Senjuro bajó y de un golpe con el filo de su mano cortó la cabeza del ladrón, haciendo que saliese volando hasta la pared. El chico que estaba siendo asaltado lo miró aterrado y salió corriendo.
Cobarde - susurró Senjuro enfadado yendo a comerse el brazo del hombre que había matado.
Akaza y Senjuro siguieron saliendo a cazar muchas noches, pero el apetito de Senjuro no se acababa. Llevaba unos días ignorando a Kyojuro, odiaba saber que su hermano con lo fuerte que era solo era un simple humano.
Oye, vámonos ya a casa. Has comido como para un mes, no puedes seguir teniendo hambre - Akaza estaba ya cansado y saciado, quería ir a follar con Kyojuro.
¿Por qué? si nos lo estamos pasando bien - Senjuro realmente quería quedarse hasta que empezará a salir el Sol.
Honosho, si te acostumbras a comer mucho luego no podrás parar. Además llamamos demasiado la atención, hay Guardianes patrullando. Desde hace un rato siento su presencia. Es peligroso si mandan a un Pilar y te reconoce, imagina lo que le harían a Kyojuro - Akaza por una vez no pensaba solo en sí mismo, si descubrían que Kyojuro estaba escondiendo a su hermano demonio podrían condenarlo.
Pues que se convierta en demonio - le respondió despreocupado.
No es tan fácil, Honosho - si fuese tan sencillo ya lo habría hecho él - cuidado, siento una fuerte presencia. Cierra los ojos y esconde la marca de tu cuello, no pueden reconocerte.
Cómo jodes cuando quieres - Akaza lo cogió en brazos, si los encontraban por lo menos parecería que era un humano normal siendo secuestrado.
Akaza subió a un tejado a observar la calle, tenía que haber un Pilar por allí, si no no se explicaba de dónde venía esa fuerte presencia. Estuvo buscando entre la gente pero ninguno parecía un Guardián, algo iba mal.
Suelta al chico ahora mismo - Akaza se sorprendió al sentir una katana rozando su cuello y escuchar la voz de una joven.
Una chica, ¿eh? - dijo arrancandole la katana de las manos rápidamente, a lo que la chica dio una voltereta hacia atrás alejándose de él.
Akaza... - dijo sorprendida.
Eres un Pilar, ¿verdad? has sabido ocultar bien tu presencia. Me sorprende viniendo de una mujer, estoy realmente impresionado - Akaza le sonrió.
No quiero pelear contra ti, sé lo importante que eres para Kyojuro-san - Akaza borró su sonrisa al escucharle.
No íbamos a pelear igualmente, querida. No me gustaría herir un cuerpo tan precioso - Mitsuri se sintió incómoda por la forma de hablar de Akaza, era como si le tuviese aprecio solo por ser mujer.
Senjuro se sentía extrañado, ¿quién era? recordaba su voz con cariño pero no podía identificarla.
Akaza, conozco a Kyojuro-san desde hace años, él me habló mucho sobre ti. No hagas tonterías con Senjuro, él te quiere y confía en ti para cuidarlo. Y tú, Senjuro, deja de fingir. Tu hermano me mandó un cuervo explicándome todo. No te voy a hacer nada, solo quiero ayudarte - le dijo sonriéndole con confianza cuando el pequeño abrió los ojos y se bajó de los brazos de Akaza.
¿Y por qué debería confiar en ti? - Senjuro se sentía amenazado al ver que no reaccionaba como con los demás humanos, le hacía sentir inquieto.
Vamos a escuchar lo que tiene que decir - le dijo Akaza, quien sentía que era realmente interesante que una Guardiana pudiese ayudarle.
Estoy al tanto de tu situación, sé que tienes una fuerza comparada a la de una Luna Superior y no voy a enfrentarte a ti, no podría hacerle eso a Kyojuro-san. Yo le dije a Iguro lo que te pasó, Iguro se lo dijo a Sanemi-san y entre todos estamos intentando que el cuerpo de los Guardianes de la Noche sepa de tu situación y no te haga daño. No pelearemos contra ti, pero a cambio queremos que tú prometas que no te enfrentarás a ninguno de los nuestros - Senjuro miró a Akaza para saber qué debía decir.