Tú... maldito enano de mierda. ¿¡Cómo te atreves!? - Muzan lo miró furioso, con su pequeño cuerpo había destruido todas sus raíces.
No te atrevas a acércate a mi hermano - dijo poniéndose en posición de ataque desplegando su Brújula de fuego.
Doma sujetaba el cuerpo de Kyojuro observando cómo avanzaba lentamente su regeneración.
Tenéis que cubrirlo. Si Muzan manipula sus células puede matarlo y perderiamos a uno de los usuarios de fuego - dijo Doma dirigiéndose a los Pilares - yo lo distraere.
Doma soltó a Kyojuro cerca de ellos y corrió hasta Muzan agitando sus abanicos para desplegar sus técnicas y atacarlo.
Técnica de Sangre Demoníaca. Manipulación de hielo: Princesas de la Ventisca Blanca - Doma creó dos figuras de hielo que lanzaban ráfagas a Muzan para distraerlo. Obanai apareció detrás de él cortándole el cuello, pero no consiguió separar su cabeza de él.
¿¡Q-qué!? ¡lo corté, estoy seguro! - dijo frustrado.
¡Su regeneración es muy rápida, aléjate de él! - Doma intentó congelarlo inútilmente y Tanjiro corrió para sacar de ahí a Obanai, siendo alcanzado por Muzan, hiriéndolo gravemente en la cara.
Doma y Senjuro retrocedieron para librarse de sus ataques. Giyu miró a Tanjiro herido y un bulto empezó a formarse en su cara por la sangre de Muzan.
Mi sangre actuará como un veneno para él, destruirá sus células y morirá pronto, sin un usuario de la Respiración del Sol estáis muertos - rió Muzan.
Los Pilares se lanzaron a por el otra vez siendo heridos de nuevo. Cayeron al suelo repelidos por su ataque y Muzan alargó su brazo para matar a Mitsuri. Estaba muy resentido con ella por ser la primera que lo había herido. De un puñetazo que aterrizó en el suelo su brazo fue destruido. Mitsuri lo miró sorprendida.
¡Hakuji-san! - gritó agradecida.
Perdón por llegar tarde - dijo levantándose.
¡Akaza! - Muzan alargó su otro brazo, que fue destruido por Gyomei con su bola de pinchos - ¡el cazador que mató a Kokushibo! - expresó Muzan, no se acordaba de ese grupo.
¡Te cortaré en pedacitos, escoria! - gritó Sanemi partiéndolo en dos para lanzarle una poción con fuego que explotó haciendo arder a Muzan.
¡Rastrero miserable! - se quejó el demonio.
Giyu corrió hacia Tanjiro para ayudarlo, tenía que salvarlo cómo sea, sin él no podrían derrotar a Muzan.
¡Tanjiro, respira! - Giyu pegó su oído a su corazón - ¡no está latiendo!
Giyu intentó reanimarlo, Tanjiro se encontraba reviviendo los recuerdos de sus antepasados. Algo malo estaba pasando, todo era hermoso y disfrutaba de la voz de Yoriichi, quien amaba el mundo hermoso en el que había nacido. Yoriichi quería acabar con Muzan, por su culpa también su familia había muerto. Observó cómo Yoriichi destrozaba a Muzan usando las 13 formas de la Respiración del Sol juntas. Sonrió al ver que Muzan no se regeneraba y el terror en sus ojos, era la expresión que buscaba desde que llegó aquella noche a su casa. La expresión que Kyojuro, Hakuji, Senjuro y absolutamente todos buscaban. Tamayo también tenía la mirada llena de esperanza hasta que Muzan escapó, pero siguió sonriendo al haberse librado de su control. Yoriichi había sido desterrado de los Guardianes de la Noche y su hermano se había convertido en demonio, era todo horrible. Tan solo el antepasado de Rengoku había intentado ayudarlo, cómo no, ellos siempre habían estado destinados a matar a Muzan. Yoriichi le explicó a su antepasado cómo era la Respiración del Sol, convirtiéndola en la Danza Sagrada del Dios del fuego. Tenía que despertar y vencer a Muzan como fuese.
Los Pilares seguían intentando debilitar a Muzan, pero incluso estando completamente compenetrados no podían contra él. Iban siendo heridos cada vez más, ni con toda la fuerza podían vencerlo. Al final Mitsuri fue herida gravemente y Obanai corrió a salvarla.
¿Q-qué? - Kyojuro se levantó confundido, por fin se había regenerado y lo primero que veía era el cuerpo de Kanroji sangrando - ¡Mitsuri!
Kyojuro corrió a verla, no podía creer que eso estuviese pasando. Estaba perdiendo mucha sangre.
¡Aún puedo pelear! - dijo Mitsuri intentando levantarse. Kyojuro y Obanai la detuvieron.
Has hecho suficiente - dijo incorporándose Obanai - vamos, Kyojuro.
Ganaremos por ti, Mitsuri - dijo levantándose el Pilar de la Llama.
Obanai corrió hacia Muzan recordando cómo Kyojuro lo había salvado cuando un demonio casi lo devora. Si no fuera por los Rengoku jamás habría conocido a Mitsuri, le debía más que su vida. Tenían que ganar como fuese.
Varios ataques sucedieron de las dos partes, aún quedaba demasiado para que saliera el Sol. Tomioka desistió de querer reanimar a Tanjiro, tenía que luchar por lo menos para ayudar, no podía seguir perdiendo el tiempo. La sangre de Muzan empezó a actuar en los cazadores debilitándolos. Por mucho que quisiera Kyojuro no podía atacarlo, tenía que defender a sus compañeros. De pronto un gato apareció saltando sobre ellos para tirarles un antídoto contra la sangre de Muzan.
Chachamaru - dijo Hakuji sorprendido. Era el gato de Yushiro.
¿Qué mierda es eso? - Muzan partió en dos al gato asombrado al ver cómo los Pilares se recuperaban - Tamayo... sigues jodiéndome incluso muerta.