Ultimo capi de Sophie. espero les giuste!!!
No podía hablar, ni reaccionar. Miraba la pantalla rogando que fuese una de mis pesadillas. Que despertaría en cualquier momento con la alarma porque había traído alguna criatura muy grande.
Ya no prestaba ni atención, mi mente estaba en blanco, y trataba de procesar lo que sucedía.
Si el cuerpo de Ian estaba inerte, no había forma de reconectarlo con su conciencia.
Había tardado demasiado.
—Sophie, ¿estás bien?—escuché a Daniel, me había sentado en el sillón. Sudaba frio y apenas voltee a velo, rogándole con la mirada que aquello no fuera verdad.
Él estaba tan desconcertado como yo. El alma se me estuvo por derrumbar, cuando la vibración de mi teléfono me trajo a la realidad por un momento.
Hasta había olvidado como contestar. Era un número desconocido, lo puse en alta voz y escuché la voz de Emily.
—No creas lo que dicen, es una decisión económica, todo sigue igual—colgó.
Fue como recuperarme después de que alguien me hubiese gritado escondido con un disfraz detrás de un arbusto.
Mi alma regresó a mi cuerpo y empecé a pensar con claridad.
—¿Lo ves? Era lógico que hicieran eso en algún momento. Con mi padre en coma, el sesenta por ciento de las acciones de 3IE están en la incertidumbre. Eduard no tiene mayoría para las decisiones y está en peleas con sus otros hermanos. Si da a mi padre por muerto, el hereda sus acciones. Y...—pensó un poco—¿No le había cedido a Ian un veinte por ciento de la compañía?
—Sí, porque creyó que así me convencería de venderle GALATA. El veinte por ciento está nombre de Ian, pero le transfirió un poder, para que Eduard disponga de esas acciones. Básicamente Ian es solo el titular. Así que ahora Eduard....—lo pensé y Daniel lo pensó también, dándose cuenta de lo mismo que yo.
Rompimos el contacto, y Daniel se apresuró a marcar.
—¿A quién llamas?
—A tu abuelo. Si es como lo pensamos, Nicky es dueño de una parte de la compañía —dijo entre risas. Le arrebaté el teléfono.
—No llames a mi abuelo, si él se entera se aprovechará de esto.
—¿Y no es la idea?
—¡No! Daniel, 3IE me da igual. Cuando Ian regrese verá que hace con ello; yo ya tengo suficiente con GALATA. Dejaremos esta información como un as bajo la manga si lo necesitamos. Lo único que quiero es ver a Ian.
—Aguafiestas.
Traté de llamar a Emily de regreso, como era de esperarse, el número ya estaba fuera de servicio. Podía rastrearla, pero eso tal vez la metería en problemas. Esperaría unos días y trataría de contactarla de nuevo.
Lo sucedido con Ian, fue una llamada de atención, no podía rendirme. Debía componerme y pensar un nuevo plan.
Tomé ese día para meditar y hablar con Nicky, saber lo más que pudiera del otro lado.
Me contó que mi hermano y Grecia se iban a casar, por fin, y Aaron los estaba ayudando con los preparativos. Hubiese dado lo que fuera por estar ahí. Ir a la boda de mi hermano... o tener la mía propia.
Una casa bonita junto a la playa, dos hijos, un perro enorme de los que te lavan la cara a lengüetazos. Mi gato Ian por supuesto, durmiendo en mi cama. Aaron atendiendo un consultorio pediátrico en la zona norte y yo trabajando en la reserva marina. Esa era la vida que debía estar teniendo al otro lado.
Y me lo habían arrebatado. Anthony Key, el padre de Ian; André Dumas, el padre de Maya; Franz Ayala, mi abuelo materno... los tres seres que más detestaba en el mundo, quienes me habían arrebatado mi vida. Después de traer a Ian de regreso, esos tres me las iban a pagar.
****
Me quedé dormida en la cama de Nicky. Su presencia me relajaba, y dormía mejor con él. Daniel y yo habíamos decidido descansar de los monitoreos de sueño hasta que yo me recuperara. No obstante, dormí un poco inquieta, no podía dejar de pensar ni en sueños sobre la necesidad que tenía por ver el cuerpo de Ian.
Ni entrando al Círculo, ni imitando las investigaciones de Transalterna iba a traerlo de regreso si no tenía su cuerpo conmigo.
