–Im Nayeon– Sonrió, estirando su mano para ser besada por el chico.
Yo rodé los ojos.
–Que hermosa– Me susurró Momo– Así que eres la cita de Sana–
–Ah, no, no. Solo somos... Eh– Lo dudó.
–Amigas– Afirmé.
–Oh, bueno, aunque sea es un progreso– Dijo Momo con burla.
"Maldita"
–Bueno, Bunny, cuéntame ¿Cómo terminaste con este ser tan aburrido?–
Y así prosiguió nuestra "cita doble" en la que terminó habiendo más química entre Nayeon y Momo. El pobre chico y yo, terminamos siendo el mal tercio de esta ridícula tarde.
"No puedo esperar al fin de semana"
°°°
–¡Hey!– Me saludo una alegre chica de dientes de conejo.
–Hola, Nayeon– Aún no podía sentirme completamente cómoda con ella.
–¿Cómo estás?–
–Bien– respondí sin más. Mentira, no estaba bien.
Tzuyu había decidido desbloquearme de las redes sociales, no sé hace cuanto, pero ayer lo descubrí de la forma en la que menos quería, quizás.
Una foto increíble, de ella y si nueva novia, la misma chica que había ocupado mi lugar. La misma chica que seguramente había llenado de calor y besos a Tzuyu, mientras yo la esperaba en nuestra fría habitación.
Y yo aquí... Mi primera cita en mucho tiempo fue con Nayeon.
–¿Quieres hablar de eso que te molesta?–
–Te dije que estoy bien– Cerré mi cuaderno de mala gana.
–Sana– Me miró seria– Fui tu amiga el tiempo suficiente para conocerte. Ya no eres esa Sana brillante, alegre y torpe que conocía–
–Solo has vuelto a hablar dos veces conmigo– Dije molesta.
–Deja de decir estupideces y habla de una vez, Minatozaki–
Cerré los ojos con fuerza. Respiré profundo y...
–¡Es por Tzuyu, maldita sea! Pero tú querías que ella y yo termináramos ¡¿Estás feliz ahora Im?!–
Esperaba que me observara con enojo, por haberle gritado. Pero todo lo contrario, sus ojos solo me mostraban culpa y arrepentimiento.
Nayeon no mentía...
–Sana– Suspiró– Ven aquí–
–¿Qué?–
Sus brazos me rodearon y me apretaron contra ella. Me estaba abrazando. Y dejé que lo hiciera, por unos largos minutos... Lo necesitaba.
–Cuéntame ¿Qué sucedió?–
Yo me recosté contra su hombro y dejé que me acariciara la espalda.
–Tzuyu, me dejó por alguien más... Y ahora, se les ve muy felices juntas, vi una foto de ellas dos– Pasé saliva– Incluso, su sonrisa es más auténtica que cuando estaba junto a mí–
Lágrimas silenciosas ya habían comenzado a bajar por mis mejillas.
–Lo siento mucho, Sana– Me abrazó por el costado– Pero deberías olvidarte de esa idiota, no vale la pena–
–Te recuerdo que de esa misma "idiota" estuviste enamorada también–
–Oye, yo no... Yo no me enamoré de Tzuyu, solo me gustaba y actué como una completa envidiosa–
–Im Nayeon ¿Eres tú?– Reí– ¿De verdad acabas de admitir que fuiste una envidiosa?–
–Sí, ahora cállate– Me golpeó suavemente– Deberías comenzar a conocer gente nueva–
Asentí.
–Tzuyu no va a volver y si lo hace, que te encuentre feliz, que le duela el hecho de que abandonó a su tesoro más preciado–
–Ya intenté tener citas, Nayeon... La chica que me gusta dijo que no podía y luego llegaste tú, y ligaste toda la noche con Momo–
–Ups. Espera ¿Dijiste chica que te gusta?–
Volví a asentir en silencio.
–¡A ver! Yo la quiero ver ¿Es guapa?–
–Lo es... Es como– Me quedé pensando en con que comparar su belleza.
