PRÓLOGO
- ¿Estas, segura de querer hacerlo? - preguntó nuevamente mi tío Aberforth.
- Muy segura - afirme feliz.
- Sabes que podemos huir cuando quieras, ¿Verdad? - pregunto ahora Aleck.
- Él no te podrá obligar a hacer algo, que tú no quieras - ahora fue Luke.
- ¡Ya cállense! - les dije a los tres exasperada, los tres son insoportables y lo único que hacen es ponerme de mal humor.
- Nosotros solo queremos lo mejor para ti - se excusó mi tío.
- Entonces, déjenme hacer lo que quiero.
- ¿Qué es lo que quieres? - pregunto Aleck.
- Que este día sea especial, nadie se casa con el amor de su vida dos veces en la vida.
- En eso te equivocas - intervino Aleck.
- No, el que se equivoca eres tú - le corrigió Luke - Porque si te vuelves a casa con el "amor de tu vida", quiere decir que el primero no lo era.
- Bueno como sea, ya dejemos tranquila a su hermana, ella se quiere casa y aun cuando nos moleste que sea con un Malfoy - dijo haciendo que mis hermanos levantaran una ceja - Bueno, aunque no me guste que sea con Malfoy debemos aceptarlo, su hermana es la que se va a casar no nosotros.
- ¿Por qué no te cae bien Malfoy, eh tío? - pregunto Luke.
- El muchacho me cae bien, quien no lo hace es su padre.
- ¿Por qué? - ahora pregunte yo.
- No es como que nuestras familias se hayan llevado bien, siempre fuimos inferiores a ellos, bueno eso pensaban, ya que la pureza de la sangre se la pueden meter por donde no les da el sol.
Todos reímos por su explicación y es que es verdad, la familia Malfoy no había sido muy afine a la familia Dumbledore, pues no cumplíamos con la pureza de sangre que ellos exigían; pero ahora ellos habían cambiado mucho, no solo en su comportamiento incluso puede poner mis manos sobre el fuego, que ellos habían cambiado sus ideales, tano que al señor Lucius Malfoy no se había opuesto a esta boda, por lo contrario me había recibido muy bien en su familia, eh incluso podía decir que me llevaba mejor con él que con Narcisa.
- No pasara nada todo saldrá bien - les asegure a ellos - Y si Draco me hace algo que me dañe, me encargare de hacer que se arrepienta - prometí.
- Si te hace algo, no me importaría terminar en AskAvan -dijo mi tío.
- No pasara eso - dijo Narcisa entrando a la habitación - Mi hijo la ama demasiado y yo seré la primera que lo haga respetar a su esposa, ahora todos salgan terminaremos de vestir a la novia, pues no falta mucho para la ceremonia.
- Está bien, esperaremos afuera - dijo Luke sacando a los otros dos.
- ¡___ gracias por hacer mi sueño realidad- dice ente lágrimas, solo la abrazo, preguntando ¿cuál sueño?
- ¿Cuál sueño Narcisa? - pregunto con una inmensa curiosidad.
- Siempre quise tener una hija, pero solo tuve a Draco, te confieso que yo quería que fuese niña y no niño, pero bueno tuve un barón y así lo quiero - este secreto revelado es una auténtica joyita.
- Así que el pequeño Malfoy tenía que ser La pequeña Malfoy - comento con una sonrisa y la ceja levantada. No nos aguantamos y reímos como hienas locas por el comentario.
- Pero al final tal vez, me puedas dar una pequeña - dijo ella.
- Aún no hemos hablado bien sobre tener hijos, pero cuando sea el momento lo haremos - dije.
- Lo sé cariño, sabremos esperar - dijo ella - ¿Por qué no se están casando porque estas embarazada o sí? - pregunto ella.
- ¡No!, nos estamos casando porque nos amamos y creemos que es el momento - le conteste.
- Bueno, de cualquier forma, debes saber que desde que Draco se enamoró de ti formaste parte de esta familia - dijo mientras me tomaba de las manos y sonreía - Porque déjame decirte algo, los hombres de esta familia son así, aferrados, aguerridos y muy tercos.