—¡Mamá!—Nicky se despertó gritando. No era sus gritos entusiastas de siempre, pidiéndome que le diese de desayunar. Era un grito desesperado, me senté y traté de calmarlo. Lloraba, lloraba mucho y apenas podía hablar.
—¿Nicky qué pasó? Tranquilo —lo apreté contra mi pecho, él sollozaba con fuerza, tratando de hablar.
— Sección trece... manzano G... mil trescientos sesenta y ocho—dijo en un murmullo.
—¿Qué?—lo separé un poco para entender mejor.
—Debes mandar a Ann, ahí estoy con mi papá Aaron. La policía se llevó a mi mamá y mi papá a la cárcel y papá Aaron y yo estamos escondidos en la sección trece, manzano G, mil trescientos sesenta y ocho. Necesitamos ayuda, necesitamos a Ann—explicó de manera tan atropellada que no estaba segura de haber entendido.
—Cómo que los llevaron a la cárcel, ¿Nicky estás seguro?
—¡Sí! ¡yo no miento! fue es señor malo, el papá de Maya. ¡Me quiso llevar y escapamos, pero mis papás están en la cárcel!—lloró con más ganas. Lo hacía tan fuerte que Daniel entró a la habitación.
Tardamos un poco en que Nicky se calmara. Sus ojos estaban muy hinchados y hasta le había dado un poco de fiebre. En la cocina la presencia del ente que teníamos de mascota lo calmó un poco.
—¿Qué hacemos?—me preguntó Daniel.
—Aaron le pidió ayuda, es obvio que solo Emily puede ayudarlos. ¿Qué diablos es lo que trama mi padre? —pensé.
—Para mandar a Emily debemos ir a buscarla. Pero si nos acercamos al laboratorio, nos dispararan antes de preguntar.
—Lo sé. —reflexioné, tenía las manos al borde del mesón de la cocina, apretando con fuerza, pensando qué hacer. —. Ahora sí llama a mi abuelo, creo que tendremos que usar el as bajo la manga mucho antes de lo pensado.
***
Me puse mi traje negro más elegante y Leonardo junto al abogado de la empresa me acompañaron al acto en memoria de Anthony Key, por su supuesta muerte, que se estaba realizando en la torre uno de 3IE.
Los reporteros que cubrían el hecho se dirigieron a mí de inmediato, esperando que dé alguna declaración como la representante de la empresa rival y por supuesto muchos se acordaban de la relación que tenía con Ian. El otro supuesto difunto del que nadie se acordaba.
Evité declaraciones, Daniel ya se había encargado de hablar con la prensa. Caminé directo hacia la familia principal del señor Key. Sus otros hijos, los del proyecto Transalterna no estaban ahí, ni siquiera el señor Johansson o Solange.
—Señorita Cohen...¡Sophie!—Eduard se sorprendió mucho al verme—. Me alegro que hayas podido venir, ¿te llegó la invitación?
—No. Hubiese sido un lindo detalle ser invitada funeral de mi novio—le dije con sarcasmo.--. Seguro fue un mal entendido, todo pasó tan de repente.
Eduard le pidió con un gesto educado a las personas que lo rodeaban que se retiraran, excepto a su esposa, Julia, una de esas mujeres rubias y flacas que destilan elegancia, a quien me presentó fingiendo cortesía.
—Mucho gusto Sophie, ya sé quién eres, lamento tu... pérdida—dijo ella con nada de pena en la voz, buscando en los ojos de su marido una respuesta para darme.
—Sophie... te juro que estaba por llamarte, seguro entiendes todo esto... bueno. Tuve que tomar esta decisión, pero Ian está intacto, tal como lo dejaste en manos de Solange —me explicó apresurado.
—Lo entiendo, 3IE se están yendo al diablo y con tu padre fuera del panorama, por fin tienes control mayoritario sobre la compañía.
—Sí, mira, quiero hacer muchas cosas, regresar a 3IE a la gloria y más allá. Pero mis hermanos solo quieren sabotearme. Sin el voto de mi padre en las juntas, todo queda en nada.
—Tienes razón, creo que fue la decisión más inteligente que pudiste tomar. Pero sabes que al declarar a Ian muerto, pues... nos queda un asuntito, ya que veinte por ciento de las acciones le pertenecen—le dije con una falsa cortesía.
