Si yo fuera tú

By ErisGoddess14

34.3K 4K 2K

Izuku y Katsuki eran un par de amigos y vecinos inseparables que en la actualidad no se soportan y asisten al... More

El principio del fin
La fuente de los amantes
El cambio
Catastrófico jueves. Parte 1
Catastrófico jueves. Parte 2
Entre la guerra y la paz
Sentimientos desbordantes
Castigo
Niñeros y unicornios
¡No es una cita!
Escapando otra vez
Revelaciones y disculpas
En el túnel de vestuarios
Noche de confesiones
Condenados a repetir la historia
Una llamada inoportuna

Fase de negación

1.9K 248 60
By ErisGoddess14

Capítulo 7. Fase de negación.

—Llegas tarde. —gruñó Katsuki dentro de la casa del árbol, los primeros rayos del sol se empezaban a vislumbrar.

—No es mi culpa —dijo Izuku—, t-tú-tú... —se sonrojó mientras balbuceaba. —¡Tú amigote no se calma en las mañanas! —se quejó.

Katsuki alzó una ceja. —Ah —dijo al finalmente entender—, hablas de mi pene.

Izuku se sonrojó hasta las orejas. —¿Cómo lidias con eso? —preguntó frustrado, pues era difícil calmarlo.

Ante la pregunta, Katsuki hizo una mueca y se sonrojó levemente, parecía incómodo. —No te lo diré.

Izuku frunció el ceño, pero no insistió. —¿Cuál es el plan?

Como respuesta, ambos escucharon un par de "¡Pss!" provenientes de las raíces del árbol. Izuku asomó su cabeza al borde y vislumbró a Denki y Eijiro, quienes lo saludaban con sus manos.

—Ellos son el plan... —murmuró Katsuki con una sonrisa ladina.

.

.

.

—¡Mocoso! —vociferó Mitsuki, pateando la puerta de la habitación e invadiendo la privacidad de su hijo. —Has estado toda la mañana en cama...

—¡No jodas, vieja! —se escuchó vociferar la voz de Katsuki bajo las sábanas. —¡Déjame en paz!

Mitsuki gruñó. —¡Entonces te quedas sin el maldito desayuno! —bramó, saliendo y cerrando la puerta de un golpe.

Kirishima suspiró aliviado bajo las sábanas, mientras miraba la grabación de su teléfono, con el cual reprodujo la voz de Katsuki.

—Eso estuvo cerca. —murmuró Denki escondido desde la casa del árbol.

Eijiro salió de la cama y volvió a suspirar, la madre de Katsuki daba miedo.

—Hasta ahora estamos victoriosos. —dijo Denki con entusiasmo mientras ingresaba a la habitación de Katsuki, pues ninguna de las madres los había descubierto.

Eijiro alzó una ceja y observó a Denki. —¿Me repites porque estás haciendo esto?

Denki lo miró un poco ofendido. —No eres el único amigo de Bakubro.

—Bueno... —dijo un poco curioso. —Es comprensible que yo lo cubra en líos, pero tú no sueles hacerlo sin algo de por medio. —Denki se cruzó de brazos, parecía molesto e hizo un puchero. Eijiro no pudo evitar sonreír ante lo graciosamente tierno que se veía. —Te conozco, Denki. —dijo de forma divertida, acercándose y poniendo sus manos en los hombros del rubio. —Confiesa, ¿qué obtuviste a cambio? —murmuró.

Denki desvió la mirada y dio un par de pasos hacia atrás, buscando distancia del apuesto chico. —No es la gran cosa.

Eijiro suspiró con aires de tristeza. —Ustedes dos —dijo un poco cabizbajo, refiriéndose a Katsuki y Denki—, parece que últimamente esconden cosas. —soltó.

Denki lo miró consternado. ¿Acaso Eijiro se sentía desplazado? —Espera, no es...

—Está bien. —interrumpió Kirishima con una sonrisa forzada. —No les obligare a decirlo, solo esperaba que confiaran un poco en mí.

Denki mordió su labio inferior, antes de suspirar derrotado. —Le debía un favor por obligarlo a ir a una cita a ciegas conmigo. —se encogió de hombros al confesar. —Debía llevar a un amigo que hiciera pareja con una chica.

—¿Cita a ciegas? —preguntó Kirishima sorprendido. Denki asintió. —Oh... —soltó Eijiro. —Entonces, ¿sales con alguien? —curiosamente, Kirishima parecía inquieto.

