--- ¿MBTI?--- inquirió el peliazul antes de dar un gran sorbo a su juguito de uva. Últimamente sentía que no podía beber de otro jugo que no fuera el de Dal: Luxury Coffee. Quizás porque habían mejorado el sabor conforme los años pasaron y era natural, hecho a base de frutas frescas, pero con un toque secreto.
El pelinegro se quedó pensando un rato. Se preguntaba si ahora era importante para el otro algo que siempre había sido más que obvio. Es decir, su personalidad no había cambiado, según él. ¿O sí?
--- ISTJ--- dijo sin más, provocando que TaeHyung arqueara una ceja--- ¿Qué sucede?
Una risotada se escuchó en toda la cafetería antes de que el menor recobrara la compostura. Bueno, en realidad él creía que su ex novio sería algo como eso. Se notaba.
--- Ajá. Bueno, yo soy un ENTP--- se trepó sobre la mesa y miró con atención al otro--- háblame de ti, señor Jeon, habla sobre esas cosas que tanto te gustan--- murmuró seductor, casi que tentado de besarlo a pesar de estar en un lugar público donde eran fácilmente reconocidos.
JungKook cerró los ojos momentáneamente, aunque pronto reaccionó y se alejó poco a poco. Debería de mantener la calma ante esa clase de situaciones con aquel intenso.
--- Mh. Te ves muy bien hoy--- fue lo único que mencionó, además de que se había puesto ligeramente tímido después de eso. Aún le costaba mucho decirle tales cosas a su osito, siendo este un ser tan hermoso y pareciendo de otro mundo.
El diseñador soltó una risita y se acomodó nuevamente en su lugar, fingiendo que se arreglaba sus cabellos azulados, pues estaban en perfecto orden.
--- ¿Te gusta como me veo con este palazzo color vino y mi gabardina nueva?--- se señaló a sí mismo antes de comenzar a posar en su asiento, inclinándose ligeramente y cambiando de expresión--- soy el único que puede disfrutar de esta creación. ¡Edición limitada con tela italiana, por Kim TaeHyung!--- exclamó alegre, captando la atención de varios comensales a su alrededor.
--- Oye, ¿Él es Kim TaeHyung, el diseñador que se hizo viral?--- cuchichearon.
--- Es... ¡Está con Jeon JungKook!
--- Guau, ¡Tan guapos!--- hizo un intento de susurro una de las chicas, aunque claramente pudo escucharse.
Bueno, no eran los únicos bien vestidos en el lugar, pero ser tan atractivos y tener tremendas auras no les ayudaba a pasar desapercibidos. Prontamente comenzaron a ser observados por la mayoría de personas en el lugar, quienes hablaban y hablaban sobre ambos sin disimular ni un poco.
--- ¡No damos autógrafos!--- dijo el peliazul, aunque luego soltó un suspiro al ver que tenían intenciones de acercarse hasta ellos--- oye, haz algo--- picoteó uno de los bíceps de su ex prometido. ¡Era el dueño!, ¿Por qué no los echaba o algo? Eran muy molestos. No podían tener una salida casual sin ser acosados.
¿Hacer algo? El presidente vió como varios de los clientes se paraban a su alrededor, como esperando algo, así que solo los saludó con una falsa sonrisa de amabilidad.
--- Provecho. Disfruten su estadía en Dal-Lux.
TaeHyung se quedó boquiabierto. ¿Qué?, ¿Era lo único que podía decirle a todos esos chismosos? Vaya, seguro que era muy duro para él.
--- Sí, sí. No arruinen nuestra cita--- hizo un ademán de manos, invitándolos a sentarse de regreso en sus lugares--- miren el lado bueno, la casa invita.
A pesar de que se habían molestado un poco por ser echados sutilmente, pronto lo olvidaron por el mero hecho de que ahora no tenían que pagar nada. ¡Sería gratis!
Todos se acomodaron nuevamente en sus asientos después de agradecer repetidas veces a Don Perfecto por su "amabilidad". El peliazul estaba que se moría de risa por la expresión en el rostro ajeno. ¿Por qué no parecía molesto? De hecho, tenía una cara de estúpido que nada se la podía quitar. Claro, además de que TaeHyung ignoraba por completo el hecho de que Jeon jamás se enfadaba con él.
