Un beso bajo las estrellas ©✓

By usernotfounted3443

1.6M 141K 114K

«Las estrellas siempre serán su recordatorio de que alguna vez tuvieron algo en común» Él guarda secretos. Al... More

★SINOPSIS★
★PRÓLOGO★
★CAPÍTULO 01
★CAPÍTULO 02
★CAPÍTULO 03
★CAPÍTULO 04
★CAPÍTULO 05
★CAPÍTULO 06
★CAPÍTULO 07
★CAPÍTULO 08
★CAPÍTULO 09
★CAPÍTULO 10
★CAPÍTULO 11
★CAPÍTULO 12
★CAPÍTULO 13
★CAPÍTULO 14
★CAPÍTULO 15
★CAPÍTULO 16
★CAPÍTULO 17
★CAPÍTULO 18
★CAPÍTULO 19
★CAPÍTULO 20
★CAPÍTULO 21
★CAPÍTULO 22
★CAPÍTULO 23
★CAPÍTULO 24
★CAPÍTULO 25
★CAPÍTULO 26
★CAPÍTULO 27
★CAPÍTULO 28
★CAPÍTULO 30
★CAPÍTULO 31
★CAPÍTULO 32
★CAPÍTULO 33
★CAPÍTULO 34
★CAPÍTULO 35
★CAPÍTULO 36
★CAPÍTULO 37
★CAPÍTULO 38
★CAPÍTULO 39
★CAPÍTULO 40
★CAPÍTULO 41
★FINAL
★EPÍLOGO
★EXTRA I "29 de julio"
★EXTRA II "soltar"
★EXTRA III "no existe una última estrella"

★CAPÍTULO 29

25.8K 2.3K 1.5K
By usernotfounted3443

"Y reconciliarse con uno mismo a veces es más complicado que hacerlo con los demás" —Todo lo que nunca fuimos, Alice Kellen.

TW: Agresión física.

ESTELA TESSIER

—¿Son pareja o qué?

Axel se volteó confundido y tomó asiento en el pupitre a mí lado. Solo él y yo permanecimos en el salón, era nuestra penúltima materia ese día y la maestra por cosas de la vida no había ido.

Jugué con el lápiz entre mis dedos sin la fortaleza de mirarlo.

Aquí se viene la charla.

—Yo...

—¿Tú...? —cambió su voz a una misteriosa de burla y bufó.

—Nos besamos y ya.

—¿Crees que Hades se sentiría bien escuchando lo que dices? —y eso sacó mil dudas al aire.

Él tenía razón, ese "y ya" sonó como si no me importara, como si solo lo hice para pasar el rato y que sólo lo tomaba para distracción. Ax desplazó la silla más a mí, provocando un estruendo contra el piso.

Arrugué mis cejas—. No.

—Pues, suenas como si no te importara.

—Soy tu mejor amiga, se supone que deberías darme consejos —Axel siempre daba consejos bastantes raros, la verdad. Crucé mis piernas y me digne a mirarlo—. Sé que estoy mal, Axel. Le dije que quería...yo no estoy lista para una relación, —mordí la parte interna de mi mejilla, indecisa por lo que iba a decir—. No me voy a victimizar con mis traumas. Sé que debería alejarme.

Sus brazos se cruzaron sobre la mesa de madera y apoyó su mentón en sus brazos, inclinando su cabeza para que sus ojos marrones quedaran posados en mí.

—Es una mierda estar en un entorno donde alguien dice que te quiere pero no está decidido a luchar por la relación, yo lo sé. Y ese "te entiendo" en algún momento se acabará, Estela. Las personas tienen límites, esa comprensión se va a acabar. No te lo digo a mal, eres muy inteligente y sabes que es lo correcto.

Sonaba mal, sí, pero era cierto. Odiaba que lo dijera tan real y se supone que la inteligente era yo. Mi sentido común decía que era lo correcto alejarse, por otro lado mi corazón y pensamientos de enamorada decían: Olvida lo correcto.

Lo correcto...

¿Por qué siempre seguir lo perfecto?

—Tienes dos opciones: Estar con él y quizás, cargarla. O, decirle que no estás lista y te alejas.

Claro, y ambas podían terminar demasiado mal o demasiado bien, no hay punto medio. Sonreí pensando que podría estar con Hades en ese momento, que tuviera escrito que todo saldría bien.

