Arriésgate Liz.

De Alleguerra

1.8K 574 2.5K

Muchas veces nos aferramos a relaciones que nos hacen daño, simplemente decidimos quedarnos por miedo a estar... Mais

Prólogo
Capítulo I: Conociendo A Raell
Capítulo II: Encuentro Fatal
Capitulo III: Raell Al Rescate
Capítulo IV: Se Terminó
Capítulo V: Ahogada En La Verdad
Capitulo VI: Mala Idea
Capítulo VII: En La Misma Habitación
Capitulo VIII: El Reto.
Capitulo IX: ¡Raell Traidor!
Capitulo X: Tu Paz, Es Mi Paz Liz
Capitulo XI: ¿Que Me Estas Haciendo Liz?
Capitulo XII: ¿Nos Daremos Un Tiempo?
Capitulo XIII: Todo Por Ella
Capitulo XIV: Desde Cero
Capitulo XV: Andrea Fuera De Control
Capitulo XVI: Te Casas Y Punto
Capítulo XVII: Te Lo Buscaste Aaron .
Capitulo XVIII: Hasta Nunca Aaron
Capitulo XIX: Al Perderte, Me Encontré ♥️
Capitulo XX: Solo Tú Y Yo
Capitulo XXI: Es Un Buen Partido 😏
Capítulo XXII: ¿Vives Con Él ?
Capitulo XXIII: Raiden
Reparto Masculino
Capitulo XXIV: Tu Mirada ♥️
Capitulo XXV: ¿Y Ahora Qué?
Capitulo XXVI: Celos
Capitulo XXVIII: Mi Luz
Capítulo XXIX: Malentendido.
Capitulo XXX: En Mil Pedazos
Capitulo XXXI: Dejar Ir
Capitulo XXXII: Perdonar Sana El Alma
Capitulo XXXIII: te Seguiré Amando
Capitulo XXXIV: Aun Dueles
Capitulo XXXV: ¿Raell Que Haces?
Capitulo XXXVI: Noticias
Capitulo XXXVII: La Cizaña En Forma De Cuñado
Capitulo XXXVIII: El Mirador .
Epílogo

Capítulo XXVII: Resentimientos

24 6 43
De Alleguerra

Últimamente la vida me ha sorprendido mucho con Raell, pasé de ser su acogida a ser algo más especial. Por una parte siento que no lo merezco, pero a la vez agradezco ese rayito de felicidad que estoy teniendo.

Anoche vimos películas hasta tarde comiendo hasta reventar el pantalón, hablando sobre nosotros y conociéndonos mucho más. La mejor parte fue el despertar, el sueño me venció tanto que terminé dormida en la cama con él.

Ya era de mañana y él seguía dormido, estaba boca abajo, su rostro dando hacia mi vista. Era tan guapo y varonil, me era imposible verlo con ojos de amiga ya. Este chico se ha portado tan bien conmigo y yo solo puedo ofrecerle mi dañada alma, más aquí está; dispuesto armar mi roto corazón.

Confío en él.

Sé que no me defraudará como lo hizo Aaron, Raell tiene principios y valores bien marcados y me lo ha demostrado muchas veces. Lo mejor de todo: no tengo que compartirlo con nadie.

Al fin podría tener una hermosa relación abierta con alguien que me quiere de verdad.

Claro, todo con calma. No podemos apresurar las cosas.

Una sonrisa se me escapa de los labios de solo imaginarlo, sin embargo; un punzada en el pecho me hace tener  muchas dudas aún porque siento que es muy pronto para salir con alguien. Aún tengo heridas recientes con Aaron a pesar de cerrar ese ciclo. Supongo que deberán ir sanando poco a poco.

En fin, decido no amargarme con eso y me levanto con cuidado para no despertarlo, hoy es sábado y no toca trabajo. Salgo en silencio de la habitación y me espanto horrible cuando tropiezo con Raiden en el pasillo.

Se cruza de brazos y me mira serio.

—Vaya pero mira, saliendo del cuarto de mi hermano —masculla irónico.

Su actitud me incomoda un poco, eso a él no le incumbe.

—Buenos días Raiden —saludo, intentando pasar por su lado pero me sostiene del brazo.

—¿Dormiste con él? —pregunta exigente.

Yo arrugo mis cejas por su atrevimiento, —Ese no es tu problema.

Me zafo de su agarre y entro en mi habitación furiosa ¿quién se cree para tratarme así y exigir explicaciones? Yo no le he dado ese derecho. Me recuerda mucho Aaron, con sus atropellamientos y malos tratos.