—Sí, es verdad, él es el titular. —Me puso una mano en el hombro de forma complaciente—. Al morir eso pasa a manos de sus hermanos. Los veintiuno des nosotros. Los del laboratorio pasarán acciones a mi nombre, mis hermanos legítimos tendrán menos del uno por ciento cada uno y si Daniel quiere puede quedarse con su parte. Con lo que yo recuperaré el diecisiete coma catorce por ciento de ellas. Más que suficiente.
—Oh... ahí es donde te equivocas, porque las acciones integras de Ian, no irán con sus hermanos.
—Querida Sophie—me respondió con la misma hipocresía—. Nunca te casaste con mi hermano, por lo que no te corresponde nada.
—¿No se casaron? —la esposa de Eduard intervino—. ¡Eso fue un grave error! —exclamó con tono sincero.
—Sí, tal vez lo fue, porque si no me casé con él, no puedo heredar nada, pero... no hablo de mí. Ian tiene un legítimo heredero.
Vi el rostro de Eduard ponerse blanco como papel, su esposa me escuchaba expectante.
—¡No!.. no, no, no, no me vas a jugar la carta del hijo perdido—negó desesperado.
Tomé mi celular y le mostré una foto de Nicky.
—Se llama Nicolas, le decimos Nicky. Tiene cuatro años. Tiene los ojos de Ian.
Julia tomó mi Teléfono.
—¡Es de la edad de nuestra Paula!—le mostró la foto a su esposo—. Es tan lindo, y tiene las orejas de los Key. Yo se lo he dicho a Edu, los Key tienen unas orejas muy características —seguía hablándole a su esposo, que iba a desmayarse.
—No es cierto, voy a pedir un ...
—ADN —completé su frase, mi abogado que se había mantenido callado y disfrutando lo que ocurría me pasó una carpeta—. Ya tengo uno, pero puedes hacerle todas las que quieras. Nicky es hijo de Ian, es su heredero, pero yo seré su albacea hasta que cumpla dieciocho.
—Julia, ¿puedes dejarnos solos? —Eduard le pidió a su esposa hablando entre dientes.
—Sí, claro, solo asegúrate de pasarme el teléfono de Sophie. Será el cumpleaños de Paula pronto, les mandaré una invitación. Seguro Nicky y Paula serán los mejores primos—me dijo con una voz dulce.
—¡Claro que sí! Me encantará llevarlo a jugar con tu hija.
Julia se retiró tras una última advertencia de su esposo. Con un gesto le pedí a Leonardo y al abogado que hicieran lo mismo.
—Tu esposa es muy agradable. —le mencioné.
—Olvídala. Sophie, por favor, te di la oportunidad de unir nuestras compañías. No aceptaste ¿y ahora qué? ¿Quieres destruirnos? 3IE da empleos a más de la mitad de la ciudad...— pasó a los ruegos.
—Lo sé. No es mi intención destruir tu empresa, la ciudad depende de ella y no me gustan los monopolios comerciales. GALATA no tiene nada que ver, mis motivos son personales. ¿Quieres mi apoyo? lo tienes. ¿Quieres convertir 3IE en una fábrica de pistolas de agua? yo usaré mi porcentaje de acciones para votar a tu favor. El trato que tenías con Ian seguirá vigente. Te lo juro. —Lo tranquilicé, claro qué él sabía que mi oferta no era gratis.
—Qué quieres a cambio.
—Solo dos propiedades, el piso ciento diecisiete de la torre cinco y el laboratorio de Londres.
—¿El proyecto de ciencias de mi padre? Eso lo maneja Solange.
—Ahora lo manejaré yo. Puedes hacerlo. Los laboratorios y todo lo que hay en ellos te pertenecen. Cédemelos y las acciones de Ian estarán en tu poder.
Él lo meditó. Me estiró la mano y sellamos el trato.
***
Uno de los mejores momentos de mi vida fue llegar al laboratorio del proyecto Transalterna con Eduard y Daniel. Los guardias me reconocieron, pero no pudieron detenerme el paso, llegamos directo a abrir las puertas y los que estaban ahí, guardias, científicos y los hermanos de Ian, se detuvieron en seco al vernos.
Fuimos a la sala de juntas, llamaron a Solange de inmediato y noté la ira en sus ojos al verme.
—¿Qué hacen aquí? —nos reclamó.
—Solange, habrá unos cambios aquí—le explicó Eduard—. Ellos se harán cargo del proyecto a partir de ahora.