—Claro que no... —Denki rio. —Solo fue una cita. —le restó importancia. —Por cierto, no puedes decirle esto a nadie, se supone que nadie debe saber o Bakugo me aniquilará...

—¿Volverás a salir con esa persona? —interrumpió Kirishima un poco ansioso.

Denki rio nuevamente. —Estás muy preguntón. —dijo, dando media vuelta, con intenciones de salir de la habitación de Bakugo y regresar a la casa del árbol, pero Kirishima lo sostuvo de la muñeca, girándolo abruptamente para verlo a los ojos.

—Responde. —dijo el deportista con un tono de voz grave y con un semblante serio y autoritario.

Denki sintió sus rodillas tambalearse y su respiración cortarse, y aterrado por la cercanía, empujó levemente a Kirishima. —No. —respondió, un poco molesto por sentirse así de débil con él. —El tipo era... —miró de pies a cabeza a Kirishima. —Heterosexual. —rodó los ojos.

—Oh... —dijo Eijiro, recuperando la compostura y soltando inmediatamente la muñeca de Denki. —Perdón. —farfulló, aun sin entender porque lo había sujetado así.

—Descuida. —dijo Denki, tratando de no sentirse abrumado por la reciente cercanía de Kirishima.

—¿Por qué no me pediste a mí que te acompañara a la cita? —preguntó el pelirrojo abruptamente, dejando pasmado al rubio.

—¿A ti?

—Bueno, soy más fácil de convencer que Bakubro.

Denki hizo una mueca. —Es que... no creo que esa chica sea de tu tipo.

.

.

.

—Debe ser una jodida broma. —dijo Katsuki con ira.

En el lugar donde se suponía que debía estar la fuente, solo había tuberías que sobresalían del piso y una cinta de "no pasar" rodeando el lugar.

—Disculpe —dijo Izuku amablemente a un guardia de seguridad—, ¿dónde está la fuente que exhibían aquí?

—La están restaurando. —respondió.

—¡¿Cuándo la traerán?! —exigió Katsuki saber.

—No lo sé, mocoso —contestó el guardia con molestia ante la actitud de Katsuki—, yo vigilo, no respondo por eso.

—¡Óyeme, pendej...!

—¡Gracias! —chilló Izuku al guardia, tapando la boca a Katsuki.

El guardia bufó y se alejó.

—¡¿Qué mierda haremos ahora?! —soltó Katsuki frustrado.

—¡No lo sé! —dijo Izuku al borde de un ataque de pánico.

Y entonces, una anciana risa se escuchó muy cerca de ellos. Los muchachos voltearon sus rostros y vieron a un anciano y bajito hombre junto a ellos. ¿En qué momento se había acercado?

—Parece que ha vuelto a ocurrir. —murmuró el viejo, golpeando levemente el piso con su bastón de madera y mirando detenidamente a ambos jóvenes.

—¿Usted... sabe de la fuente? —se arriesgó Izuku a preguntar.

—No son la primera ni la última pareja de enamorados en tener este lio. —dijo el viejo con una sonrisa.

Izuku y Katsuki se miraron entre sí y se sonrojaron. —¡No somos pareja! —vociferaron al unísono.

—Fase de negación, ¿eh? —se burló el anciano sarcásticamente, haciendo gruñir a Katsuki. —Como sea, no tienen por qué desesperarse —dijo a ambos—, si se fijan con atención, encontraran que la respuesta yace a sus pies. —dio dos golpes al piso con el bastón nuevamente.

Ambos miraron al piso de forma interrogante y entonces... Descubrieron la placa de piedra que pertenecía a la fuente, con aquella extraña frase escrita.

—¿Sabe usted que significa? —preguntó Izuku, dándose vuelta y descubriendo que el anciano había desaparecido.

—Para ser un viejo es muy rápido. —admitió Katsuki.

—Tenemos que buscar información.

—Internet.

—No, ya lo hice y no encontré más sobre su origen.

Katsuki bufó y tomó a Izuku del brazo, arrastrándolo. —Vamos a sacar libros antiguos de la biblioteca de esta maldita ciudad.

.

.

.

—¡Bakubro, Midobro! —chilló Denki con alivio, abrazando a quien creía era Izuku. —No me vuelvas a pedir un favor como este. —apuntó a quien creía era Bakugo.

—¡Suficiente! —vociferó Katsuki, apartando a Denki. —¿No los descubrieron?

—No. —respondió Kirishima alegremente.

