JungKook procuró no hacer mucho ruido mientras entraba al departamento. Aún era temprano y no sabía si su prometido ya se había despertado o no.
Esa misma mañana había tenido que hacer un viaje rápido a la empresa debido a que era inicio de mes y, como era costumbre, tenían una reunión general que duraba alrededor de cuatro horas. Y sí. Todos odiaban ese día en el que tenían que presentarse a la oficina a las 5:30 AM, pero no había de otra. Después de todo, en la reunión se trataban diversos temas, entre ellos, las vacaciones de todos los empleados. Parecía que era lo único que querían escuchar.
Ese día el asunto terminó más rápido de lo planeado. Sus empleados se habían acordado de que era su cumpleaños, así que lo felicitaron, le dieron unos cuantos presentes y así fue como la reunión se acortó más de lo normal. En el fondo sabía que tal festejo había sido únicamente una excusa para librarse del aburrimiento de la reunión, pero lo dejó pasar.
Se quitó la chaqueta y la colocó en el perchero, arrugando ligeramente la nariz cuando un conocido aroma llegó hasta sus fosas nasales junto a un estruendoso golpe metálico.
Seguido de eso, un grito se dejó escuchar.
--- ¡Aaaah!, ¡Noo, el bowl!--- chilló TaeHyung. Parecía que estaba sufriendo en la cocina y por ellos era que no se había percatado de su llegada.
Observó al castaño de espaldas, lavando aquella cosa metálica gigante que había soltado anteriormente. Creyó que había tirado algo de comida, pero al parecer no había sido así, puesto que todo estaba limpio y en orden. Quizás solo el bowl metálico se resbaló de entre sus manos justo antes de usarlo.
--- ¿125,981 menos 6,374?--- preguntó el azabache mientras tomaba al otro por la cintura, quien casi sufrió un infarto debido a ello. ¿¡Por qué no avisaba que estaba en casa!?
--- ¡Ah!, ¡119,607!--- se recargó contra el granito y maldijo a saber cuántas veces, con una mano en su pecho, quejándose así del pequeño susto que le había provocado--- ¿Qué haces?, ¿¡Acaso quieres matarme!?--- encaró al presidente, aunque lo único que recibió fue un profundo beso en sus labios que lo obligó a guardar silencio momentáneamente.
Las manos del menor subieron al cuello ajeno y sus dedos se encargaron de dejar delicadas caricias en el área mientras sus bocas y cuerpos permanecían unidos.
TaeHyung gimió al sentir como un bulto muy duro chocaba contra su parte baja. Sin duda alguna su novio era un joven hombre muy sano.
--- Osito, mi amor. Ya estoy aquí--- habló bajo antes de atrapar nuevamente los labios ajenos en un demandante beso.
El universitario no sabía qué hacer. Estaba cocinando un desayuno especial para el cumpleañero, pero este parecía tener deseos de comer otra cosa en esos momentos. ¡No podía negarle nada ese día!, ¡Pero tampoco podía descuidar lo que estaba en el horno!
Sus manos no se quedaron quietas y pronto toquetearon los abs de su novio, deslizándose poco después sobre sus duros pectorales, aunque de ahí ya no las pudo sacar, puesto que un fuerte agarre presionó su muñeca.
TaeHyung se quejó y bajó la mirada, algo avergonzado por cómo estaba siendo examinado bajo esos oscuros ojos.
--- Tienes un golpe aquí. Esta parte está hinchada--- señaló. ¿Cómo es que se había dado cuenta? Se preguntaba el de cabellos chocolate mientras intentaba tapar su mano con el suéter para que dejara de verlo--- ¿Qué sucedió? Debería de llevarte al hospital para unas radiografías...
Con un rostro avergonzado, el más joven negó rotundamente el querer ir a revisarse. Y es que, estaba bien. Solo había tenido un pequeño accidente con su máquina de coser. No había necesidad de preocuparse. De hecho, aún si tenía alguna que otra herida en sus dedos, no importaba.
Era un día especial y la prioridad era celebrar juntos.
--- Necesito terminar el desayuno, Don Perfecto--- le hizo saber--- solo fue un pequeño golpe, estoy bien.
De verdad deseaba que le hiciera caso y que olvidara el asunto. Pero evidentemente el pelinegro no dejó las cosas así y sin decir ni una palabra más, se lo llevó al hospital, donde el doctor Park lo atendió de inmediato.
En consecuencia, JiMin llegó a presenciar el show. ¡Siempre se aparecería si su amigo pisaba el hospital de sus padres!
--- ¿Te duele mucho?--- preguntó el pelinaranja mientras quitaba del camino al preocupado presidente, quien se enfadó por su acción, pero decidió no hacer o decir nada únicamente por su prometido--- Amigo, eso te pasa por hacer cochinadas extremas, seguramente.
