Capítulo 41
Domingo 4:32 am
Abrió los ojos de repente en cuanto sintió la presencia de una persona en su habitación y se sentó sobre la cama intentando encender la luz para descubrir de quién se trataba.
—Tranquilo, soy yo… —Susurró el moreno haciéndolo volver a recostarse—. No pasa nada, amor.
Liam lo miraba sorprendido, talló sus ojos para asegurarse de que lo que veía era real y no se trataba de un simple sueño. Miró hacia el reloj que yacía en la mesa junto a su cama, eran las 4am. —¿Qué mierda está pasando, Zayn? —Preguntó y volvió a intentar encender la luz.
—No lo hagas… —Rogó el moreno deteniendo la mano del chico—, no querrás verme en estos momentos… —Bajó la mirada y dejó salir un suspiro, continuaba sosteniendo la mano de Liam y había comenzado a acariciarla con las yemas de sus dedos.
La luz dentro de la habitación era casi nula, las siluetas alcanzaban a distinguirse por la poca luz que se colaba entre las cortinas de la ventana cada que un automóvil pasaba por la calle.
Zayn comenzó a subir su mano hacia el rostro del castaño lentamente. Se sentía muy culpable por estar ahí arriesgando a su chico de esa manera, sin embargo no había sido lo suficientemente fuerte para evitarlo. Esa noche lo necesitaba más que nunca, necesitaba estar cerca de Liam y que éste le dijera que las cosas iban a estar bien.
Al salir de Birmingham condujo directamente hacia Londres, sabía que eso implicaba riesgos extremos y a pesar de eso allí estaba, rendido ante el amor tan grande que sentía por Liam. Simplemente no lo podía dejar, no podía ser tan fuerte como para abandonar a la persona que había llegado a revolucionar su vida.
Había dejado el automóvil de Aldo a unas cuantas cuadras del edificio para evitar que si llegaban a encontrarse con éste no pudieran dar con Zayn. También había comenzado a planear algo que lo ayudara a poder entrar a su apartamento sin correr riesgo, pues necesitaba conseguir dinero antes de que la situación se volviera más grave. Con el poco efectivo que tenían sería imposible conseguir salir del país, de cualquier manera, legal o ilegal.
—¿Qué ocurre? —Mencionó el mayor, había notado la extraña actitud de Zayn—. ¿Estás bien?
Se sentó sobre la cama junto a las piernas de Liam. Negó con su cabeza. —Necesito que confíes en mí y no hagas ninguna pregunta. —Le dijo, aún no habían dejado de susurrar como si temieran despertar a los vecinos a pesar de que era imposible que los escucharan—. Lo mejor es que tú te mantengas al margen de todo esto.
Liam se levantó de la cama al instante y antes de que Zayn pudiera detenerlo, encendió la luz. —Necesito que me expli… —Intentó decir y se detuvo en cuanto se dio cuenta de lo sangrado que se encontraba el chico. Llevaba toda la ropa manchada de sangre e incluso parte de la cara. Su cabello estaba muy alborotado y su rostro llegaba a mirarse desafilado, como si éste se encontrara con un cansancio físico absoluto—. ¡Zayn, qué mierda!
—¡No, espera, no te alteres, Liam! —De igual manera se levantó de la cama y fue hacia el chico tomándolo de las mejillas para tranquilizarlo—. Estoy bien, te lo juro, yo estoy bien, estoy bien… —Habló mirándolo a los ojos—, no pasa nada, Li…
Tardó en responder, respiraba agitado y sentía su corazón latir con fuerza. Comenzó a mirar al menor de arriba hacia abajo, era obvio que algo había pasado y comenzaba incluso a pensar en lo peor. Estaba consciente del empleo de su novio y sabía que podía tratarse de un gran crimen que acabase de cometer. Tragó saliva y volvió su mirada hacia él. —Necesito que me expliques en este momento qué es lo que está pasando, Zayn. —Se alejó de él y cruzó sus brazos—. Me he pasado toda la maldita tarde llamándote, no sé qué está pasando, pero no soy imbécil y sé que se trata de algo grave. ¿Dónde está Louis? ¿Por qué todos desaparecieron de la nada si se suponía que cenaríamos juntos?
