El chico irlandés

angelesseco_

15.3K 1K 159

«Todos somos el trébol de una persona» Rose Dawson es una estudiante muy aplicada, con muy buenas calificacio... Еще

Prólogo
Capítulo 01
Capítulo 02
Capítulo 03
Capítulo 04
Capítulo 05
Capítulo 06
Capítulo 07
Capítulo 08
Capitulo 09
Capitulo 10
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capitulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25

Capitulo 11

422 32 7
angelesseco_

Rose

El sueño

Luego de pasar la tarde junto a Angus, que la verdad es que esa maraña, no me sentía para nada bien, me dolía mucho la cabeza y tuve unos mareos, tuve que enviarle un mensaje a Noah, explicándole la situación y él me recomendó que vaya a ver a algún médico para que me revisará y así llevar un certificado médico, así no tendré problemas. Fui al mediodía al hospital, me dijeron que era por nada malo, que no tenía nada en que preocuparme, debe ser por el trabajo, sí, eso debe haber sido. Como decía, después de visitar a Angus, me fui a mi departamento y me di un baño fresco, aun me dolía un poco la cabeza y capaz este baño me lo alivié un poco.

Luego de salir a bañada y peinada, me pongo mi pijama y me acuesto en la cama charlando un rato con Stephanie, tuve que actualizarla de muchas cosas, pero ella solo pensaba en esa promesa que nos hemos hecho, que era conseguirle el número de una chica, cosa que aún no he tenido tiempo de hacer, ni me preocupare a conseguir.

Tuve que cortarle la llamada a Stephanie, ya que al ver la hora ya era demasiado tarde y tenia que levantarme temprano mañana, para hacer algunos trámites antes de ir a la editorial. Así que cuando le corte, tome un poco de agua, que tenía en la mesita de luz, ya que tenía la garganta demasiado seca, lo cual Steph noto y se burló de mí. Estuve mirando el techo por más de 10 minutos hasta que pude conciliar el sueño.

(el comienzo del sueño)

Iba mirando por la ventana del auto, mientras avanzaba, los arboles y edificios que se encontraban, yo con mis 5 añitos veía todo con emoción, ya que estábamos en una ciudad nueva, que, por cierto, no recordaba el nombre en esos momentos. Estaba yendo a mi nuevo jardín de infantes, estaba feliz de hacer nuevos amigos allí, que mi mama me decía que me debería calmar, ya que de lo emocionada que estaba movía las piernas de arriba hacia abajo y eso hacía que mis pies chocaran con la parte baja del asiento, lo cual le molestaba un poco.

Cuando por fin hemos llegado vi a un montón de niños afuera del recinto con sus padres, yo feliz me desabroche el cinturón y me baje cuando mi madre desbloqueo el seguro de la puerta. Me baje y jugaba con las tiras de mi pequeña mochila. Miraba a todos los niños que se encontraban en mi vista, pero hubo una que me llamo la atención un poco, un niño de pelo castaño que no miraba a nadie solo miraba sus zapatos mientras las movía de un lado a otro, a simple vista me pareció un niño tímido.

Recuerdo que el en recreó, él estaba solo sentado en una de las esquinas del pequeño patio, me dio un poco de tristeza verlo de ese modo, así que decidí acercarme a él y me senté a su lado sin decir permiso ni nada. A lo que él me ve de reojo, pero luego vuelve su mirada a sus zapatos.

—Hola—digo apenas me siento a su lado.

—Mm. Hola—dice apenas audible—¿Qué haces? —dice manteniendo su mirada en sus zapatos.

—¿Qué cosa? —pregunto inocentemente.

—¿Por qué estás aquí?

—me encojo de hombros—. Te vi solo y pensaba que necesitabas a un amiga o acompañante.

El voltea a verme por unos segundos y luego vuelve su vista al frente.

—No necesitó de tu lastima, estoy bien.

—Pensaba que podríamos ser amigos—miro mis zapatos un poco cabizbaja.

—¿Quieres ser mi amiga?

Asiento un poco sonrojada, mirando al piso, así el pelo me tapa un poco la cara para que no lo note.

