-¿Quien eres Adriel Brown?
Tercera parte-
—Mierda que sucede —Un Adriel con el cabello desordenado con el rostro casi con la marca de la almohada en sus mejillas enrojecidas, sus ojos casi cerrados y con un bóxer demasiado delgado para verle. Llegó abriendo la puerta sin ser muy consciente de la situación.
—Estoy en problemas, estamos en problemas. —Le apunte con los ojos amenazantes. Me seguí mirando al espejo mientras que el se recostada en el umbral de la puerta sin darle mucha importancia.
—Bueno ya es algo normal de nosotros y no...—corto palabras cuando bajó la mirada a mi trasero y de este salió una sonrisa pícara— Demonios, ¿eso hice yo?
—No, Oliver —Dije con claro sarcasmo.
Adriel me regalo una sonrisa siguiendo el rollo.
—Estoy seguro que Oliver ni te da para llevar —Se burló.
—Idiota —Le maldeci viéndolo tras el reflejo del espejo.— Necesito cubrir estas marcas antes de que alguien me vea.
—Bueno utiliza la vieja Confiable —se encogió de hombros— Maquillaje. —Le resto importancia.
Gruñí con enojo. Ese era el principal problema.
—Lo tengo en mi habitación, donde esta Oliver. —Le aclare.
Él sin seguir dándole importancia se arreglo el cabello dando un reojo a el espejo de su lado.
—En ese caso...si estas en problemas —Apuntó.
—No, estamos en problemas por que tu fuiste que se te ocurrió ser un vampiro chupa sangre en el momento menos indicado. —Le exclame mientras lo veía en el reflejo del espejo.
—Pues haz lo que otras chicas harían cuando le dejan alguna marca en el cuerpo, no se, tal vez unas curitas o yo que se.
En realidad, nunca había tenido la experiencia que Oliver me dejara alguna marca en alguna parte de mi cuerpo y tampoco tuve otras amigas que no fueran Nat y esta no nunca me comento como tapo marcas de sus ex ligues o tal vez si, pero nunca le di mucha importancias.
Adriel camino por detrás mío sin decir nada y se puso en frente del retrete y se quedó ahí por segundos.
—¿Qué haces? —Le pregunte confusa cuando no vi físicamente una respuesta.
—Voy a orinar así que requiero un poco de privacidad Enana.
—Pero si ya te he visto desnudo.
—Bueno si quieres disfrutar de otra vista... —Se bajó el bóxer y lo apuntó al retrete. Rápidamente aparte la mirada, no porque no quisiera verle si no porque no quería tener otra imagen de él en mi mente que sea orinando.
—Okey okey me voy y te dejo con su "privacidad" señor Brown —Hice comillas cuando cerré de la puerta.
No estaba del todo consiente de hacerme saber que lo que quería perdido, lo había vuelto hacer, pero no me encontraba del todo arrepentida esta vez. No estaba ebria ni mucho menos drogada para tomarlo como una excusa.
Tenia que acomodar mis pensamientos hacia Oliver sobre todo. Sentía como si Adriel solo fuera como un centro de distracción que me despeja de todo lo demás. Y si aun no me dejaba de recordar que era el novio de mi mejor amiga y en vez de decirle que su novio es un idiota, se que yo también lo soy.
No sabia las razones por las que Adriel me seguía el juego y nunca llegue a pensar porque no me detenía. ¿Realmente porque lo hacia? Si es que quería a Nat como Nat siempre me recalco.
Había una parte de mi que decía que si Adriel fuera una persona completamente distinta a la que es ahora, de seguro ni me buscaría o ni siquiera dudaría en decirle a Nat. En verdad algo había en él que me causaba incredulidad pero a la vez tenía que comportarme para no ser tan directa y el sospechara de mis sospechas.
Un móvil que estaba encima de la mesita de noche empezó a sonar haciendo eco por la habitación. No diría que soy alguien que le guste el chisme, pero un poco de curiosidad no me vendría mal.