La puerta de mi cuarto se abre con brusquedad y casi se me caen los ojos al verlo entrar sin permiso.

—Vete de aquí Raiden, no te di permiso de entrar —le exigí.

Se acercó a mí de una manera tan rápida que ni tiempo de asimilar la situación me dio.

—Yo no necesito permiso para esto —sostuvo mi nuca y mi mentón y me besó.

Su agarre fue tan fuerte y demandante que me dejó bizca, su beso era feroz y necesitado. Su lengua se hizo paso a la mía y me besaba como todo un experto. Intenté empujarlo lejos y por más que lo intenté fue difícil, solo logré lastimarme los labios con el brusco movimiento.

Estaba desesperada, quería que me dejara en paz y no tuve opción que morder su labio. Se apartó de mí con brusquedad y se tocó el labio dolorido. No le dejé marca ni sangre, pero fue suficiente para alejarlo.

—¿Estas loca? —espetó enojado.

No pude con tanto descaro y le di una bofetada.

—¡No vuelvas a tocarme nunca en la vida! —ya estaba histérica—. Raell y yo estamos juntos y por tu bien espero que esto no se repita.

Sus ojos se ensombrecieron cuando dije que Raell y yo estábamos juntos.

—¿Osea que cogieron anoche? —su pregunta me hizo revolver el estómago.

Era tan pervertido y mal pensado que no tenía respeto alguno.

—Tu hermano no es un degenerado como tú —brame y me miró con rencor.

Creo que no debí decir eso, pero me hizo molestar.

—Tienes razón, no soy como él. Soy mejor —dicho eso, salió a zancadas de la alcoba.

Cerré los ojos ofuscada por lo que pasó. El drama no quería irse de mi vida.

Dejé de romperme la cabeza con eso y me fui asear para comenzar el día, salí hacer el desayuno y gracias a Dios no me encontré con Raiden. Las cosas se pondrían muy incómodas ahora que me besó. Es que no me sorprendía su arrebato, ya tenía tiempo en plan seductor y era cuestión de tiempo su ataque. Que locura. Soy un imán para los abusivos, exceptuando a Raell, mi chico era diferente.

Escuché pasos por el pasillo y me puse tensa, pero volví a respirar en paz cuando vi a Raell. Mi chico hermoso me vio y su sonrisa me iluminó la mañana.

—Huele delicioso —dijo llegando hasta mí. Me dio un beso en la frente y me miró con una Sonrisa, antes de sostener mi barbilla y dejar un casto beso en mis labios.

Quise más.

Así que tomé sus mejillas con mis manos y lo volví a besar, deleitada en sus suaves labios. El cosquilleo se hizo presente en mi vientre y quedé bizca en mi lugar. Nunca pensé disfrutar tanto un beso suyo.

—Ay Liz, vas acabar conmigo —susurró con su frente reposada en la mía.

—Solo fue un beso —dije tímida, mordiendo mi labio con pena.

—Si me lo das tú, no es cualquier cosa —volvió a besarme y cerré los ojos encantada.

Podía acostumbrarme a esto.

Llevé mis manos alrededor de su cuello y el sostuvo mi cadera con firmeza, como sino tuviera suficiente de mí. Delinee su labio inferior con mi lengua y ahogó un jadeo en nuestras bocas.

Las corrientes no dejaban de pasearse en mi interior con intensidad.

—Buenos días —dijeron de pronto y me estremeci en sorpresa.

Raell dejó mis labios y pusimos nuestra vista en Raiden. Nos veía serio, muy serio cruzado de brazos al otro lado de la encimera.

Ay no... Mi día se volvió aguar por su culpa.

—Hola hermanito —lo saludó Raell feliz como una lombriz.

Raiden no correspondió la alegría en ningún momento.

—Me voy, nos vemos luego —dijo amargado, dejándonos solos sin esperar una despedida.

Raell no hizo caso y me miró.

—Despertó de mal humor —comentó encorvado.

—Al parecer —me hice la desentendida. Donde sepa que su hermano me besó se le vuelan los tapones.

Continue rellenando los sándwich y él vino ayudarme, entre los dos preparamos el desayuno y nos sentamos a comer en tranquilidad, platicando y él haciéndome arrumacos todo el rato. Era tan bello. Así imposible no quererlo.

—Quiero visitar a mi papá hoy ¿me acompañas? —pidió y trague grueso.

