ᴘᴏᴇᴛɪᴄ ɢɪʀʟ |ꜱᴀɪᴅᴀ|

Fifteen

Una tortura, solo con eso puedo describir la clase de la que acabo de salir. Odio todo lo que tenga que ver con esa maldita profesora y justo hoy tenía que tragarme dos horas de su fastidiosa voz.

Me dirigí cansada hacia la cafetería, compraría una bebida energética e iría directamente a recoger a Dahyun de su trabajo.

–Sana, Sanita ¿Cómo estás?–

–Nayeoni ¿Qué haces aquí a esta hora?–

–No tenía nada que hacer en casa, me quedé para mirar al equipo de voleibol jugar–

–Sé que no preguntaste, pero yo acabo de salir de la clase más horrorosa y solo me quiero ir a casa– 

–¡Vamos! Puedo hacerte la cena, Jeongyeon me enseñó una nueva receta–

–Eh... No, Na-–

–¡¿Cómo que no?! Me ofrezco a cocinarte y me rechazas ¿Sabes cuándo le cocino yo a alguien?–

–¿Nunca?–

–Exacto, nunca– Se cruzó de brazos– ¿Qué es más interesante que estar con Im Nayeon?–

Me rasqué la cabeza, yo solo quería irme, no quería hacer esperar a Dahyun. ¿Pero cómo le explicaría esto a Nayeon? No podía decirle que me estaba quedando con la novia de Dahyun, porque estoy segura de que así como yo, no está ni por enterada de que Momo pueda tener pareja y menos se puede enterar que la chica de la que estoy enamorada es nada más ni nada menos que la pareja de mi amiga... No tengo muchas ganas de explicar algo que ni yo entiendo.

"Dios... Solo llévame ya"

–Y-Yo... Prometo explicártelo después ¿Sí?–

–Bien, pero espero que sea una que valga la pena–

–¿Una qué?–

–¡La explicación! Ugh, sabes, mejor vete a casa, Sana, tienes suerte de que aún quiera cocinarte–

Tomé la bebida que había comprando mientras hablaba con la coneja y despidiéndome lo más rápido que podía de ella me fuí de ahí, en busca de mi auto para así recoger a Dahyun de su trabajo.

Cuando por fin estuve enfrente de esa no tan grande pero linda biblioteca, me sorprendió que aún estuviera abierta, así que me decidí por entrar.

–¡Buenas noches!– Esa voz siempre me haría estremecer.

–¡Felix!– Saludé alegre– ¿Por qué está abierto a esta hora?–

–Algunas veces abrimos hasta tarde–

–Oh ya veo– Quizás eso explica el porqué Momo podía a veces llevar a quién quisiera a su casa– ¿Dónde está, Hyunie?–

–Awww ¿Le dices "Hyunie"?–

No sabía desde que momento había comenzado a decirle así, pero me encantaba como se escuchaba, era un digno apodo de ella.

–Y-Yo... Sí–

–Sana ¿Cuándo le vas a decir la verdad?–

"¡¿Cómo?! ¡¿Acaso el sabía que Momo le era infiel a Dahyun?!"

–¿Verdad? ¿Q-Qué verdad?–

–Pues, que te gusta... No me lo vayas a negar, se te nota en la mirada–

Agaché la cabeza. Quisiera hacerlo, pero sin contar mi cobardía, aún tenía muchas cosas en contra. Expresar mis sentimientos no era la mejor idea.

–No puedo, es la novia de Momo–