Silencio, un segundo en completo silencio, yo no podía dejar de sonreír. Y de pronto, la explosión de Solange.
—¡¿Qué?! ¡Eres un idiota! Este proyecto es de tu padre, tú no tienes nada que ver, no tienes potestad...
—Sí la tengo—la hizo callarse con gesto de su mano—. La torre me pertenece, así como todo lo que está aquí y el financiamiento viene de la compañía. Ya había pensando en quitárselos o reducirlo, pero lo mantuve solo porque están tratando de traer a mi padre de regreso. O trabajan con Sophie y Daniel, o esto se termina —dijo tajante—. Ya se conocen y tengo muchos pendientes, diviértanse—dijo a modo de despedida y se retiró.
Observe a todos, diez de los hermanos de Ian estaban ahí, el resto seguro estaba en Londres o haciendo investigación de campo. Renta, la encargada de los monitores de sueño, no se animaba a mirarme a los ojos, el entrenador Powell lucía intrigado; Sam evitaba mirarme también y Emily se mordía le labio para no reírse.
—Bien... voy a olvidar el hecho de que casi todos aquí intentaron asesinarme. Y comenzaremos de nuevo. Sin el sociópata de Anthony Key. Y nuestra prioridad será traer a Ian de regreso.
—Qué te hace pensar que puedes venir a dar órdenes. Este proyecto es mi vida y no hay nadie aquí ni en ningún otro universo que pueda manejarlo como yo—intervino Solange.
—Lo sé, por eso te necesito. Si no, créeme que serías la primera en pagar las consecuencias. No obligaré a nadie a seguir aquí, quienes quieran apoyarme y trabajar en el proyecto, quédense, el resto es libre de irse.
Sin pensarlo Emily se puso a mi lado.
—Maldita traidora—masculló Solange.
—¿Sam? Sé que no ibas a dispararme—le dije a quien en el pasado fue de mis mejores amigos en el proyecto.
—De acuerdo—accedió y el resto lo hizo también. Al final nadie, ni Solange se atrevió a abandonar la sala.
—Vayan a hacer lo que estaban haciendo—les ordenó Daniel—. Yo iré poniéndome al día con todos.
Se fueron yendo, con calma, solo Emily y Solange se quedaron.
—¡Te extrañé mucho!—le dije a la chica y ella me aceptó un abrazo, de mala gana. Noté que Solange quería hablar conmigo así que le pedí a Emily que me esperara afuera, debía hablar con ella.
—Solange—la interrumpí antes que ella me lanzara una amenaza o me dijera lo que iba a decirme—. Necesito las contraseñas. Vincularé a Thaly a al sistema.
—¡No voy a darte nada!
—Claro que lo harás. Necesito toda la información, y junto con al que yo reuní estos años, tendremos un avance grande.
—¿Qué puedes haber reunido tú?
—Estás invitada a descubrirlo. Thaly—dije en voz alta, poniendo mi tablet sobre la mesa—. Vincula tu sistema al del laboratorio.
—Necesito las contraseñas de acceso—respondió.
Con una gran sonrisa le extendí mi tablet a Solange, y esperé que escribiera. Ella apretaba la pantalla como si quisiera perforarla. Seguro que su vesícula biliar no tardaría en explotar.
—El señor Johansson está en Londres, le daré las noticias. A ver cuánto duras—dijo con tono amenazante y me dejó sola.
—La vinculación tardará cuarenta y siete minutos y trece segundos—me avisó Thaly. La dejé trabajar y salí a buscar a Emily.
Le expliqué lo que mi hijo me había contado, tenía tantas preguntas para hacerle, pero aquello era lo que me inquietaba más.
—Sí, escuché que arrestaron a Tiago y Grecia, por lo ocurrido con el night crawler hace siete años. Tu padre está postulando para alcalde, entregar a su propio hijo fue una medida muy popular.
—No creo que haya sido una decisión para ganar popularidad. Sabe de Dylan y quiso llevárselo. Franz Ayala me dijo algo sobre un rito de selección, tal vez lo necesitan para eso. Así que debemos estar atentos a lo que quiera hacer de este lado. ¿Puedes ir a ayudarlos? Ahora tenderemos contacto directo, con Aaron en el laboratorio de la dimensión T52 todo será más sencillo. Pero, tal vez debamos ir a Londres, para estar en el mismo punto geográfico—consideré.