Cerró los ojos negando con su cabeza y se recargó contra la pared. —Te juro que lo único que tienes que saber es que las cosas estarán bien, por ahora necesito que te mantengas tranquilo con esa información.
—¿O sea que así de simple me sacas de todo esto? —Caminó hasta el moreno y lo apretó por el brazo para que éste lo mirara—. ¿Crees que me voy a quedar tranquilo si llegas a la mitad de la noche a mi casa lleno de sangre y me dices que “las cosas estarán bien”? Mierda, Zayn…
—Sabía que no tenía que venir… —Mencionó y trató de alejarse del castaño para salir de la habitación.
Liam lo frenó. —Espera… no te vayas. —Se acercó hacia la boca del moreno y rápidamente dejó un beso sobre sus labios—. No tienes idea de lo feliz que me hace tenerte aquí, por algunos momentos pensé lo peor, pensé que no volvería a verte, estaba en pánico, Zayn…
Zayn lo abrazó con fuerza, recargó su rostro contra el hombro de Liam e inhaló profundamente todo su olor, necesitaba recordarlo por siempre. —Si hago estas cosas es porque te quiero… —Susurró acariciando el cabello del chico—. Las cosas están hechas mierda, Liam, están peores que nunca y ni siquiera sé cómo le haremos para salir de esto. No quiero involucrarte en nada de esto porque no lo mereces.
—¿Qué fue lo que ocurrió? —Devolvía el gesto de la misma manera, él también lo abrazaba con mucha fuerza, había pasado las peores horas de su vida torturándose acerca de las razones por las cuales Zayn había dejado de responder las llamadas.
—Louis… —Apenas mencionó y Liam se separó mirándolo sorprendido—. Hubo un problema con Louis.
—¿Y está bien? —Comenzó a deducir que toda esa sangre en la ropa del moreno provenía de su amigo.
—Eso creo.
—¿¡Eso crees!?
—Cuando yo los dejé, él estaba estable. Harry se iba a hacer cargo de la situación, él sabe cómo mantenerlo a salvo hasta que podamos hospitalizarlo.
Rodó los ojos y volvió a alejarse del moreno. —Maldita sea… —Dijo desviando su mirada—. ¿Qué tan mal está? ¡Yo puedo atenderlo, Harry no es un maldito doctor, Zayn!
—Debe tener rota alguna costilla, sufrió un atentado. Te dije que no te metería en esto y mantendré mi palabra. Si lo quieres entender está bien, si no, igual está bien.
—¡Zayn, yo puedo ayudar! ¿¡Por qué mierda no te das cuenta!?
—¡PORQUE NO QUIERO QUE TE PASE NADA MALO! ¿¡De acuerdo!? —Se acercó hasta él y lo tomó de la cintura violentamente—. Porque puede que a lo largo de mi vida me haya dedicado a hacer el mal sin consciencia alguna, pero en estos momentos no puedo pensar en otra cosa que no sea en lo mucho que deseo poder estar contigo por años y años más. —Dejó salir un suspiro—. Nunca antes había apreciado tanto la vida humana hasta el momento en el que te conocí… —Juntó sus labios y comenzó a besarlo con verdadera necesidad. Cada maldita palabra que había salido de su boca estaba en lo cierto, Liam había llegado a su vida para darle sentido a todo en absoluto.
Algo había pasado dentro de Zayn que lo hacía arrepentirse profundamente de todo lo que alguna vez estuvo orgulloso de haber hecho. Comenzaba a converse a sí mismo que todo lo que estaba pasando no era más que un karma que la vida le estaba dando para cobrarle todos los pecados que había cometido.
No importaba qué fuera lo que tendría que hacer para salir de eso, ni siquiera tenía la certeza de que podría sobrevivir, sin embargo estaba dispuesto a hacer lo que estuviera en sus manos para mantener a Liam a salvo de toda esa mierda ilegal en la que él estaba metido.
En su cabeza antes que él mismo estaba Liam, Liam y solo Liam.