Ojalá esto solo fuera un libro del cual pueda avanzar hasta el final y saber cómo termina.

—Apenas lo he visto cómo en tres clases pero se ve buena persona.

—Lo es. No voy a enamorarme de un psicópata —reí y él también.

—¿Cómo se conocieron? —interrogó y tuve un poquito de miedo porque pensara que...tal vez parecía rara la manera en la que nos conocimos. En mi defensa, esa noche el sueño me estaba afectando, estaba muy inestable y no sentía ni una sola pizca de algo llamado miedo.

—Hace como 6 meses en el bosque, de madrugada. —Igual a lo que sospeché, Ax abrió su boca en una gran "O" y me detuve a calmarlo con mi risita nerviosa—. Tranquilo, no me mató ni nada, si lo hubiera hecho no estaría aquí.

Obviamente si me encontraba a alguien de madrugada y tenía mis cinco sentidos cuerdos lo primero que iba a hacer era: Correr, huir.

—No bromees con eso, es...

No pudo terminar porque la profesora Evans entró y ambos nos callamos. Cuando su mirada se clavó en mí, me tense con la sonrisa en mis labios desapareciendo poco a poco.

Su cabello rubio como siempre: En un moño alto super bien peinado, ni un pelo suelto. Los tacones de sus zapatos fue lo único que se escuchó.

Tenía dos hojas en sus manos.

Primero se acercó a aquel pelirrojo y le entregó su examen con una expresión inexpresiva, ninguna mueca plasmada en su rostro. Después colocó sobre mí mesa un conjunto de cinco hojas con un gran "18" en la portada.

Las tomé entre mis manos con el cerebro nublado y confundido. Había estudiando más de una semana y seguro me quitó dos puntos por estupideces.

—Las faltas de ortografía eran notables en su evaluación, señorita Tessier —habló antes de que yo decidiera preguntarle algún porqué.

—¿Puedo recuperar nota? —había la opción. Y en verdad fue muy tonto haber perdido dos puntos por algunas faltas de ortografía que dudaba tener.

La profesora hizo una expresión de lástima y giró sobre sus tacones de perfecta punta—. Lo siento, Tessier. Las recuperaciones son solo para aquellos alumnos que obtienen una nota baja a 17.

Que excusa tan ridícula.

Ella se fue y yo dejé de apretar mis manos en puños, las uñas se me habían clavado en la piel de mi palma, provocando un ardor pequeño. Eso podría afectar mi entrada a la universidad.

—Es solo una nota, Estela. Eso no va a afectar tu historial académico —pareciese que leía mi mente.

—En esa universidad solo aceptan notas subidas de 19,5.

—¿Y? Ellos no van a rechazarte por un 18 entre tantos veintes.

—No lo sabes. —Bufé masajeando mi cien—. Que estupidez, —reí ofendida—. ¿Desde cuándo hay notas exactas para la recuperación?

Comencé a rayar con un lápiz sin piedad la última hoja de mi cuaderno. Eso por alguna razón me tranquilizaba cuando me estresaba, y por un momento la punta del lápiz rasgó la hoja por la fuerza que ponía. Al terminar de rayarla la arranque y volví bolita para tirarla a la papelera.

—¿Estas...?

Le sonreí dulcemente fingiendo que nada había pasado—. Estoy bien. Solo es una nota.

Al paso de unos segundos recogí todo para ir al baño, no había ido en todo el día y yo necesitaba hacer mis necesidades. Un día de aguantar tanto la vejiga se me inflamó y me dolió esa zona por días. Consejo: nunca aguanten las ganas de ir a orinar.

El baño rara vez estaba asolado, la mayoría del tiempo habían varias chicas esperando a otras que desocuparan los cubículos. En ese caso, me tocaba esperar.

Pero me extrañó verlas a todas pegadas a un cubículo, escuchando y murmurando.

Leah hizo un «shh» disimulado y las quitó de su lado, haciendo que ella tuviera completo acceso a escuchar bien. Eran unas 3 estudiantes, me paré al lado de una que se percibía preocupada, la otra nerviosa.

Y ahí, escuché sollozos.

—Al parecer Jackson la golpeó —informó la castaña a mí lado en un murmuro. La miré confundida. ¿Era Hannah...?

