"App de citas"
Narrador - Omnisciente:
Tan solo había pasado una hora y ya había tenido la peor experiencia de todas, Miguel le había dicho lo de la aplicación de citas, incluso recuerda la rara conversación que tuvieron a la hora de registrarlo en la app.
...
- A ver... Género... Masculino... Edad... Cincuenta y cuatro... Altura... Metro ochenta... - murmuraba Díaz mientras llenaba lo que la aplicación decía - Preferencias... Mujeres definitivamente... - al escuchar eso el mayor lo detuvo
- También hombres, no me subestimes Díaz! - exclamó desde su refrigerador, el latino lo miro con sorpresa
- Espere... ¡¿Usted es bisexual?! - sin duda era algo que no se esperaba de su sensei
- Sí, Te tome por sorpresa ¿Acaso? - le respondió con cierta ironía en su voz, entonces por fin saco una cerveza del refrigerador y la destapó
- Ah... ¡¡SÍ!! Digo-... Usted siempre hace comentarios fuera de lugar sobre lesbianas y... Y un montón de cosas más! - más que sorpresa parecía una queja por no haberlo sabido antes
Johnny regreso a su asiento en el sofá al lado del jóven Díaz, tomo un sorbo a su cerveza y volvió a hablar.
- ¿Qué sigue? - pregunto impaciente, Miguel volvió su vista al celular del mayor y siguió llenando la información solicitada
...
Ahora mismo esperaba a su última opción, un hombre de casi su misma edad de cabello negro, y ojos verdes, piel blanca casi pálida, de casi un metro noventa.
Le parecía curiosa su apariencia y estaba dispuesto a que fuera su último intento, si fallaba al día siguiente seguro golpearía a Díaz en la cabeza a modo de regaño.
Apagó su celular y lo dejo al lado de su vaso con whisky y espero, no tardó más de quince minutos en escuchar una voz.
- ¿Johnny Lawrence? - preguntaron a su lado, levantó la vista y vio a aquel hombre
- ¿________ Serrato? - devolvió la pregunta, ambos asintieron afirmativamente, el pelinegro tomo asiento al lado del rubio
Al sentarse de inmediato pidió un brandy, la había estado pasando mal.
- Perdón, pero mis últimas citas salieron del asco. - rio entre dientes algo apenado
- Ni que lo digas, yo igual estuve pasando una noche terrible. - rio con él, se notaba que ninguno de los dos había tenido suerte
Entonces le entregaron su bebida al pelinegro. Le dió un pequeño sorbo y volvió su vista al rubio.
- Bueno, dime algo que la aplicación no me haya dicho ya. - pidió con cierto tono de gracia en su voz, una sonrisa ladina apareció en el rostro del contrario
- De acuerdo, en ese caso te alegrará saber que no soy un comunista. - respondió a modo de broma, ambos rieron - Ok, ya en serio, soy profesor de karate. - tomo un poco de su cerveza
- Oh! ¿En serio? - pregunto algo curioso
- Sí, soy el sensei de Cobra Kai. - asintió con la cabeza
- Genial, me gustan los hombres agresivos. - menciono en un tono coqueto, el ojiazul rio entre dientes y luego se acercó
- Suenas muy seguro de poder resistir contra mi... - murmuró, logrando provocar un escalofrío en la espalda del pelinegro
- Por ti, seguro aguanto lo que sea... - respondió de la misma forma, ambos se hicieron para atrás para volver a reír entre dientes
- Ok... Yo ya dije algo, ahora sigues tú. - lo señaló para posteriormente volver a tomar otro trago de su cerveza mientras __________ pensaba que decir
- Hmmm... Bueno... Soy nadador olímpico retirado, pero aveces compito en pequeños eventos. - esto sin duda sorprendió a Johnny, no esperaba algo a ese nivel
- Increíble... - murmuró, eso explicaba su espalda ancha y su gran altura
- Sí... Aunque aveces es cansado. - se trono el cuello al sentir una pequeña molestia
- Ok, eso ya fue para presumir! - lo regaño por su pequeña exageración, el ojiverde rio entre dientes
- Culpable. - no negó sus intenciones
- ¿Y cuántos metros nadas? - pregunto, ahora él estaba curioso por saber más
- Mmm... Pues soy de carreras largas y medias así que... De doscientos a mil quinientos metros. - respondió con tranquilidad
- Wow... - ¿Qué otra cosa podía decir? Estaba hablando con un deportista de nivel olímpico eran números que sobrepasaban los suyos en cualquier aspecto
- Meh... Eso no es nada, lo importante son los tiempos, pero ya basta de mi, dime algo más de ti. - lo miro con una sonrisa el rubio estaba sorprendido
- Pues algo que te puedo decir de mi es que quiero comprobar si es cierto lo que dicen de los nadadores. - el ojiverde lo miro confundido - ¿Es cierto que son los que más aguantan en la cama? - sonrió coqueto y el pelinegro se sonrojo levemente pero no pudo evitar sonreír ladinamente por su pregunta
- ¿Estás seguro de que lo quieres comprobar? - pregunto, cuando lo único que recibió del rubio como respuesta fue una ceja levantada entonces sabía que iba en serio
¿Quién lo diría?
Irónicamente su última había sido la vencida. Habían encontrado a alguien con quién se sentía cómodos, y algo era seguro, el resultado final sería candente, aunque seguro pelearán por quien tomara el mando...
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