*Flashback*
― Mikami-san ¿crees que funcionara? – Cuestiono Takemichi.
― Tiene que funcionar – Trate de convencernos a nosotros mismo – Por eso, deben asegurarse que Manjirou se divierta en el festival.
― Pero...creo que a Mikey-kun no le hará gracia que no pases tiempo con nosotros.
― De verdad lo intente pero tengo que ocuparme de que el festival funcione – Le explique – Es mi deber como presidenta – Admití con orgullo.
― Eso lo entiendo pero...
― Takemichi-kun – Intervino Hina, de manera calmada – Mikami-chan ya nos explicó sus razones. Seguro a estado esforzándose por el festival y por Mikey-kun. Tenemos que ayudarla.
― Hina-chan...
― Ya la escuchaste, Takemichi – Hable con aires de ganadora – Lo volveré repetir. Cada decisión, cada hecho que suceda entre Manjirou y yo, va a tener una consecuencia futura. Por eso, vamos a hacer que Manjirou solo acumule buenas experiencias.
― Suena lógico, sabiendo que le han pasado muchas cosas malas – Admitió derrotado Takemichi.
― Cuando me dijo lo de sus hermanos, no imagine el dolor con el que tuvo que cargar y todo lo demás – Pensé un poco – No creo ni poder compararme a ellos, pero si me he convertido en alguien especial para Manjirou, solo quiero darle felicidad.
*Flashback*
Eso fue lo que hable con Takemichi. Nos apoyaríamos para ayudar a Manjirou. Y en algún momento decir que logramos salvarlo de él mismo. Haberle pedido a Okazaki que fuera el guía de los chicos solo fue una excusa para que Manjirou pasara más tiempo con él y quizás le sirviera de referencia, de alguna manera. Todo esto era lo que tenía a la mano de momento, pero debía ir pensando en cómo hacer que mi padre y el simpatizaran. << Un paso a la vez, Mikami, un paso a la vez ˃˃
Sano Manjirou, 20XX
Mikami se marchó, dejándome atrás con el grupo. Y encima con un perro guardián. << Esto va a salirte caro, Mikami-chan˃˃
― ¿Puedes dejar de fruncir el ceño? – Se quejó Okazaki a mi lado – Asustas a todo aquel que pasa cerca.
― No puedes culparlo – Se unió Matsuno – Su novia acaba de dejarlo a su suerte. Y bien, Okazaki-san – Chifuyu rodeo con un brazo los hombros del vicepresidente - ¿Crees que puedas presentarme alguna linda chica?
― Por supuesto – Respondió, sorpresivamente calmado.
La primera parada que nos ofreció nuestro guía fueron las actividades deportivas. Tanto equipos masculinos como femeninos. Futbol, tenis, voleibol, tiro con arco, kendo...las opciones parecían no tener fin.
― ¿Vieron a esa chica? – Nahoya estaba entusiasta – Parecía que con solo mirarte iba a darte con su flecha.
― La verdad es que tenía mucha presencia – Afirmo Mitsuya.
― ¡Okazaki-san! ¡No me refería a esas chicas! – Se quejó Chifuyu.
― Nunca especificaste cuál es tu tipo – Se alzó de hombros.
― ¡Lindas! ¡Seguramente algún grupo hizo un maid café!
― ¡Ah! Con que a eso te referías – Parecía que había entendido las peticiones del chico – Entonces andando – Sonrió para nosotros – Ya hace hambre después de todo.
Nos pusimos en marcha hacia uno de los edificios. Y efectivamente llegamos a un área de maids.
― ¡Hahahaha! Matsuno, no creí que tuvieras estos gustos – No pude contener la risa.
― Ciertamente, esto es inesperado – Hablo Hakkai por lo bajo.
― ¡Okazaki-san! – Grito el rubio – Te dije que...
― Nunca dijiste que un maid café atendido por chicas – Tomo de su bebida – Además, desde temprano escuche que este era un éxito, tenía que pasarme por aquí por lo menos una vez.
― La verdad es que da un aire refrescante – Se burló sutilmente Yuzuha.
― Chicos vestidos de maid ¿eh? – Mitsuya se veía tranquilo – Tal vez puedas echarles una mano, Chifuyu.
Continuamos comiendo de nuestro pedido, cuando note a alguien desde la otra puerta del aula. Era Takeru entregando unas cajas. Por alguna razón no pude quitarle la mirada de encima.
― Si estás buscando cruzar miradas con la mano derecha de la presidenta, para entrar en conflicto, no lo hará – Escuche cerca de mi oído.