TaeHyung frunció el ceño y le dió un puñetazo a su mejor amigo, quien comenzó a quejarse exageradamente del dolor mientras se sobaba. Era obvio que estaba jugando, aunque sí le había dolido en serio.
- ¡Qué malo eres!, ¡Encima de que vengo a verte!--- le apretó la mano herida y el menor gimoteó adolorido, por lo que no pudo evitar burlarse con unas sonoras carcajadas--- con que así suenas por las noches~ siempre tuve curiosidad.
Bueno, eran amigos y era normal que bromearan, sin embargo, JungKook sentía que había un límite. ¡Él estaba presente escuchando sus tonterías!
Se acercó hasta ambos jóvenes y miró directamente al de cabellos zanahoria, quien se congeló en su lugar, algo intimidado. Sin duda alguna, esa aura le quedaba bien al mayor.
--- Vuelves a lastimar a mi osito y te parto la cara--- acarició el lugar en donde estaba la venda colocada y miró a su novio, quien se estaba mostrando algo tímido por su comportamiento.
--- Gracias, pero estoy bien...--- habló en voz baja, dejándose mimar por el contrario. Cosa que realmente le estaba frustrando. ¡Estaban en el hospital en lugar de estar celebrando el cumpleaños del amor de su vida!
Los tres se sentaron en la sala de espera y guardaron silencio. No tardó el señor Park en aparecer con unos papeles en las manos y una sonrisa amable.
--- ¡Estás bien! Solo te dolerá por algunos días debido al área del golpe, pero si compras algunos analgésicos, te sentirás de maravilla--- informó.
JiMin abrazó a su amigo.
--- Me alegra que no sea nada grave--- mencionó mientras veía la herida cubierta--- ya no vuelvas durante algún tiempo, ¿Okay?
TaeHyung asintió con un movimiento de cabeza. Su amigo siempre se preocupaba por él. Le agradaba tener seres queridos que velaban por su bienestar.
Con una corta despedida, la pareja salió del hospital y se regresaron al departamento. Aunque el universitario en ningún momento ignoró el comportamiento tan lindo de su futuro esposo, quien deseaba cargarlo todo el tiempo a pesar de que no tenía heridas en los pies.
Fue acomodado en la cama y los zapatos desaparecieron con un delicado movimiento por parte del fornido, quien cubrió a su prometido con las mantas. En verdad que lo estaba tratando como si hubiera enfermado gravemente.
--- Jeon... El único que necesita reposo aquí eres tú--- le recordó el problema que habían tenido hace no mucho tiempo, donde por exceso de trabajo el azabache había terminado en el hospital--- ¡Además es tu cumpleaños! Yo... ¡Yo quería llevarte al parque de diversiones! Planeaba hacer una comida muy especial para los dos y darte tu regalo--- murmuró con un tono de voz más que débil--- Y hacer el amor hasta el puto amanecer...
Con ojitos brillantes y amenazando con llorar, TaeHyung recibió un fuerte abrazo que provocaba que se cuestionara porqué aquel hombre tenía que ser tan bueno con él su tan solo era un joven normal, un universitario que venía de una familia pobre y pequeña, pero de buenos valores. ¿Por qué era tratado como el objeto más preciado del mundo si sentía que no había hecho algo como para merecerlo?
--- ¿En serio habías planeado todas esas cosas por mí?--- inquirió el presidente mientras tomaba la mano libre del otro, buscando hacerlo sentir reconfortado, consolarlo--- mi amor, no llores. Podemos hacer todo lo que querías, pero no hoy. Estás lastimado y tengo miedo de hacerte daño.
El sonido del reloj era lo único que podía escucharse en la habitación. Ambos estaban sumidos en un cómodo silencio. Y claro, es que si TaeHyung comenzaba a llorar, seguramente nada lo calmaría dentro de un buen rato.
--- ¿Por qué no hacemos todo otro día? Comamos lo que preparaste y descansemos en la cama. ¿Qué dices, mi vida?
¿En serio tenía que preguntarlo de esa manera? ¡Lo que el cumpleañero quisiera! Aunque no pudo cumplirle la petición respecto a no llorar, puesto que una lluvia de lágrimas saladas se regó desde sus preciosos ojos oscuros hasta caer sobre las mantas de la cama.
--- Gracias por esforzarte, mi príncipe. Te prometo que disfrutaremos todo cuando mejores.
N.A: Yo que ustedes no me quejaba de lo "aburrido" que está esto. 🥴
Se viene, se viene... En la parte 41...
Por cierto. ¡Gracias por las 4k! Yay
Los tqm, lectores y fantasmitas.