Visitar a su papá significa conocerlo.

—¿Él piensa que somos novios por todo aquel rollo de Aaron? —pregunté temerosa.

Raell bebió de su jugo, —Así es, escuchó que somos novios pero todavía no lo enfrento con ese tema.

—¿Y qué le dirás? —pregunté nerviosa, mordiendo mi labio inferior.

—Qué nos estamos conociendo y qué te quiero muchísimo.

¡Venga! Que sino me enamoro de Raell estaría seca sentimentalmente, con tanta ternura.

—¿Crees que me acepte? —musite dudosa.

—Te va adorar, así como yo aprendí adorarte sin esperarlo.

—Bueno basta ya, porque estoy que te como a besos con tanto cariño —advertí divertida.

Ladeo una sonrisa con picardia.

—Entonces hazlo, yo no me pongo bravo —vino hasta mí y me envolvió en sus brazos. Besó mi cuello y Solté una carcajada por las cosquillas.

—¡Raell no, me da risa! —chille sin parar de reír.

El dejó una reguera de besos y cuando se detuvo lo miré, acomodó los mechones de cabello que tenía en el rostro detrás de mi oreja y nos miramos, perdidos uno en el otro.

—Si así se siente enamorarse, no quiero que se acabe —dijo acariciando mi mejilla.

Mi piel sintió un cosquilleo por su tacto

—Yo tampoco quiero que se acabe —fui sincera, era hermoso sentirse querida después de tanto llanto y dolor.

—Prometo hacerte feliz Liz, no quiero fallarte princesa.

Sus palabras me dieron mucha paz, porque era todo lo que pedía en mi vida.

—Lucharemos juntos para que esto funcione —le prometí también.

De verdad me encantaría que fuésemos felices.

—Poco a poco ¿no? —preguntó y asentí.

Nos dimos un corto beso.

—Bueno, vamos alistarnos para ir con mi papá —avisó.

Fui a cambiarme y me puse un Jumpsuit vinotinto corto, use zapatillas negras y dejé mi cabello suelto.

Fui con Raell y me observó encantado.

—El vinotinto te queda precioso —elogió enseguida—, seré el hombre más envidiado cuando me vean contigo.

Me sonroje. Sus palabras cargadas de cariño me ponían como un tomate.

Miré curiosa su camiseta, que también era vinotinto.

—Al parecer no soy la única que se ve bien con vinotinto —recalque.

Sonrió. Los dos teníamos un apego con ese color.

—Es que me encanta el Vinotinto y me encantas tú.

Se acercó hasta mí y me sostuvo de la cintura para quedar juntitos. Jugué con el cuello de su camisa.

—¿Lista para conocer a tu suegro? —preguntó y parecía tan irreal.

—Suena mentira todo esto —dije impresionada—, es increíble como mi ex novio nos inventó una relación que terminó siendo verdad.

—Avaces no entendemos las cosas que hace Dios, pero de algo si estoy seguro —acarició mi mejilla—. Nos Dan felicidad.

Y le creía, porque esto no se compara en nada a la agonía que vivía con Aaron.

Salimos de casa para ir con su padre y me sorprendió que no fuimos a la camioneta. Raell sostuvo mi mano y me guió por la acera del vecindario.

—¿iremos caminando? —pregunté extrañada.

—Si, mi padre vive a dos cuadras.

Me detuve a mirarlo.

—¿vivís a dos cuadras de tu padre y no lo visitas casi?

—Lo sé, reconozco que soy descuidado con eso —admitió.

—Bueno venga, si le caigo bien hoy viviré metida en su casa hablando mal de ti —bromee soltando una risotada.

—¿Ah si? Y yo viajaré a Valencia para despotricar con tus padres sobre ti también —jugó la misma carta.

Negué la cabeza y nos hicimos camino agarrados de la mano por el vecindario, después de ver tres perros y acariciarlos todos, llegamos a la casa Figueroa. Era igual de modesta y acogedora que todas las casas del lugar, pero el jardín era otra cosa, tenía muchas flores y un árbol de naranja en el frente. Me enamoré enseguida.

Pensé que me encontraría con una mansión gigante, pero no. Los Figueroa a pesar de tener mucho dinero, vivían como cualquier familia.

—¿Lista? —Raell me miró.

—Lista —sonreí, apretando su mano para darme ánimos.

Caminamos a la entrada y Raell abrió la puerta principal, por dentro el espacio era bastante parecido a la casa donde vivimos, pero con decoración de madera y colores barrocos. Me gustó todo, a pesar del silencio se sentía calidez de hogar.