El me regala una media sonrisa y asiente.

—Esta bien, seamos amigos—dice estirando su mano hacía mi, supongo para que lo estreche con la suya y imitó su canción estrechando nuestras manos.

Desde ese día nos hemos reunido siempre en los recreos, ya que no estábamos en el mismo salón, éramos muy unidos, que hasta algunos niños nos decían que parecíamos una pareja, pero no les hacíamos caso a sus burlas, no recuerdo bien como se llamaba ahora, pero en ese entonces lo sabía pero de todas formas lo llamaba Gussie, no le molesto que lo llamará de esa forma, el me decía rosita, ya que como mi nombre era Rose, me puso ese sobrenombre, lo que si recuerdo eran sus ojos azules, como el mar, muy cristalina, que me gusto demasiado. Lo peor fue despedirnos a fines de ese mismo año, ya que a mi padre lo necesitaban devuelta en Inglaterra, recuerdo que mi último día, los dos estuvimos muy tristes y a punto de llorar, yo más que él, ver sus ojos cristalizados me dolió tanto. Cuando termino el día y era la hora de salida, el me dio un cálido abrazo, esos donde no querías que termine, con mucha tristeza me separé de el.

—Adiós, rosita—dice el en un tono triste agitando su mano.

—Adiós, Gussie—digo despidiéndome de la misma forma y me subo al auto de mi madre para irnos.

Solo recordare esos lindos momentos y esos lindos ojos azules.

(fin del sueño)

Suena la alarma de mi celular a las 8:00 a.m., me e despertado con el recuerdo de ese chico y sus ojos azules, pero de alguna manera me viene a la cabeza Angus, él lo tenía o mejor dicho, tiene el mismo tono de azul que el de mis sueños. El...no, no puede ser el mismo, aquel chico que conocí a mis 5 años no era rubio, era castaño, además todos pueden tener ese tipo de ojos azules, ¿verdad? Debo dejar de pensar tanto en él, solo fue un sueño y una confusión mía, sí, eso debe de ser.

Me levanto con un poco de pereza de mi cama, estirándome un poco y hago todo lo que tenga que hacer antes de irme. Luego de haberme bañado y vestido con ropa un poco abrogada, me hice algo liviano de desayunar, si iba todos los días a esa cafetería, me gastaría todo mi sueldo, así que hice las compras de la semana y desayune en el departamento.

Desde la mesada de la cocina, pude oír la música de cada mañana, por parte de Angus, debo admitir que tiene un buen gusto musical, escucha a Harry Styles y también Taylor Swift, con eso ya se ganó un poco mi corazoncito. Termino mi desayuno, lavo lo que he usado tarareando un poco las canciones se escuchan por parte de Angus, por mas que quiera no puedo olvidarme de sus ojos, gracias a ese sueño.

Salgo de mi departamento y me decido bajar por las escaleras, estoy en el cuarto piso, podría irme por el ascensor, pero siempre hay una primera vez para todo, seguro me arrepentiré apenas baje todas las escaleras, me conozco. En la recepción saludo al de limpieza, al encargado del lugar y me dispongo ir hasta la editorial, mientras escucho un poco de música. Esto de pensar en Angus, apenas me despierto, no es normal en mí, para nada.

Llegando al lugar, veo a muy pocas personas, menos de lo habitual, eso me pareció un poco raro, voy a mi nini oficina y veo a Noah tan concentrado haciendo una de las ilustraciones.

—Buenos días, Noah—digo tomando asiento en mi oficina, que estaba en frente de la suya.

—Hola, Rose—dice concentrado mirando la hoja.

—¿Paso algo que no me haya enterado?

—¿Por qué lo dices? —dice dejando

—Porque hay menos gente que lo habitual—digo mirando a mi alrededor.

—Algunas personas están enfermas y no van a venir por esta semana ¿Y esto que significa? Aún más trabajo para nosotros—dice con fastidio.

—No creo que sea tan malo —digo prendiendo mi laptop.

