Viernes 17 de mayo de 2024
Anoche fue la presentación de mi nuevo disco. Lo hicimos en un teatro de la Gran Vía. Algo pequeño que me permitió cantar un par de canciones. Sobre todo, estar con mis fans. Le dije a Antonella que quería que estuvieran algunos de los clubs de fans que tengo, y que priorizara sobre todo en ellos.
Por fin pude estrenar mi canción. La mía y la de Pau. Debería de haberle puesto ese nombre porque todos la conocen de esta manera. Gustó mucho. Y el video también.
Fue un rotundo éxito. Y según me ha dicho Antonella, la primera noche se vendieron casi 1500 copias. Según ella, los datos son magnificos y cree que de aquí al verano puedo ser hasta disco de oro y todo. Algo que a mi me da exactamente igual. Si la gente compra mi disco es porque le gusta, y eso es lo que yo quiero, que le guste.
Pau y yo llegamos bastante tarde anoche. Me levanto de la cama sin hacer ruido para no despertarlo. Hasta ésta tarde no tiene que ir a entrenar. Ya le quedan pocos entrenamientos antes de irse a la Eurocopa en Alemania. He tenido que planear muy bien las fechas de mis conciertos para que no coincidan con los partidos de España y así poder ir a verlo. Me hace mucha ilusión poder estar con él animándolo y apoyándolo durante el torneo.
Me pongo las zapatillas y de pronto siento como todo el estómago se me revuelve y voy corriendo al baño a vomitar. Casi ni llego a la taza cuando lo suelto todo quedándome hecha polvo.
- Roni, ¿estás bien?
Pau me sujeta el pelo y la frente mientras yo sigo vomitando hasta que casi no tengo nada en el estómago. Me pongo de pie y él me ayuda a lavarme la cara y a limpiarme la boca.
- No sé que me ha pasado -le digo a Pau mientras él me abraza- se me ha revuelto el estómago y he tenido que salir corriendo
Nos quedamos los dos callados unos segundos. Las manos de Pau acarician mi espalda muy despacio mientras yo intento tranquilizarme.
- Roni...¿tú no estarás...?
Me aparto de Pau y le pongo cara sorprendida. Pero entonces me acuerdo que la regla me tenía que haber bajado el lunes y siento un ligero temblor en todo mi cuerpo mientras un sudor frío recorre mi espalda.
- Joder -acierto a decir nerviosa perdida
- ¿Joder qué? -me pregunta él también preocupado
- Que me tenía que haber bajado la regla el lunes -me llevo las manos a la cara quitándome el flequillo de los ojos
- Voy a la farmacia
Pau sale del cuarto de baño y lo veo ir hacia el armario mientras yo voy detrás suya.
- ¿Cómo que vas a la farmacia Pau?
- Voy a por una prueba de embarazo. Si estás embarazada, mejor saberlo ahora
- No estoy embarazada -le digo cruzando mis brazos, ligeramente enfadada. Que de por hecho que puedo estar preñada, me cabrea bastante
- ¿Y tú que sabes? -me pregunta él poniéndose una camiseta y mirándome con algo de dureza
- Si estuviera embarazada...lo sabría... - le digo contestándole con algo de chulería
- ¡Vaya por dios! Que yo sepa estudiaste Audiovisuales, no Medicina
- Eres gilipollas
Me doy la vuelta y me meto otra vez en la cama mientras él termina de vestirse. Lo veo coger las llaves y la cartera y se acerca a mi. Me doy la vuelta en la cama porque estoy enfadada con él.
- Ahora vengo -me dice mientras yo ni le miro
Lo escucho salir de la habitación y como segundos después la puerta de la calle se abre y se cierra. Me pongo boca arriba y me llevo las dos manos a la cara resoplando nerviosa. No puedo estar embarazada. Es imposible. Siempre me he cuidado mucho en ese sentido, y Pau es la única persona con la que lo he hecho sin preservativo. Pero claro, si estamos todo el día liados...
