Kyojuro, voy a... - no pudo acabar cuando los dos dieron un salto del susto.
Her-hermano - Kyojuro escuchó los llantos de su hermano en la habitación de al lado y puso las manos en el pecho de Akaza para levantarlo.
Muévete, ya seguiremos luego - Akaza le miró molesto y se levantó, ya sabía que iba a odiar a ese crío - escóndete por ahora, cuando lo haya calmado le explicaré la situación.
Qué niño más mimado... - dijo saliendo por la ventana, estaba realmente fastidiado.
Senjuro, no llores, ya estoy aquí. No pasa nada - Kyojuro entró a la habitación y limpió sus lágrimas consolándolo - ¿estás bien? ¿te duele algo?
Me duele mucho aquí - dijo tocándose el lugar donde se había golpeado.
Se te pasará, no te preocupes - abrazó a Senjuro para tranquilizarlo.
¿Dónde estamos? - dijo el menor ya intentando que no salieran más lágrimas de sus ojos.
Senjuro, tengo que explicarte algo... - el mayor tomó sus manos - es una historia muy larga y podría aburrirte con detalles, pero creo que eres lo suficientemente mayor como para entenderme, y por eso quiero decírtelo sin rodeos, ¿entiendes?
Sí - Senjuro lo miraba atentamente.
Mira, Senjuro, he conocido a alguien, y ese alguien es... un demonio - Senjuro lo miró sorprendido sin decir nada - y lo quiero, Senjuro - suspiró al por fin soltarlo - por eso después de lo que ha pasado con papá creo que lo mejor es que estemos con él aquí, es fuerte y me prometió que no haría nada. Yo confío en él, y necesito que tú también lo hagas. Cuidaré de ti hasta que puedas valerte por ti mismo... no, hasta que tú quieras. Nadie podrá separarnos nunca, te lo prometí.
Kyo... tengo mucho miedo - dijo tapando sus ojos con las manos.
Lo sé, lo sé, pero confía en mí, todo saldrá bien. Piensa en Nezuko-chan, ella es un demonio bueno, pues este igual. Jamás dejaré que te pase nada. Eres lo único que tengo de madre - le respondió el Pilar apenado. Si alguna vez Akaza rompía su palabra lo mataría, no le importaba cuánto lo quería, su hermano era más importante.
Akaza escuchaba desde la ventana todo, "conque me quieres, Kyojuro" pensó. Tan pronto como el niño se acostumbrará a él los convertiría en demonios a los dos, tendría a su pareja de hermanos de las Llamas. ¿Quién sabe? igual podrían ser como Gyutaro y Daki, eso sería increíble, tendrían una gran habilidad para el combate. A Akaza se le erizaron los pelos de todo el cuerpo solo de pensar en la fuerza que llegarían a tener. Valdría la pena cuidar a ese mocoso.
¿Y dónde está él? - preguntó Senjuro confundido.
Ha salido, pero volverá dentro de nada - Kyojuro le sonrió - mañana intentaré ir a casa a por tus cosas, te traeré tus libros y tus juguetes. Perdona por no tener nada con lo que distraerte ahora.
Akaza puso los ojos en blanco y se resignó, haría como que volvía sin más, todo sea por su Kyojuro. Llamó a la puerta de la habitación y vio al pequeño, que se asustó al mirarlo a los ojos.
Tercera Luna... ¿¡Superior!? - dijo mirándolo con terror.
Senjuro, por favor, tranquilízate, no te va a hacer nada - decía Kyojuro sin soltarle la mano a su hermano, que temblaba de miedo.
Akaza lo miró serio pero tratando de no verse enfadado, tenía que ganarse su confianza, tenía que tragarse sus palabras, así que decidió agacharse para quedar al nivel del menor.
Buenas noches, Senjuro-kun - dijo con voz tranquila ofreciéndole su mano para saludarlo.
Senjuro tragó saliva intentando tranquilizarse y pensó - vamos, Kyojuro confía en él, por algo será. ¡No seas cobarde, Senjuro! - él también le tendió la mano - h-hola.
Ambos entrelazaron sus manos saludándose, Senjuro se sintió un poco mejor al ver que fue capaz de darle ese apretón a pesar de todo el miedo que sentía.
¿Tienes hambre, quieres comer algo? - le preguntó al pequeño.
¡Sí! - respondió Kyojuro, estaba muerto de hambre.
No hablaba contigo, tonto. Hablaba con tu hermano - dijo mirándole sorprendido, de verdad sentía que tenía que cuidar de dos críos, porque mentalmente eso era lo que le parecía Kyojuro. Suspiró aguantando la paciencia - compré comida hace poco, ¿tú sabes cocinar, no?
Sí - le respondió Senjuro.
Vale, pues hazte algo. Y también al cabeza hueca de tu hermano, que le va a dar algo sin no come - dijo levantándose para salir por la puerta.
¿Cómo que cabeza hueca? - Kyojuro le miró enfadado y Akaza solo le sonrió burlón marchándose.
¿Adónde va? - le preguntó Senjuro.
Ni idea, pero vamos a comer algo, me muero de hambre - sonrió a su querido hermano, menos mal que se había calmado. "Todo irá bien, Kyojuro" pensó.