Narra ______ (Tn)
Cuando escuché las palabras de Calum pensé que podía estar bromeando ¿En qué mundo tan cruel vivía?
No importaba cuan doloroso o sorprendente era que el destino quisiera restregarme en la cara que Calum jamás me vería de esa manera. Connor tenía razón. Debía dejar de pensar en alguien que no me quería, que solo me dañaba. Pensé en seguir siendo su amiga, pero era extremadamente difícil ¿Cómo ser amiga de alguien por quien sientes más que una amistad y encima sale con tu hermana?
Recordé sus palabras. ¿Le pediría noviazgo a mi hermana? Si el hecho de que salieran me causaba dolor, que fueran novios acabaría por destruirme.
—Hola. —me saludó Ariana entrando a mi habitación. Hoy se quedaría aquí y hablaríamos con Ian por Skype.
—¿Por qué tardaste? —le pregunté sin quitar la vista de la computadora.
—Porque la Sra. Gina no me dejo salir hasta que hiciera mi cuarto. —me respondió bufando para luego tirarse en mi cama.
—En eso se parece a tu mamá. —dije riendo.
—¿Qué haces? —preguntó incorporándose para poder ver la pantalla de la computadora.
—Viendo que ha pasado allá en nuestra ausencia. —dije apuntando una foto de uno de nuestros compañeros.
—Mmm... ¿Algo bueno?
Negué rotundamente.
—Nada puede ser mejor que esto. —respondí mirándola y haciendo que ella sonriera cómplice—. Le hablo enseguida a Ian.
Le mandé un mensaje a Ian para que se conectara por Skype y luego le mandé una videollamada la cual aceptó casi al instante.
—What's uuuuuuuuuup —dijimos las dos al unísono.
—Hola, par de tontas —nos saludó él haciéndonos reír.
—¿Cómo has estado? —fui la primera en preguntar. Sonreí al ver su guitarra detrás. Seguramente había estado tocando antes de que lo llamara.
—Bien, todo ha estado tranquilo por acá. —respondió con seguridad—. ¿Y ustedes?
—De maravillas, ni te imaginas. —le dijo Ariana sonriente.
—Ya veo que ni me extrañan. —dijo haciéndose el sentido, pero a nosotras no nos importó. Ian siempre nos había recriminado lo malas que éramos con él. Claramente exageraba todo.
—¡Como crees! Esto es lo mejor. —dije más eufórica que Ariana.
—Entonces no les va a importar saber... —comentó sonriente dejando la oración en el aire.
Puede que siempre haya sido un tonto, pero sabía cómo atraparnos.
—¿Saber qué? —preguntó mi amiga.
—Quien las va a ir a ver...
—¡Vas a venir! —grité como loca a lo que él asintió riendo—. ¡Eso es tan genial!
Podía sentir mi felicidad aumentar, es más, casi podía sentir mis lágrimas asomar. No la estaba pasando muy bien últimamente y tenerlo acá me ayudaría montones.
—¿Y tú no estás contenta? —le preguntó a Ariana haciéndose el interesante.
—Ni ahí. —respondió haciendo que él riera.
—Mueres por mi Ariana, reconócelo. Ambas lo hacen.
—Ni en sueños. —respondimos las dos riendo.
—Romperé mi chanchito de toda la vida solo para ir a verlas y ustedes me tratan así. —comenta haciéndose el dolido.
En ese momento sonreí emocionada. Puede que generalmente no habláramos abiertamente de lo mucho que nos queríamos, pero podíamos saber que lo hacíamos. Con pequeños gestos como el de Ian nos demostrábamos que éramos importantes para el otro.
De cierto modo me sentí mal, porque no quería que él gastara sus ahorros en nosotras, pero también sabía que no lo hacía totalmente por nosotras, sino también por él. ¿Quién no querría conocer el mundo?
—Sabes que no tienes que hacerlo. —le dije haciendo que él me mirara como si estuviera loca.
—Mis amigas están viviendo en Australia ¿y tú crees que no querría aprovechar mis ahorros en un viaje así?
Su lógica que me hizo reír. La verdad es que yo también lo pensaría, aunque me costaría más tomar la decisión. Pero probablemente terminaría dejando que mi instinto me guie.
—¿Cuándo llegas? —le preguntó Ariana.
—Viernes por la noche. Quizá muy por la noche. —aseguró.
—¿Bromeas? ¡Mañana es viernes! —grité muy emocionada.
La llegada de Ian significaba dejar de pensar en todos lo dramas que me estaban rodeando en Australia y pasarlo bien con mis amigos. Es fácil olvidar todo lo malo cuando los tienes a ambos, sobre todo a Ian, porque es un tonto que no para de hacerme reír.
—Así es. —respondió con una sonrisa.
—¿Y dónde te quedaras? —le preguntó Ariana—. ¿Ya pediste una pieza de hotel?
—¿Estás loca, Ariana? Es un cerdito, no un árbol de dinero. —respondió haciéndome reír—. Supongo que mis buenas amigas me hospedaran.
—Tú estás loco, si vienes es bajo tu responsabilidad. —dijo Ariana haciéndose la graciosa.
—¿Por cuánto te quedas? —le pregunté intentando pensar cómo lo haríamos.
—Solo por el fin de semana, no se preocupen. —volvió a asegurar.
Luego de eso Ian se encargó de contarnos cosas que estaban pasado por nuestro país. La verdad es que no habían cambiado tanto las cosas. Se podía hasta pensar que era aburrido comparado con Australia. No pudimos hablar mucho, porque en Chile ya era de día y debía irse al liceo.