El castaño profundizó el besó metiendo su lengua dentro de la boca de Zayn y comenzó a tocarle todo el cuerpo por encima de la ropa. Parecía verdaderamente urgido de poder estar con él. Zayn metió sus manos por debajo de la camisa de Liam y fue directamente hacia sus pezones para comenzar a acariciarlos.
Dejó salir un gemido al sentir las manos del moreno y bajó su boca hacia el cuello del chico para dejar chupetones por toda esa piel.
—Espera, espera. —Lo separó rápidamente. Ambos chicos tenían la respiración agitada y la temperatura de sus cuerpos comenzaba a subir—. No sabes lo mucho que deseo quedarme aquí contigo, pero antes debo arreglar toda esta mierda, Liam. He venido porque no he podido calmar mis ganas de verte, pero no puedo quedarme mucho tiempo, te estaría poniendo en riesgo.
—No, ¿adónde vas? —Entrelazó sus manos a las del moreno.
—Estaré bien, no te preocupes. —Volvió a besarle, esta vez de una manera menos húmeda—. Tienes que dejar de llamarme, no lo hagas, mi amor. No te aparezcas por mi apartamento. Tendrás que fingir que no me conoces ni a mí, ni a Harry y mucho menos a Louis. ¿Entendido?
—No, no lo haré. Debo de mantenerme en contacto contigo, no podré estar tranquilo si me dejas así.
—Te llamaré cada que tenga oportunidad, pero por otro número que no será el mío, por seguridad. Las cosas van a estar bien, amor. —Esta vez depositó un beso sobre su frente y se quedó cerca de su rostro durante varios segundos. Acarició la nariz de Liam con la suya manteniendo los ojos cerrados—. Te amo, pero tengo que irme.
—Está bien. —Le dijo y trató de sonreír—. Confío en ti y más vale que vuelvas, Zayn, o me encargaré de buscarte hasta el final del mundo. Recuerda que cuando me enamoro puedo llegar a hacer cosas muy enfermas… —Mencionó refiriéndose a la manera en la que se conocieron por primera vez, Liam buscaba los servicios de sicariato del moreno.
Zayn dejó salir una risita. —Eso lo tengo muy claro.
—Entonces nos vemos.
—Nos vemos. —Volvió a besarlo y comenzó a caminar hacia la puerta de la habitación sin dejar de mirarlo. Llegó hasta la puerta y le dio una enorme sonrisa antes de salir—. Hasta siempre, Liam, nos vemos en un millón de años.
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Domingo 1:18pm
Harry no había dejado de mirar a través de la ventana toda la mañana, rogando porque en cualquier momento mirara a Zayn caminar hacia el hotel.
El moreno no había vuelto desde la noche anterior y el miedo de que pudiese haberle ocurrido algo comenzaba a matar al rizado. Tenía más de un millón de razones para estar en pánico absoluto, Zayn se había arriesgado demasiado al irse en la madrugada a pesar de lo peligrosa que estaba su situación.
Si Aldo llegaba a atrapar a Zayn todo estaría perdido, incluyendo a Harry y a Louis.
Movía sus manos con nerviosismo y mordía su labio inferior sin separar la mirada de la ventana. Se había encargado de limpiar toda la sangre que manchaba el cuerpo de Louis y había logrado controlar las hemorragias apretando las heridas con las sábanas de la cama y toallas que había encontrado en el baño.
—¿Qué es lo que ocurre, Harry? —Preguntó el mayor con su débil voz. Había estado observando al chico durante varios segundos.
Louis ya no sentía tanto dolor como la noche anterior, ya se sentía lo suficientemente fuerte para soportarlo y poder aguantar así el tiempo que fuera necesario. Le había impresionado el profesionalismo con el que Harry había limpiado todas sus heridas.
—Oh, nada, Lou. —Lo miró y le dio una sonrisa nerviosa. Fue hacia la cama y se sentó junto al chico al mismo tiempo que miraba que todo con él estuviera controlado, que ninguna herida hubiese comenzado a sangrar nuevamente—. ¿Cómo te sientes? —Intentó desviar el tema.