—¿Pueden irse? —susurré. Los sollozos de Hannah se habían detenido.

La pelinegra ladeó su cabeza como si lo pensara, pocos segundos después me miró como si fuera una basurita que pudiera pisar—. No, tessiperfecta.

Y esta que se cree.

Blanquee los ojos con aburrimiento antes de dar pasos a la puerta y dar pequeños golpecitos en ella. Sabía muy bien que ella no iba a abrir si las otras chicas no se iban.

—Gracias, eso me hace recordar lo mucho que estás enamorada de mí, ¿No? —añadí el tono sarcástico—. Ni siquiera le das tanta importancia a tu novio.

Escuché una risita tras de mí que no era de Leah, eso era claro, ella nunca se reiría de algo dicho por mí.

—¿Por qué Hannah llora? ¿No se supone que ustedes son mejores amigas? —soltó en burla—. Tan buena amiga eres dejando a su ex golpearla.

—¿Cómo sabes que Jackson la golpeó? —indagué sin confiar en ella.

—Es la única explicación.

—Jackson no me cae bien pero me parece un asco que acuses sin pruebas. ¿Hannah te lo dijo?

—Mejor me voy. —La puerta se abrió—. Seguro como tú eres muy inteligente sabes quién fue.

—¿Puedes irte ya? —masculle por segunda vez al ver sobre mí hombro que aún seguía observándose. Las dos chicas salieron primero y luego ella, dejándome completamente sola con Hannah al otro lado de la puerta blanca. Apoyé mi frente a la puerta y suspiré—. ¿Quieres abrir la puerta?

No hubo respuesta.

—¿Jackson te...? —no completé la frase.

—Vete —dijo en voz seca.

Mi mandíbula se tensó y forcé la cerradura una vez más, después de eso me sentí mal porque quizás no le estaba dando privacidad pero no iba a permitir que se callara igual que yo lo hice.

—No entiendo por qué...

—No tienes que entenderlo, Estela.

Y eso hizo que mi pecho se contrajera.

Sí, vamos a fingir que no me dolió darme cuenta que su confianza en mí se esfumaba.

Me giré y recosté la espalda en la puerta.

—Vete, no quiero que me veas así —volvió a ordenar. Un fruncimiento leve de cejas se manifestó en mí. ¿Cómo "así"?

—No.

Se quedó callada.

Normalmente me preocupaba ver a alguien mal, pero ella era mi mejor amiga, me angustiaba más. Cuando alguien pasa por una situación difícil es muy probable tener pensamientos insanos y no, no quería perderla.

A la vez era triste saber todo eso, soy consciente que aprendí muchas cosas de pequeña que no debí experimentar. No debía estar sabiendo ese tipo de cosas tan pequeña. Puede que haya sido una "ventaja", eso me daba libertad a tener más fácil leer a las personas.

Leerlas como si fueran un libro.

La puerta tras de mí se abrió, perdí el equilibrio porque no me lo esperaba. Entré de inmediato y la cerré con seguro otra vez. Al voltearme me encontré con una Hannah sentada en el retrete, miraba a mis zapatos y se veía tan...tan débil.

Su cabello dorado estaba en una cola descuidada, un amplio suéter gris cubría cada pedazo de su palidez y ahí me arrodillé frente a ella. Un jadeó por lo bajo dejó mis labios, tenía los ojos bien abiertos para verla bien.

Me quedé estupefacta por su estado, ¿Cómo llegó a estar así? Todo mi cuerpo se enfrió y reaccioné cuando comenzó a llorar de nuevo.

Sus labios temblorosos se adornaban por heridas que se veían profundas, como mordiscos. Sin ni siquiera verlo, sabía que tenía muchas más heridas regadas por su cuerpo y las ocultaba con la ropa.

Acuné su rostro entre mis manos con cuidado y traté de hablar—: ¿Que pasó? —mi voz se había tornado débil.

Traté de abrazarla pero soltó quejidos de dolor, ahí no dudé en quitar el suéter y dejarla en brasier. Su llanto aumentó más como si lo necesitaba con urgencia. Todo lo que ví me quebró el alma.

Mis ojos recorrían todos esos moretones con inquietud, tenía en todas partes: Cuello, brazos, senos, abdomen, espalda. También noté unos como si fueran latigazos. Los de su cuello parecían como si alguien la hubiera tratado de ahorcar, se marcaba la forma de una mano enroscada.

