El recepcionista leo permanecía sentado en su escritorio leyendo una revista, con los ojos visiblemente agotados y soltando uno que otro bostezo mientras pasaba cada página. En eso escucho la puerta abrirse y vio entrar a una chica pelirroja de dos coletas acercarse a él. Ya la conocía, se trataba de tricia, la hermana de su jefe.
—¿Que cuentas, butters? — dijo ella mirándolo desinteresadamente. Tal vez esa mirada seria ya era hereditaria.
—Jeje hola tricia. Pues en realidad, definitivamente nada interesante —río un poco y luego observo el bolso que cargaba esta —. ¿Vienes a ver a craig?
—Si. Quiero que revise a este pequeño felino — levantó suavemente el bolso —. Y no veo a nadie más esperándolo, así que voy aprovechar. Es bueno ser el primero —comentó con superioridad mientras se dirigía al pasillo.
—Pero si cuando hay clientes por delante te colas de todas formas, tricia —le dijo el rubio, quien ya la conocía muy bien.
—Mi hermano es el veterinario, butters. Tengo pase VIP — recalcó la chica.
—Ah, tricia, craig no está sólo en consulta. Está con tweek, su hijo, ah, y también su nuevo asistente Thomas —le aviso rápido y está se detuvo un momento a verlo.
—¿Thomas?
—Si. Creo que deberías esperar un momento a que salgan, al menos que quieras unirte a lo que sea que estén haciendo jeje.
—Mm... Mejor voy a saludar. De todas formas me van a ver —no le dio importancia y siguió caminando por el pasillo.
Sin embargo, cuando estaba por llegar a la oficina de su hermano la puerta se abrió y vio a tweek salir junto con liam. El pequeño al verla sonrio inmensamente y luego se le acercó con prisa.
—¡Tía tricia! —exclamó feliz de verla.
—¡Hey, sobrinito! —respondió, acariciandole el cabello con travesura.
—Ngh, hola tricia —dijo tweek mirándola.
—Cuñado... —lo veía fijamente.
—¿Que traés ahí, tía? —pregunto el curioso niño, sin dejar de ver el bolso.
—Ah, es un gatito. Vine para que craig lo revisara.
—Awww, ¿puedo verlo?
—Claro, puedes quedarte para la consulta.
—Emm, eso tendrá que ser en otro momento, tricia. Tengo que dejar a liam en el kindergarten y luego ir a casa por unas cosas.
—Pero papii, sólo un ratito ¿si? —se quejo mirándolo.
—Dije que no, liam. Tenemos que irnos, despidete de tricia —le ordenó al niño en tono serio y este hizo un puchero.
—Ahh.. —soltó aburrido —. Adiós tía.
Tricia se río un poco por la situación y miró al rubio.
—Veo que tu actitud hacía liam no ha cambiado absolutamente en nada desde la última vez que nos vimos.
—... ¿Debería? —pregunto alzando las cejas. Y viendo fijamente la leve sonrisa que se marcaba en el rostro de esta.
—No lo sé. Pero aún así, espero verte pronto cuñadito —respondió sin más —. Y sobretodo a ti, liam —le acarició nuevamente los cabellos y después le dio una última mirada a tweek, seguido le paso por un lado y entró a consulta.
—...
Tweek observo de reojo la puerta y en eso respiro hondo. Quería sentirse más cómodo en su compañía, pero el aire se tornaba hasta pesado cuando chocaban miradas y todo se volvía tenso.
—¡Thomas! Que sorpresa verte por aquí, y encima trabajando para el gruñón de mi hermano —dijo la pelirroja apenas lo vio, seguido dejó el bolso sobre la mesa de consultás y sujeto una silla para sentarse.
—Si jeje, todo paso muy rápido, ¡Puta! ¡Pendejo! Ngh. También me alegro de verte —respondió amable, y sacando algunos instrumentos quirúrgicos del gabinete.
Craig por otro lado revisaba unos informes y luego veía la pantalla de su laptop.
—Jaja, tu y tu tourette. Sigue siendo divertido.
—Si. Divertido —repitió Thomas con sarcasmo y sonriendole.
—Pero seguramente no fue tan divertido para mí cuñado, don estricto ¿o me equivoco, hermanito?
Craig la miró de reojo, cómo ya aburrido del tema y siguió en lo suyo.