—Iré a rescatarlo y no es necesario ir a Londres, el laboratorio de Almarzanera sigue funcionando —confesó.
Ultimamos detalles y reuní valor para ir hacia la sala de cápsulas de monitoreo. A la que la gente del proyecto llamaba "Cuarto de probetas", debido a las capsulas de monitoreo que parecían tubos de ensayo gigantes.
Las puertas de vidrio se abrieron automáticamente. Las cápsulas estaban vacías y Renata se levantó de su escritorio.
—Sophie, yo...
—Donde está Ian—la corté. Ella había sido partícipe del horrendo experimento de Anthony Key y se notaba arrepentida, o con miedo.
Me guio hasta el fondo, donde había un cuarto más pequeño, con dos cápsulas. Dentro de las cuales flotaban los cuerpos de Anthony Key y de Ian.
Era la primera vez en casi cinco años que lo veía. La última vez que había estado ahí, fue cuando Maya murió y fui a desconectar a Ian de su padre.
Parecía dormido. Su cabello estaba más largo y tenía un poco de barba. También se notaba que había perdido masa muscular.
—Sus signos vítales son estables, todo en su cuerpo funciona perfectamente. Si él colabora al otro lado, creo que puedo reconectarlo, de la misma forma en que pasamos la conciencia del señor Key a su cuerpo en la otra dimensión—me explicó. Sus palabras no coincidían con su tono, que no me daba muchas esperanzas—. Anthony Key por el contrario... es como si su conciencia se hubiese perdido en el espacio interdimensiones, regresarlo será...
—Al carajo con él—exclamé sin mirarla, manteniendo mi mano pegada al cristal, conteniendo las ganas inmensas que tenía de sacar a Ian de ahí, abrazarlo y despertarlo con una caricia—. A Anthony desconéctalo o has lo que quieras, no es de interés para el proyecto desde ahora. Estoy vinculando mi inteligencia artificial con el sistema del laboratorio, cuando termine revísalos y cruza datos.
Sorprendida, mas sin ánimos de decirme nada, se retiró y me dejó sola.
—Vinculación completada —escuché decir a Thaly. Me senté en la mesa frente a la capsula y me puse a revisar.
Esta vez tenía en mi poder los verdaderos archivos del proyecto Transalterna, no aquellos limitados a los que nos daban permiso de acceder y nos mentían diciendo que eran completos.
Tenía mucho por leer. Pero revisé primero los archivos personales. Entre estos, hallé una carpeta: "Sujetos de estudio de segunda generación". La abrí, y encontré quince archivos, todos de niños de entre uno y siete años.
Quise partir la tablet por la rabia. Tenían niños nuevos con los que experimentaban.
Todos ellos eran hijos de los hermanos de Ian. Y estaban divididos en dos grupos: portales y no portales.
Los portales eran cinco, entre ellos, estaba Nicky. ¿Me sorprendía?: en absoluto, ya imaginaba que sabían cosas de él. Mas bien no había nada más que datos generales, los que seguro habían obtenido del sistema de identificación del gobierno, incluso su foto era la de su credencial, tomada dos años atrás.
Revisando ambos grupos noté algo inusual. Todos los niños portal, habían sido creados al igual que sus padres. Con fecundación in vitro y madres subrogadas. Todos hijos de portales varones.
Los no portales, eran niños concebidos y nacidos de manera natural. Nicky era el único niño portal concebido no de forma artificial.
Revisé entonces los archivos de Ian, para saber lo que habían hecho con él los últimos años.
Lo primero que me di cuenta fue que la información variaba respecto a lo que yo había visto años atrás.
En la primera hoja estaban sus datos generales, como fecha de nacimientos y si bien en los archivos que Ian y yo conocíamos, decía el número de identificación de la donante de óvulo y del vientre de alquiler, ahora estaba la información verdadera.
Ian, a diferencia de sus hermanos, no había sido creado en el laboratorio. Su padre sí era Anthony Key, pero tenía una madre biológica real.
Revisé el resto de archivos, el de Daniel era igual. Él e Ian eran hermanos de la misma madre en ambas dimensiones. Una mujer portal, y tuve que leer el nombre varias veces porque no me lo creía.
Ian y Daniel, eran hijos de Solange.
***
Bueno... ya se viene lo interesante. ¿regresará ian Pronto? capaz sí....
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