― Sé que ese bastardo no tiene las bolas para hacerlo – Gire en otra dirección.
― ¿Así que crees eso? Yo que tú, me cuidaría un poco más. Sasazuka-san es de los que piensan y cuando vea la más mínima oportunidad, atacara.
― ¿De qué manera? – Mire al vicepresidente de manera intensa.
― Quien sabe – Se alzó de hombros y jugo al ingenuo – Eso es lo que lo hace impredecible.
― Si lo estas protegiendo...
― No lo sé – Me interrumpió abruptamente – De verdad que no lo sé. Y me preocupa – Note su impotencia – La presidenta dijo que no deberíamos de darle mucha importancia e incluso el mismo Sasazuka se ha mantenido al margen con Mikami-san. Pero algo no me da buena espina.
― Solo será un pendejo que le gusta dar órdenes y no se ensucia las manos.
― En eso estamos de acuerdo – El chico me sonrió, ya más tranquilo.
Terminamos nuestra comida en el café maid de chicos y comenzamos a andar por el edificio. Ya para la tarde había aún más gente en toda la escuela.
― Okazaki-san – Hablo Takemichi - ¿Puedo preguntar...como es eso que tú también eras un pandillero? – Mi amigo se veía nervioso al preguntar, pero ciertamente me llamaba la atención saber.
― No es una gran historia – Empezó a hablar Kei – Y tampoco fue por mucho tiempo. Mis padres se divorciaron en mi tercer año de secundaria, aunque las peleas entre ambos venían desde antes, entonces empecé a buscar problemas solo porque sí. Esperando que mis padres se enteraras, pero siempre pude salir de cualquier lio, no importa contra quien me enfrentara.
― Aun para haber sido poco tiempo, alguien así debió destacar – Analizo Mitsuya.
― En ningún momento me intereso meterme a ninguna pandilla, aunque algunos quisieron reclutarme.
― El errante – Hable para mí - ¿Eras tú? – Lo mire serio.
― Supongo que así me llamaron algún tiempo – Admitió, no muy orgulloso.
― ¿El errante? – Cuestiono Chifuyu – No suena muy genial que digamos.
― Comenzó a hacerse famoso un chico por su fuerza – Comencé a explicar – se metía en problemas, como si quisiera que lo pararan. Cuando fue la era de las tres deidades, sabíamos que quien lo reclutara se habría ganado un poderoso aliado, pero otro tema, era encontrarlo.
― Un pandillero que se hizo famoso, pero no cualquiera podía encontrarse con el – Mitsuya parecía entender la historia – Y ahora un vicepresidente estudiantil, nada mal.
― Eso fue gracias a la presidenta – Note cierto añoro – En mi primer año estuve a punto de descontrolarme, pero antes de que eso pasara, ella se encargó de mí.
― Y eso ¿Cómo paso? – Pregunte, con curiosidad.
― Me dio lo que tanto tiempo busque, sin siquiera saberlo – Cerro los ojos y sonrió, solo para después vernos con determinación – Una razón de ser.
― ¿Una razón...? – Cuestiono Smiley.
― ¿...de ser? – Completo Angry.
― Mikami-san me sorprendió, es alguien decidida y con presencia. En un principio la vez como una señorita de sociedad pero es mucho más capaz de lo que aparenta. Ella vio a través de mí. De mi rabia, de mi tristeza, de mis angustias... y me ayudo a elegir un camino.
― Eso suena...muy profundo – Respondió Hakkai.
Ya sabía que Mikami era buena analizando a las personas e incluso al juzgarlas. Pero también sé que ella no interferiría con algo que no le afecte directamente. Si Okazaki no hubiera entrado a esta escuela, difícilmente alguien lo hubiera detenido. El seguramente seguiría enojado con el mundo. Pero se encontró con Mikami y ella se percató del dolor de él. Mikami-chan, también me a dado una razón de ser. El yo de ahora solo puede ser para ella. Si Mikami-chan llega a faltarme en algún momento, yo...
Curiosidades.
* A Mikey no le hizo gracia que Mikami no pudiera pasar tiempo con el durante el festival, pero piensa vengarce de alguna manera.
* Okazaki cree que Chifuyu es una presa facil (por su peticion de conocer chicas lindas) y por eso decidio tomarlo a juego.
* Okazaki tiene buena intuicion, por eso le dio esa advertencia a Mikey sobre Sasazuka.
* Que Takemichi preguntara sobre el pasado pandillero de Okazaki, fue idea de Mikami.
* Mikey entendio perfectamente lo que Mikami hizo por Okazaki.