--- ¿Qué? Te ves más tonto de lo normal--- se burló, aunque el otro siguió sin reaccionar--- ¿Te sientes mal o qué?--- pasó su mano delante de los ojos ajenos, esperando a que al menos parpadeara, y aunque lo hizo, siguió sin decir algo al respecto durante varios segundos.
--- Consideras esto una cita. ¿Entonces por qué no me has besado?--- colocó su mano sobre la de su menor y la acarició delicadamente, observando con curiosidad los delgados anillos que llevaba como accesorios. Lo mejor sería comprarle uno muy caro y que se viera genial en su bonita piel acaramelada.
El peliazul se encogió en su lugar y miró a su alrededor. ¿De verdad?, ¿Besarse en un lugar como ese? Serían dos hombres besándose en público. Tenía miedo de que eso afectara la impresionante imagen de la cafetería. Y sí, el que anteriormente quería un beso, ahora se rehusaba a darlo. Los papeles se habían invertido, pero por distintas razones.
--- No, Jeon--- abultó sus labios, negando varias veces con un movimiento de cabeza--- estás loco.
JungKook sonrió de lado y se acercó lentamente hasta su contrario, quien no dejaba de retroceder en su mismo lugar hasta que ya no pudo más. Si se movía, se caería de la silla.
--- No temas. Nuestras cafeterías son lugares seguros para la comunidad LGBT+--- le hizo saber mientras lo tomaba del mentón y lo obligaba a girar hacia su derecha, donde había un pilar con muchos anuncios, entre ellos, uno que hablaba sobre la inclusión de todo tipo--- ¿Lo has visto? Si alguien te discrimina, puedes reportarlo directamente con el gerente del lugar. Así nos pasan el reporte a nosotros, a mi equipo, y nos dirigimos directo a Derechos Humanos. Dal-Lux World tiene un tratado de paz con la Organizaci-
Con un profundo beso, TaeHyung calló a su novio. Sí, amaba escucharlo hablar sobre cualquier cosa, ya que era algo no muy común. Sin embargo, estaba profundamente conmovido de que el presidente no fuera el mismo tonto no simpático que alguna vez conoció. Es decir, no solo pensaba en ellos dos, sino que también en las demás personas. Estaba sorprendido de lo mucho que había cambiado. Antes no era nada considerado, pero ahora hasta se ponía en los zapatos del otro.
Ah, tan lindo. Si el diseñador alguna vez estuvo enamorado, estaba seguro de que ahora estaba doblemente enamorado. O incluso mucho más que eso. Sería más fácil demostrar que no había un límite para ello.
Tiró de la corbata de su mayor y lo escuchó quejarse, mas ni siquiera eso logró separarlos. Estuvieron un buen rato así, besándose y casi que comiéndose. No notaron tampoco el hecho de que sus sillas estaban más juntas que antes y que parecían querer fundirse el uno con el otro.
--- Espera, TaeTae. Con cuidado, amor--- pidió tranquilo, sintiendo pronto cómo su osito jugueteaba con el aro que llevaba puesto en su labio inferior ese día. Gimió ante una mordida recibida, provocando que el menor lo mirara a los ojos--- ¿Quieres quedarte a dormir conmigo hoy?--- preguntó de una vez, sintiendo cómo su labio comenzaba a sangrar ligeramente debido al ataque recibido.
--- Sí quiero... Pero, señor Jeon, ayúdame a terminar algo en el trabajo y nos vamos juntos, ¿Sí?--- hizo ojitos de cachorro con una patita lastimada, por lo que su mayor no pudo resistirse.
--- Lo que me pida mi príncipe.
¿Trabajo? Sí, claro. Se habían distraído tanto que después de quince minutos comenzaron a besarse de la manera en la que solo ellos sabían, con desespero, como si no tuvieran el tiempo suficiente para la intimidad, cuando era todo lo contrario. Dejaron la oficina y se dirigieron a la mansión Jeon.
TaeHyung tiró de la correa atada al collar del mayor y lo obligó a poner el rostro cerca de su entrepierna.
--- Chúpamela--- ordenó TaeHyung mientras se masturbaba suavemente, envolviendo el falo con su mano y haciendo delicados movimientos circulares en la punta.