Brown.
Era quien le marcaba. Era raro que tuviera un contacto como su apellido. Demasiado a mi parecer. Digo, normalmente solo le pongo apellidos a mis padres o hasta incluso a mis tíos, pero nada fuera de lo común. En eso la puerta de baño se abrió y rápidamente me senté en la otra orilla de la cama disimulando que me estaba poniendo mis pantaloncillos.
Por el rabillo del ojo vi como Adriel se acercaba a la mesita de noche y tardó unos segundos en reaccionar cuando él colgó deslizando su dedo sobre la pantalla.
— Dhara —Llamo mi atención mientras que yo me hacia la distraída —¿Qué fue lo de anoche? —Dijo esta vez notándose serio.
Subí el cierre y me coloque mi blusa rodeando mi cabeza. Ni siquiera yo sabia a que responder a eso.
—Fue...un impulso. —Le sonreí y después desvié la mirada. Estaba demasiado aturdida para soportar su confusión que era aun mas que la mía.
—¿Solo eso? —Alzo una de sus cejas.
Le asentí y me reacomode el cabello para tapar un poco las marcas y no llamar la atención. Cogi mis zapatillas mientras intentaba no mirarle.
—Adriel ahora no estoy para explicaciones, Oliver de seguro me debe de estar esperado y no quiero problemas con él... —Poco a poco me encaminaba a la puerta. Pero de un movimiento rápido Adriel me detuvo del codo sin dejarme alternativa de detenerme.
—Deja de huir y aclara el porque estas haciendo esto. —El Adriel que sonreía pícaro hace no tantos minutos había desaparecido haciendo que se tornará un ambiente tenso—No podemos hacer esto cuando claramente las hormonas no nos dejaran parar.
Deje salir un suspiro fuerte y me dirige a él .
—Ya te he dicho, solo fue un impulso así que no tengo nada que aclararte así que... —Me di la vuelta pero de nuevo él me detuvo.
—Un impulso de que.
Relami mi labio inferior.
—Necesito ir con Oliver.
—¿ahora si piensas en él?
—Siempre pienso en él.
Me jalo hacia el de un movimiento brusco pero no tan fuerte.
—Eso no decías anoche cuando ahogabas mi nombre con tus gemidos Enana... —Murmullo esta vez cerca mío. Me separe un poco de él para verle.
—De todo...¿okey?—Era mi respuesta a su pregunta, ignorando la cercania.
Realmente estaba en lo correcto, no sabía porque lo había hecho exactamente, solo fue impulso, como si quisieras coger algo de comida porque tienes hambre. Un impulso.
Mal ejemplo para la situación.
Adriel me observó, detallando mi rostro.
—Tenia razón con lo de Oliver ¿no es así? —Dijo después de unos segundos de silencio.
—No se de que hablas. —Y bueno si lo sabia, pero no quería darle la razón.
—Lo que dije ayer —Apuntó conectado mirada con la mía pero yo solo me resentir a solamente negar— Bueno te refresco un poco esa cabecita diminuta que tienes —Su margen se puso activo— Tu novio es un gilipollas que se mete con otras chicas a espaldas tuyas y tu sin darte cuenta de como es, sigues con él porque lo crees querer. —Me señaló con cierto enojo a sus palabras.
—Tu no sabes mi razones por la que sigo con él.
—Ósea que no estas con él porque lo quieres. —Ironizó con una ceja levantada cruzándose de brazos.
Gruñí. Era demasiado inteligente para llevarle la contraria.
—Oliver y yo estamos en una situación ...complicada. —Murmulle pensativa.
—Claro...complicada —Alzó las cejas con sarcasmo.
—Mira, tu solo eres una distracción de esa situación complicada así que no debes quejarte.—Apunte a su pecho.
Su sorpresa fue tan clara pero su rostro y sonrisa de orgulloso no me decía lo mismo.