–Sí, sí, se nota en esa mirada de boba, me vas a babear. Pero hey, ¿Qué tal su trasero?–
–¡¿Qué?!–
–Sí. ¿Es redondito? ¿Suavecito? ¿Voluptuoso o...–
–Nayeon, yo no–
–Oh por favor, me vas a decir que MINATOZAKI SANA– Hizo un énfasis exagerado– No le ha visto el culo a la chica que le gusta. Eso es ridículo, es como decir que yo no soy perfecta–
Levanté una ceja.
–¿Entonces se lo viste o no?–
–Sí...– Susurré– Es bonito y supongo que será igual de suave que el resto de su piel–
–Excelente. Ahora quiero ver una foto–
Yo me rasqué la cabeza. No tenía fotos de ella, ni una de sus redes sociales... Nada, solo sabía su nombre y dónde encontrarla.
–No tengo su número–
–Hmm ¿Alguna red social?– Negué.– ¿Entonces no le pediste nada?–
–Le pedí su número, pero no me lo quiso dar, ella me pidió el mío–
Nayeon lo analizó, estaba pensando si quizás aquella chica no estaba interesada en mí. Y era muy probable, pero intentaba no pensar en eso...
–Invítala a salir– Dijo por fin.
–Ya lo hice. El fin de semana, saldremos... A un café, creo–
–Bien, suerte con eso Sanake–
–Dios, no me llames así–
Ella se carcajeo fuertemente. Para luego levantarse.
–Tengo clases. Cuídate Sana– Se detuvo antes de irse– No sé si desees ser mi amiga de nuevo. Pero si necesitas a alguien, sabes que puedes llamarme o escribirme–
–Claro, Nay... Lo tendré en cuenta–
Me sonrió una última vez con esos dientes de conejo y se fue.
Tomé mi teléfono, busqué todos los contactos o perfiles que tenía de Tzu, y los eliminé.
°°°
–Sanaaaaaa–
–Dios, Momo, no tienes que gritar, te escucho claramente–
–A-Ábreme la puuert-ta ¿quieres?–
Colgué el teléfono y fui hasta la entrada de mi apartamento.
Comenzó a golpear la puerta.
–Momo, para ya– Abrí de golpe, logrando que se tambaleara.
–Holaaa~ ¿Tienes comida?–
–¿Qué haces aquí? ¿no tenías una cita?–
Desparramada en mi sofá me miró.
–¿C-Cita?–
Rodé los ojos. Me acerqué hasta donde estaba y me senté en el borde del sofá. Ella se recostó en mis piernas y comencé a consentirla.
–La cita por la cuál estuviste quejándote toda la semana–
–Ah sí... Esa cita–Resopló–La olvidé, y cuando lo recordé ya era muy tarde– Pasó de tartamudear a tener una voz extremadamente sería.
–¿Al menos le cancelaste a la chica?–
–¿Cómo sabes que es una chica? Y nope, eso también lo olvidé... Pero a ella, no le importa–
Eso significa que ya ha salido antes con ella. Seguramente de ahí viene su desinterés frente a la cita. Momo, casi nunca sale más de tres veces con la misma persona.
No entiendo porque sigue aceptando, podría simplemente ser sincera con ella y quitarle ese peso de encima.
Quería decirle aquello, pero Momo era terca y estaba borracha, así que no iba a servir de nada gastar mis palabras en intentar cambiar lo imposible.
–Te daré algo de comer y te vas a dormir ¿Ok?–
–Sí– Asintió aún tirada en mis piernas.
A veces, cuando estaba así de vulnerable, olvidaba su faceta real. Me gustaba esta Momo calmada y mimada. Es más fácil de manejar.
Aunque, la veo con nostalgia. Momo me recuerda a mí, a la Sana quién aún tenía a Tzuyu a su lado, quitando claramente lo mujeriega, jamás le fui infiel a Tzu. Solo era muy extrovertida y alegre, ella decía que parecía un hamster al cual le habían dado una alta dosis de cafeína.
Puede que extrañe a Tzuyu.
Pero extraño más a la vieja yo...
•••
Que tengan un lindo día.