—Oh, ya lo veras y querrás quitar esas palabras de tu boca—dice haciendo un bollo de papel y tirarlo al mini tacho de basura.

—Ya veremos —digo mirando el archivo donde tengo que corregir una nueva novela.

—¿Qué ha pasado con ese chico? —pregunta sacando punta al lápiz.

—¿De qué hablas, Noah?

—De ese chico rubio del bar, no sé su nombre.

—¿Angus?

—Si, Angus—hace un chasquido con sus dedos—. ¿Supongo que en tu día libre fuiste a verlo o me equivoco? —dice levantando una de sus cejas.

—Eh...no

—deja lo que estaba haciendo y me mira fijamente—. A mí no me puedes mentir, querida Rose.

—ruedo los ojos y pongo la mirada en mi laptop—. Esta bien, si lo vi ¿contento? —tomo un poco de agua, ya que estaba sintiendo la garganta seca.

—Sí, ¿Luego cuando lo viste, se besaron?

Esa pregunta me hizo atragantarme un poco con el agua, a lo que Noah por su parte estaba riendo de mi situación, en vez de levantarse y ayudarme.

—Gracias por la ayuda Noah, eh —digo al haberme recuperado de esa terrible situación y al haber pasado vergüenza en frente del desgraciado.

—De nada, pero ¿eso significa que se besaron? —siguió preguntándome, lo que causó que yo hiciera un rollo de papel y se lo tire en la cara.

—No, no nos besamos—digo con el ceño un poco fruncido.

—¿Tú querías que te besara?

—¿Por qué me preguntas estas cosas, Noah?

—Soy un chismoso, ¿sí? Además, por qué no me habías contado nada

—Estaba muy cansada ese día y aún seguía con dolor de cabeza.

—Pero seguro ese tal Angus te lo quito de inmediato—dice coqueto y apunto de reírse al ver mi cara de ¿es enserio, Noah?

—No me hagas tirarte un rollo grande de papel a tu horrible cara, ¿o sí, Noah? —dice haciendo bolita otro papel.

—hace un gesto de un cierre imaginario cerrando su boca y levanta las manos rendidas—. Está bien, tu ganas, Rose.

—Gracias—digo en un susurro aun mirándolo y guardando el rollo de papel.

Al final del día, Noah tenía razón, tuvimos mucho trabajo, me duele la muñeca de tanto escribir y corregir. Terminé cansadísima, me despedí de Noah, los demás que estaban en la entrada y me fui caminando hacía el departamento, estaba haciendo frío y me encantó en estos momentos, necesitaba tener la cabeza fría luego de tanto corregir y agregar nuevas escenas.

Al llegar, ya comenzaba a anochecer y me lo encontré a Angus ahí sentado en los escalones del edificio, estaba fumando. Por lo general, no me importa si la gente fuma o no, lo que me molesta un poco es que aun sabiendo que le hace mal a su salud, lo sigan haciendo. Él estaba mirando el pisó, así que no vio que yo estaba a unos metros, me acerco y me siento a su lado sin decir nada, por ahora.

—Hey—digo dejando mi cartera a un lado mío en el frío pisó.

—Hey—dice soltando el humo que tenía acumulado, haciendo que arrugue un poco la nariz, tampoco me gusta el olor.

—¿No deberías estar en el bar? —pregunto entablado una conversación.

—Me dieron la semana libre, mi amigo George esta ahora—dice llevando el cigarro a sus labios e inhalando nuevamente.

—Oh...eso es bueno, tienes tiempo de descansar—digo cruzando mis manos entre mis piernas.

—¿Y tu, que tal te fue en tu trabajo? —dice por primera vez en el día girándose a mirarme.

—Cansador, me duele mi muñeca de tanto escribir—hago una mueca de dolor al moverla por accidente.

Angus desprevenidamente agarra con mucho cuidado mi mano y deja un cálido beso en mi muñeca, ese acto me hizo sacar una pequeña sonrisa.

—Ya te mejoraras, solo necesita un descanso—dice bajando con cuidado mi mano y lo deja en mi regazo.

—Gracias, Angus—digo en un susurro audible para los dos.