—Distracción eh—Se cruzó de brazos—solo aclaro que en estos momentos me siento utilizando—Me apuntó ofendido.
—Adriel tu eres el novio de mi mejor amiga y aunque yo no puedo estar contigo de una forma... Tú me ayudas a despejarme un poco de mi mundo —Hice una pausa — Tu eres la única persona con quien comparto el mismo sentimiento en estos momentos.
—Bueno, eso ya tiene un poco más de sentido.
Le asentí.
—No se tus razones Adriel y la verdad no me importan —Mentí era lo que ahora me intrigaba saber — pero estuve pensando un poco las cosas y no se tal vez esto no sea tan malo después de todo... —Empecé a bajar el tono de mi voz— y aunque no sea lo correcto... porque no lo seguimos haciendo hasta...Halloween. —Le propuse al fin.
Una ligera marca en su ceño apareció cuando está se frunció.
—Estas proponiendo que te siga cogiendo hasta que le digamos a los chicos. —Afirmo.
—No lo tomes de esa manera.
—Entonces, ¿Cómo lo tomo?
Evite su mirada de duda. Me sentía mal por querer decir lo dicho, pero que podía perder después de que mi mejor amiga se entere...
Claro, aparte de Oliver y mi mejor amigo.
Se incorporo de nuevo y se inclino a mi para decir en un murmullo— Enana...Tu sabes perfectamente que después que Nat se entere de lo de esa noche, ya nos hablara. A los dos. Y si tu novio en verdad te engaña, ni siquiera le va importar. —Cuestiono.
Tenía razón, en absolutamente todo y me costaba admitirlo por más que pudiera decirme que esto era una equivocación. Sin embargo, había algo en mi que tal vez piense que Oliver lo entendería, después de todo él no es el mejor para hablar de mis errores.
—Oliver si me engaña...— Ya ni siquiera me importaba que tal vez estaba en cama con otra chica.
Su sorpresa fue remota.
—Bueno termina con él entonces.
—No puedo, mis padres me mataran antes que yo les diga.
Y si, porque el instituto se enterara y lo pondrá en noticia escolar que después se convertirá en una catástrofe entre nuestras familias y una noticia internacional.
—Bueno si esas son tus razones.
Ahora yo lo mire, realmente, ¿por qué él hacía esto? En vez de tal vez estarse arrepintiendo esta conmigo haciendo un plan para poder estar juntos. Por más disparado que sonase.
—¿Por qué no me detienes? yo intento detenerme por Oliver por que el fondo siento algo por el... —Hice una pausa pensativa— No creo que por amor pero yo se que Nat te ama y tu no haces el mínimo esfuerzo en querer terminar con esto. —Quería saber. Y cuando menos espere de él, de pronto evito mi mirada. Tardó tal vez un minuto en el respondiera.
—Tu no lo entiendes Dhara.
—Pero quiero entenderlo —Lance sintiendo como una ola de impulsos de reclamarle se me vino encima—Hablamos de mi mejor amiga, joder.
—Porque la quiero. —Escupió sin filtros.
Mi cuerpo tardo en digerirlo, tal vez porque no sabía que sentimiento trajo a mi al saber su respuesta tan inesperada o la sinceridad en su voz.
Auch.
—Entonces ¿qué haces conmigo?
—Disfrutar con lo que con Nat no puedo —Dijo sin filtros, solo que esta vez pudo mirarme al decirlo— Nat también romperá lazos conmigo después que le diga, así que puede ser que el cariño que le tengo no valga mucho la pena después de todo. Tal vez en eso acordemos.
Tenía razón, Nat era demasiado rencorosa cuando alguien le mentía y ya podía jurar que con Adriel lo podía mandar de regreso a New York para no tener que topárselo en la ciudad.