—Él en serio odia que su hijo aprenda malas palabras —le hizo saber tricia a Thomas — y cómo tú las dices sin querer a cada rato. No querrá que liam esté aquí mucho tiempo.
—Bueno. Yo también prefería estar alejado de liam para que no tuviera que escucharme, pero al parecer tweek lo entiende, y dice que no tiene ningún problema conmigo, pues no es algo que haga intencionalmente de todas formas, ¡loco de mierda! ¡Mierda! Ugh.
—Vaya, así que ganaste una inmunidad por tu tourette. Que envidia... —comentó esta, bufando un poco.
—Si. Tweek lo entiende, por suerte —hablo craig viéndola —. Y ¿que hay de ti? ¿Hablaron muy amablemente cuando salió?
—No, y además parecía tener demasiada prisa. O sólo fue una excusa para no estar conmigo. No dejó ni que liam se quedara a ver a mi nuevo gatito —le dijo a su hermano.
—... Saldrá de la ciudad está misma tarde por una reunión importante, de ahí su prisa. Y liam ya inició el kindergarten.
—Si tu lo dices —respondió en un tono no muy creíble —. ¿Podrían revisar ya a mi gatito, por favor? Quiero que hagan su control de vacunas y demás.
—Yo me encargo —se adelantó Thomas, acercándose de inmediato a la mesa y dejando salir al pequeño felino del bolso, mientras le acariciaba cariñosamente.
—Tricia. No mentiré, tweek piensa que eres una pésima influencia para liam.
—Wow, que sorpresa.
—... ¿Podrías intentar hacer algo que lo haga cambiar de opinión?
—¿Que? No entiendo lo que quieres decir.
—Tweek no está bien, tricia... Desde que lo conocí ha tenido algunos problemas y últimamente le está costando mucho controlar su ansiedad. Simplemente quiero evitar situaciones que pueden empeorar su condición.
—... Craig, ¿Crees que me dedico a molestar a tu novio cada vez que lo veo? Es el mismo quien deja que esto le afecte.
—A tweek lo único que le molesta es que no respetes su autoridad.
—¡Él exagera todo!, y parece que no entendiera que liam sólo es un niño que se puede equivocar.
—¿Y crees que no me doy cuenta?, por dios, vivo con él. Y créeme, que lo que has visto no es nada a comparación a lo que yo he visto —negó con la cabeza mientras la veía.
—¿Y que es lo que has visto? No me digas que ha enloquecido y lo ha golpeado.
—No. Jamás le ha puesto un dedo encima, pero si ha actuado bastante paranoico en más de una ocasión. Por eso acepto ir a terapia...
—... Cielos. No tenía idea de que tu novio estaba tan mal de la cabeza. Es un loco escondido bajo la faceta de papá perfecto.
—...
—Digo... Si tiene paranoia, seguramente no debe ser fácil vivir así —se retracto al ver la expresión seria de su hermano —. Pero la terapia seguro que le ayuda... ¿O no?
—Eso quiero creer tricia... Y aunque se que tweek no va a cambiar del todo, y lo amo así cómo es, quiero que esté bien...
—...
—Tricia...
—Ahh, ya basta craig. Ya entendí lo quisiste decir. La próxima vez que lo vea trataré de ser... Menos molesta para el y su hijo —se cruzó de brazos, viendo hacia un lado.
—No te pido que cambies tu forma de ser por tweek, tricia. Pero si te voy a pedir que no te metas en mi relación... Y mucho menos en la crianza de tweek...
—... Bien. Lo entiendo, ya no te preocupes más por mí craig, ¿pero sabes por quien si deberías preocuparte de vez en cuando? —le preguntó con expresión serena y craig la veía sin entender—. Por ti... —término de decir para después levantarse de la silla y alejarse, yendo ahora con Thomas y su gatito.
Craig suspiró, sin saber exactamente a qué se refería. Él estaba bien. Sólo se preocupaba por su nueva familia y quería que estuvieran bien...
Sólo eso...
**********
Después del tan largo y pesado viaje hasta seattle, el rubio busco hospedarse en un hotel económico mientras terminaba de preparar lo que sería su presentación. Esta vez jason no le habría compañía ya que prefirió irse al hotel de siempre y Francis al parecer tenía un familiar que vivía cerca, por lo que tampoco lo acompañó.
Tweek estaba sentado sobre la cama y sostenía su laptop. Luego miró la ventana de reojo, la cual seguía abierta y dejando entrar el frío aire. Este de inmediato fue a cerrarla y cuando lo hizo su teléfono comenzó a sonar.