Estaba muy duro, necesitaba liberarse. No sabía que el sadomasoquismo realmente les vendría tan bien. Y, bueno, inesperadamente JungKook era un jodido masoquista, mientras que el peliazul era todo lo contrario, un sádico irremediable.
Era algo difícil para el mayor no ver nada por el antifaz en sus ojos, además de que tampoco podía tocar porque tenía las manos esposadas tras su espalda. Sus sentidos principales estaban bloqueados, sin embargo, su osito supo guiarlo de una manera delicada, tirando de la cadena hasta acercarlo lo suficiente a su pene.
--- Maldita sea. Te ves tan lindo así--- se quejó el diseñador emocionado, observando al hombre arrodillado frente a él, indefenso, con marcas en sus brazos y torso debido al juego previo con un cinturón--- Bastardo--- lo insultó repentinamente debido a la pena que lo visitaba de vez en cuando.
JungKook sonrió y decidió no demorar más para no impacientar a su caliente novio. Abrió la boca y dejó que lo atacara con su virilidad, introduciendo hasta el fondo aquella erección, la cual no tardó en recorrer con su lengua y chupar obedientemente, disfrutando de los gemidos roncos que el pasivo dominante soltaba. Era adorable escucharlo disfrutar.
La expresión enojada de TaeHyung se desvaneció mientras gemía y echaba la cabeza hacia atrás, no pudiendo evitar mover sus caderas mientras invadía la cavidad bucal del otro. El pelinegro había lubricado muy bien su entrepierna, así que aquello había sido suficiente para poder llegar más a fondo, deteniéndose únicamente cuando se percató de que fue difícil continuar para el fornido.
El peliazul se mordió los labios antes de tirar de los cabellos del presidente, escuchando cómo se quejaba del dolor.
--- Te odio. Eres muy bueno en esto, te odio, te odio. ¿Con cuántos más has estado?--- se quejó, ligeramente celoso de tan solo pensarlo. ¡No podía ser un experto solo porque sí! Parecía que todo lo bueno había sido a base de práctica. Tironeó nuevamente de los cabellos ajenos antes de alejarlo de su pene, arrojándolo de espaldas al suelo sin cuidado alguno--- Señor Jeon... Estoy enfadado. Es tan injusto... Yo debería de haber sido todas tus primeras veces.
JungKook no dijo nada, solo pudo incorporarse un poco y sentarse con dificultad en el suelo, sintiendo varios toques sobre su torso que iban en dirección a su dureza cubierta por ropa interior.
Estremeciéndose, el de cabellos carbón no hizo más que jadear al sentir una traviesa mano masturbarlo a un ritmo realmente veloz, como si lo estuviera invitando a correrse lo más pronto posible. ¿Pero acaso era posible? Por más que le gustaba, el presidente se rehusaba a ceder. Movía sus caderas y jadeaba con desespero, sufriendo al no poder eyacular de otra manera, de no estar dentro de TaeHyung.
Lo único que podía hacer era disfrutar de las hermosas manos ajenas bombeando su entrepierna de una manera algo apresurada.
--- ¡Oye, no hay lubricante ni condones aquí!, Si no te corres, ¿Cómo piensas prepararme para entrar?--- inquirió. Realmente no estaba enfadado, pero sí que se estaba desesperando. Si novio duraba mucho incluso con una paja. No podía creerlo.
Como si el menor hubiera usado unas palabras mágicas, JungKook llegó al clímax, meneando sus caderas para frotar su pene contra las manos de su ex novio hasta que toda su semilla salió por completo, manchando los dedos de un emocionado TaeHyung hasta llenarlo.
La piel del fornido se sentía muy caliente, y su entrepierna parecía estarse endureciendo nuevamente. El peliazul se preguntaba si le habría gustado la manera en la que lo masturbó. Después de todo, era muy diferente hacerlo en uno mismo que en alguien más. Podría verse igual, pero no a todos les gustaba de la misma manera.
--- Creo que deberíamos de hacer esto más seguido. Hasta volvernos locos--- habló en tono de broma al mismo tiempo que se preparaba con el semen de su querido don perfecto. Se sentía tan extraño, pero jamás le había desagradado aquella sensación viscosa en su cavidad. Todo lo contrario.