Pero en parte, sentía que esto nos podía ayudar a los dos. El me ayudaría a distraerme de mi vida un poco desastrosa y él aunque no sabía exactamente por que aceptaba sabiendo que no le daba nada a cambio a parte de sexo gratis.
Pero quería saberlo.
—Entonces...¿hasta Halloween? —Dije temerosa.
Me sentía como un muñeca que destrozarían en un par de meses pero en su vez Adriel también era un juguete. Éramos juguetes con quien jugaríamos.
Pude observar él examinándome de pies a la cabeza como si fuera un objetivo y después una sonrisa pícara apareció en su rostro.
—Hasta navidad. —Asintió.
—Dije que hasta Halloween. —Me cruce de brazos.
—No perdemos nada en espera un poco más. —Intento bromear.
—Que no...
—Bueno, tu te lo pierdes... —Señaló con sus cejas su mano levanto para poder estrecharla Y cuando menos yo me lo espere, la estreche.
¿Qué mas podía salir mal?
// // //
Había momentos donde deseaba arrepentirme de lo de anoche pero era demasiadas cosas que pasaron que de pronto lo único que faltaba era que Oliver me estuviera esperando.
Y bueno creo que Diosito me oyó.
—¿Dhara? —Escuché la voz de Oliver cuando cerré la puerta de la habitación.
Aún sin dar media vuelta, cogi aire suficiente para llenar mis pulmones y luego exhale.
—Si , perdón por llegar tarde pero estuve... —Mis ojos se inundaron de colores a la hermosa vista que tenía al frente.
De cuando caí en cuenta de la belleza de tantos ramos de flores, Oliver apareció a un lado con una ramo de rosas rojas.
Que - demonios.
—¡Sorpresa! —Sacudió sus manos a sus lados sin tener mucha energía que digamos.—¿Te gusta? —señaló.
No sabía exactamente reaccionar o qué sentimiento fingir para hacerme saber lo que estaba sucediendo. No tenía ni veinticuatro horas que había lo habías visto cogiendo a otra y luego yo cogiendo con su "mejor amigo".
—¿Dhara? —Oliver se inclino un poco hacia mi para tener mi atención.
—¿Si? —Murmure ocultando el nudo que se me estaba formando en la garganta.
—¿Te gusta?—Volvió a señalar—Te lo prepare especialmente para ti, antes de regresarnos a la ciudad, tenía que aprovechar la vista a la playa. Me guiño y dejó el ramo en la pequeña mesa de dos.
Está mesa estaba llena de pétalos de rosas, con dos copas vacías y dos platos a sus lados.
Fue en busca de alguien en la cocina y tan pronto que él llegó, atrás venía uno de los chef especiales del hotel.
—Buenos días señorita, debe ser muy afortunada a recibir un desayuno de primera clase con una vista tan hermosa como el del día de hoy —Amablemente el chef se dirijo a mi, aunque yo solo le regale un asentimiento con una sonrisa que llegaba a cansar mis pómulos.
—Le hable cuando llegamos al hotel para regalarte esta linda sorpresa.
Oliver al verme aún estática en mi lugar, hizo una silla hacia atrás para poder sentarme.
Salí del pequeño trance y me senté sin aún decir alguna palabra en especial.
¿Cómo iba reaccionar a esto?
—Dada —Llamo mi atención— ¿Estas bien?
No, para nada estoy bien.
Me aclare mi garganta y me dirige a él sin antes parpadear varias veces para ver si esto era real.
—Si estoy bien, solo estoy un poco cansada. —trague el nudo que se me estaba formando en la garganta.
Esto era realmente incómodo.
—Me imagino, ya estaba dudando en hacerte el desayuno hoy porque contando las copas que tomamos ayer con Félix pensaba que no me iba levantar de la cama. —Río un poco.
Espera.
¿Dijo con Félix?
¿Qué realmente sucedió anoche? ¿Y porque estoy empezando a dudar que Oliver era él de anoche? Si yo lo vi.