—No hay de que agradecer, pequeña Rose.

Y así nos quedamos nuevamente en un silencio en donde solo podía ver y oler como seguía fumando ese cigarro.

—¿Porqué fumas, Angus? —pregunto viendo su perfil.

—Llevo tanto estrés dentro de mí que esto—levanta un poco el cigarro—, me lo alivia bastante.

—Tienes otro método para matar el estrés.

—¿Te molesta que fume? —pregunta mirándome a los ojos.

—Eh...no, solo pienso que aún que sepas que vas a tener consecuencias luego en tu salud, lo sigas haciendo, odio el olor a cigarro.

—Lo siento, es la única forma para mí, si te molesta, pues puedes marcharte

—No me iré solo porque me lo sugieras —digo un poco molesta por su cambió de humor—. Eso también cambia tu estado de humor, ¿eh? —digo alzando una ceja.

—niega dándole otra calada a su cigarro—. Así soy en realidad, un día puedo ser el chico que conociste en el primer día y al otro día puedo ser así como hoy. Estuve recordando mi infancia hoy a la tarde—empieza a decir de repente—, no fue como me lo esperaba, pero había una chica que me hizo compañía el primer día de jardín de infantes y desde ese momento pude ser feliz por un tiempo, hasta que ella se fue.

—¿Porqué? —pregunto y se me viene a la cabeza el sueño de esta mañana.

—No lo sé, no me dio explicaciones, solo me dijo que se tenía que ir y no volvería mas. Ese día fue el peor día de mi vida.

—Yo también pase por algo similar, pero no lo recuerdo muy bien, la verdad.

—Supongo que estuvimos igual de tristes los dos, ¿no?

—Si, puede ser—digo mirando los árboles que estaba en la otra callé en frente de mi—. ¿Tu infancia siempre fue triste hasta ahora?

—No mucho, estuvo solo, sin amigos desde que ella se fue, hasta la secundaria donde conocí a Camille y otro amigo que me traicionó, luego cuando comencé a trabajar en el bar de mis padres conocí a George, de cuál él y Camille son mis mejores amigos ahora.

—¿Por qué ese chico te traicionó?

—el suspira y termina su cigarro, tirándola al piso y aplastándolo—. Lo encontré acostándose en mi propia cama con mi exnovia, me venían engañando durante 2 meses.

—Lo siento...no debí preguntarte eso—digo apenada y un poco triste por él.

—No tienes por qué disculparte Rose, ya no me importa—me dice despreocupado y un poco frio, aunque yo creo que me esté mintiendo—. Deberías ir a dentro, hace mucho frio y te vas a enfermar.

—Mírate tú, Angus—digo señalando su vestimenta—. Estas en nanga cortas y no tienes ninguna campera o buzo puesto, tú te vas a enfermar más que yo.

—Yo estoy bien, estoy acostumbrado a estos climas, en cambio, tu no Rose.

—Vamos a dentro, te invitare un chocolate caliente, Angus—digo agarrando mi cartera y levantándome.

—No es necesario, Rose.

—Dije que iremos, Angus—dice levantando su brazo.

El suspira pesadamente, pero aun así se levanta y me sigue a dentro del edificio. Subimos por las escaleras, hasta nuestro piso, él iba tres escalones abajo detrás de mí. No lo sentí muy cómodo en esos momentos, odio estar en silencio, pero en algún momento es mejor estarlo, a que digas algo con lo cual vayas a arrepentirte. Al llegar frente a la puerta, siento el aliento de Angus en mi nuca, eso me estremeció internamente, saco mis llaves de la cartera y luego abro la puerta y entro dejando la cartera colgada en el perchero de los abrigos, pero siento sus pasos, así que me volteo y lo miro.

—No necesitas una invitación para entrar, Angus—digo haciendo un gesto con la mano para que entre.

—Siempre es mejor esperar una invitación, a que entres sin permiso—dice entrado.

—suspiro—. Toma asiento, iré a preparar el chocolate caliente.

