LA NOCHE.
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—¡No!— gruño enojada y maldiciendo el delineado que me intenta hacer—. No sirvo para poder hacerme un maquillaje sencillo.
—Ya te dije que solo te pongas labial rojo— Jess hojea una revista, acostada boca abajo en la cama, al mismo tiempo viendo una película—. A parte ¿para que vestirte bonita? Ni te durará nada.
—¿De qué hablas?— Me paro del asiento y me dirijo a ella en jarras—.
—No te hagas tonta, se van a ver y en cinco minutos no tendrás nada puesto.— pasa su dedo por su lengua para seguir hojeando la revista—.
—No sabe lo que dices.
—¿No es obvio? Te está invitando a una cena en una suite, a solas, una velada romántica. No creo que vayan a jugar juegos de meza.— Hace una risita—, o te podrá arriba de la mesa.
La empujó para que se vaya de lado.
—No me das gracia— rodeo los ojos. Pero en sí, si me quiero reír—. Mejor ayúdame, llevo con el Maquillaje una hora, no he avanzado.
—No me maquillo, solo me pongo labial. Pero dile a sara. Ella hará maravillas contigo.
Tocan la puerta. Ignoro el sonido y me vuelvo a sentar, necesito concentrarme. Tengo que ir guapa y sexi, quiero enamorarlo.
—¿No iras abrir?— pregunta jess—.
—Ve tú.
Maldice jess, escucho que avanza hacia la puerta.
—¡Sara! Caíste del cielo— jess brinca de felicidad— podrías ayudar a mi hermanita hacerse un maquillaje— miro hacia la puerta y sara solo sonríe—.
—¿Puedes ayudarme?— hago carita de bebé. Sara avanza y observa mi maquillaje—.
—¿Piensas ir así con mi hermano?— arrugo mi frente— me pidió de favor que llevara a victoria a cenar, por que quería hacer algo importante. Pero ya vi cual es lo importante que hará.
— ¿Te pidió eso?— Asiente—.
—Primero— mira el reloj que carga en su muñeca—. Llamare a un amigo maquillista que vive por acá, luego te pondrás algo muy sexi abajo del vestido que llevaras puesto.
—Sara, solo necesito hacerme un delineado.
—No me importa. Yo quiero que vayas hermosa, quiero que mi hermanito se le pare cuando te vea— suelto una risa—.
—Solo será una cena. No creo que vaya a pasar nada...
—eso dijo una amiga y tiene un bebé— jess interrumpe, se vuelve a costar—.
—Jessica, no estoy planeando tener a un bebé.
—Ni muchos menos mi hermano— sara saca su teléfono—. Ahora vuelvo, haré una llamada muy importante. Ve hacer lo que vayas hacer, porque viene lo bueno. Tienes dos horas para quedar como una colegiala— sara sale del cuarto—.
Sara tenía razón, no me gustaría salir con mi domingo siete, y menos marcus. Estamos en una situación bastante difícil, estamos susperando cosas y no quiero arruinar todo esto. No me veo como una madre, tampoco, tener algo más con marcus.
Paso un rato y entra sara con una sonrisa enorme y atrevida.
—¿Qué hiciste? Tu sonrisa no me dice que hiciste algo bueno.
—Qué comes que adivinas— trae en su mano una bolsa de regalo. Pasa la bolsa de regalo en mi cara y la deja unos segundos para que la agarre—. Mira lo que te traje.
Agarro el regalo con mis dos manos y observo bien. Camino hacia la cama y hago un lado a jess, me siento en la orilla. Sara solo observa mis movimientos. Saco lentamente el objeto que hay adentro.
—¡Ni de chiste!— tiro la lencería en la cara de jess—.
—¡¿Por qué?! Rachel, te quedará perfecto. No seas ridícula, mi hermano te ha visto de diferentes formas. Y ahora vienes a decirme que no quiere ponerte eso.
—Es que se ve bien atrevido, no... no quiero verme tan atrevida. Se supone que es una cena.
—Es de victoria secret— jess mira la etiqueta—, si fuera tú, no desperdiciaria esto.
Me levanto y me miro en el espejo. Mi cuerpo tiene curvas, pero tengo cosas que no me gusta. Se que marcus no le ha importado mis defectos, pero a veces no me siento segura de mi cuerpo.
—Sea, como sea. Te veras perfecta dentro de esa lencería.— sara se pone atrás de mí tocando mis hombros y viéndome en el espejo—. Haz el intento de ponértelo, y si no te gusta. Solo quítatelo y ya.