—¿Y tu dónde estuviste anoche? —Su pregunta me tomo por sorpresa.
¿Cómo le digo que casi ahogándome con su mejor amigo en la cama?
—Estuve...en la playa, si... —Piensa piensa — ayer estaba un poco mareada así que me la pasé todo la noche en la playa...
—Oh que bien, me hubieras dicho y nos regresábamos a nuestra habitación. - Comento levantando sus tenedores de lado a lado.
Mis dedos nerviosos empezaron a tutear sobre la mesa.
—Te estuve buscando por todos lados pero como te encontré, decidí pasar otro tiempo mas en la fiesta.
Mas tiempo...
Mierda ¿y si no era él?
—¿Y.... A que hora llegaste a la habitación?
Oliver que ya estaba empezando a desayunar tan pronto que le lance la pregunta este detuvo sus manos que intentaban cortar el huevo tibio, desviando la mirada.
—Cómo a la una si no recuerdo mal...
Lo sentí dudoso pero preferí quedarme con la duda si en verdad estaba diciéndome la verdad.
Entonces quien era la persona de ayer. Estaba claro que Adriel no podía ser.
Con duda empecé a mirar mi desayuno de huevo tibios con aros de cebolla y trozos de pescado, era muy sencillo para que un chef especial lo cocinara. A mis siempre me gustaba empezar por el postre o por la fruta antes de comer el plato fuerte, costumbre mía.
—Deberías cambiar esa manía de comer el postre antes de comer el plato principal, te llenaras antes probarlo.
—Estoy bien así Oliver. —Mis pensamientos estaban perdidos e indecisos para darle la contraria.
Relamio sus labios y dejó su tenedor a un lado para luego tener toda su atención en mi.
—¿Dónde estuviste anoche? —Casi al instante deje de masticar.
—En la playa ya te dije.
—¿Pero donde dormiste? —Lanzó recalcando su intriga.
—¿No estabas juzgando por comer primero los Hot Cakes? —Quise bromear con una risa tensa.
—Te estoy preguntado algo Dhara. —Me dijo estaba vez viéndome aún más serio. Alce la mirada y este ya se le empezaba a notar una leve línea sobre su ceja. Eso siempre pasaba cuando estaba impaciente.
Me aclare la garganta y deje mi tenedor sobre el plato.
—Dormí en una cabaña.
—¿Con quien?
Al instante junte las cejas.
—Sola. —lance siendo segura para que no notará la clara mentira. Mierda esto no me está empezando a gustar.
Río un poco negando.
—¿En serio? —alzó las cejas y me miró fijamente.
Mis ojos que lo miraban inquietos a los suyos haciendo que esto se tornará aún más tenso.
—¿Por qué? —Deje salir una risa que ni siquiera provocaba gracia.
Relamio su labio inferior y apartó la mirada rompiendo con lo tenso que se había formado el ambiente.
—Por nada. —Lo dijo haciendo sentir aún más insegura de saber si en verdad me estaba diciendo la verdad, pero estaba más que claro que no.
Mis dedos que aún seguían inquietos sobre la mesa, se detuvieron tan pronto que sentí el frío de la mano de Oliver sobre la mía.
— Dhara sabes que a pesar de nuestros problemas y de los nuestros padres... Tu no puedes separarte de mi ¿verdad?
Trague saliva.
Y con temor, asentí.
—Bien. —Asintió dándome una palmaditas a mi mano y como si todo volviera a la normalidad, este término de desayunar.
// // //
Realmente que sucedía conmigo, era yo quien estaba tenebrosa a las reacción de mi novio y de Nat o simplemente por el hecho de ver que había cometido otro error en menos de dos meses.
Si mi abuela viviera, ahora mismo me estuviera regañando por caer de nuevo en el mismo lío donde intento salir.
Mi abuelita no era del todo cariñosa.