—No creo que puedas hacer mucho con esa muñeca—dice acercándose un poco a mí, lo cual yo retrocedo por instinto y veo como levanta una ceja—. ¿Te molesta si lo hago yo por ti?

—niego lentamente—. Tu ya me has hecho té dos veces, déjame hacerte algo yo a ti.

—No es necesario, tú no puedes hacer ningún movimiento con esa muñeca en ese estado. Mejor tu siéntate mientras nos preparó ese chocolate caliente—dice dirigiéndose a la cocina.

Yo me quedo ahí parada resignada, mirándolo de espaldas mientras prepara el chocolate caliente. Miro el mueble del cuarto de estar y veo que deje el cd de una película navideña, recordé que eso era lo que iba hacer hoy, esto de invitar a Angus, no fue un plan planeado, fue algo inesperado que saliera de mi boca, aunque no me quejo tanto, es bueno tener compañía de vez en cuando y no estar solo todos los días las 24 horas. Agarro el cd y lo pongo en el DVD, que tenia por causalidad el departamento y me siento en el sofá que estaba en frente de la televisión, con el control en la mano.

—¿Una película navideña? —dice Angus llegando con las dos tazas de chocolate caliente, mientras se sienta a mi lado, extendiéndome una de las tazas.

—Gracias—digo al agarrar la taza—, no te burles, yo amo las películas navideñas y no solo en épocas de navidad tienes que verlas.

—Tiene sentido—dice dándome la razón.

—¿Quieres verla conmigo? Porque si no te puedes ir, si quieres

—No me molesta, es más, me gustan las películas navideñas.

Asiento y por dentro estoy emocionada al saber que le gusta las películas navideñas

—Bien, veámosla entonces—digo y a la vez presiono el botón de play para que comience a reproducir la película.

Nos la pasamos más que increíble la verdad, nos reímos, nos quejábamos de algunas actitudes de los protagonistas, también imitábamos algunas escenas icónicas, de la película y nos terminábamos burlando de ello luego. Estar con Angus es increíble, no te aburres a su lado, disfrutas cada minuto cuando estas con él, ojalá pudiera repetir este día para siempre, nunca la pase tan bien con alguien, además de Stephanie. Cuando termino la película, nos depusimos a lavar las tazas, el lavaba mientras yo los secaba y las guardaba en su sitio y luego lo acompañe hasta la puerta.

—Me la pase genial hoy—digo apoyándome entre el marco de la puerta.

—Igual yo, me gusto ver la película contigo.

—Y a mí me gusto el chocolate caliente que hiciste, te quedo muy rico

—Gracias, espero que volvamos a repetirlo.

—Estoy de acuerdo, pero esta vez yo preparare algo, no tu.

—Bien, en la próxima te dejare hacerlo a ti —dice entre risas.

—Hasta luego, Angus

—Hasta luego, Rose



———————♡♡♡—————————
Hola!!

Bueno aquí les traigo otro capítulo de mis bebes.

¿Qué les pareció este capítulo?

Recuerden que sus votos y comentarios valen mucho para una escritora ❤

Me encanta leerlos a todos ❤

Nos vemos en otro capítulo, byeee

Продолжить чтение

Вам также понравится

Todas las estrellas que nunca tocamos Sofía

Подростковая литература

14.6K 641 13
Una autocaravana era la solución para sobrevivir durante una semana, ¿pero y luego..? ¿Cuál era el plan? ¿Volver a Londres y vivir del cuento? ¿O sim...
me quieres ver? - Héctor Fort ccc

Подростковая литература

62.8K 1.9K 50
"me gustaría ser más cercana los chicos del club, pero supongo que todo seguirá siendo igual, no?"
Eres Mia (Completa) STEFI.LM

Подростковая литература

458K 22.6K 48
Una historia que promete atraparte desde el principio hasta el final. Camila es una chica humilded, Ignacio Besnier es el heredero de un imperio empr...
Mi Idiota Kathleen Sánchez to...

Подростковая литература

38.7K 2.2K 18
La vida universitaria no es buena para todos, he oído, pero para mí es perfecta, te preguntarás por qué, y es fácil. Estoy descubriendo la carrera de...