Al tomarlo miró la pantalla, era Francis.
—Ngh, ¿que sucede Francis? —respondió el rubio.
—Ponte guapo, porque habrá una elegante reunión de gerentes y empleados esta noche a las siete.
—¿Que?
—Ya me escuchaste tweek. El jefe dijo que pasara la voz, a los más importantes por supuesto, incluyéndote.
—Agh, ¿porque no pueden hacerla luego de la reunión de trabajo de mañana? Aún no termino el informe que a según sería para la próxima semana —reclamó algo frustrado.
—Tweek, el informe es importante si, pero todo lo que está ahí escrito salió de tu cabeza, es decir que fue tu plan de negocio, no tendrás ningún problema en plantear todo eso mañana con tus propias palabras.
—Aún así necesito terminarlo.
—Está reunión también es importante tweek... Estará presente el gerente de bienes raíces a quien le presentaras tu plan mañana. Además, nunca te quedas en las reuniones, después de cada junta te vas directo a denver.
—Ugh.
—Entonces...
—¡Agh, muy bien! No tengo más opción Francis. Dime donde será... —dijo tweek resignado, y buscando rápidamente su maleta para ver que ropa se colocaría esa noche.
***********
—Y... ¿Cómo crees que se llama esta ave? —pregunto craig sosteniendo una tableta y mostrándole la imagen al niño.
Los dos sentados en el sofá de la sala y pasando el tiempo juntos. Liam veía curioso al emplumado amigo y pensaba cuidadosamente lo que diría.
—¿Es una cacatua? —respondió mirando a su papá, quien negó con la cabeza.
—No hijo. El nombre de esta ave es colibrí, y se alimentan del néctar de las flores, pero buen intento.
—Ahh... —Solto desanimado al no atinarle.
—Mmm... Mejor cambiemos a las aves por algo más sencillo. Que tal... ¿Cosas del espacio? —sugirió el azabache.
Liam sonrió más animado y asintió.
—¡Si! ¡Quiero adivinar cosas del espacio!
—Muy bien. Entonces dejame buscar... —dijo craig mirando la tablet y viendo que se le ocurría, mientras el niño esperaba impaciente.
Justo en eso alguien tocó el timbre de la puerta.
—Papi, la puerta.
—Tsk ¿Quién viene de visita a las siete y media de la noche?, esperame un momento —dijo craig, seguido se incorporo del sofá y dejó al niño con la tablet.
Al acercarse lo suficiente, dudo en abrir y preguntó.
—¿Quién es?
—Buenas noches, soy su vecina, ¿podemos hablar un momento? —la escucho decir.
Craig mostró una expresión de disgusto, ¿Y ahora que quería esa mujer?
—...
Al abrir la puerta vio a la mujer rubia parada enfrente, con un semblante serio y mirándolo fijamente.
—... ¿Cómo está? —pregunto esta.
—Emm... Bien ¿En qué le puedo ayudar? —la veía con duda.
—¿No está su esposo? —pregunto después de soltar un suspiro frustrado.
Craig se quedó en silencio unos segundos.
¿Quería ver a tweek?
—... Él no se encuentra en casa ahora.
—¿Ah no?
—No... ¿Quiere dejarle algún recado? Puede decírmelo a mi.
—En realidad quería hablar con él, por lo de la última vez que nos vimos.
—Ah, quería disculparse.
—En realidad quería que hiciéramos las paces. Los dos actuamos mal, pero es que él también es algo impulsivo, demasiado diría yo.
—...
—Se que mi hijo no dijo cosas buenas sobre ustedes, pero es que George tan sólo es un niño que-
—¿Que no tiene educación? —completo alzando las cejas.
—¿Que? ¡No! era eso lo que quería decir.
—Mm... Entonces ¿iba a decir que es un niño que actúa cómo idiota la mayoría del tiempo?
—¡Cómo se atreve! —lo miró malhumorada —. Pensé que sólo su esposo era el grosero, pero veo que usted es igual.
—Señora, estrella ¿no?
—Estella... —corrigió molesta.
—Mm, cómo sea. Se que tweek no es el tipo de persona que le gusta buscar problemas porque si. Lo conozco. Así que lo que sea que le haya dicho fue porque le colmo paciencia.
—Él me insultó. No tenía derecho.