—¿En que le pudo servir? —preguntó amable el camarero cuando llegó a nuestra mesa. El hotel tenia zona de alimentos increíble, podía ver la vista del mar mientras que comía un pay de limón.
Habíamos quedado en comer juntos aunque sea para tener algo en el estómago antes de ir a terminar de empacar y irnos de linda playa. Lamentablemente no pudimos quedarnos mas por la marea alta que se aproximaba en estos días. Algo que no era algo bueno para el frío que se aproximaba. Por lo pronto había pasado toda la mañana intentando evitar lo mas posible a Adriel y a Nat y aunque entre los pasillos buscaba a Félix este ya ni siquiera hacia ruido.
—Yo quiero dos langosta con aros de cebolla y una limonada sin mucha azúcar —Ordenó Nat bajando su menú decidida.
—Yo también pero que sea una Pepsi en vez de una limonada —intervino Oliver sin pensar mucho.
Había muchas que ni yo misma reconocía sabiendo que de vez en cuando venia y aunque la mayor parte mi madre siempre ordenaba por mi, era como si fuera aun una niña pequeña. Cuando estaba decidía a pedir mi orden, con gran misterio en la entrada pareció Adriel, se le notaba perdido al no saber dónde estábamos con esa camisa playera solo celeste opaco que le quedaba muy bien al tono de su piel. A el realmente le gustaba el azul en todos los tonos.
No pude detener mis pensamientos. Estaba un poco furiosa con el por todo, me estaba trayendo problemas y mas problemas, como si fuera un tornado que arrasaba por mi vida, desordenando todo.
—¿Dhara? —Llamo mi atención Nat sacudiendo su mano.
Regrese aturdida mirando hacia el mesero que esperaba pacientemente mi orden.
—Yo quiero... Un cóctel de camarones y una Jamaica. —Le dije intentado no trabar palabras y este anotó mientras pedía.
Félix que un se encontraba indeciso nos miró como si fuéramos unos raritos al saber nuestras comidas comunes.
Negó —Yo quiero una hamburguesa con mucho queso y no tanta cebolla, con un Coca-Cola. —el pobre camarero confundido a su pedido empezó a anotarlo. De seguro que ni eso había.
—Oh amor por fin llegas. —Aludió Nat cuando su amado novio llegó a su lado. No pude evitar darle una mirada rápida pero el sin ni siquiera a ver notado mi presencia le dio un beso corto a Nat para después sentarse sin dirigir alguna mirada.
Solo cumple las reglas, me recalque.
—pedí por ti, espero te guste —Sonrió Nat a él como si eso fuera un alago.
Y de pronto lo incómodo entre nosotros apareció, creo que era lo más difícil de comer entre tanta gente, intentar hablar con él uno al otro para no aburrirte mientras traen tu comida. Esto era realmente un fastidio.
Pero está indecisa en poner como excusa en ir al baño, Nat fue la primera en hablar que no fue algo bueno para hacer una conversación.
—Chicos, ¿Y como les fue el viernes en su cita?
Bueno, gran inicio de conversación.
Cuando pude sentir todas las miradas estaban encima mío, menos la de Adriel por supuesto.
—¿Qué cita? —confundió a su pregunta, Oliver me miró para obtener una respuesta.
—La que dijo Dhara que tendría a las 6. —Dijo obvia Nat.
— Ehm Nat —Quise detenerla, ¿Cómo le decía que fui aun intento de no cita con otro chico?
—Solo estuvimos juntos en la noche —Quiso aclarar Oliver compartiendo mirada. Y cuando no pudo ser peor el lanzo esas palabras al aire, haciendo que por primera vez en todo el día Adriel me viera. Eso no ayudo a mis nerviosismos.
—¿Dhara algo que tengas que decir al respecto? —Inquiero Nat inclinándose al ver que lo que decía no era de acuerdo a lo que yo le había dicho.