—Debe estar en el patio, le gusta sentarse a jugar sudoku frente la alberca —me comentó Raell.

—¿Tienen alberca? —eso me dio ilusión. Amaba las piscinas.

—Si, en cualquier rato venimos a bañarnos —me dedicó un guiño.

Nos hicimos camino a la cocina, donde estaba la puerta corrediza que nos llevaría al patio. Efectivamente, su padre estaba sentado en una silla cerca de la piscina con un libro y un lápiz en su mano.

—Buenos días papá —saludó Raell, llamando enseguida la atención de su padre.

—¡Hijo, que dicha tenerte aquí! —se levantó rápidamente para venir a saludar.

Se dieron un abrazo.

—Lo mismo digo, siempre estás en la oficina —dijo Raell.

—Hoy no fui, dejé a Nicolás encargado.

Se sumieron en su conversación y me dediqué a detallarlos, de verdad se parecían a excepción que el padre de Raell tenía el cabello rubio y mi chico es castaño. Por las fotos de su madre en casa supe que había sacado eso de ella. El resto era una replica de su papá, el perfil, altura y porte.

—Ella es Liz papá, mi novia.

La voz de Raell me hizo aterrizar y trague grueso, cuando los verdes ojos del señor Figueroa me encontraron al fin.

Me dedicó una cálida sonrisa.

—¡Pero mira! Ya tengo la dicha de conocerte —me dio un corto abrazo—. Déjame decirte niña que te he conocido primero por referencias de mis amigos —comentó y me sonroje.

Ya sabía porqué.

» Mi ingrato hijo no te había traído sino hasta ahora.

Su amabilidad me llenó de confianza, no hablaba acusatorio sino con ápice de broma.

—Estábamos ocupados papá —se defendió Raell.

—Si, ya sé que viven y trabajan juntos —nos miró y mi vergüenza volvió.

—Liz ha pasado muchos procesos, luego te cuento.

—Me encantaría que ella me contara.

Me encorve de hombros. No es una Buena historia que contar, considerando que fui novia del mejor amigo de su hijo primero.

—Ya habrá tiempo, por ahora quiero enseñarle a Liz el jardín —Raell me salvó.

—Perfecto hijo, así voy con Adela a la cocina y le digo que prepare un rico almuerzo para comer juntos hoy.

El señor Figueroa se hizo camino a la casa muy animado.

Miré a Raell, con una sonrisa.

—Tu papá es muy simpático —admiti.

—Le agradaste, créeme —me dio un guiño—. Ven quiero mostrarte algo.

Me sostuvo la mano y me guió hacia el patio, al final de la piscina donde quedaba un invernadero. Mi barbilla casi cae al suelo cuando estuvimos dentro del lugar, había un rosal alrededor con rosas de muchos colores.

—Raell esto es precioso —jadee mirando todo.

Me acerqué a las rosas blancas, tocando sus bellos pétalos con mis dedos. Él me hizo compañía, colocándose detrás mío, su pecho tocando mi espalda.

—Mi mamá trabajó en este invernadero desde que era pequeño —comenzó a decirme y lo escuché encantada—. Venía aquí con ella y me sentaba a ver como cuidaba las rosas con agua y nueva tierra en las mañanas —su mano sostuvo la mía y la besó.

Me derreti por completo con su tacto.

» Una vez me dijo: cuando seas grande y tu corazón aprecie una chica sabiendo que es la indicada, quiero que vengas aquí y tomes una de éstas rosas —con su mano libre sostuvo una rosa blanca y la arrancó con cuidado—. Veas a esa chica especial a los ojos —me enfrentó para poder mirarme. Trague grueso al instante—, tomes su mano y arrodillado le entregues esa rosa, como señal de compromiso por ella y le prometas amor delante todas las demás rosas en este lugar.

Se arrodilló y sosteniendo mi mano, me entregó la rosa. Mis ojos picaron, apuntó de llorar y mi corazón dio un vuelco gigante.

—Raell...

—Liz yo, prometo amarte y cuidarte hasta que mi propia Luz deje de brillar... E incluso si caigo en oscuridad seguiré  luchando por ti —prometió sin dejarme continuar.

Yo sólo pude contener las lágrimas y recibir esa hermosa rosa y declaración que me hizo.