—Aunque la sexy señora Bakugo trato de que saliera su hijo de la habitación —dijo Denki, sin percatarse de la mueca de incomodidad de Kirishima—, por un momento entramos en pánico, bueno, yo entre en bi-panic. —rio.

—¿Cómo le dijiste a mi...? —gruñó Bakugo.

—¡Eso es todo, Denki! —chilló Izuku, al ver como una vena se brotaba en la frente de Katsuki tras escuchar cómo se referían a su madre. —Ya pueden irse.

Kirishima pasó su brazo por los hombros de Izuku, pensando que era Katsuki. —Siempre puedes contar conmigo, bro. —dijo sonriente, tratando de hacerle entender que no guardara secretos con él.

Izuku se sonrojó. —S-sí. —balbuceó en respuesta, sin percatarse del ceño fruncido de Katsuki.

Denki hizo un saludo al estilo militar y ambos empezaron a bajar por la escalera del tronco del árbol. —La próxima vez que salgan a una cita por lo menos esperen a que no estén castigados. —se quejó.

—¿Cita? —preguntó Kirishima confundido.

—Hijo de... —gruñó Katsuki. —¡Que no somos pareja! —vociferó.

—¡Ay, ajá! —soltó Denki burlesco. —¡A eso se le llama fase de negación! —chilló, marchándose del lugar junto a un confundido Kirishima y provocando que Izuku se pusiera colorado.

—Ese idiota... —gruñó Katsuki. —Uno de estos días su gran bocota terminará por meterlo en un problema igual de grande que el nuestro.

.

.

.

—Una vez que se ha iniciado el conteo, el centro lanza el balón al mariscal. —explicaba Bakugo a Izuku. —Y ahí es donde empieza la jugada.

—Entiendo. —decía Izuku, anotando todo en una libreta.

—Tu posición es ofensiva, eres el corredor, ganas yardas al cruzar la línea de confrontación, bloqueas jugadas de pase y recibes pases del mariscal. —Izuku asintió. —Tienes mi cuerpo, mi fuerza —le recalcó—, puedes hacerlo, solo necesitas práctica.

Ambos estaban en el jardín, practicando las reglas básicas del football americano y haciendo lanzamientos. No muy lejos, dos sorprendidas madres que tomaban té observaban a sus hijos pasar tiempo juntos mientras se encontraban castigados.

—¿No te parece extraño? —preguntó Inko.

—Muy extraño... —dijo Mitsuki. —Se supone que pelearon en el instituto.

En ese momento, "Katsuki" resbaló con torpeza al intentar atrapar el balón, cayendo graciosamente al piso y siendo extrañamente regañado por un fastidiado "Izuku", quien tendió su mano para que "Katsuki" se levantara.

—Oh... —suspiró Inko con nostalgia. —Me recuerda a cuando eran niños.

Mitsuki contempló a su amiga, luego miró a quien pensaba era su hijo y frunció el ceño con desconfianza.

El tiempo transcurrió, y al caer la noche los adolescentes se encontraban en la casa del árbol.

—Arte abstracto es la que prescinde por completo del objeto. —explicaba Izuku a un confundido Katsuki. —El cuadro se compone de la combinación de líneas y colores...

—¡No entiendo esta mierda! —vociferó frustrado. —Podría embarrar cualquier cosa en un lienzo y mientras sea lindo será arte... —bufó.

Izuku frunció el ceño. —No tiene que ser lindo, tiene que hacerte sentir algo.

Katsuki rodó los ojos. —¿Qué se supone que tengo que sentir?

—Cualquier cosa. —respondió el nerd. —Enojo, frustración, felicidad, amor... —murmuró aquello último con timidez.

Ambos permanecieron en silencio un par de segundos, evitando hacer contacto visual. No sabían porque ambos estaban incómodamente avergonzados.

—Dejemos esto por hoy y empecemos con los libros que fotocopiamos de la biblioteca de Esuha. —propuso Izuku.

—Bien —gruñó Katsuki, fastidiado por sentirse extraño—, busquemos como terminar esta maldición y de paso hacemos el maldito informe de diez hojas del viejo Aizawa.

Izuku asintió.

—¡Izuku, hay un sobre para ti! —se escuchó a Inko hablar emocionada, abriendo la puerta de la habitación abruptamente. —¡Creo que es de la convocatoria de...! —enmudeció al ver a ambos jóvenes en la casa del árbol, sentados cómodamente. —Oh... —soltó sorprendida. —¿Interrumpo? —preguntó con timidez.