— Ehm si yo... —piensa piensa. Me sentía como si estuviera en una prueba de ingles, donde todos esperaban que hablara o respondiera un ejercicio de matemáticas que sabia pero de todas las miradas en encima me hacia dudar de mi misma —Se cancelo —Lance y estos se miraron entre sí.— Yo tuve que quedar con mi hermano así que decía que fue por la noche —Adriel que no estaba ayudando en nada alzando las cejas con falsa sorpresa.
Idiota...
El mesero que nos había pedido orden llegó con una acompañante a servirnos nuestros platos.
—Pero quise reponerlo así que hoy le di una rica de velada de desayuno.— Cuando quise que se callara, dijo con una sonrisa reluciente.
No quería subir la mirada porque sabía que Adriel me estaba mirado como si todo lo hubiera planeado. Pero entiendo, yo en su lugar pensaría que solo me utilizaron por que vi que mi novio "quizás" no me quería.
—Oh que lindo de tu parte Oliver, creo están reviviendo ese momento lindo entre ustedes. —Asintió y yo me detuve al hacerlo. Tal vez fue para reponer su error de móvil de la noche.
»Deberíamos salir un día de cita de dos, después de todo hoy Adriel me invitó a un cena romántica mañana por la noche.
¿Qué?
Retiro lo dicho, ya no me sentía culpable por decirle que tal vez hice mal, en lo absoluto.
—Ahora él tenía la mirada baja por que sabía que era yo quien lo amenazaba con mi mirada.
— Chicoss, ¿no puede ser cita de tres? —Félix habló teniendo la atención de todos. Nat bufo como si fuera una ridiculez.
—Cariño esta vez no podemos llevarte como colado —Ironizó.
Félix se inclino hacia al frente para ser escuchado.
—Pará tu información "cariño" ya tengo pareja.
—¿Que? —Dijimos todos a la misma vez hacia el.
—Bueno, él aún no lo sabe pero ya le he invitado un café. —Dijo orgulloso.
Nat exaltó las cejas mientras se llevaba su vaso a sus labios.
—Qué ordinario. —Dijo.
—Lo se, pero no me quejo. —Se encogió de hombros.
Lo de Félix me tomaba con demasiada sorpresa, ha tardado menos de veinticuatro horas en tomar un café con alguien que yo que sigo intentando no morirme de la vergüenza.
No dijimos nada después de eso. Realmente no sabía si yo era la estaba suficiente nerviosa para ver que el ambiente entre todos no era el mejor de todos. Nat cogió un zanahoria de tira que venía en su plato y ella se lo dio a Adriel, en la boca.
Apártate la mirada para que Adriel no supiera que lo estaba viendo.
Patético.
—Quién diría que mi mejor amigo de la infancia y la mejor amiga de mi novia, fueran novios, en verdad aún estoy procesando tantas coincidencias.
Nat con un comida en un cachete asintió a Oliver.
—Yo tampoco y ya que sacaste el tema, ¿Cómo conociste a Adriel?
Los mire. Eso sí me interesaba, sin embargo, por reacomodo incómodo de Adriel supe que no era algo bueno para él.
—Bueno es una historia menudo niñata —Empezó a reír Oliver.
—No tienes que contarla, yo después se la puedo contar a Nat —Hablo Adriel evitando que Oliver siguiera.
—Vamos amigo, los rencores quedaron atrás. —Intento convencerlo aunque no sabia a que se refería.
—Vamos amor, de seguro es muy divertida. — Nat lo empezó animar jalando de su brazo.
Trago saliva con dureza y una línea marcada aprecio en su mandíbula cuando esté apretó los dientes entre sí.
¿Qué ocultas Adriel?