Madre mía. Es que tengo ganas hasta de llorar. Si estoy embarazada me va a cambiar la vida. No podré hacer la gira. Y todos los planes que tengo tendré que cambiarlos. Por instinto bajo mis manos hacia mi barriga y no puedo sonreir.
Joder.
Un bebé.
Ahora no es el momento.
- Ves. Te lo he dicho. Sabía que no estaba embarazada
Agito triunfal la prueba de embarazo en la cara de Pau mientras él aprieta su mandíbula mirándome. Está enfadado. Se lo noto. Y creo que algo desilusionado también. Pero es que me da igual. Ya le dije una vez que era muy joven para tener hijos, y lo sigo manteniendo.
- Si, es que tú eres muy lista -me dice él cruzando sus brazos con la voz cargada de reproche
- ¿Pero a ti que coño te pasa? me estás cansando ya con esa actitud joder
- Me pasa que te falta salir al balcón y gritar de alegría porque no estás embarazada...
Pau hace aspavientos con su mano y me mira muy cabreado.
- Es que estoy contenta -le digo todo lo calmada que puedo para no pegarle una buena hostia que es lo que se merece - me he llevado un susto Pau
- Oh, claro. Ella está contenta. Es para estar contenta el no estar embarazada DE MI -Pau resopla mientras me mira
- Yo no he dicho eso -le digo alzando mi dedo señalándolo- tu tono de reproche no me gusta nada
- Y a mi no me gusta tu actitud. Luego cuando te pregunte si quieres tener hijos, te vuelves a enfadar otra vez
- Mira Pau, te lo voy a decir una vez a ver si te enteras bien... Yo si quiero tener hijos, claro que quiero, pero no ahora. Tengo 23 años joder, soy muy joven aún, no estoy preparada
- ¡Vaya por Dios! Ella no está preparada, se ve que últimamente no estás preparada para nada
Aquí está Pau. El que tira la piedra y esconde la mano.
- ¿A qué te refieres? -le pregunto mientras mi enfado va en aumento
- A qué no eres capaz ni de decirme que me quieres
Me quedo mirando a Pau mientras un escalofrío recorre mi cuerpo y mis pulsaciones empiezan a aumentar. Además, me está mirando ahora mismo con una prepotencia que no soporto.
- ¿Quién te ha dicho que yo te quiera? -le pregunto tragando saliva porque sé perfectamente a qué se refiere
- Tú. La noche que estabas con la gripe. Cuando fui a cuidarte. Nos acostamos en la cama y me lo dijiste. Te escuché muy clarito decírmelo
- Estaba soñando. No era a ti a quien se lo decía
Levanto mi barbilla desafiante porque no me da la gana de admitir que dice la verdad. No sé lo merece.
- Si, claro. Se lo decías a Miki, no te jode. ¡Que aquí quien te está follando soy yo!
- ¡Por dios Pau! -le digo haciendo aspavientos con mi mano y terriblemente desilusionada de escucharlo hablar así - ¿y luego te preguntas porqué no te lo digo? ¿eso es lo que hacemos cuando estamos juntos? ¿follar?
- Pues si. Eso es lo que hacemos...las personas que hacen el amor, es porque se quieren...
Me llevo las manos a la cabeza y me aguanto las ganas de llorar. ¿Porqué me hace esto? Lo miro y esa prepotencia y chulería que le caracteriza sigue ahí mientras se cruza de brazos y me desafía con la mirada.
- Eres un gilipollas. No cambias Pau -le digo limpiando algunas lágrimas que ya han brotado de mis ojos
- Y tú eres una cobarde. No eres capaz de admitir lo que sientes porque...vete tú a saber porqué...
- En eso te doy la razón Pau. Y lo hago porque no quiero ver como me destrozas, por eso prefiero callarme. Tú no me rompes más el corazón, imbécil
La actitud de Pau cambia radicalmente. Mis últimas palabras hacen mella en él, porque abandona esa pose de superioridad que se creía tener.
- Roni yo...
Pau se viene a por mi y yo le pongo la mano para que retroceda y no se acerque más. No quiero que me toque. Sus palabras me han dolido mucho. Ya estoy cansada de que se crea con el derecho de poder hacerme daño y que yo lo tenga que perdonar al instante.
