir con Raell, ya puedo caminar —le pedí a mi papá en un puchero.

—No es buena idea hija, espera que te den el alta.

—pero estoy bien, ya ni la vía tengo puesta —levanté mi brazo para enseñarle.

—Si, pero las reglas del hospital lo prohíben.

Bufé enojada, no es justo, yo necesito ver a mi novio y comprobar que ya está fuera de peligro.

—Algo me dice que están ocultando a Raell de mí —miré a mi papá con sospecha—. Acaso él...

—Hija eso ni lo pienses —me cortó papá enseguida—, Raell esta vivo, pero al igual que tú se tiene que recuperar para que puedan estar juntos.

Respiré de nuevo. Enserio quería verlo.

—Esto es frustrante, yo sabía que algo iba a pasar esa noche —miré al techo triste. Si tan solo hubiese obligado a Raell que se fuera a la cama conmigo.

Cualquier cosa que hubiese pasado ahí era mejor que esto.

—Ya no pienses en eso hija, lo importante es que están bien —mi papá intentó darme paz.

Funcionó. Él siempre me daba estabilidad emocional cuando me sentía afligida, sostuve su mano y él la apretó dándome un beso en los nudillos.

Mis padres se quedaron conmigo hasta la noche, luego se tuvieron que ir con Val porque ella les estaba dando alojamiento en su casa. Era tan buena amiga, estaba al pendiente de mí y Raell en todo momento. Tenía mucho que agradecerle, aunque en su semblante algo estaba mal, seguía afligida por algo y eso no me daba paz.

Ella sabía más de Raell que yo.

Por fin me darán el alta hoy, lo que significa que podré ver a Raell en lo que salga de esta habitación. Val estaba conmigo ayudándome a vestir antes de ir a casa, aunque siendo sincera después que viera a Raell no me querría ir.

—Estas tres semanas se me hicieron eternas —hice una mueca con disgusto.

Val me dedicó una sonrisa débil.

—Lo bueno es que estarás en casa recuperándote.

Me ayudó a poner los zapatos, todavía no podía agacharme bien.

—¿Y a Raell cuando le darán el alta? —pregunté.

Ella se quedó en silencio amarrando mis trenzas. Mi ceño se frunció cuando terminó y se sentó en la cama donde pasé muchos días acostada.

—Liz hay algo que debo decirte —empezó y mi corazón comenzó a latir fuerte—, no sé ni como decírtelo sin que entres en pánico.

Esas palabras fueron suficientes para que entrara en pánico.

—Val no me asustes...

Titubee echa nervios.

Dónde me diga que Raell murió y me mintieron todo este tiempo me muero aquí mismo con él.

Ella tomó aire y miró a todos lados menos a mí.

—Él no está tan bien como tú —dijo y se atoró su voz—, no te habíamos querido decir nada para que te recuperaras más rápido...

—Val por Dios dime de una vez lo que pasa —suplique echa trizas.

Esto no pintaba bien.

—El impacto del accidente fue en el lado del piloto y pues, la peor parte la recibió Raell...

—Sigues sin decirme nada Val.

Ya estaba perdiendo la paciencia.

—Está en coma Liz —Val lo soltó de una vez, con lágrimas en sus ojos—. El doctor lo operó y todo eso pero dice que su cráneo recibió un duro golpe que no lo deja reaccionar —dijo y mi mundo se derrumbó.

No..., esto no puede ser verdad.

Debo estar soñando.

¿Raell en coma?

Dios mío ¿por qué me está pasando esto?

Me sentí mareada, el dolor en mi costilla aumentó o era en mi alma no sé.

—Quiero verlo —dije al borde del llanto.

—Esta bien Lizie.

Así salimos de mi habitación de hospital y fuimos con el. No me importó mi dolor en la costilla, ni lo fatigada que estaba. En estos momentos Raell era mi prioridad.

* ****

Sin palabras chicas 🤐 estos capítulos son demasiado tristes pero necesarios.. Es la etapa cumbre de la historia y bueno, no todo es color de rosa.

Igual las amo ❤️ y espero que no se pierdan el desenlace que viene.

Continue Reading

You'll Also Like

81.3K 4.2K 18
Para lenna el solo era el mejor amigo de su hermano aún si ella quería que fueran más. Para alessandro ella era más que que la hermana de su mejor a...
192M 4.6M 100
[COMPLETE][EDITING] Ace Hernandez, the Mafia King, known as the Devil. Sofia Diaz, known as an angel. The two are arranged to be married, forced by...
449K 29.2K 29
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca. -¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen. -Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a e...
6.7M 276K 72
Molly Johnson es una mesera y necesita juntar mucho dinero para salvar a su hermana. Axel Cavelli es un exitoso empresario y necesita una novia por t...