—Usted empezó todo esto, señora. Su hijo le dijo cosas terribles a liam sólo por tener dos papás, y estoy seguro de que todo lo que dijo lo aprendió de usted —fue directo y está lo miró perpleja. ¿Ahora se supone que era la víctima? Que se joda.
—Eso no es...
—¿Ah no? Porque a mi me parece que si —se cruzó de brazos mientras hablaba —. Actúa cómo si quisiera ser la típica vecina amable y comprensiva, pero definitivamente no le queda ese papel. Lo único que provoca es una molesta sensación de desconfianza y homófobia segura.
—Tsk ¡escucheme bien lo que-
—¡No, escucheme usted a mi! —habló fuerte y está de quedo pasmada—... Yo... Adoro a mi familia, y no le hacemos daño a nadie siendo felices y viviendo aquí. Si a usted le molesta ver a dos personas siendo felices junto a su pequeño hijo entonces vaya a un psicólogo, o mejor aún, mudese.
—...
—Lo único que hago es proteger a mi familia. En especial a mi pareja quien no la ha tenido nada fácil últimamente. Así que o evita provocarle más estrés del que ya tiene, o usted y yo vamos a tener graves problemas... —esto último lo dijo en un tono de voz bastante frío. Uno que hasta le provocó un ligero escalofrío a la rubia.
—... ¿Algo más que quiera decir?
—... Muchas cosas estella, pero hay un niño presente y no lo quiero asustar. Espero que le haya quedado claro. Adiós... —respondió secamente para después cerrar la puerta.
—...
*********
Mientras tanto en seattle, tweek y Francis caminaban por la enorme sala, llena de mesas y sillas que daban asiento a todos los invitados de la reunión de esa noche. Tweek vestía un hermoso traje café mientras que Francis uno gris.
—Deberíamos sentarnos un momento ¿no crees?
Tweek lo miró.
—¿Y donde está el jefe? —quiso saber el rubio. Pero Francis se encogió de hombros.
—Seguramente por ahí.
—Ngh, tienes razón, busquemos una mesa —accedió tweek de una vez, viendo una mesa vacía a su costado y dirigiéndose a está para sentarse. Francis también tomó asiento y segundos después pasó un mesero por su ofreciéndoles una copa de vino.
—Gracias, amigo mesero —dijo Francis sosteniendo una copa y dándole luego un pequeño sorbo.
—...
Tweek en cambio no bebía de su copa y veía incómodo a su alrededor.
—¿Que ocurre tweek?
—Yo debería estar terminando el informe.
—Ah... Aún con eso, ¿Estás seguro de que es por el informe?, más bien parece que no estás acostumbrado a este tipo de reuniones.
—Pues la verdad Francis, no, en lo absoluto.
—Oye, no por ser papá debes convertirte automáticamente en un monje ¿eh?
Tweek giro sus ojos por el comentario y sujeto su copa. Quizás un par de tragos no le harían daño.
A lo lejos de la mesa se encontraba su jefe acompañado del gerente de bienes raíces. Un hombre de unos cuarentaitantos y de buen porte. Ambos sosteniendo una copa de vino blanco y caminando por el lugar.
—Bonita reunión...
—Gracias señor —respondió el jefe de tweek.
—Y entonces, todos estás personas ¿son sus empleados estrellas?
—Y socios, señor.
—Muy bien...
El hombre observaba cada mesa y persona por curiosidad y en eso fijo sus ojos en un joven rubio, bastante apuesto sentado en una mesa con otro sujeto y bebiendo vino.
—Mmm... ¿Y quien es el chico rubio de allá? El de traje café —no pudo evitar preguntar y el otro lo miró.
—¿Quien señor?
Este lo señaló rápidamente con su copa y el hombre vio que se refería a tweak.
—Ah, habla de tweak.
—¿Tweak?
—Si señor... De hecho, es quién le presentará su plan de negocios mañana —le informó—. Es un buen empleado.
—Ya veo... Y... ¿Es casado?
—Emm... Creo que no, señor.
—Interesante... — dijo esto en voz baja— aunque si lo estuviera tampoco sería problema —comentó para después reír un poco, el otro no tuvo más opción que seguirle la risa.
—Señor, no le gustaría conocer a mi socio de confianza, está sentado en aque...
—Tal vez en un rato —no lo dejo terminar y seguido le aviso que iría a conocer a algunos de sus empleados. En especial a cierto rubio.
Continúara...