- Estoy cansada de luchar contigo Pau
- Yo también estoy cansado de esperar que admitas de una puta vez lo que sientes por mi...
- Pues espera sentado, porque ahora mismo, no te lo mereces
- Pues muy bien -Pau aprieta su mandíbula y coge su móvil que está encima de la mesa- cuando creas que ME LO MEREZCO, me lo dices...si no estás muy ocupada con tu gira...
- Estaré muy ocupada con mi gira Pau...
Le contesto en el mismo tono que él, a sabiendas que me estoy arriesgando a perderlo. Pero esta vez, no pienso dar mi brazo a torcer.
- Y yo en la Eurocopa -Pau me mira con una frialdad en su mirada que me está haciendo temblar y querer llorar hasta que me quede sin lágrimas- además, mira, nos va a venir bien un descanso, ahora mismo lo que menos necesito son tus putos dramas...
- ¿Un descanso? -le pregunto apenas con un hilo de voz aferrándome al respaldo de la silla para no caerme
- Si, un descanso, de nosotros, de lo nuestro Verona
- ¿Es lo que quieres? -él me mira asintiendo y yo cojo aire con fuerza y lo suelto lentamente- pues muy bien. Que te vaya bien el verano
Me doy la vuelta y camino saliendo por la otra puerta del comedor para no tener que pasar ni por su lado. Llego hasta mi cuarto y cierro la puerta al tiempo que escucho la de la calle cerrarse.
Descanso. Odio los descansos. Y más lo odio a él porque acaba de destrozarme el corazón. Me tumbo en la cama y dejo que las lágrimas salgan por doquier. Me permito llorar un buen rato, porque si, hoy me hartaré de llorar, pero no mañana.
Tampoco se merece tantas lágrimas el puto Pau Torres.
Sábado 18 de mayo de 2024
- ¿Quieres que vaya?
- No, no te preocupes Rebeca. Me voy a casa de Pablo hasta que me vaya a Bilbao para el concierto
- Estoy enfadada con él
- Pues no te enfades tonta. No te merece la pena. Esto es algo de él y yo. Además, por algún sitio teníamos que estallar
-¿Tú estás bien?
- Estoy. Me voy a concentrar en la gira y punto. No pienso ir detrás de él...
- Yo creo que Pau te quiere Verona
- Pues si de verdad me quiere, que luche un poquito por mi. Ya estoy harta de ser yo la que lo da todo, Rebeca
Rebeca y yo estamos un rato más hablando hasta que se despide de mi porque se va al partido. Echo de menos el no vestirme, montarme en un taxi y aparecer en el Bernabeú. Vale, si, lo he pensado 200 veces. Lo de presentarme y darle la sorpresa. Pero entonces recuerdo cada palabra que me dijo anoche, y siento el dolor que traspasa de nuevo mi corazón.
Voy hacia mi dormitorio y termino de cerrar la maleta mientras me escuecen los ojos de nuevo. No voy a llorar por ese idiota. Él quería un descanso, pues lo vamos a tener.
Así lo dejemos para siempre. Conmigo no juega más.
Aunque tenga que estar toda una vida sin poder olvidarlo.
Aunque los trocitos de mi corazón lleven siempre su nombre.
Aunque nunca deje de quererlo...
Salgo de casa y me monto en el ascensor con la maleta. Le doy a la planta de abajo y en unos segundos llego abajo. Salgo de él y me pongo mis gafas de sol atravesando el vestíbulo. Abro la puerta y veo su coche esperándome. Siento alegría y a la vez unas ganas enormes de estar con él. Abro el maletero para meter mi maleta. Después de hacerlo, me monto en el coche y le sonrío a mi acompañante.
- ¿Tequila y patatas Ruffles?
- Que bien me conoces Pablo López
- Entre chupito y chupito ¿vas a criticar mucho a tu novio?
- Hasta que caiga desmayada por el alcohol
Pablo se me queda mirando y aprieta sus labios algo pensativo.
- Tenemos que ir al Mercadona entonces