—¿Jackson te golpeó? —murmuré.

—No..., No puedo decirte —con dificultad lo dijo. Su pecho bajaba y subía con cada respiración, con cada sollozo y cada palabra que decía. Ella se veía tan...asustada.

Las amenazantes lágrimas llenaron mis ojos, verla en ese estado me revolvió el estómago. Ver ese tipo de marcas siempre me provocaban ganas de vomitar—. Por favor.

Hannah entreabrió sus labios y esperé para escuchar su frase, pero eso nunca llegó, prefirió callarse y seguir llorando sin control.

—¿Fueron tus padres...? —Eso sonaba loco, realmente no creí que fuera así. Sus padres no son los más afectivos del planeta pero la quieren y estoy consciente de que nunca le tocarían ni un pelo de esa manera.

Su mirada apagada aparte de lo ya mencionado solo me mostraba dos cosas más: Dolor, culpa.

—Voy a llamar a tu madre —informé para sacar mi teléfono.

—No... —musitó.

Con piernas de gelatina por los nervios logré colocarme de pié. Me estaba desesperando, el espacio era demasiado pequeño y en caso así siento que me ahogo. No podía ponerme a llorar, eso seria peor y no ayudaría en nada.

—¿Puedo irme contigo? —elevó la mirada a mí—. No quiero que mis padres me vean así. —La observé, ya tenía su suéter puesto.

—Mi mamá llamará a la policía —consideré.

—Ella no tiene que enterarse.

—¿Cómo?

—No te preocupes por mí.

—¡Te veo golpeada de la nada y no quieres decirme por qué! —mi semblante decayó—. Yo puedo ayudarte pero no me dices nada.

—No puedes solucionar la vida de los demás, Estela.

—Ni siquiera me has dicho que pasó.

Hannah chupó su labio inferior y negó, apartando la vista de mí. Sé que debía darle privacidad, solo que no puedo ir por la vida pensando eso cuando es un tema grave.

Me aclaré la garganta con dificultad—. Voy a...salir, aquí no hay señal para llamar. Quédate aquí.

Un asiento de su parte fue lo único que vi antes de salir del cubículo. Me aliviaba que nadie estuviera en el baño además de nosotras, no quería que su problema se esparciera como un chisme sin importancia más.

Subí al último piso de la preparatoria: La terraza. Allí solía haber buena cobertura y era un lugar tranquilo para hablar sin que nadie te escuche.

El viento me azotó sin piedad, si mi cabello no estuviera recogido era seguro que de ahí iba a salir con una selva en lugar de pelo. La lluvia se aproximaba pero no le tomé importancia de más. Marqué el número de mi mamá y después de 10 intentos «sin exagerar, en momentos donde estoy estresada soy un poco intensa» nada sucedió, me mandaba a la contestadora.

—¿Te presto mi teléfono para que llames?

Mi pecho saltó, no porque estuviera asustada, sino porque me agarró desprevenida.

—No, tengo para llamar pero mi mamá no contesta —dije en el proceso de voltearme para quedar frente a él. Fruncí las cejas—. ¿Me estabas observando?

—No. Venía a estar solo un rato. —Hades chocó su hombro contra el mío cuando caminó hacia delante—. Hola. Por cierto, pareciese que viste a un fantasma —rió por lo bajo pero a mí no moe hizo gracia.

Yo al no reír ni decir nada, él se giró con expresión relajada pero preocupada.

—¿Pasó algo?

—No.

—Estás sudando.

Joder.

—Ya.

Se sentó en el suelo de madera y recostó su espalda en una pared blanca. ¿Venía a fumar? Casi nadie en estos tiempos va a la terraza y si él iba seguro era para eso, o tal vez si quería estar solo.

Tragó—. No vengo a fumar, Estela.

Empezaré a pensar que él sabe todo lo que pasa por mi mente.

—¿Dejaste el cigarrillo? —mi iris azul en todo momento estuvo sobre él, no debía dejar tanto tiempo sola a Hannah, solo me dió curiosidad saber eso.

—Lo estoy intentando —sonrió para sí mismo y miró al cielo—. ¿Vas a venir?

—¿Disculpa? —no le presté atención a lo último.