—Yo, bien. —Le dio una sonrisa—. ¿Y tú, pequeño?
—¿Yo? —Fingió no entender a lo que se refería—. Yo también estoy bien.
—¿Y entonces por qué luces tan nervioso? —Tomó las manos del rizado—. No has dejado de moverlas en todo este tiempo, tranquilízate, te hará mal estar así.
Harry desvió su mirada y negó con su cabeza, estuvo a punto de decir algo cuando el teléfono de la habitación comenzó a sonar y éste rápidamente respondió. —¿Diga?
—Buenas tardes, joven Walker, hablo desde la recepción. —Habían dado apellidos falsos al registrarse por obvias razones—. Llamo para avisarle que su alquiler de la habitación expira a las 2pm y si quiere continuar haciendo uso de ésta tendrá que pagar otra noche.
Harry sintió su estómago revolverse y pronto todo su nerviosismo se incrementó a un 200 %. Zayn se había llevado todo el efectivo que habían reunido entre los tres. —De-e acuerdo. —Balbuceó—. Aún no sabemos si nos quedaremos otra noche, en cuanto lo decidamos yo mismo me reportaré en la recepción. —Miró a Louis nervioso y rápidamente desvió su mirada para que éste no se diera cuenta de que algo estaba pasando.
—De acuerdo, buen día.
La llamada se cortó y al instante Harry comenzó a buscar por todas partes aquellos billetes que la noche anterior había entregado a Zayn. No podía habérselos llevado cuando sabía perfectamente que era lo único que tenían. Miró en todos los muebles, en la cama, en la bolsa que contenía los cartuchos, todo.
—¿Qué ocurre? —Preguntó Louis y al instante Harry se detuvo.
Cerró sus ojos fuertemente y dio un puñetazo contra la pared cuando no pudo controlar más su frustración. Todo les estaba saliendo extremadamente mal por cada segundo que pasaba. —Nada, Lou. —Le dijo.
—¿Qué ocurre? —Volvió a decir esta vez con la voz más fuerte, comenzaba a cansarse de que Harry lo estuviera excluyendo del problema en el que él claramente estaba metido hasta el cuello—. Maldita sea, Harry, ¿no se supone que estamos juntos en esto?
Lo miró y dejó salir un suspiro. —Resulta que Zayn se llevó todo el dinero, seguro olvidó que lo había metido a su chaqueta… Era todo lo que teníamos y tenemos que pagar la estancia en este lugar antes de que nos saquen a la fuerza y terminemos en la calle. —Lucía muy preocupado y frustrado, su rostro mostraba extremo cansancio, pues no había podido dormir más de dos horas en toda la noche.
—Yo debo de tener dinero… —Señaló hacia su ropa que yacía tirada en el piso.
Harry negó con la cabeza. —El dinero que llevaba Zayn incluía tu efectivo… ayer lo he sacado de tu billetera para saber con cuánto contábamos.
La mirada de Louis se tensó, sin embargo intentó de no mostrarse preocupado para no alterar más al rizado. —Está bien, Harry, no te preocupes.
—¡¿Cómo mierda quieres que no me preocupe si no tenemos ni siquiera con qué comer!? —Gritó y al instante se dio cuenta de que Louis no era el culpable de lo que estaba pasando—. Soy un imbécil… no me canso de joder las malditas cosas…. Tengo el estómago vacío y comienzo a sentir nauseas por el hambre.
—Vamos a encontrar una solución juntos… —Decía cuando su móvil comenzó a sonar, miró la pantalla, se trataba de su padre—. Mira, aquí está. —Sonrió mientras enseñaba al rizado su teléfono—. Estoy seguro de que mi padre nos ayudará con esto. —Contestó al instante—. ¿Hola, padre?
Harry sintió un nudo formarse en su garganta y pronto las palabras del padre de Louis volvían a su cabeza. Ese hombre no daba ninguna esperanza como Louis pensaba.
—Louis, ya estoy entrada a Birmingham y necesito que me digas dónde estás. —Se escuchó la voz seria del oficial Tomlinson.
