Señor, ¿puedo decir algo? - Senjuro llamó la atención de Muzan, quien asintió - yo puedo ayudar a convencer a Kyojuro para que se convierta en demonio. Él muestra mucho aprecio por mí. Creo que debería intentarlo si me lo permite.
Akaza pensó - Dios mío, no tiene nada qué ver con Senjuro. Es realmente malvado. Tengo que cambiarlo y cuanto antes, mejor.
No solo eres guapo y fuerte, sino que también eres inteligente. Sabía que podía confiar en Akaza para supervisar tu entrenamiento - Muzan sonrió maléficamente - inténtalo, Honosho. Me gustaría ver de qué eres capaz.
Senjuro se estremecía cada vez que escuchaba su nuevo nombre salir de la boca de Muzan, era como si tuviese poder sobre él.
Doma apareció de la nada para interrumpir la reunión, "de verdad que lo voy a matar, ¿por qué siempre que estoy jodido vienes tú y me jodes más?" pensó Akaza.
Buenas noches, Muzan-sama - dijo Doma haciendo una pequeña reverencia - ¿así que tú eres Honosho? eres aún más bonito de lo que recordaba. No estás nada mal para ser un crío.
Ni tú para ser un viejo - Senjuro le respondió con arrogancia, igual que haría con cualquiera que no fuese Muzan o Akaza, siempre que el último se lo permitiera.
Muzan sonrió al ver al demonio tan perfecto que les había salido, tenía que ser por su ambición de querer ser fuerte como su hermano. Podría ser un buen sustituto de Nezuko si todo salía bien.
Diré una última cosa antes de acabar esta reunión: Honosho, ve con Akaza y hazte más fuerte. No tienes idea de cuán importante eres para mí, hoy ha nacido un demonio que cambiará el transcurso de la historia de los demonios - Muzan no podía evitar sonreír al pensar en su nuevo y perfecto demonio, tenía las expectativas muy altas.
Sí, señor. Pienso cumplir con mi deber - le respondió estremecido.
Tanto Akaza como Senjuro volvieron a aparecer en el mundo normal. Akaza lo miró enfadado.
¿Estás loco? ¿cómo se te ocurre ofrecerle eso? - Akaza no podía estar más cabreado con él, se supone que simplemente era un demonio para sobrevivir, no para empezar a actuar como uno.
Pensé que era lo mejor, así será más fácil que Kyojuro sea un demonio y deje atrás su inútil vida de humano - Senjuro adoptó una postura de ataque - sigamos entrenando, Akaza-sensei.
No, por hoy está bien. Tenemos que ir a que comas algo, si no, no podrás ser más fuerte. Pero tengo mis condiciones - Akaza no iba a darle rienda suelta a Senjuro, entonces sería incontrolable - no puedes matar gente que no lo merezca ni mujeres. Solo debes matar hombres que veas cometiendo delitos.
¿Y por qué? - Senjuro se sentía extrañado ante su petición, ¿qué diferencia había entre unos humanos y otros?
Porque lo digo yo, Honosho. Sígueme - Akaza saltó hasta llegar a los árboles.
Una vez que llegaron a la ciudad Akaza fue buscando por los callejones a algún delincuente hasta que encontró a uno que estaba intentando robarle a un chico.
Mira, ven - Senjuro se asomó a ver - ese tipo de gente es a quien puedes matar, pero sin hacer un numerito o vendrán Guardianes de la Noche sospechando. Simplemente te lo cargas y te lo comes cuando la víctima huya. Una vez que conozcas la ciudad nos separaremos, si vamos juntos llamaríamos mucho la atención. Procura que no te descubran... enséñame cómo lo haces.
Senjuro bajó y de un golpe con el filo de su mano cortó la cabeza del ladrón, haciendo que saliese volando hasta la pared. El chico que estaba siendo asaltado lo miró aterrado y salió corriendo.
Cobarde - susurró Senjuro enfadado yendo a comerse el brazo del hombre que había matado.