—Te lo aseguro Nat es mucho mejor que divertida —la apuntó ignorando completamente las indirectas físicas que Adriel le mandan a él.— Fue en cuarto de primaria cuando el llegó a la ciudad y obvio al instituto, aún recuerdo que era demasiado callado y siempre se la pasaba caminando solo en las horas libres, antes realmente era demasiado raro. — Nat se inclino más con toda la atención prestada. Mire a Adriel de nuevo y este aún tenía la mirada perdida. — Un día se me ocurrió darle un poco de dinero ya que siempre veía que nunca comi con nuestro grupo por lo que supuse que no era porque quisiera si no porque no tenia dinero, me dio pena ajena por él sabiendo que era una de las mejores instituciones de primaria y con el tiempo el me empezó a pedir dinero como todo un vagabundo —Oliver Río y Nat le siguió, ni siquiera Félix que también estaba prestando atención no le causaba tanta gracia.— Pero conforme al tiempo le empecé a dar mas dinero hasta quinto de primaria, muchos se burlaron de él por eso, pero después el me contó que su padre y su madre se había separado y entonces-
—Detente —Exclamó Adriel de pronto con las manos apretadas de lado a lado.
—Oye amigo solo cuento los hechos. —Río un poco Oliver.
—Pues como amigo no deberías comentar mis asuntos personales.
—Amigo, si no lo digo tú novia no le entendería y—
—Pues yo se lo explicaré. —Lo detuvo con las palabras en la boca. Los mire a los dos por segundos, realmente esto se le llamaba ser amigos. No lo sabía pero que quiera saber era porque Adriel tan pronto que cometo de sus padres se puso casi que le quería callar la boca a Oliver de un golpe.
Nat por otra parte tenía una mano en la boca ocultando una risa.
—Bueno alguien se está empezando a enojar... —Murmullo Oliver tirando hacia atrás del respaldo. Sin saber que hacer coloqué una mano sobre la de Oliver y le di un apretón, haciéndole saber que debería parar.
—Voy a fumar. —Dijo Adriel separándose de la mesa sin ni siquiera vernos antes de salir de comedor.
—¿Dijo fumar? Él no fuma. —Incrédula Nat dijo cuando Adriel ya caminaba hacia la salida.
—Bueno, estuvo bueno el chisme pero van a servir unas papas cocidas que están para morirse y no me las puedo perder —Félix fue el segundo en retirarse con su plato.
Mierda, lo Adriel debe ser muy serio. Pero después de todo Oliver nunca me había contado que había tendido un mejor amigo de la infancia, aparte de su hermana.
—Yo iré a buscar a Adriel, necesito saber que le pasa. —Cuestionó Nat arrastrando su silla hacia atrás.
Y así, solo quedamos Oliver y yo en la mesa.
—Creo que no fuiste del todo respetuoso con Adriel —Le cuestione a Oliver fingiendo no tener interés.
—No dije nada malo, solo la verdad, Adriel siempre fue alguien que solo busca a quien sacarle dinero y después desecharla, así fue conmigo hasta que se fue a New York, en verdad no se como su familia pudo sobrevivir.
Mi cerebro está calculado mucha información por momentos.
—No creo que Adriel sea así Oliver.
— Dhara no lo conoces más que yo, se lo que te digo y si aun no se lo a contado a Nat, es por algo.
Adriel no era un convencieron, no lo conocía realmente, si, pero tampoco podía saber si eso era verdad, por ahora era como alguien que solo me está jodiendo la vida pero solo por un error, nada más.
—Necesito ir beber algo, estoy que quiero un buen trago de vino.
Le sentí mientras le veía retirarse.
Y cuando más quise retenerlo, la intriga me vino.
¿Quién eres Adriel Brown?
// // //
Holaaa después de un buen tiempo sin actualizar, hoy ya pude actualizar.
Y perdón por eso, estuve en exámenes estas dos semanas y solo me estaba dedicando a estudiar, pero pude darme un respiro para poder actualizar.
Que les pareció este capitulo?
Nuestro Adrielcito no es todo lo que aparenta eh
No se olviden de votar y comentar sus opiniones que yo los leo.
Se les quiere <3
Amayra.