No podía creer tanta perfección y felicidad en este momento, nadie nunca había tenido un detalle tan bonito conmigo, mucho menos prometerme amor sincero como lo estaba haciendo Raell. Necesitamos más chicos cómo él en el mundo, eso es muy claro.

Me arrodille con él y sosteniendo sus mejillas, le di un corto beso. Quise alejarme pero él no me dejó, mantuvo sus labios sobre los míos y me aferre a su cuello. Nos levantamos sin separarnos y sus manos viajaron a mi cintura, acariciando con delicadeza mi piel a través del vestido. Quise más, estaba ardiendo por dentro y no quería separarme de él nunca en mi vida.

—Me encantas Liz —susurró entre besos y Solté un jadeo.

En eso, escuchamos como la puerta del invernadero se tiró de un portazo. Di un brinco en mi lugar y a lo lejos detecté la figura de Raiden alejarse.

—¿Qué fue eso? —preguntó Raell extrañado, no pudo ver nada porque estaba de espaldas a la puerta.

—La brisa seguramente —me hice la desentendida.

Lo menos que quiero es hablar de Raiden, que parece estar al acecho como un fantasma alrededor nuestro últimamente.

¡Que estrés!

Volvimos con el señor Figueroa y almorzamos con él, por suerte no vimos a Raiden y pasamos casi toda la tarde nosotros tres en un agradable rato. En la despedida el Señor Rubén -mi suegro- me pidió regresar cuando quiera. Al menos le caí bien.

Nos fuimos a casa y cuando llegamos fui a mi habitación para darme un baño, estaba acalorada y quería refrescarme antes de volver con Raell a su habitación para ver televisión. Nos íbamos a quedar de holgazanes lo que resta del día.

—¡A la hostia Raiden me tenéis harto! —oí gritos desde mi cuarto cuando pensaba quitarme el vestido.

Salí a ver que pasaba y me encontré con una escena terrible en la habitación de Raell, su maqueta del centro comercial estaba destruida en el suelo. Luego estaba Raiden, serio en un rincón del cuarto.

—¿Qué fue lo que hiciste? —le reclamé en cuanto vi ese desastre. Eso solo podía ser obra suya.

—Tú no te metas —me espetó irritante. Quise golpearlo.

—¡Si me meto, porque Raell me importa!

No me dejé aminalar.

Caminó desafiante hasta mí pero Raell lo detuvo de un empujón.

—¡Ni se te ocurra tocarla! —le advirtió—. Vete ya mismo de aquí.

—¿Y sino qué? —lo desafió.

—Raiden no quiero discutir vete, ya mucho hiciste.

—¡Defiéndete! Saca al Raell golpeador de hace años.

Raiden lo empujaba para provocarlo.

—¡Ya basta! Sino te vas tú, me voy yo —Raell pasó de nuestro lado y salió de la casa con un portazo.

Yo miré a Raiden con rencor.

—¿Qué pasa contigo, acaso perdiste el juicio?

—¡Vete al carajo Liz!

Salió de la habitación enojado y me quedé sola en la habitación de Raell, viendo su esfuerzo y trabajo duro durante meses destruido en el suelo.

¿En qué momento pasamos de la calma al desastre?

Con lo bonito que habíamos pasado el rato donde su padre.

Raiden no tiene compasión, hacerle eso a su hermano supera los límites de toda maldad. Sólo espero que esto no traiga consecuencias terribles entre ellos dos.

Que viendo la magnitud del problema, no lo dudaba mucho.

******

😔😔 Raiden fue muy cruel, la envidia lo está sacando de control.

Pero Raell sigue siendo un amor 😍 lo que hizo con Liz fue de lo más ajsldhaksbd ❤️definitivamente, necesitamos más Raell en el mundo.

No leemos mis ladies..

Las amo mucho 😉😘😘

Continue lendo

Você também vai gostar

1M 91.1K 44
Emma Brown es una chica que desde niña supo que todos los hombres eran iguales. Cuando creció se permitió salir con ellos pero dejando los sentimient...
1M 29.5K 32
Cuando las personas que más amas, te rompen, es difícil volver a unir esos pedazos. Victoria Brown, creía que cuando amas, la brecha para perderte a...
59.7M 1.4M 18
Sinopsis Kaethennis ha disfrutado de los placeres de la vida, mucho, casi se puede decir que demasiado. Un alma libre, al menos así se definiría el...
43.8M 1.3M 37
"You are mine," He murmured across my skin. He inhaled my scent deeply and kissed the mark he gave me. I shuddered as he lightly nipped it. "Danny, y...