- Creame que lo sé muy bien.
- Bueno mientras seguimos platicando te coloco el vestido - dijo ella.
- Muchas gracias, porque yo nunca tuve una madre y usted me ha enseñado lo que es el amor de madre.
- ¡Oh, mi niña! - dijo ella con sentimiento pues comenzó a llorar - Siempre te protegeré, no importa de quien, aun si se trata de mi propio hijo.
Ella me abrazo mientras lloraba un poco, estuvimos un rato en silenció permitiéndonos disfrutar del momento, como algo muy íntimo, un acto que solo podría disfrutar con mi madre, pero al no conocerla Narcisa era quien tomaba ese lugar. La puerta se abrió de nuevo, pero ahora quien entraba por ella era el profesor Severus.
- ¿Puedo pasar? - pregunto él.
- Pasa Severus - dijo Narcisa - Yo les dejo para que hablen.
Quedamos cara a cara, permitiendo que él me viera vestida de novia mientras lo hacía sonreía, de una forma en la que nunca lo había visto, aun cuando me platicaba de Lily la madre se Harry.
- ¿Por qué lloras? - pregunte burlona - No me digas que vez en mi esa hija que nunca tendrás - me burle.
- No seas estúpida mocosa, me da tristeza ver en lo que se está metiendo mi ahijado - contesto mordaz sentándose en un sillón que quedaba frente a mí.
- Admítelo te dio sentimiento verme - le dije haciendo una cara burlona.
- Lo admito, te vez hermosa - dijo él - Ten, por tu boda - dijo mientras me arrojaba una caja a mis manos.
- ¿Qué demonios me compraste? - pregunte extrañada, pues nunca me había regalado nada este viejo cascarrabias, aun cuando siempre le compraba algún regalo para su cumpleaños o navidad.
- Ábrelo y lo descubrirás - dijo mientras cruzaba una pierna.
- Demonios Severus es hermosa - dije mientras sacaba una rosa cubierta de oro - ¿Cómo lo hiciste?
- Es una rosa, esta bañada en oro, por lo que jamás se marchitara - explico él.
- ¿No tiene una razón sentimental? - pregunte.
- ¡Ay no!, no me gusta el sentimentalismo, solo me pareció bonita - dijo él.
- Espérame - le dije mientras dejaba su regalo en una mesa de la habitación - Yo también te tengo un regalo - dije.
- No es mi boda, ni una ocasión especial - dijo él.
- Es necesario - dije mientras le entregaba un pergamino.
- ¿Qué es esto? - preguntó mientras desenrollaba el pergamino.
- Nombres de mujeres solteras, inteligentes, alguna de ellas te puede interesar - le dije - Necesitas una mujer en tu vida, debes superar a Lily - le dije esperando que me gritara algo, pero no lo hizo sorpresivamente.
- Salvarme de Nagini hizo que me diera cuenta de muchas cosas y una de ellas es la forma en que malgaste mi vida, así que ya estoy viendo a alguien - contesto.
- ¡Por fin! - festeje de júbilo.
Después de unos minutos fuimos interrumpidos nuevamente, pero esta vez quien entro fue mi tío avisando que era momento de que caminara hacia el altar, Severus me acompaño hasta el jardín donde se llevaría la ceremonia, después pasaríamos a la recepción en el salón de la mansión Malfoy.
El recorrido hasta el altar lo hice de la mano de mi tío Aberforth que muy renuente, porque no es muy afín de la comunidad mágica, pero ¿Cómo se podría negar a una de mis caras de pucheros?, siempre eh conseguido lo que quiero utilizándola, sabiendo que cada vez que era usada con él, le recordaba a tía Ariana.
- Tu padre estaría muy orgulloso, de la mujer que te has convertido - dijo él.
- Admitamos, que no estaría orgulloso - dije riendo.
- ¿Por qué piensas eso?
- Porque él se sentiría orgulloso si yo hablara en acertijos como él, pero me da demasiada flojera hacerlo - le dije mi intento de chiste - Además aún hay una misión que no en terminado y no tengo ni la mínima idea de cuál es.
