Me lo he pasado muy bien contigo, nene - dijo dándole un beso en la frente y acariciando sus labios - volveré a visitarte muy pronto.
Nada más salir de la habitación Doma sintió su cabeza rodar, aunque ya se lo esperaba.
Vamos, vamos, ¿por qué estás siempre tan malhumorado? yo que quería que fuésemos como una familia - le dijo regenerando su cabeza sonriéndole.
¿No te llega la sangre al cerebro de mosquito que tienes o qué? ¿de las millones de personas que hay te tienes que acostar con el hermano del Pilar que te quiere matar? ¿eres siquiera consciente del problema que hubiese sido si os encuentra él en vez de yo? te juro que te voy a quitar esa sonrisa asquerosa de la cara quemándote al sol como si fueses una puta tostada, degenerado de mierda - Akaza apretó los dientes enfadado, ¿por qué Doma tenía que ser siempre tan imbécil?
Oh, Akaza-dono. Solo estábamos pasándolo bien. ¿Sabes? el pequeño demonio de las llamas es un mocoso lujurioso y masoquista, le encanta que le claven las uñas y los colmillos en su pequeño cuerpecito mientras se lo follan. ¿Y sabes lo mejor? ni siquiera tuve que pedírselo, todo fue idea suya. Es realmente maravilloso - dijo sonriendo de oreja a oreja.
Me das asco, Doma. No me puedo creer que seas capaz de acostarte con un niño y estar tan feliz - Akaza ni siquiera iba a pelear por lo que dijo, solo quería que se fuese ya.
Te equivocas, el motivo por el que estoy tan feliz es precisamente porque me acosté con él. De niño tiene el cuerpo, porque para lo demás... si hubieses visto cómo montaba - Doma se estremeció solo por recordarlo.
Ya te he dicho que me das asco, no me hables más de eso, es repugnante - dijo suspirando - y lárgate, como Kyojuro te vea te corta la cabeza.
Que lo intente si quiere, me divertire mucho viendo cómo intenta matarme con su ridículo cuerpo humano - respondió riéndose a carcajadas.
Te pasaste con el golpe que le diste, inútil. Le rompiste la punta de una de las costillas - le dijo enfadado.
Bueno, mis más sinceras disculpas. Su Respiración de las Llamas realmente me asustó cuando peleamos, era muy veloz para ser un simple humano - Doma tenía razón, Akaza tampoco era capaz de verlo cuando usaba la undécima forma y eso en un combate real asustaría a cualquiera.
Akaza logró que Doma se fuera por fin después de que hiciera muchas tonterías y espero en el salón a que Senjuro se levantase. Cuando el pequeño se levantó sonrió al ver que Doma le había dejado un regalo en la mesa.
Qué bonito - dijo observando el león de hielo que Doma había hecho para él, su hielo no se derretiría nunca. Senjuro se sentía atendido por Doma y eso le gustaba.
Salió de la habitación y se encontró a Akaza sentado en el sofá con una expresión seria, Senjuro pensó en lo peor y se quedó mirándolo.
Senjuro, ven aquí. Tenemos que hablar - le dijo indicándole que se sentará.
Senjuro se sentó a su lado y se quedó mirando hacia abajo, no quería hablar del tema.
¿Vas a contarme qué ha pasado? - Senjuro tragó saliva, se lo contaría sin más titubeos.
Doma y yo nos acostamos, yo se lo pedí - dijo alzando su mirada.