—¡Es la carta de aceptación! —murmuró Izuku emocionado a Katsuki, y este asintió.

—Si no te importa... —Katsuki se dirigió a Inko con suma amabilidad. —Mamá... —soltó con algo de vergüenza por llamarla así—, abriré el sobre en presencia de... —se sintió muy incómodo y apretó los labios. —De Kacchan... —soltó avergonzado, señalando a Izuku.

Izuku soltó una risilla al verlo incómodo, risilla que se apagó en cuanto Katsuki abrió el sobre y lo leyó, para luego mirar a ambos. Izuku sentía que la expectación lo estaba matando.

—Ganaste. —dijo Katsuki sonriente. —Digo, gané. —se corrigió nervioso.

Con esta revelación, Inko lloró escandalosamente, abrazando a Katsuki, creyendo que era Izuku. Katsuki, totalmente anonadado, simplemente atinó a abrazar lenta y tímidamente a la mujer, pues no se acostumbraba a las muestras de afecto tan directas.

—Esto amerita una rebanada de pastel para celebrar. —Inko se limpió las lágrimas y sonrió, saliendo de la habitación con prisa. —Katsuki, también estás invitado. —escucharon desde el pasillo que conducía a las escaleras.

—Je... —soltó burlonamente Katsuki. —¿Qué se siente ser invitado por tu madre a tu propia casa? —preguntó a Izuku, volteando a verlo y descubriendo que el nerd había empezado a llorar en silencio. —¡Ay, no puede ser! —dijo alarmado. —¿Tan malo fue lo que dije?

—No... —balbuceó Izuku. —Es que —moqueó—, por un momento pensé que no ganaría.

—¿Por qué pensarías algo así? —preguntó con tranquilidad. —Año tras año representas al instituto en concursos de arte escolares.

—¿Cómo sabes eso? —preguntó Izuku, limpiando las lágrimas.

El club de arte siempre pasaba desapercibido por la comunidad estudiantil, pues todos preferían ir a los eventos deportivos, que se organizaban casi al mismo tiempo, en lugar de la competencia de arte, y los últimos años los había ganado Izuku, pero solo sus amigos y madre habían ido a ver la presentación.

En respuesta, Katsuki abrió los ojos enormemente. Parecía que había soltado eso sin pensar y que seguramente jamás quiso sacarlo a la luz. —¡Cállate y deja de llenar mi cara de mocos! —vociferó, señalándolo. —¡Iré a ayudar a tu madre con el jodido pastel! —bramó abruptamente, abandonando la habitación y dirigiéndose a la cocina.

Izuku frunció el ceño, se estaba hartando de que Kacchan lo dejara sin respuesta siempre. Así que, salió al pasillo, bajó rápidamente las escaleras, caminó hacia la cocina y casi estuvo a punto de sujetar a Kacchan del hombro, pero...

—¡Auch! —escucharon a Inko quejarse, se acababa de cortar con el cuchillo.

—¿Está usted bien? —preguntó Katsuki, revisando el pequeño corte en el dedo.

—Oh, descuida, cariño. —se excusó, lavando su mano. —La emoción me vuelve un poco torpe.

—Yo lo haré. —dijo Katsuki, tomando el cuchillo y rebanando el pastel.

Inko sonrió, alejándose hacia el pasillo, con la excusa de buscar el botiquín de primeros auxilios.

—¿Me dejarás sin respuesta? —insistió Izuku, en cuanto Katsuki sirvió los postres.

Katsuki apretó los labios. ¿Cuánto más iba a insistir el estúpido y terco nerd? —Iré al baño. —se excusó de nuevo. —¿O pretendes seguirme ahí también y que tu madre nos vea?

Izuku hizo un puchero y desvió la mirada. Katsuki sonrió triunfante e ingresó al pasillo, pero...

—Es tu hijo —escuchó a Inko hablar molesta con el teléfono fijo de la casa—, sé que estamos divorciados y ya tienes otra familia, pero él sigue siendo tu hijo y acaba de ganar un evento. —Katsuki frunció el ceño, Inko hablaba con el ausente padre de Izuku. —Solo te pido que estés ahí un día, es importante para él. —la escuchó hablar con voz rota y no pudo soportarlo más.

—Mamá. —la llamó, provocándole un sobresalto.

—Oh, dulzura —dijo nerviosa al verse descubierta, secándose las lágrimas—, pensé que estarías junto a Katsuki... Yo hablaba con...