—Oh, sí, espera. —Tapó con su mano el móvil y se dirigió al rizado—. Amor, ¿dónde estamos? Mi padre necesita la dirección para venir a buscarnos.
Negó al instante con un gesto y se dio media vuelta. Cerró sus ojos fuertemente y retuvo la respiración. Volvió a mirar a Louis. —Dile que se meta por la terracería que está en la entrada de la ciudad hacia la izquierda, conducirá derecho aproximadamente por 5 minutos y notará un pequeño hostal que parece que está a punto de derrumbarse. Dile eso.
Louis repitió al instante las palabras del rizado y después de varios segundos terminó la llamada. No había dejado de mirar la extraña actitud de Harry en todo ese tiempo.
Tomó su chaqueta y se la colocó encima. Miró a Louis con preocupación.
—¿Vas a salir? —Preguntó el mayor en cuanto notó que caminaba hacia la puerta.
—Tengo que. —Le dijo. Si el padre de Louis iba acompañado de oficiales estaría en problemas, eso podía tratarse de una trampa y Harry no sería tan imbécil para dejarse atrapar, mucho menos después de la conversación que había tenido con su “suegro” la noche anterior—. Antes de que tu padre me conozca debes hablar con él. Tienes que saber que yo aceptaré cualquier decisión que tomes con respecto a lo que él te diga. —Hablaba apresurado, temía que el oficial Tomlinson llegara en cualquier momento—. Iré a intentar conseguir algo de dinero de cualquier manera y volveré en una hora.
—Hey, no. ¿De qué hablas, Harry? Quédate, mi padre nos ayudará a salir de esto. —Harry se detuvo, estaba cabizbajo—. Quiero que mi papá te conozca. —Mencionó como ultima opción—. Quiero presentarle al chico con el que me voy a casar y voy a adoptar muchos bebés. Harry, es mi padre, tengo la necesidad de presentarle al amor de mi vida.
Los ojos del rizado se llenaron de lágrimas. No se atrevía a contarle la verdad acerca de la supuesta ayuda que su padre les brindaría. —Me encantaría, Lou, pero esta vez no se puede. —Abrió la puerta y miró a Louis por última vez antes de salir—. Espero volver a verte, te amo como no tienes una idea. —Se fue sin siquiera permitir que Louis dijera algo relacionado con lo que acababa de escuchar.
El mayor no lograba entender a lo que Harry se refería, sin embargo no pudo hacer nada para detenerlo.
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Liam salió de su departamento a toda prisa. Se le había hecho tarde para llegar a su ronda de medio día en el hospital. Pasó por el lobby del edificio en donde vivía, estaba acomodándose su uniforme de trabajo cuando salió a la calle.
Toda la avenida frente a su edificio estaba colapsando por el tráfico como nunca antes. Se escuchaban varias sirenas de patrullas policiacas y decenas de pitidos provocados por las bocinas de los automóviles desesperados por avanzar.
Era demasiado extraña la situación y al castaño le sería imposible llegar a su trabajo con tanto tráfico. Caminó hasta el portero del lugar. —Buenos días. —Le dijo sin dejar de mirar la calle.
—Buenos días, joven Payne. —Respondió el hombre con amabilidad—. Qué mal día parece ser hoy.
Asintió. —Sí, es extraño. ¿Ha ocurrido algún accidente o por qué se escuchan tantas sirenas?
—A unas cuadras de aquí, en las calles que están escondidas por atrás —hacia señas con sus manos— balacearon a un chico en la madrugada. —Mencionó el portero—. Los pocos vecinos que viven por ahí se dieron cuenta apenas hace unas horas y la policía está tomando cartas en el asunto.
—Oh… qué lástima —Elevó las cejas y rascó su nuca—, no cabe duda que esta ciudad cada vez está peor. —Mencionó y después le dio un apretón de manos al hombre—. Lo dejo, tengo que irme a trabajar, buen día.
Cruzó la calle dirigiéndose hacia su automóvil. No había podido borrar la sonrisa de su rostro después de la visita que Zayn le había hecho en la madrugada.
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