El día que Pau y Verona se hicieron una promesa , no sabía que un día la tendrían que cumplir. Eran dos crios jugando a ser adultos. Dos críos que escondían sus sentimientos y que nunca se atrevieron a decirse que se querían.
La vida les hizo separa...
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Viernes 27 de Septiembre de 2024
Casi un mes después
He quedado con Pablo que en un par de días le daré las llaves de su piso. Estoy repasando cada rincón de la que ha sido mi casa durante dos años, para no dejarme nada atrás. Pau me está echando una mano, aunque creo que ya lo tengo todo. Un par de cosas que me quedaban, y ya está.
- Roni, ¿esto que es?
Me giro mientras meto un libro en una caja y abro mis ojos como platos. Pau agita una hoja de papel de flores lilas mientras siento como me arden las mejillas. Porque sé perfectamente lo que es y me da una verguenza que me muero.
- No es nada -le respondo caminando hacia él para arrebatarle la hoja de las manos, algo que me impide alzándola por encima de su cabeza
- Si lo es. Lo he leído. Llegas tarde
Dices que me amas, lo dudo yo mucho. Digo que me importas, sabemos que no es mutuo. De llorar ganas me entran, porque nerviosa tú me pones. Mil veces te lo repito, y tú ni caso me haces. Un "te quiero" es suficiente, pero eso tú no lo entiendes.
Me llevo las manos a la cara viéndolo como recita mi poesía. Él me mira y baja la hoja, para que ahora si, dármela.
- ¿Cuándo escribiste esto? -me pregunta Pau medio riéndose
- Un día -le respondo con evasivas y guardando la hoja en la caja
- ¿Qué día? porque la letra no es de ahora -Pau viene hacia mi y pone sus manos en mi cintura. Levanto mi cabeza y un pequeño suspiro sale de mis labios
- El mismo año que escribimos la promesa -el timbre de la puerta suena en ese momento evitando que sigamos hablando- ve a abrir anda
- No hemos terminado de hablar -Pau me hace un gesto con su dedo y sale del comedor para ir a abrir
Resoplo un poco porque a ver como le cuento que estaba enamorada de él mucho antes de lo que él se piensa. Sigo con la caja intentando cerrarla, cuando él entra por el pasillo riéndose y hablando con alguien. Estoy tan ensimismada en mis cosas que no me he dado ni cuenta.
- Mira quién ha venido Roni
Detrás de Pau aparece Pablo, mi Pablo López. Me levanto con rapidez y voy hacia él. En cuanto estoy a su altura, lo abrazo muy fuerte, porque llevo sin verlo un montón de semanas.
- ¿Qué haces aquí? Tú no estabas en Japón o algo así - le digo agarrándome a su brazo
- Estaba. El domingo actúo en la Feria de la música en Barcelona, ¿tú cantaste la semana pasada?
- Si. Y fue una pasada. Ay, lo que me alegro de verte
Abrazo a Pablo de nuevo y nos sentamos los dos en el sofá. Pau ha ido a la cocina a por algo de beber.