—Lo sé. —dijo Katsuki. —¿Puedo hablar con él?

Aquello sorprendió a Inko, usualmente Izuku evitaba hablar con su padre, para así no llevarse una decepción por falsas promesas. La mujer asintió, dándole el teléfono con lentitud. —Estaré junto a Katsuki en el comedor, por si necesitas algo... —dijo preocupada.

Katsuki asintió y llevó el teléfono a su oreja.

—¡Hola, campeón! —escuchó una voz masculina con falsa emoción. —Tu madre me mencionó la noticia, felicidades, lamento no poder ir...

—Ahórratelo. —interrumpió Katsuki.

Entre tanto, Inko ingresaba al comedor con un aspecto entristecido.

—¿Qué ocurrió? —preguntó Izuku preocupado al ver su expresión.

—Oh... —se lamentó la mujer. —Perdona la incómoda situación, me emocioné de más y le informé al padre de Izuku lo ocurrido. —admitió, sorprendiendo a Izuku sin ella saberlo. —Pretendía convencerlo de venir, algo así como una sorpresa. —su voz sonó aún más entristecida. —Seguramente lo notaste cuando eran niños, pero Izuku siempre parecía esperarlo. —suspiró. —Al principio parecía negarse a perder las esperanzas, pero con el tiempo se rindió a la posibilidad de tener una figura paterna y dejó de intentar. —Izuku frunció el ceño al recordar a su padre. —La culpa es de su padre, pero pensé que valía la pena el intento. —continuó Inko. —Aunque... —dijo sorprendida. —Extrañamente él decidió hablar con su padre hoy.

Izuku alzó una ceja. —¿Él?

—Izuku. —respondió Inko con obviedad.

Izuku abrió los ojos y se levantó de inmediato, dirigiéndose al pasillo y deteniéndose abruptamente al oír a Katsuki.

—Escucha —soltó Katsuki de forma frívola—, estoy harto de las estúpidas promesas y excusas, por mi puedes quedarte en el culo del mundo y jamás volver. —dijo, recordando como en la infancia decepcionó muchas veces al pecoso nerd. —Así que, si vuelves a hacer llorar a alguien de esta familia te partiré toda tu puta cara. —fue lo último que dijo, para luego colgar abruptamente. Aquello no había estado bien, pero Katsuki no podía soportar los recuerdos en los cuales Izuku lloraba porque su padre no estaba.

Bufó y se giró, sobresaltándose al ver a su cuerpo controlado por Izuku observándole. Se petrificó. ¿La había cagado al meterse en un problema familiar ajeno? ¿Izuku estaría enojado?

—Gracias... —lo escuchó murmurar con timidez, mostrando una pequeña sonrisa.

—¡No lo hice porque me preocuparas! —soltó Katsuki frunciendo el ceño. —Tú padre es un idiota al que merecían insultar.

Izuku sonrió aún más. —Lo que tú digas, Kacchan.

Katsuki bufó, caminando a grandes zancadas. —¡Exacto, es lo que yo digo! ¡Y mueve tu trasero al comedor!

Izuku continuó sonriendo, caminando detrás de él.

Continuará...

Centro: su función es pasar la bola entre sus piernas para entregársela normalmente al mariscal.

Mariscal: son líderes del equipo ofensivo, responsables de decidir la jugada a realizar.

Corredor: su principal función es correr y ganar yardas, también pueden bloquear pases y recibir pases del mariscal.

Bueno, quiero aclarar algo, en este punto de la trama de BNH no sabemos como es el padre de Izuku, así que esto es de mi invención, se me hizo interesante plantear esto.

Mari_Chan16: Gracias por apoyar y comentar siempre.

08/02/2022

Continue Reading

You'll Also Like

333K 22.3K 28
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca. -¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen. -Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a e...
61.9K 5.6K 37
Dos palabras: Katsuki enamorado... ¿Que es lo peor que podría pasar? Una... comedia romántica? Tal vez, uno nunca sabe... ¡¡¡ATENCIÓN!!! Ésta histor...
10.6K 1.3K 4
Una mini historia navideña de la primera navidad como pareja de nuestro Wonder dúo. #22 en bkdk 2 Marzo 2022
44.9K 5.8K 9
Después de mucho años de noviazgo, ambos jóvenes iban a contraer nupcias. Y sé lo que se están imaginando, pero no, no eran Katsuki e Izuku, sino sus...