Me quedo callada unos segundos.
—Muy bien.— sara y jess aplauden—. Pero si no me gusta, no me lo pondré.
—Entonces, manos a la obra.
Entro al baño y me llevo la lencería, quito la ropa interior que tenía antes. Me pongo el sostén, la mitad de mi busto esta descubierto con forma de cascadas. Termino de ponerme el con junto. Hablo a sara para que me ponga el cinto que lleva en mi cintura.
—¡Mira que preciosa te ves!— tapa su boca de la impresión—. Hoy mi hermano no duerme.
—Qué ironía la tuya—Rodeo los ojos—.
Pasa el cinto por mi cintura y lo abrocha. Me quedan colgando una cintas por mis muslos.
—Solo falta abrochar esto con la medias y listo. Ahora si ya puedes observar bien.
Salgo del baño y jess solo se queda callada. Me miro perfectamente en el espejo, primera vez que te digo "estoy perfecta".
—Díganme que ella no es mi hermana.
—¿Y?— sara pone sus manos en su cintura—. ¿Te lo llevas o lo dejas?
—Me lo llevo— sonríe en el espejo—.
—Jess, dame el vestido de tu hermana— Jessica asiente y le da el vestido a sara. Me ayuda nuevamente a ponerme el vestido y sube el cierre—. Ahora, brillas como una chica que necesita a un hombre.
Tocan la puerta y jess corre abrirla.
—¡Hello! Ya llego la más diva de todas, ósea luji.
—¡Luji! Mi querido amigo— sara corre abrazar a su amigo. Se dan un peso en cada mejilla y por último le da una vuelta—.
—¡Dios mío, mujer! No has cambiado nada, ese vestido te queda, Di-Vi-NO— pone su mano en su cintura. No me había fijado que atrás de él venía una chica con un perro Chin—.
—Pero porfavor pasen, están en su casa.
—Vine hasta aquí cuando me entró esa llamada de desesperación— lleva sus manos y hace forma de un teléfono—, "Luji, necesito que vengas a salvarme". Querida no lo pensé dos veces y rápido salí de mi cama con mi mascarilla de aguacate— hace una risita—. ¡Oh por dios! Esa bella mujer quien es— avanza hacia mi y me da una vuelta—.
—Ella se llama rachel, es amiga mía. Necesito que la salves.
—Eso para mí es un honor. Que guapa niña, tu vestido me encanta. Esta para comerte de una vez, pero lastima que soy gay. Linda— se dirige a la chica que lo acompaña—. porfavor saca de la maleta mis cosas, y a barbara sechit ponla en la cama.
—Qué linda esta tu perra— sonrió. La perrita es de color negra con blanco. Lleva dos moños color rojo en su cabello—.
—¿Linda o barbara?— nos quedamos viendo a la chica, no se molesto, solo se río—. Es broma. Gracias por tu alago— mira a mi hermana que acaricia el perrio—.
—Ella es mi hermana, se llama Jessica.
—Mucho gusto querida. Me llamo luji, podrías cuidar a mí perrita, por mientras transformó a tu bella hermana.— Jessica asiente—. Que linda niña.
Luji a veces hace gustos de mujer, pero se viste como hombre. Solo que lleva una pulsera color rosa, según él, eso lo representa que es gay. También lleva un arete en la oreja derecha.
Cuando su acompañante termina de poner todo el maquillaje en el tocador. Me sienta y se me queda viendo en reflejo del espejo.
—¡Bien!— aplaude—Silencio, porque ya toca transformar a esta bella mujer— juega con mi cabello—, estuve observando tu rostro. Algo me dice que no dormirás hoy, así que te maquillare natural— arrugó mis cejas por lo que dijo— Ay querida porfavor, no me vengas con esos cuentos de que ceneras, porque no lo creo. Linda, pon música porfavor. Necesito música para mis oídos.
La chica prende una bocina, a lo lejos suena (dua lipa be the one).
Sara se sienta en la cama a ojear una revista, jess revisa su celular. Luji, me pone una mascarilla por mientras me termina de peinar, me recoge el cabello y deja caer dos mechones a lado de mi cara en forma de ondas. Me quita la mascarilla, me pone varios productos en mi cara. Me ve en el reflejo y levanta la cejas.
—Despídete del espejo, cariño.