- Cariño, esa última misión es que seas feliz, aun cuando lo dudes, tu padre se preocupaba por los tres, ahora termina tu misión y cásate con ese niño rico - río.
- No es un niño - le regañe.
- No me cuentes tus intimidades, respétame - me regaño; seguimos con la ceremonia tal cual siempre se hacía, hasta el punto de tomarnos las fotos para el profeta, donde saldremos en primera plana según comentó mi suegro.
- Al final si cumplimos la profecía eh - dijo mi ahora esposo mientras bailábamos.
- ¿Nunca olvidaras esa predicción verdad? - pregunte con burla y resignación.
- No, nunca lo hare, tanto así que nuestro viaje de bodas será donde mismo.
- Tu madre tenía razón.
- ¿En qué? - preguntó.
- Los hombres de tu familia son bastante tercos.
- No soy terco - me reprocho lo que hizo que riera.
- ¡Claro que sí!, cariño hace cinco años de esa adivinación y no la has olvidado.
- Pues claro que no, porque esa profecía es la única garantía de nuestro final feliz.
- Draco, no era una profecía, solo era una adivinación, pero eres tan terco que la terminaste convirtiendo en una - me burle.
- Pues como sea, lo único importante es que estamos aquí, ahora, ambos casados y esperando a nuestro primer hijo.
- Draco, no estoy embarazada - le recordé.
- No ahora, pero de hoy no pasa - dijo burlón.
- No puedes adelantar los sucesos de la profecía - le dije.
- ¿No, que no creías en ella? - se burló.
- Creo que de tanto que la has mencionado en estos cinco años, terminé por creer en ella - confesé.
- Esa es la actitud - festejo mi esposo besándome.
- ¡Oh!, pero cuando te comportes como un patán, no pienses que me quede de manos cruzadas - le ámense - Te partiré la cara.
- Estoy completamente de acuerdo - dijo asintiendo con la cabeza - Si me porto mal, dame un buen golpe para que me porte bien.
- Te tomare la palabra - le dije.
- Solo no abuses, que se muy bien que tus golpes duelen mucho - se quejó.
- Tú tienes la culpa, ¿Para qué me decías eso?
- Solo piensa que soy el amor de tu vida cada vez que lo hagas - pidió.
- ¡oh, no! cariño, enojada no pienso en nada, solo en sacar mi coraje - avise.
- ¿Aún nos podemos divorcias? - se burló.
- Claro que sí, señor Malfoy solo deme la mitad de sus bienes y fortuna - avise.
- Por eso te casaste conmigo ¿Verdad? - me siguió el juego.
- ¿Por qué mas lo haría?
- Eso me ofende - inquirió - Creí que era bueno en el sexo - Ante esto yo hice una cara que le restaba importancia a lo que dijo.
- Pues te diré - me burle, pero tan pronto me escucho se separó de mí y me jalo de la muñeca sacándome de la pista de baile.
- ¿Qué paso? - pregunté, pero él seguía jalándome - ¿Para dónde vamos?
- Nos vamos ahora de viaje de bodas - aviso riendo.
- Draco aún no se acaba la fiesta - argumente - Aun hay invitados.
- Están ebrios - fue su argumento - No recordaran que no nos despedimos.
Voltee a ver a los invitados y efectivamente solo quedaba la familia cercana y en su mayoría estaban ebrios, por lo que nos fuimos sin despedirnos, al final la única que nos reprendió fue Narcisa intentando que esperáramos para que nos despidiéramos, pero la negativa de Draco termino ganando, como me había dicho los hombres Malfoy son tercos.
- ¿Por qué tenías tanta prisa de llegar? - cuestione una vez que llegamos a la isla.
- Porque ya quería estar solo contigo - me beso - Además tengo que hacerte cambiar de idea sobre el sexo.
Solo me reí y deje que él se dedicara a hacerme cambiar de idea; ahora no sé ¿Cuándo tendremos hijos?, o lo que nos depara el futuro aun cuando hayamos visto una posible vida no sabemos que tan cierto es, lo único que sé es que estoy con él hombre que amo y que él me ama; mas allá de esto el mundo puede arder si así lo quieren.
FIN