Después de eso llamé a mamá para hablarle sobre estos días en Australia. Ella siempre disfrutó despertarse temprano, así que no sería un problema encontrarla dormida. Le conté sobre el viaje de Ian y ella se alegró por mí, porque siempre le agradó él.
Mamá me hizo llamar a Kiara, así que estuvimos un rato hablando las tres. Todo el momento en el que hablamos estuve asustada pensando en que Kiara podría traer el tema de Calum, pero Kiara nunca fue de hablar de novios con mamá. Pero tampoco estaba acostumbrada a una relación seria. Entones todo eso me hacía dudar si tendría que escucharlas hablar de Calum.
No me extrañaba que Kiara no reconociera a Calum de los grupos que me gustaban, porque ella jamás fue muy observativa. Puede que si escuchara alguna de las canciones podría reconocerla o pensar que ya la había escuchado antes. En estos momentos me agrada que sea así.
—¿Cómo estás con lo de Calum? —me preguntó Ariana de repente.
No respondí de inmediato, porque la verdad era que ni yo sabía la respuesta. Claramente no estaba bien, ¿quién lo estaría? Obviamente me dolía, pero también lo comprendía. Ninguno de ellos era una mala persona, por lo que el estar juntos no debería ser algo malo. Lo que estaba mal eran mis sentimientos.
—Estaré bien. —reconocí mirándola.
—Lamento que todo eso haya terminado así. —dijo mirando hacia sus manos.
Yo también lo lamentaba.
—Vinimos aquí porque queríamos viajar, aprender, mejorar. —le dije haciendo que ella me mirara y sonriera.
—Hablando de aprender y mejorar... —comenzó acercando la mochila que había traído con ella—. ¡No entiendo nada de historia!
Reí y asentí. Estar en Australia no era solo diversión. En algún momento tendríamos que volver y allí necesitaríamos buenas calificaciones. Eso nos serviría para entrar a la universidad y empezar nuestra vida.
Luego del trabajo duro decidimos que lo mejor era dormir. Que Ariana viniera se estaba volviendo costumbre y que a Joy no le molestara nos facilitaba las cosas. Todo estaba siendo igual que en casa.
Ya estaba a punto de entrar en un profundo sueño cuando sentí mi teléfono sonar.
—"¿Kiara?" —pregunté un poco confusa con voz ronca.
—"Lo siento mucho, hermanita, pero tenía que contarte" —dijo emocionada. Vaya, ya se estaba pareciendo a cuando salía con sus amigos y me despertaba cuando llegaba a la casa para contarme cosas.
—¿Qué paso? —preguntó Ariana reincorporándose a mi lado. Le hice una seña al celular mostrándole que era Kiara.
—"¿Sigues ahí, ______ (Tn)?" —preguntó mi hermana.
—"Sí, sí." —le aseguré—. "¿Qué querías decirme?"
—"No sé si es bueno o malo, pero... ¡Calum me propuso ser su novia!"
Me desperté por completo ante la noticia. Casi había olvidado que Calum le pediría ser su novia. Ni siquiera mientras dormía podía realmente olvidar todo. Sinceramente no me esperaba que lo fuera a hacer. Qué tonta, ¿no?
Algo en mi mente me susurró un "Te lo dije" y era cierto, sabía que nunca tendría posibilidades con Calum y aun así me hacía tontas ilusiones.
Ariana me miraba sin decir nada, pero algo me decía que había escuchado. No lo dudaba, porque cuando Kiara me contaba cosas por la noche solía ser un poco más bulliciosa.
—"¿_______ (Tn)? ¿Sigues ahí?".
—"Si... Si... Lo siento." —tartamudeé. Ariana me miró para que prosiguiera—. "Estoy feliz por ti."
En cuanto las palabras salieron de mi boca sentí mis ojos picar. Se estaba haciendo tan difícil continuar y fingir. ¿Cómo podría aguantar esto?
—"Yo también." —dijo relajada—. "Es un buen tipo, tenías razón sobre él."
—"¿En serio te gusta?" —pregunté sin darme cuenta. Creo que inconscientemente quería saberlo. Necesitaba saberlo.
—"Bueno, ya sabes que pienso sobre esas cosas..." —comenzó diciendo dudosa—. "Pero siento que podría ser diferente con él, ¿sabes?"
—"Si, ¿sabes?" —la corté antes de que pudiera explicarme con mayor profundidad—. "Tengo que dormir. Mañana tengo clases y después Ian... Hablaremos más tarde, te quiero."
No esperé a que me respondiera, porque no lo necesitaba. Solo quería que eso terminara, porque no sabía si podría seguir escuchándola sin ponerme a llorar y que ella lo notara. Quizá con el tiempo se volvería más fácil.
¿Qué pasaría si es como Kiara dice? ¿Qué pasaría si es diferente y ellos...?
No. Un problema a la vez.
—_______ (Tn)... —empezó Ariana, pero antes de que pudiera decir más la interrumpí.
—Estoy cansada, Ariana. Quiero dormir.
Me di la media vuelta y cerré mis ojos con fuerza soltando las lágrimas que estaban acumuladas.
Sé que soy una chica débil y muy sentimental. Muchas veces mi madre me había dicho que si seguía así terminaría herida y que ella no quería eso, pero no podía evitarlo. Mis sentimientos eran algo muy poderoso en mí y en esos momentos sentía cosas por Calum. Sabía que debía sobrellevar eso, pero eso no me quitaba el dolor. Olvidaría a Calum, aunque eso me destrozara y me matara lentamente.
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*Capítulo corregido*