Me voltea y solo miro la pared. Escuchó y veo como me pone maquillaje en mi cara, luji tiene sus manos muy suaves, se nota que solo se dedica a esto. Su forma de vestir da de que hablar, es como la clase de sara, es de clase alta. Casi no conozco mucho de maquillaje, pero me se defender un poco, siempre miraba a mi madre cuando se maquillaba, me gustaba verla, se veía hermosa dándose sus detalles, de niña lo hacía y también de grande.
Flashback.
—¿Qué te parece este?— mi madre se termine de poner un labial—.
—Te queda precioso, me gusta verte con los labiales discretos.
—¿Por qué no lo haces? Ya tienes edad para hacerlo.— guarda el labial, en su estuche—.
—Pero no soy bonita como tú, así que por eso no me gusta— me mira y me da un golpe en mi hombro—.
—¡Aish! ¡Por que me pegas!— me tallo—.
—Porque dices tonterías, estas hermosa. Eres mi hija y estas hermosa.
—Ya lo dijiste, soy tu hija. Cualquier madre chulea a su hija— mi madre sigue haciéndose detalles en su cara—.
—Eres mi hermosa hija— pone sus manos en mis mejilla y presiona mis mejillas—. Mi hija que quiero mucho, mi princesa— empieza a repartir besos—.
—¡Mamá!, ¡Tengo diecinueve años! ¡Basta!
—Aún así eres mi bebé.
—¡Mamá!
Fin de flashback.
—Y terminamos, ahora ya puedes mirarte en el espejo— sara y jess me miran con una sonrisa. Me miró en el espejo y solo abro mi boca. Sólo me hizo un maquillaje discreto, de todas formas me veo guapa—.
—Quede...
—Hermosa— jess termina de hablar—.
—Luji, gracias por esto. me veo hermosa.
—No hay de que. Estoy para servirles, creo que por eso me volví maquillista, porque ayudo a muchas. Y bueno, sara te toca cariño, he extrañado esa cara como no tienes idea. A veces lloro como una perra loca, extrañando tu carita.
Luji, le retoca el maquillaje a sara. Mis manos sudan de los nervios. Ya es hora de irme, cruzando esa puerta y entrando por la puerta donde él se encuentra, se que mis piernas van a temblar. Me despido de todos, llevo una bolsa de mano color negra. Llevo mis pertenencias, en especial la llave donde abriré. Subo al elevador y marco en el piso que iré. Suena el elevador, donde la señal que ya llegue a mi destino.
Estoy parada en frente de esa puerta. Mis manos tiemblan, cuando estoy apunto de pasar la tarjeta alado de la puerta. Trago hondo y suspiro, la puerta se abre sola, sigo mi camino para entrar, cierro la puerta y miro a mi alrededor. Ahí está el, observando la ciudad por esa gran ventana, tiene una copa de vino en la mano derecha y la otra la tiene a dentro de su bolsillo de su pantalón de vestir. Ni por que estará en una cena se quita sus trajes. La suite es grande, hay una mesa para dos persona en la sala, en medio de la mesa hay una vela, la mesa tiene sus respectivos vaso, plato, servilletas. Miro alado izquierdo y allí se encuentra una gran cama, antes de llegar a la cama hay unas escaleras para llegar allí.
—Pensé que no llegarías— su voz se escucha por toda la suite—.
—Estaba... estaba alistandome.— avanzo lentamente para llegar a el—.
—Sara y sus ocurrencias— escucho como suelta una risita. Se voltea, me mira de arriba hacia abajo—. Pero hizo un gran trabajo— susuro. Esa voz me mata—.
—¿Acabas de llegar?— intento cambiar el tema—.
—No, hace unos minutos llegué. Me serví esta copa— pasa alado de mí y se dirige a la mesa—. ¿Quieres?
—Porfavor— dejo mi bolsa en el mueble que estaba ahí. Sirve una copa de vino. Me lo entrega, antes de agarrar la copa me mira—. Gracias.
—De nada— Toma un sorbo—. La cena la traerán en unos minutos, pero hay que sentarnos para platicar un rato.— me señala el asiento. Camino y me ayuda a jalar la silla para sentarme. Me siento, y jala el asiento para acercarme a la mesa. Siento como baja su respiración alado de mi cuello— ¿Estas lista para mí esta noche?
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EN UNAS HORAS SUBO EL OTRO CAPÍTULO.
Oigan, ¿ya vieron la nueva portada? Estoy agradecida con celeste, la creadora de esa hermosa creación. Niñas vayan con ella para que las ayude con su portadas. CeleValeAranda
Feliz día mis bellas lectoras y autoras.