Me observó con esa mirada de incredulidad que me recordó a todas las veces que me miraba cuando recién eran conocidos.

—A sentarte, estrella tonta.

—No era ¿"francesa tonta"?

—Mhm, me gusta juntarlos.

—¿Y qué le pondrías a "francesa"?

Francesa bonita —nombró con toda serenidad, como si eso no acelerará mi corazón.

Cosquillas se presenciaron en mi estómago y sonreí inconscientemente. Siempre había oído los "tienes las expectativas en el amor muy altas" no, no era así. Es simple de entender: No tengo expectativas por el cielo, solo sé lo que me merezco.

Cada pedazo roto de mi corazón se enamoraba de un chico diferente, pero está vez era completo.

—El apodo no te lo digo porque eres tonta, no lo eres; solo me da nostalgia.

—¿Nostalgia?

—Ni en mis sueños me imaginé besarte, Estela, ni tener algo cercano a ti —confesó y pausó—, me da nostalgia recordar todo.

Mis mejillas ardieron y no sé qué me pasó pero toqué mis mejillas con ambas manos, quería comprobar si era real. Me sentí como estúpida cuando vi la sonrisa burlona que danzaba en sus labios con una expresión arrogante.

Este idiota.

—Y ahora te pongo nerviosa con las palabras. Ah, cómo cambian los tiempos.

Tambaleé al perder equilibrio sin ningún trasfondo y recordé a Hannah. Me había distraído mucho.

Jugué con las mangas de mi camisa manga larga y murmuré con nerviosismo—. Tengo que irme, podemos vernos luego.

—¿Otra cita? —inquirió—. Solo si quieres.

—Yo te aviso. —Le sonreí un poco y me volteé sobre mis talones, rápidamente fui al baño, unos minutos después de eso la campana sonó.

En todo el transcurso de la escuela a mi casa Hannah estuvo tratando de esconder las heridas más notables: sus labios y su cuello. Mi mamá notó sus labios rotos y ella se excusó con que se había lastimado con algo, sin más. Su cuello era cubierto por la tela de la gruesa sudadera.

Mamá estuvo callada y yo le ganaba en eso, el ambiente tensó se sentía. ¿Acaso el clima se había alineado con todo lo que pasaría ese día? La lluvia resonaba contra el pavimento y los autos, fuerte sin control.

Triste...todo se veía tan gris. Lo único colorido eran las lindas sombrillas que se veían a través de la ventanilla.

Y cuando llegué a casa, me di cuenta porque mi madre no mencionó ni una palabra. En ese momento no entendía nada, no entendía porqué o qué hice mal.

¡Hola! ¿Cómo están?

Hannah :( ¿Qué piensan del cap?

A veces leo a Hades y pienso "Quiero que me diga francesita", después recuerdo que no existe y no soy francesa, je.

Corazón morado (💜) si quieren entender que pasa >>

Estela pasa tip de donde se encuentra a un Hades.

Espero les haya gustado, gracias por leer <3

Ig: sophsvc

Hasta el sábado,

Sophi.

Continue Reading

You'll Also Like

252K 12.8K 69
"𝙀𝙡 𝙖𝙢𝙤𝙧 𝙣𝙪𝙣𝙘𝙖 𝙢𝙪𝙚𝙧𝙚 𝙮 𝙡𝙖 𝙫𝙚𝙧𝙙𝙖𝙙 𝙩𝙞𝙚𝙣𝙚 𝙧𝙖𝙯ó𝙣 𝙥𝙤𝙧 𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙚𝙟𝙖𝙣 𝙪𝙣𝙖 𝙝𝙪𝙚𝙡𝙡𝙖" "-𝙔 𝙖𝙡 𝙛𝙞𝙣𝙖𝙡 𝙚�...
48.5M 4.6M 83
Primer libro de la serie #GoodBoys. En físico gracias a Nova Casa Editorial (este es un borrador). Inteligente, perfeccionista, competitivo, meticulo...
3K 423 43
Christian es un joven islandés que ha creído en la magia desde que, siendo niño, presenció cómo un hombre desaparecía en la plaza de su pequeño puebl...
245K 16.5K 33
[SEGUNDO LIBRO] Segundo libro de la Duología [Dominantes] Damon. Él hombre que era frío y calculador. Ese hombre, desapareció. O al menos lo hace cu...