Al estar en el suelo, a TaeHyung no se le dificultaba mucho el moverse como quería, a diferencia del presidente, quien tan solo esperaba en el piso, jadeante y con el sudor sacándole brillo a su masa muscular.
--- Amor. Te necesito...--- murmuró el mayor. No podía soportar el tan solo escuchar a su ex prometido preparándose y gimiendo sobre él. Necesitaba tocarlo y sentarlo en su regazo, besarlo y acariciar sus regordetes muslos con la diestra y siniestra.
El peliazul se quejó y siguió en lo suyo, metiendo sus dedos en lo profundo de su ser hasta sentir ese conocido cosquilleo en su interior. Cerró las piernas y tembló entero. Estaba tan sensible. Quería seguir tocándose, pero JungKook lo llamaba con cariño, pidiendo invitación en el acto.
--- A la siguiente no te voy a complacer--- dijo al acomodarse correctamente sobre el otro, pasando una pierna a cada lado de su torso mientras buscaba la posición perfecta para comenzar a introducir el hinchado falo del azabache entre sus glúteos, tanteando su cavidad--- solo disfrutaré yo--- ronroneó. Por más que hablaba con seguridad, el pelinegro no le creía. Puesto que aún si TaeHyung se portaba como el dominante que era, se preocupaba mucho por su bienestar. Seguro que disfrutarían incluso el doble las siguientes veces--- Mh...
Las esposas estaban lastimando al mayor, sin embargo, no planeaba quejarse en esos momentos. Estaba perdido en lo que el bonito hacía. Sentía como la fricción en su entrepierna se detenía, en cambio, una agradable calidez envolvía todo su falo. Tan apretado, pero tan suave. El diseñador era alguien malditamente bueno en hacerlo delirar.
--- Ou, estás muy profundo...--- gimoteó el peliazul a la par que colocaba sus manos en los abs de su ex novio. Echó la cabeza hacia atrás y meneó sus caderas, escuchando las esposas raspar contra el piso--- ¿Te duele... Eh?, ¿Quieres que use el cinto de nuevo?
JungKook frunció el ceño. Sentía que sus bíceps iban a explotar, pero su entrepierna estaba a punto de hacer lo mismo, palpitando en la cavidad ajena.
--- Si te corres, te dejo en abstinencia, estúpido--- amenazó TaeHyung al ver cómo los músculos del contrario se tensaban y su abdomen bajo se contraía--- Aguarda un poco--- pidió algo más azucarado mientras se apoyaba mejor para comenzar a moverse de arriba hacia abajo, cabalgando al mayor--- Oh... Santa mierda... Mn.
El pelinegro jadeaba y se estremecía bajo su cuerpo. Parecía estar concentrado justo en lo que no podía ver, pero tanto quería.
--- Mh... eso...--- el peliazul eyaculó, mas eso no lo hizo detenerse. Por el contrario, siguió moviendo sus caderas, aún bajo la breve sensación de debilidad que lo desarmó durante algunos segundos. Sus glúteos siguieron botando ante el movimiento repetido que seguía--- Mmm... Jeon~
Por alguna extraña razón, TaeHyung estaba siendo más callado que de costumbre. JungKook se preguntó si eso lo hacía a propósito ese día.
--- Señor Jeon--- comenzó a dar saltitos más libremente, siendo un poco más brusco que antes debido a los suaves golpes contra su próstata que lo estaban volviendo loco. Tanto así que comenzó a decir palabrotas en italiano--- Cazzo... Coglione--- tembló ligeramente--- Stronzo... ¡Fare sesso con te~!
El mayor sinceramente no entendía, pero deducía que estaba disfrutando mucho el coito.
--- I guess, i'm so good to you, baby...--- le contestó el azabache con voz ronca y respirando con algo de dificultad.
TaeHyung no pudo resistirlo más y tan solo se rindió, llegando al orgasmo después de unos segundos, sintiendo cómo su cuerpo entero vibraba casi que al grado de convulsionar extasiado. Quizás se emocionó un poco ante el apodo. ¿Por qué tenía que ser tan sensual?
Agitado, se tiró en el suelo también, justo al lado de su ex novio, escuchando un sonido metálico acompañar su respiración alterada.
--- Lo siento, creo que las esposas se han roto.